¿CORCHADA LA REFORMA?
Por: Álvaro Ramírez González
alragonz@yahoo.es
Tenía que pasar.
No había muchos puntos de acuerdo entre los partidos políticos
Liberal, Conservador y de La U, que participan del gobierno Petro y
lo acompañan, y la Reforma a la Salud de ese Gobierno con la
ministra Corcho a la cabeza.
Pero devolvámonos un poco.
Corcho, fue Secretaria de Salud de Gustavo Petro, en su Alcaldía de
Bogotá, y ambos responsables de la quiebra de Salud Capital que
valió casi $ 400 mil millones.
Una quiebra que al igual que las basuras de Bogota, los camiones
usados y podridos, las motos eléctricas para la policía que nunca
funcionaron, y el monstruoso déficit que casi quiebra del todo al
sistema Transmilenio y a todos sus operadores privados, a
consecuencia de que Petro, sin nadie pedírselo rebajó el valor de
los pasajes.
¡Quiebras por las que nadie respondió!
Aún así, Corcho salió destituida por el entonces Alcalde Mayor,
Petro.
¿Cómo entender que hoy sea su ministra de Salud y la líder de esa
arrevesada reforma a la Salud, que tiene con el pelo parado a todos
los actores del sistema actual y al país mismo?
Y aturdido al presidente Petro, que ve con angustia, que no va a
pasar definitivamente en el congreso.
No tiene como.
Aunque suene cansón repetir el cuento, a Petro le da urticaria ver a
los privados haciendo tareas públicas y sobre todo ganando dinero.
Para mí, ese es el origen de esa arrevesada reforma.
Estatizar de nuevo la salud de los colombianos es una fórmula ya
ensayada y fracasada.
¡Mejor, saqueada!
Entregarle la salud de los colombianos a un batallón de burócratas
corruptos que vienen de la politiquería, es poner a los ratones a
cuidar el queso.
La función de las EPS, es vital en un sistema de salud. Llevamos
muchos años ajustando y corrigiendo este nuestro sistema producto de
la Ley 100, presentada por el presidente Gaviria y cuyo ponente en
el Senado ya en el gobierno Samper, fue el entonces senador Álvaro
Uribe.
El sistema se ha corregido y ya han quedado las EPS que hacen bien
su tarea. Se ha purgado, se ha mejorado y se ha fortalecido, gracias
a la fusión de sinergias entre el capital y la gerencia privadas y
lo público.
Ha llegado a una cobertura tan impensable como el 98% de todos los
colombianos. Y en medio de esta crisis armada por Petro y su
reforma, la última encuesta reveló que el 79%de los colombianos,
respaldan y defienden el actual sistema de salud. ¿Por qué lo quiere
cambiar entonces Gustavo Petro? ¿Para imponer su voluntad como
primer mandatario? ¿Para desaparecer del panorama a las EPS privadas
y su ánimode lucro?
Son razones muy débiles para dar ese salto al vacío.
Tan débiles que hoy están derrotadas en el
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Congreso.
Esa reforma se derrotó sola.
La última noticia es que Corcho se va del ministerio de Salud para
la embajada de Canadá.
Y la Reforma a la Salud de Gustavo Petro, derrotada.
¡Cero y van dos!
La política y la de Salud.
CHARLAS
CON UN MAESTRO SAMMASATI
Por: Gongpa Rabsel
Rinpoché
Lama Sammasati para Latinoamérica
"El
enemigo interior: el Ego y sus engaños en la búsqueda espiritual”
La búsqueda
espiritual es un camino que muchas personas emprenden en algún
momento de sus vidas. A menudo, esta búsqueda se inicia por una
necesidad de encontrar significado y propósito en la vida, así como
de experimentar una sensación de conexión con algo más grande que
uno mismo. La espiritualidad puede adoptar muchas formas, desde
prácticas religiosas hasta la meditación y la introspección
personal, pero en todos los casos, se trata de una búsqueda de algo
que va más allá de la realidad material y cotidiana.
Sin embargo, en el camino de la espiritualidad, existe una trampa
que puede ser difícil de reconocer y superar: el ego. El ego es una
parte de nosotros mismos que busca constantemente la validación, el
reconocimiento y el poder, y puede sabotear nuestra búsqueda
espiritual si no lo reconocemos y manejamos adecuadamente.
En la espiritualidad, el ego puede manifestarse de varias maneras.
