Pereira, Colombia - Edición:13.095-675

Fecha: Martes-20-06-2023

 

COLUMNISTAS

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CHARLAS CON UN MAESTRO SAMMASATI

 

Por: Gongpa Rabsel Rinpoché
Lama Sammasati para Latinoamérica

 

Verso 35 del Dhammapada

 

El Dhammapada es uno de los textos más importantes del budismo, que recopila las enseñanzas del Buda Gautama. Cada verso del Dhammapada ofrece una reflexión profunda sobre la naturaleza de la existencia humana y cómo alcanzar la iluminación. Uno de los versos más destacados del Dhammapada es el número 35, que dice:

Controlar la mente.

“La mente es volátil e inestable, siempre buscando ilusiones, y es difícil de contener. Pero una mente que se controlada así misma, es fuente de mucho gozo”.
Budha

Este verso es muy significativo porque resalta la importancia de controlar la mente para encontrar la felicidad duradera. La mente humana es muy compleja y está constantemente en movimiento, siempre buscando nuevas experiencias, emociones y sensaciones. Esta búsqueda constante a menudo nos lleva a ilusiones y sufrimiento, lo que puede hacernos sentir insatisfechos e infelices.

Sin embargo, si logramos controlar nuestra mente, podemos encontrar la paz y la felicidad interior. Al controlar nuestra mente, podemos aprender a observar nuestros pensamientos y emociones de manera objetiva, sin dejarnos llevar por ellos. En lugar de reaccionar de forma impulsiva ante las situaciones, podemos ser más conscientes y tomar decisiones más sabias y efectivas.

El control de la mente es un proceso constante y nunca termina. Requiere práctica diaria y dedicación para alcanzar la plenitud. El Buda enseñó que el control de la mente se logra a través de la meditación y la atención plena. La meditación es una práctica que nos ayuda a concentrarnos y enfocarnos en el momento presente. Al meditar, aprendemos a observar nuestros pensamientos sin juzgarlos, lo que nos permite liberarnos de las emociones negativas que nos causan sufrimiento.

La atención plena es otra práctica importante en el control de la mente. La atención plena implica estar presente en el momento presente y ser consciente de nuestros pensamientos y acciones. Al ser conscientes de nuestros pensamientos, podemos controlarlos y dirigirlos hacia objetivos más positivos. La atención plena también nos ayuda a cultivar la compasión y la empatía hacia nosotros mismos y hacia los demás.

El control de la mente también nos ayuda a cultivar la virtud y la ética. Al ser conscientes de nuestros pensamientos y acciones, podemos tomar decisiones más sabias y éticas en nuestras vidas. Al cultivar la virtud y la ética, podemos vivir nuestras vidas de manera más satisfactoria y significativa.

En conclusión, el verso 35 del Dhammapada destaca la importancia del control de la mente en nuestra búsqueda de la felicidad y la plenitud. La mente humana es volátil e inestable, siempre buscando nuevas experiencias y sensaciones. Pero si logramos controlar nuestra mente a través de la meditación, la atención plena y la práctica constante, podemos encontrar la paz y la felicidad interior. Al controlar nuestra mente, podemos tomar decisiones más sabias y éticas, lo que nos permite vivir nuestras vidas de manera más significativa y

satisfactoria.

 

Espero que este artículo haya sido útil para ti en tu búsqueda de la felicidad y la plenitud. Recuerda que el control de la mente es un proceso constante que requiere práctica y dedicación diaria. Siempre que te sientas abrumado por tus pensamientos y emociones, recuerda que puedes controlar tu mente y dirigirla hacia objetivos más positivos y sabios.

Te animo a seguir explorando y aprendiendo sobre el budismo y sus enseñanzas, y a encontrar las prácticas que mejor se adapten a ti y a tus necesidades. Que puedas vivir tu vida con sabiduría, compasión y atención plena, y encontrar la paz y la felicidad interior que tanto buscas.

Gracias por leer este artículo y por permitirme compartir contigo mis reflexiones y conocimientos. Te deseo lo mejor en tu

 

 

 

camino hacia la iluminación y la felicidad duradera. ¡Hasta la próxima!

 

¡EL MURO DE LA INFAMIA!

 


Por: Álvaro Ramírez González
alragonz@yahoo.es


Por primera vez escuché una persona en todo el planeta y después de tantos años, que se lamente de la caída del muro de Berlín: Gustavo Petro.

La URSS, o unión de Repúblicas socialistas soviéticas, explotó en mil pedazos entre marzo de 1990 y diciembre de 1991, y bajo la tutela del primer ministro Mikhail Gorbachov.

La Perestroika o apertura de Gorbachov, facilitó este increíble proceso separatista.

La Unión Soviética estaba integrada por 15 Republicas Soviéticas que ahora son independientes.

Y era tan grande en territorio que hoy la sola Rusia, sin los 14 países que se independizaron, es el país más grande de la tierra con 17 millones de kilómetros cuadrados.

La Cortina de hierro explotó en mil pedazos por que el comunismo era ya inviable, insostenible.

Los resultados económicos del régimen comunista en la URSS, son desastrosos, además que carga con la muerte de 150 millones de personas, unos por violencia política, y otros de hambre y frío.

Un régimen que no hizo más que empobrecer a uno de los países más ricos del planeta.

Hoy los países que se separaron de la URSS, están en un camino de progreso y desarrollo impresionante.

