EDITORIAL
Colombia es más
Estados Unidos ha certificado la
precaución con Colombia. Las múltiples problemáticas sociales que
nuestro país acaece hasta el día de hoy, unas nuevas y otras
sumamente viejas han provocado que Estados Unidos emita una
precaución a todos los turistas que decidan visitar nuestro país,
tal precaución se suma a la imagen ya arcaica que el mundo tiene
sobre este país.
No es completamente extraño que cuando el nombre de nuestro país es
mencionado en el extranjero, automáticamente lo relacionen con la
coca, desigualdad social, guerra, guerrilla y demás. Sin embargo, ¿Esto
es lo único que representa Colombia? ¿Podemos reducir este país a
tan sólo esto? En efecto, no lo podemos hacer, puesto que cuando se
afirma esta descripción negativa, siempre alguien desde el fondo
grita ¡Gabriel García Márquez! en caso que sea un amante a la
hermosa literatura, de ser un científico aturdirá a cualquiera
gritando en alto el nombre de Manuel Elkin Patarroyo o, de ser un
poco más sensible y dispuesto al arte anunciará ferozmente a
Fernando Botero -y claramente nuestros lectores enuncian a Zahur
Klemath, Jotamario Arbeláez, Gustavo Gardeazábal, Edgar Cabezas,
Iván Pulido y a cualquiera de nuestros grandes columnistas- todo
esto porque quien ha probado el sabor colombiano defenderá la
complejidad que adorna a Colombia. Es decir, Colombia no sólo es
guerra ¡Colombia es arte, ciencia, etc… o simplemente Colombia es
vida!
No obstante, Colombia no sólo ha sido grande, lo sigue siendo. La
juventud no se ha detenido, de hecho, ahora la juventud actual se
mueve con la misma fiereza, tal vez con un poco de menos experiencia,
pero seguro que con la misma fuerza e intencionalidad que estos
grandes representan a nuestro país.
La magia de Colombia ahora ya no se delimita en nombres precisos,
los nombres ya no logran manejar tantas intensidades, tantos deseos,
deseos de mejorar, de mostrar al mundo que Colombia es vida, que
Colombia es el claro ejemplo de lo que es la energía; no se crea ni
se destruye sólo cambia y se transfiere.
La primera ley de la termodinámica nos ha representado, puesto que,
por más intentos de acabar, delimitar, desprestigiar etc… siempre
vuelve, siempre mostrando esa gran particularidad de lo que
significa ser Colombia. Más, ahora con un nuevo tinte, ahora busca
compartir toda esa energía, ahora no sólo en grupos cerrados, sino
con la totalidad que representa Colombia.
Tal es el caso de las juventudes de Pereira, sólo por enunciar un
par: el colectivo Rawa el cual busca un espacio de intercambio
artístico donde se muestra y se comparte la experiencia del arte sin
importar si se es o no artista o la iniciativa de estudiantes de la
Universidad Tecnológica de Pereira llamada “una historia entre mil”
que busca mostrar por medios visuales diferentes dilemas morales que
se dan en la actualidad, ejemplificando tales casos desde las calles
de Pereira; mostrando así, el arte y la creatividad recorren cada
una de las calles de Pereira.
En el Periódico el Imparcial estamos convencidos que Colombia, no
sólo es más que sólo violencia, por esto, siempre intentaremos
mostrar las diferentes propuestas artísticas, científicas y demás
que adornan y representan la grandeza de nuestro país.
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La envidia
recorre las calles de la mano del odio
Por: Zahur Klemath Zapata
zapatazahurk@gmail.com
En la Biblia hay
pasajes cargados de odio contra quienes no son fieles a esos
principios, al igual que se encuentra en otros libros sagrados de
otras religiones. Cuando se habla de amar al prójimo se está
refiriendo al que hace parte de nuestras creencias y no a toda la
humanidad.
La felicidad aquí es secundaria porque siempre se habla de
sacrificios y trasportar la mente a otras dimensiones donde nadie ha
venido a testimoniar de lo que pasa supuestamente allá. Hoy en día
la sociedad ha podido avanzar y encontrar la verdad en el día a día
de sus quehaceres regulares.
