La alegría
que casi nadie creyó vivir
Por: Rubén Darío
Varela
“La historia de
una cenicienta que se convirtió en princesa e inundó el corazón de
felicidad de un pueblo noble y pujante.”.
Muchos han sido
los fracasos que durante décadas los hinchas del Deportivo Pereira
hemos tenido que vivir en una tierra en la que el amor por el fútbol
y por el equipo florece en nuestra alma. Personas especialmente de
la tercera edad acostumbraban a llevar el viejo radio de pilas al
estadio Hernán Ramírez Villegas para observar ver jugar al equipo y
casi siempre salir decepcionados.
Transcurrieron
muchos años con el equipo en la B (Segunda división) hasta que un
día logró ascender a la A (Primera división) y ese día el estadio se
llenó de camisetas rojas y amarillas, tan solo la alegría de
ascender a primera división se quedó en el corazón de muchos
pereiranos, quizás porque muchos, por no decir la gran mayoría
creyeron que tal vez esa era la única hazaña del equipo.
Sin embargo, hace unos meses, los pereiranos celebramos a rabiar, un
hecho inesperado, el Deportivo Pereira, ´el grande matecaña´ se
coronó campeón del fútbol profesional colombiano contra todos los
pronósticos, dejando en el camino a grandes equipos como Nacional,
Medellín, Millonarios.
Fue un momento de
júbilo, de repente la ciudad estalló en algarabía. Los juegos
pirotécnicos, los abrazos, el llanto, la alegría impensada, el amor
de un pueblo. Ese día, quizás como nunca antes nos sentimos
orgullosos de ser pereiranos. Esa noche inolvidable, guardamos este
momento mágico en nuestros corazones.
Lo que no
esperábamos los pereiranos, era que la alegría y el orgullo seguía
para largo, después de consagrarse campeón del fútbol colombiano,
por primera vez en la historia, el Deportivo Pereira disputó una
Copa Libertadores enfrentando a rivales históricos de peso pesado
como Colo Colo de Chile y Boca Junior de Argentina.
A decir verdad,
los pereiranos esperábamos una presentación digna, pero solo eso,
ante estos rivales de gran peso, pero el ´Grande Matecaña´ se
propuso seguir haciendo historia y se propuso seguir inundando de
felicidad el alma y los corazones de esta noble tierra cafetera y le
ganó a un grande entre los grandes como el Boca Junior cuando
nadie daba un peso por ellos.
Ahora los
pereiranos seguimos con el corazón hinchado, viviendo una realidad
que parece un sueño, el Deportivo Pereira está entre los mejores 16
equipos de América, esperando a que la hazaña sea mayor y orgullosos
de vivir un sueño hecho realidad que realmente pocos esperaban
vivir.
POLÍTICA: “¡EL QUE PAGA PARA LLEGAR, LLEGA PARA ROBAR!”
Por: Álvaro Ramírez González
alragonz@yahoo.es
Faltan 3 meses y medio para que los colombianos vamos a las urnas a
escoger nuestros dirigentes regionales.
Gobernadores, Alcaldes, Diputados, Concejales y Ediles.
Son estos personajes los que van a influir de manera determinante en
la calidad de nuestro vecindario, de nuestro hábitat, de nuestra
movilidad, educación, salud, seguridad y espacio público.
Muchas personas me buscan cada día, por estas épocas, pidiendo mi
consejo o al menos una orientación, acerca de por quién votar en las
elecciones del próximo 29 de Octubre.
Desde que decidí, apartarme de la política activa, para convertirme
en líder de opinión, la primera condición, es no militar, ni
pertenecer a ningún grupo político.
Es por eso que no quiero recomendar a ningún candidato para la
Alcaldía de mi ciudad, ni para la Gobernación de mi Departamento, ni
para Diputado ni Concejal.
Al menos en mis columnas.
Hay que ser consistente para conseguir y mantener credibilidad en
mis lectores que hoy son ya cientos de miles.
Pero si puedo darles a ellos una clave, para que tomen una buena
decisión electoral.
Hay que tratar de no equivocarse por qué corregir cualquier decisión
toma 4 años.
Esta avalancha de candidatos, que se le vino encima a la gente, a
los barrios, a las comunas, como toda sobredosis, embriaga, pero por
sobre todo confunde.
“La Alcaldía es un baloto!”, me dijo recientemente una persona que
conoce esa dinámica, por que transitó en ella.
Los presupuestos municipales y departamentales, se convirtieron
desde la elección popular de Alcaldes y Gobernadores en un botín.
