Pereira, Colombia - Edición:13.072-652

Fecha: Jueves-27-04-2023

 

COLUMNISTAS

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CHARLAS CON UN MAESTRO SAMMASATI

 


Por: Gongpa Rabsel Rinpoché
Lama Sammasati para Latinoamérica


La pérdida de una mascota como oportunidad para cultivar las virtudes Sammasati

La pérdida de una mascota amada puede ser una experiencia muy dolorosa. Pero en lugar de simplemente sentirse abrumado por la tristeza, es posible usar este evento para cultivar ciertas virtudes, conocidas en la tradición budista como las seis Paramitas Sammasati.

Estas seis paramitas son: gratitud, compasión, bondad, alegría, sabiduría y ecuanimidad. A continuación, exploraremos cómo podemos aplicar cada una de estas virtudes para encontrar consuelo y crecimiento después de perder una mascota amada.

Gratitud. La primera de las seis paramitas es la gratitud. La gratitud es una forma de apreciar lo que tenemos en lugar de lamentar lo que no tenemos. Cuando perdemos a una mascota, es natural sentir dolor por la ausencia. Pero también podemos sentir gratitud por los momentos de amor, compañía y alegría que compartimos con ella.

Practicar la gratitud puede ayudarnos a ver la vida desde una perspectiva más amplia y positiva. Podemos centrarnos en lo bueno que ha habido en nuestra relación con nuestra mascota, en lugar de sólo en su pérdida. Al hacerlo, cultivamos un sentido de aprecio y gratitud que puede ayudarnos a encontrar la paz y la felicidad en la vida cotidiana.

Compasión. La segunda paramita es la compasión. La compasión es una virtud que nos permite sentir empatía y comprensión hacia los demás. Cuando perdemos a una mascota, también podemos sentir compasión por ella. Podemos reflexionar sobre su sufrimiento y cómo podemos aliviarlo.
La compasión no sólo nos ayuda a sentirnos mejor en nuestra pérdida, sino que también nos permite ser más compasivos y comprensivos con los demás en nuestra vida diaria. Podemos entender mejor sus luchas y dificultades, y trabajar para ayudarles a superarlas.

Bondad. La tercera paramita es la bondad. La bondad se refiere a las acciones que tomamos para beneficiar a los demás. Después de perder una mascota, podemos hacer cosas para honrar su memoria, como donar a una organización benéfica para animales o plantar un árbol en su nombre.
Estas acciones de bondad no sólo honran a nuestra mascota amada, sino que también nos ayudan a conectarnos con otras personas y animales en nuestro mundo. Al hacerlo, podemos encontrar un sentido de propósito y significado en nuestra vida diaria.

Alegría. La cuarta paramita es la alegría. La alegría se refiere a la felicidad que experimentamos cuando hacemos algo que es bueno para nosotros o para los demás. Aunque la pérdida de una mascota puede ser dolorosa, también podemos encontrar alegría en los recuerdos felices que tenemos con ella.

Podemos recordar los paseos que dimos juntos, las travesuras que nos hicieron reír o los momentos en que nos hicieron sentir amados. Estos recuerdos pueden llenarnos de alegría y hacernos sentir agradecidos por la vida y las relaciones que tenemos.

Sabiduría. La quinta paramita es la sabiduría. La sabiduría se refiere a la capacidad de ver la realidad tal como es, sin estar influenciados por nuestros prejuicios y deseosLa sabiduría nos permite comprender que la vida es impermanente y que todas las cosas están en constante cambio. Después de perder una mascota, podemos reflexionar sobre la naturaleza de la vida y la muerte, y cómo podemos cultivar un sentido de paz y aceptación ante estas realidades.
La sabiduría también nos ayuda a ver las cosas desde una perspectiva más amplia y a entender que todas las experiencias de la vida tienen un propósito y un significado. Podemos aprender de nuestra pérdida y usar esta experiencia para crecer y madurar como seres humanos.
 