La envidia es una enfermedad psicosomática que envuelve a millones
de personas y como tal parece normal. Esta condición humana hace más
daños que el sarampión y, los efectos secundarios socavan de tal
forma a la sociedad que por esta actitud se caen imperios.
Tener la experiencia en ir a una exposición de arte o a una
inauguración de un nuevo negocio y escuchar entre los asistentes,
muy quedo a lo oído decir, espero que esto dure mucho tiempo, o creo
que esto no va a durar mucho. En arte se escucha todo el tiempo.
Estas pinturas ya las han hecho antes, los colores no son los
adecuados, y los etc.. siguen.
Nos odiamos o nos amamos. El odio nace después del amor y la
venganza viene acompaña como si un fósforo estuviera listo a
prenderse. Y eso nos hace ser una sociedad multifacética porque de
todo hay en la viña del Señor.
He visto durante muchos años como hay gente que se expresa sobre
otros de una forma agresiva y despiadada, sin llegar a conocer a la
persona de la que hablan. Sobre todo en la vida política o pública.
Las opiniones y las reyertas por estas habladurías se ven todos los
días.
Pablo Neruda me dijo una vez, que para estar en la vida pública
había que tener un caparazón de tortuga, porque de lo contrario te
asesinan. Y es lo que se aprende en estas lides de ser público. O si
no porque los políticos siempre andan abrazándose como si fueran
buenos amigos. La diplomacia o el caparazón de tortuga.
La envidia y el
odio andan de la mano, esto ha sido parte de la historia humana y
detrás de toda esa diplomacia cientos de crímenes como para
pavimentar una carretera.
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Es muy difícil vivir en una sociedad
que no ha aprendido a ser solidaria los unos con los otros y que
cada uno solo piensa en como quedarse con el trabajo del otro.
Crónica #647
TULLIDO PERO GENIAL
Gustavo Alvarez Gardeazábal
A raíz del traslado de los restos de Tomás Carrasquilla al Museo
Cementerio de San Pedro en Medellín, la Universidad de Antioquia, a
través de su Facultad de Medicina encargó a la coordinadora del
laboratorio de Antropología Osteológica y Forense que hiciera,
durante 5 meses, un estudio pormenorizado del esqueleto del genial
escritor antioqueño, revivido como lectura por estos días en casi
todas las escuelas y colegios de Antioquia.
La doctora Timisay Monsalve, lo hizo con deslumbrante perfección
pues lo que montó fue una osteobiografía usando el método que
combina la investigación de la obra literaria, las cartas, los
testimonios y los archivos periodísticos con el análisis de la
osamenta.
A Carrasquilla se le ve en la mayoría de las fotos de su madurez
sentado en una silla mecedora cubierto con una manta y a su lado o
detrás un par de muletas.
Don Tomás estaba tullido. Se había caído de un caballo en el Parque
Bolívar en 1927 y eso le ocasionó que le cercenaran la pierna
derecha. De joven había sufrido otro trauma y le había quedado
afectado su brazo izquierdo.
Escribió sus geniales y a veces mamotréticas obras todas a mano y
los huesos de la muñeca derecha se le gastaron hasta que el carpiano
le estorbara que tuvo que dejar de escribir a mano y comenzó a
dictar las novelas que alguien le copiaba.
Así se redactó y pudo publicar su máxima obra LA MARQUESA DE YOLOMBÓ
en 1930. Los dolores que debió haber sufrido durante toda su vida
por los daños en su esqueleto dejaron huella tan profunda que la
doctora Timisay las resaltó como artrosis permanente en su estudio.
Dicen que pese a todo no perdió ni su jocosidad ni su alegría ni
dejó de beber su media botella de aguardiente diaria y de fumarse
hasta 70 cigarrillos todos los días.
Murió el 19 de diciembre de 1940, a los 82 años y nos dejó una
herencia cada vez más valorada, cada vez más honrada y, en especial,
cada vez más leída.
Era un tullido genial. Honor y gloria por siempre.
El Porce, mayo 18 del 2023
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