Por ejemplo, podemos empezar a creer que somos superiores o
especiales por nuestra práctica espiritual, o podemos compararnos
con otros en el camino espiritual y sentirnos mejor o peor que
ellos. Podemos engancharnos a experiencias espirituales y creer que
esas experiencias nos hacen mejores o más avanzados en nuestro
camino espiritual, o podemos juzgar a otros por su falta de
espiritualidad.
Además, el ego puede hacernos creer que somos seres iluminados
cuando en realidad no lo somos, o que la espiritualidad es un camino
fácil que nos llevará a la felicidad total. También puede ser
difícil para el ego aceptar las dificultades y los obstáculos en el
camino espiritual, y puede hacer que nos desviemos del camino cuando
las cosas se ponen difíciles.
Por eso, es importante reconocer las trampas del ego en la
espiritualidad y aprender a evitarlas. Practicar la humildad y
enfocarnos en el camino en lugar de los resultados son estrategias
efectivas para evitar las trampas del ego. También es importante
aprender de los demás en lugar de compararnos con ellos, cultivar la
gratitud y la compasión, y desarrollar la conciencia plena para
detectar las trampas del ego en nuestro propio camino.
En resumen, el tema de este artículo es extremadamente importante en
la búsqueda espiritual y puede ser de gran ayuda para aquellos que
se encuentran en este camino. Al comprender las trampas del ego en
la espiritualidad y aprender a evitarlas, podemos avanzar en nuestro
camino de manera más efectiva y auténtica, y encontrar
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una conexión más profunda con algo
más grande que nosotros mismos.
¿Y cómo queda la coalición de gobierno?
¿Será Petro capaz de sacar a los partidos que no lo apoyaron?
Nada se ve claro aún por qué en el pacto histórico y en el partido verde también
hay hoy
mucha animadversión por Petro y su manera de gobernar.
Mejor dicho, en 9 meses pasó de tener un 75% del congreso a su lado, a un 45% a
lo sumo, el día de hoy.
¡Y eso es de muy mal pronóstico!
Remembranzas pereiranas
“El borojó de la galería todavía sobrevive. La historia de las negras de la
esquina de la 14 con carrera octava que aseguran poner a los pereiranos como
unos verdaderos ´toros’
Por: Rubén Darío Varela
Tomates, cilantro, plátanos, yuca, cebolla larga, bultos de café a
diestra y siniestra abundaban en la época de la famosa galería de mi adorada
`Pereira`’ en la década de los años ochenta. En mi mente aún sobreviven aquellos
recuerdos vagos de la sorprendente cantidad de supermercados de la 17.
Recuerdo que de la mano de mi papá observábamos en la `galería de Pereira` a
aquellas mujeres poner al sol y en costales lo que conocemos en el Eje Cafetero
colombiano como el “revuelto” a la venta.
No obstante, en aquel entonces lo que me llamaba la atención no eran aquellas
mujeres vendedoras de plátano, yuca y todo tipo de tubérculos, es más, ni
siquiera aquellas mujeres de chores negros y blusas de tiras en su mayoría con
celulitis, paradas, a veces fumando cigarrillo y maquilladas de manera
estrambótica no me llamaban la suficiente atención.
En mi `País del tinto las mujeres que más me llamaban la atención, eran aquellas
que no necesariamente estaban maquilladas hasta la coronilla y usaban ‘chores
tan cortos que no dejaban casi nada a la imaginación. Las mujeres que más me
llamaban la atención eran unas negras y gordas, la mayoría con dientes
amarillos, labios
grandes y anchos y `tetonas`.
Eran mujeres grandes y robustas que a lo lejos se les alcanzaba a ver un
cuchillo en la mano que manejaban a ojo cerrado y con el que aún en la mano,
esquivaban la tira de chontaduros y borojó. Recuerdo a muchos hombres de
sombrero y bien envalentonados
que hacían fila al puesto de estas mujeres afro para tomar ‘borojó’, un jugo que
yo en mi inocencia creía que solo era para hombres. En el transcurso de estos
días en mi ‘País del tinto` en donde actualmente queda Ciudad Victoria, observé
a una mujer afro vendiendo borojó en una pequeña carreta. De manera inmediata me
remonté a la época de la galería y vi las negras, los chontaduros, el borojó, la
galería, el cilantro, la cebolla, lo vi todo, vi la Pereira de mi
`País del Tinto` de los años 80. |