Un botín que nadie va a dejar perder.
Todo arranca en el presupuesto de inversión en obras e
infraestructura para los 4 años en cada departamento o municipio.
Allí hacen las cuentas.
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En base a ese presupuesto y a un porcentaje de Él, hacen las
apuestas o aportes los contratistas que le van a invertir ese dinero
a tal o cual candidato.
El ganador, Alcalde o Gobernador, debe salir con unas ganancias no
inferiores al 7% del valor de toda la contratación de obras de su
jurisdicción.
Y los contratistas que le invierten el dinero para financiar y
viabilizar estas campañas, no pueden obtener menos del 50% de
beneficios
, sobre su inversión, en esta contratación.
Pero como estamos en Colombia, toda esa “repartija”, sale sin dudas
de los sobreprecios de las obras, de las adiciones presupuestarias y
de la mala calidad de las obras.
Dicho en un lenguaje más claro, para que el Alcalde o Gobernador
salga rico, y los contratistas aliados en igual condición, hay que
robar.
En el costo de las obras y peor en su calidad.
Sin robar, ninguna estrategia es viable.
¿Cómo un candidato le mete $6 mil millones en la campaña de
Alcaldía, si de llegar a ganar, en los 4 años de su mandato sólo
recibiría como $ 1.200 millones?
¿Dónde está la bolita?
Pues en el robo al botín.
Al final sale el funcionario con $ 30 - 40.000 millones.
Rico y blindado para defenderse y comprar su inocencia o libertad.
¡Ese si es el negocio socio!
Con tantas arandelas, las obras no solo cuestan mucho más, sino que
tienen que hacerse de mala calidad.
Una desgracia.
¡Pero hay salidas!
Hay candidatos serios y honorables que con más valor civil y amor
por la tierra que dinero, se han lanzado a la competencia.
Mi recomendación única, además de todas las de hoja de vida y
antecedentes, es que busquen y voten por el candidato que tenga una
campaña austera en dinero, pero clara en contenido.
Cuando vea esos candidatos que derrochan dinero en movilizaciones,
vallas, concentraciones, publicidad, redes y compra de concejales,
diputados y ediles, entienda que son esos los que vienen a robar
¡Nunca falla!
Busquen candidatos austeros, que no llenan plazas ni exhiben poder y
fuerza a base del dinero.
Pero van a las casas, a las empresas, a las casetas comunales.
Busquen ideas. soluciones, propuestas.
Es muy fácil hoy, distinguir entre una campaña llena de dinero y una
austera.
¡Se distinguen a la legua!
¡Y no olviden que “el que paga para llegar, llega para robar!”
Nunca falla
Entonces, no regale su voto amigo. No lo venda.
Hágalo valer, no venda el futuro suyo y de los suyos, a los
saqueadores disfrazados de líderes políticos.
El ladrón que nos roba el reloj o el celular, nos escoge a nosotros.
¿El ladrón que se va a robar nuestro futuro lo vamos a escoger
nosotros mismos?
Derecho de la mujer a la educación
TERESA PARDO R. La educación es una condición
básica y necesaria para el desarrollo. La constitución de sociedades
basadas en la justicia y la igualdad, en la que las personas vean
respetadas su dignidad y su desarrollo integral como seres humanos,
depende en gran medida del fomento que éstas hagan de una educación
basada en el respeto del otro como ser humano y como sujeto de
derechos.
La educación es un derecho humano y constituye un instrumento
indispensable para alcanzar los objetivos de la igualdad, el
desarrollo y la paz. La educación no discriminatoria beneficia tanto
a las niñas como a los niños y conduce a relaciones más igualitarias
entre mujeres y hombres. La igualdad de acceso a la educación y la
obtención de educación son necesarias para que más mujeres se
conviertan en agentes de cambio.
La alfabetización de la mujer es importante para mejorar la salud,
la nutrición y la educación de la familia, así como para habilitar a
la mujer para participar en la adopción de decisiones en la
sociedad. Manos Unidas apoya todas las iniciativas que nacen con la
idea de potenciar los valores universales de la educación, y aporta
los recursos necesarios para impulsar este factor "imprescindible"
para el desarrollo.
El acceso de la mujer a la
universidad podría |
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univocarse como una batalla muy larga y con un alto costo
incluso, de vidas por el reconocimiento de su derecho esencial a la
educación, y como la sublevación y la lucha contra la opresión y la
segregación histórica patriarcal de las que ha sido víctima en todos
los aspectos de su dignidad. Ni siquiera la evolución y madurez de
la sociedad contemporánea, ni el ejemplo valeroso de quienes han
sacrificado su vida por este propósito, han logrado cambiar del todo
esta cruel realidad.