 

 

Ecuanimidad. La sexta y última paramita es la ecuanimidad. La ecuanimidad se refiere a la capacidad de permanecer calmados y equilibrados en todas las situaciones, incluso en las más difíciles. Después de perder a una mascota, podemos experimentar una amplia gama de emociones, desde la tristeza hasta la ira y la frustración.

La ecuanimidad nos permite mantener la calma y la serenidad en estas situaciones y aceptarlas sin juzgarlas. Podemos reconocer que todas las emociones son parte de nuestra experiencia humana y que no hay nada malo en sentir dolor o tristeza.

 

En resumen, la pérdida de una mascota amada puede ser una experiencia dolorosa, pero también puede ser una oportunidad para cultivar ciertas virtudes y crecer como seres humanos. Al practicar la gratitud, la compasión, la bondad, la alegría, la sabiduría y la ecuanimidad, podemos encontrar consuelo, significado y propósito en nuestra pérdida y en la vida en general.


Espero que este artículo haya sido de utilidad para ti. Si tienes alguna duda o comentario, no dudes en ponerte en contacto conmigo al correo electrónico gongparabsel@gmail.com o al whatsapp 314 623 83 08.

 

¿NO HABRÁ OTRO TEMA?



Por: Álvaro Ramírez González
alragonz@yahoo.es



Petro tiene capturado al país

Atención, no dije cautivado sino capturado!

Mirando todas las columnas de tantos colegas en todos los medios reales y virtuales de este país, es aterradora la manera como Gustavo Petro, tiene capturada la opinión pública de los colombianos.

Y revivo un audio que me envió un gran amigo, agotado y agobiado de ese tema.

Pero ¿cómo abandonarlo si es el aire que respiramos?

Imposible.

La mala noticia es que nada va a cambiar, mientras Petro esté deliberadamente actuando de esa manera.

Y Él no va a cambiar.

El país, desde el 7 de Agosto del 2022 empezó a vivir, sufrir digo yo, unos cambios de políticas y unas situaciones aberrantes que estaban ya superadas.

Secuestro y extorsión disparadas.
La invasión de tierras está creciendo por todo el país.
Los bloqueos de vías son el pan de cada día, están matando la competitividad de Colombia y enfermando su economía.

Una fuerza pública, descabezada, disminuida, desmotivada y lo peor, desautorizada para actuar.

Una ola de abusos, impunidad y desprotección total ha invadido a Colombia.

Ese era el cambio.

Las marchas convocadas contra el gobierno de Petro empezaron a mostrar en ciudades como Cali y Medellín, una muy fuerte oposición al mandatario y de paso a sus aliados Ospina y Pinturita, que le han hecho tanto daño a esas dos ciudades.

El ambiente político, empresarial y ciudadano está cada día más enrarecido.

Pero los partidos tradicionales, unos líderes nuevos y viejos, están dispuestos a dar la batalla para derrotar a Petro, primero en las elecciones regionales de Octubre y después en las presidenciales de 2026.

Faltan todavía 3 años y algunos meses de este calvario.

Petro parece un Ratón.
Entre más trabaja, más daños hace.

Hoy, sin embargo Petro no la tiene fácil.

Su gobierno se ha ido erosionando con los partidos políticos que lo apoyan en la coalición, pero también hay profundas fisuras en el pacto Histórico.

César Gaviria desde adentro y, Álvaro Uribe y German Vargas desde afuera, tienen hoy bloqueado el gobierno y arrinconadas las arrevesadas reformas de Petro.

Y para completar, su gabinete ministerial ya perdió tres de sus miembros y los que quedan andan físicamente agarrados de las mechas, los unos con los otros.

Pero a Petro, ese descomunal desajuste de su gobierno y de su gobernabilidad, parece no importarle.
 

 

En medio de este maremágnum en que está convertido el país, se acaba de ausentar todo un mes, a visitar amigos como Maduro, y aliados como Biden.