Y es tan horrenda la huella comunista que muchos de esos países han prohibido el comunismo en su territorio.

Hoy el comunismo está prohibido en:
 

Polonia
Estonia
Letonia
Lituania
Ucrania
Georgia
Rumania
Irán
Myanmar
Corea del Sur
Indonesia
 

El muro de Berlín era un acceso a la cortina de hierro. La capital alemana, se dividió en dos.

Bonn, una ciudad moderna, progresista, alegre y rica.
Berlín, detrás del muro, una ciudad opaca, sórdida, pobre y cuya permanencia allí era obligatoria.

Miles de personas perdieron la vida tratando de salir de la Alemania comunista (Berlín) a la Alemania libre (Bonn).

La caída del muro de Berlín, fue uno de los acontecimientos más celebrados de la historia mundial.
Todos los alemanes de aquí y allá se abrazaron en una unión fraterna y finalmente libre.

Hoy existe una sola Alemania progresista, industrial, rica y libre con una sola capital, Berlín.
Es el país más rico de toda la Eurozona.

El comunismo ante esos fracasos rotundos, ha mutado a otras formas.

El comunismo chino llega hasta la puerta del palacio de gobierno.
Pero el país entero es un territorio de libertad de mercados, e inversión extranjera.

Lo mismo ocurrió con Vietnam, aún después del triunfo comunista y la salida de los Estados Unidos de su territorio.

Antes, dos paises
Vietnam comunista con la capital Ho Chi Min
Y Vietnam occidental con la capital Saigón.

Hoy un solo país con una sola capital Hanói, de 88 millones de habitantes, pero próspero y en descomunal desarrollo, cuyo comunismo llega también hasta el palacio de gobierno, pero el resto del país es un emporio de libertad económica y llegada de capitales extranjeros.

La exposición del presidente Petro en Alemania, es tan torpe, desafortunada y equivocada como su exposición en la ONU, y su metida de pata en el Palacio

 

 

 Real de España, o su cantinflesca intervención en la Universidad de Stanford.

La caída del muro de Berlín es uno de los eventos más celebrados del mundo.

Fue un símbolo indiscutible de apretura y libertad.

Solo una mente enferma puede decir en la gran Alemania que es lamentable la caída de ese muro.

Mantener una ideología amarrada con cadenas y grilletes, encarcelada y a base de fuerza bruta, es arcaico y contracíclico.

Todo el planeta se alegró de la caída del muro de la infamia.

¡Menos Petro!

 

Alegría Electoral

 

 

Por: Edgar Cabezas

 

¿A quién le puede interesar la política electoral con alegría? La pesadez ególatra de los candidatos en la escena electoral aburre. En la práctica quienes ganan son los que promueven negocios y como en los negocios unos ganan y otros pierden, pues la feria de los fulanos que se meten a la política electoral ven la vaina de los cargos públicos de elección popular como una actividad lucrativa a la que se debe ir como una fiera acaparadora. Así pues, unos ganan ofendiendo y otros pierden enrabonados y peleados. Por todo esto y algo más, la política electoral es jarta en el bochinche del tropel de hacer política y de hacer negocios.


La política electoral patriarcal está cargada de falsos heroísmos condecorados como padres de la patria porque esos tales antes del hoy no existen, están muertos y los vivos se están peleando por sus muertos. Y en los directorios y en las conversaciones políticas se reúnen para conspirar y hablar mal de los unos y de los otros. Reproducen un ambiente maleducado, grosero, vulgar, carente de belleza tropical, sin la ligera alegría que dejó atrás los años del cartel, del tropel, del alcohol y la perica.

La política electoral es una fiesta a la que se tiene que ir cada cuatro años a pasarla mal. La pasarela no tiene encanto, conexión, conectividad con el ello social que vive el presente en la voluntad de los deseos e impulsos originados por el placer de ser y estar vivos en la armonía de la música y la precisión de la danza, la belleza y el erotismo acompasados con sabiduría para enfrentar con el trabajo colectivo y hacer las obras que hay que hacer, a fin de pasarla bien en el ritmo del tiempo que late en el corazón. Es difícil perfumar ese maloliente bollo ególatra en la fiesta de las elecciones regionales.

El presente convoca a las ciudadanías libres, a la escuadra y al compás, al cálculo astronómico infinitesimal, a la biología molecular, a la geología física del espacio, del tiempo y de los cuerpos, celestes, acuáticos y terrestres, el presente llama a las artes para el diseño y la construcción de los hábitats y nichos de los ambientes sustentables, el presente pone a pensar a las ciencias humanas en función de desarrollar la pedagogía de la reconciliación para la convivencia en paz. El presente sabe que el trabajo hay que hacerlo de la mano del cerebro y, con la Sociedad de Acciones Simples, la SAS del conocimiento ancestral y tradicional, la ciencia, la ingeniería y la tecnología. ¡5G!

A la actividad de la política electoral le falta empatía y por eso es mal recibida por la
mayoría de las personas, y entre quienes más se destacan por su ausencia, las mujeres. Si las conversaciones fueran amenas, pedagógicas, respetuosas y enriquecidas por la inteligencia colectiva, con seguridad la presencia de las mujeres y sus voces conducirían el rumbo del diario vivir con alegría. Patriarcas machistas de la diversidad étnica y cultural: permitan que las mujeres en igualdad de condiciones participen en las decisiones para salir del pantano electoral. Más simpatía por favor.

 

 

  

 

 

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