Esta gesta tiene millones de rostros, embebida en compromiso y
sacrificios: en tiempos recientes (2012), la ahora Nobel de Paz,
Malala Yousafzai, fue baleada siendo una niña por su oposición a las
restricciones a la mujer para educarse en Pakistán, pero también
está el de Hipatia de Alejandría (355-415 aproximadamente), una de
las primeras matemáticas de la historia, lapidada por cristianos que
se sintieron avasallados por su liderazgo y erudición.
En el trasegar de la educación superior también se destacan nombres
como el de Elena Lucrezia Cornaro Piscopia, considerada la primera
mujer con título universitario, al doctorarse en 1672 como filósofa
en la Universidad de Padua, en Italia, después de que el canciller
de la institución, quien era asesor del papa Inocencio XI, le negase
matricularse en teología.
Tristemente, nada muy lejano a esos horrores presenciamos aún, hoy, en el mundo.
La noticia reciente de la revocación del acceso de las mujeres a las
instituciones de educación superior por el régimen talibán, en Afganistán, le
asestó un nuevo golpe a la población femenina de ese país, donde ya se había
limitado el ingreso de las jóvenes a la secundaria.
Con una valentía que impresiona por el riesgo al que se exponen sus vidas, ellas
han levantado su voz contra la opresión, aprovechando, además, la tecnología
para que el mundo conozca su drama y se solidarice rechazando tan absurdas
restricciones. Por ello, la ONU exigió la revocatoria de la medida. Frases como
“tal vez más estudiantes mueran, pero al final ganaremos” evidencian el denuedo
de las mujeres afganas, su amor profuso por la educación y su compromiso
inalienable de servirle a su sociedad como profesionales y científicas.
Esta valerosa lucha de las mujeres por estudiar, pese a todos los obstáculos
impuestos, está dando buenos frutos. Ellas constituyen actualmente la mayoría de
los estudiantes de la educación superior en Colombia y el mundo. En nuestro
país, de acuerdo con el SNIES, de 20448.271 estudiantes matriculados en pregrado
y posgrado, a 2021, 1′307.376 son mujeres, lo que equivale al 53,39 % del total.
A nivel global, según la Unesco (2021), entre 1995 y 2018 la matrícula de la
población femenina en estudios de educación superior se triplicó en el 74 % de
los países. Otro dato importante es que las mujeres constituyeron el 53 % de los
graduados de pregrado y máster en 2014, y en doctorados fue del 44%.
Igualmente, es necesario mejorar su participación en el mundo de la ciencia.
Según la Unesco, a 2020, apenas el 30 % de investigadores del mundo en las
universidades eran mujeres, y son el 35 % de quienes cursan estudios de
enseñanza superior en STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por
su sigla en inglés).
Como sociedad es nuestra obligación no solamente garantizarle a la mujer el
acceso a la educación, en todos sus niveles, sino acompañarlas en este inmenso
desafío que enfrentan desde tiempos pretéritos.
No cabe duda de que uno de los logros más importantes de la mujer en el siglo XX
ha sido el abandono del exclusivo ámbito privado en el que se hallaba inmersa
para incorporarse al sector de lo público. Esta incorporación al mundo de lo
público se refleja asimismo en el acceso de la mujer a la Universidad, cuya
presencia se va haciendo cada vez más fuerte, de manera que le permite su
participación activa en la llamada economía del conocimiento, ámbito del que
hasta entonces estaba excluida. Pero esta transformación que se ha operado en la
sociedad no resuelve todos los problemas; si bien el discurso de género se ha
introducido en todos los sectores, lo cierto es que existen importantes quiebras
que ponen de manifiesto la necesidad de acometer una profunda reforma que
transforme el concepto social de género desde sus bases más primarias. Teniendo
en cuenta que en la sociedad del conocimiento actual, el principal factor de
progreso, tanto personal como social, es la formación que adquiere el individuo,
cobra una importancia fundamental la presencia de la mujer en la Universidad. Y
actualmente es la Universidad pública la que permite en mayor medida igualar a
hombres y mujeres en su trabajo y esfuerzo, proporcionando una igualdad de
oportunidades desde un foro de progreso, creador de pensamiento, que abogue por
un compromiso social en defensa de la igualdad y de los demás valores
democráticos.
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