Pero dejando por donde pasa, una gran estela de preocupación y extrañeza.

Su intervención en la Universidad de Stanford fue la de un lunático que acusa al capitalismo de ser el culpable de la desaparición de la especie humana.

 

The Economist, la revista más prestigiosa de Europa acaba de catalogar La Paz total de Petro como el caos total.

Nada más acertado.

Como quisiera yo encontrar y escribir sobre otros temas para no agobiar a los miles de lectores con el mismo.

Pero como dije antes, es imposible.

Es el aire que respiramos!

Sobremesa

¿Cómo puede Juan Manuel Santos exhibir un Nobel tan espurio y andar dictando conferencias de paz, si dejó un país en una guerra total?


Se necesita un alma de tramposo como la de Santos para sostener esa payasada.

 

La calle del “tuvo” y mis sensaciones literarias

 

 

Por: Rubén Darío Varela

 

En todas las ciudades de mi país del ‘tinto’ sin importar si hace frío o calor, abundan los tinteros a diestra y siniestra, abundan las grecas en panaderías y carros de termos plateados con tapas negras que invaden a diario las esquinas de nuestras urbes y por supuesto; mi ciudad, Pereira, la querendona, trasnochadora y morena no es la excepción.

Las calles céntricas de la capital risaraldense están invadidas por vendedores de tinto, panaderías y café que ofrecen variedad del mismo, sin embargo sentarse en una silla de uno de los negocios ubicados en la denominada Calle del “tuvo”, conocida así por los pereiranos y ubicada en el pasaje Santiago Londoño Londoño en definitiva se trata de un punto aparte.

Y es que sentarse en esta calle peatonal a tomarse un tinto literalmente significa transportar nuestra alma a la percepción de ciertas sensaciones literarias, quizás es como transportarse de inmediato a una calle europea, tal vez parisina adornada con adoquines de ladrillo naranja como evocando una mezcla entre tranquilidad y antigüedad; despertando así la impresión de sentirse en el exterior sin salir de Pereira.

No obstante, estas percepciones literarias no son la única razón que despierta el interés de este sitio exclusivo en la ciudad de Pereira, la historia de la calle del “tuvo”, es una fidedigna evidencia del legado cultural y la conservación de la MEMORIA que quedará en la retina de los anaqueles de nuestra historia.

Cómo no habría de ser así, si aún escuchamos las historias de las personas ya entradas en edad, quienes aseguran que ese nombre de la calle del “tuvo”, como es conocido este mágico lugar tiene sus inicios hace décadas, época en la que nuestros ancestros se solían reunir a tomar tinto y presumir de las propiedades que tenían.

Ahora bien, recuerdo que una vez tomando tinto en la calle del “tuvo”, escuche hablar a don José, un amigo de mi papá y comisionista, quien entre risas al son que bebía café de manera hasta grotesca manifestó que el origen del nombre de la calle del “tuvo”, hacía referencia a una especie de burla entre viejos amigos que habían tenido dinero, fincas, casas, negocios y que según él; ya estaban en la “inmunda” como se dice coloquialmente y que de ahí proviene la particular palabra “tuvo” del verbo tener en pasado.

 

Hoy en día ya comprendo que este tipo de sensaciones literarias que estoy seguro que no solo siento yo con la calle del “tuvo” con v y la historia detrás de este ameno lugar bien se puede considerar como una especie de patrimonio cultural de los pereiranos, un espacio especial, sin duda, salido de todo contexto y que contribuye a forjar la memoria de nuestra querida ciudad de Pereira.

 

La calle del “tuvo”, seguirá siendo famosa, testigo de encuentros ocasionales de negocios, de amoríos y des amoríos ,y claro, del impecable paso del tiempo y de la vida de Pereira, una ciudad intermedia colombiana del eje cafetero en el que el tinto es y seguirá siendo un protagonista en el trascurrir de nuestra existencia.

 

 

  

 

 

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