Fundado el 9 julio de 1948

Por Rafael Cano Giraldo -1948-1981

Publisher: Zahur K. Zapata - 1981 –

 

 

 

Las opiniones expresadas por los columnista son de su exclusiva responsabilidad y no comprometen el pensamiento de El Imparcial

 
 

Pereira, Colombia - Edición:13.117-697

Fecha: Jueves-10-08-2023

 

EDITORIAL

  - 9
 

EDITORIAL

 

Lenguaje sin órganos


Los políticos expresan, vociferan y alardean de un inagotable léxico vacío. Constantemente nos movemos entre una serie de discursos que llegan a nuestros oídos, siempre intentando mostrarse de forma clara y precisa. Pero, creer que en muchos casos las palabras transmiten lo que se “quiere decir” sería un gran engaño. En ocasiones sólo se debe a la imposibilidad del locutor, en otros al desconocimiento, es decir, manejamos un lenguaje supremamente amplio pero poco profundo.

Tenemos un cuerpo específico para cada palabra. Sabemos distinguir la palabra paz de guerra, de libertad y esclavitud, no obstante, no conocemos los significantes que recorren cada uno de estos significados, en ese desconocimiento el sentido parece perderse, cae bajo el control del sentido comun y con eso crea una extraña comprensión normalizada de cualquier concepto que se exprese, llegando al punto de ser confundida con un significado casí natural.

Sin embargo, si existe algo que sea completamente natural, de seguro no es el lenguaje, el lenguaje no se da sin más, el lenguaje en una construcción social de significantes que se logran agrupar en un significado. Más, que se haya olvidado este proceso de la creación de los significados y con ello de los conceptos, crea un total caos produciendo de tal forma un discurso que no logra distinguirse con simples graznidos de animales o cualquier tipo de contaminación auditiva, de hecho, es más clara la bocina de un auto que el discurso de un político.

El lenguaje del ser humano contemporáneo parece ser tan sólo una corporalidad, inerte, sin órganos, sin significantes, nuestros contratos orales se mueven por presuntos, nunca por exactitudes, de tal manera es cómo nuestro siglo sólo se inmiscuye más y más en una sociedad, sin lenguaje, sin palabra, puesto que nadie ha podido pensarse en los significantes, en muy pocas ocasiones nos preocupamos para que nuestras palabras sean totalmente entendidas, sólo rellenamos vacíos en el ambiente, nunca se puede pensar en la profundidad de las palabras.

De lo anterior no se nos hace extraño la facilidad con la que los políticos cambian sus discursos, propuestas y demás, después de todo se ha normalizado no entender al otro, pues para entender al otro, se supone un pensamiento crítico y antes de eso una escucha crítica, pero, a que se le puede imponer una crítica racionalista, si no hay nada que escuchar, si desde un principio el locutor no está produciendo ningún tipo de sentido que se direccione a la mente, es decir, no se puede pensar aquello que no tiene la intención de crear un fenómeno de reflexión ¿entonces, qué nos queda? Sólo nos queda exigir que las palabras de nuestros líderes o compañeros ciudadanos posean tal lenguaje, un lenguaje cargado de significantes, de profundidades, de sentidos: Claros que nos lleven a otorgarle un alma a este cuerpo que luego agrupe una serie de órganos de la comprensión. De ser esta tarea muy aburrida para nuestro quehacer día a día; sólo nos queda adentrarnos en una sociedad sin vida y llena de frustraciones, individualismos y miseria, es decir, de manipulación y engaños.

 

   

 

Los años dorados no sirven para políticos ignorantes

 

Por: Zahur Klemath Zapata

zapatazahurk@gmail.com  

 

La nueva camada de políticos se aleja de la realidad existente y no ve que la acumulación de tiempo en un ser humano conlleva experiencia vivida y reparación de daños cometidos en el pasado.

En el reino animal los de mayor sabiduría son los viejos y son los que guían el grupo por los caminos seguros y con menos esfuerzos para alcanzar las metas. Los jóvenes van atrás observando los movimientos y aprendiendo de esa nueva experiencia.

Los imperios nunca han estado gobernados por adolescentes, han estado ahí bajo el cuidado de hombres mayores que vigilan los pasos de este nuevo cachorro hasta que alcanza la sabiduría de poder manejar el trono.

La riqueza de este planeta no está en manos de jóvenes a pesar que hay mucho ahora por razones tecnológicas, pero no son ellos los que realmente manejan las industrias. Ellos son inversionistas de sus propias empresas.

Warren Buffett. 92 años, Larry Ellison, 78 años. Carlos Slim, 83 años y la lista sigue de quienes manejan este planeta en todas sus formas. Nadie protesta porque ellos son unos ancianos en el poder económico y político en el mundo.

Los políticos son los que buscan aumentar la edad de jubilación porque de esta forma pueden esquilmar más a la sociedad alargando su bienestar económico y no la de los contribuyentes.

Colombia es de esos países que vive al revés tanto económicamente como en sentido común. Existe porque hay una sociedad que persiste en mantenerse al pie de lo que ha construido y quiere seguir adelante.

Los políticos jóvenes no aceptan que los adultos mayores pueden desempeñarse mejor que ellos y que experiencia contribuya acortar el camino para llegar a crear una gran nación.

El kínder de Gaviria no dejo que el país prospera y todo lo grande que estaba establecido desapareció dejando al país con una precaria infraestructura. Se perdió tanta tecnología y avances que hoy se la tenemos que comprar a los españoles y al mexicano.

La lucha de poderes siempre ha estado entre los jóvenes porque ellos han tenido el vigor y ambición para alcanzar ese poder que soñaban. La historia de la humanidad está hecha de dos partes, los que han estado entronizados por décadas y por los nuevos.

Hoy no es diferente, quienes dirigen el planeta es un conjunto de edades que hacen que todo florezca y los viejos no rechazan a los jóvenes por inexpertos y los jóvenes apoyan a los viejos porque el saber está ahí y sin él nos quedamos estancados.

 

 

 

Crónica #702

 

AHORA DIZQUE TODOS SOMOS CULPABLES
 


Gustavo Alvarez Gardeazábal

Audio:

 

https://www.spreaker.com/episode/56412341

Hasta hace un tiempo no muy lejano la importancia de un medio de comunicación escrito se valoraba por el número de ejemplares que lograran vender. Pero llegó está locura del internet, que se acelera sin parar, y nos invadieron las pantallas del celular o del computador y, al mismo tiempo que los diarios y revistas impresos se fueron enflaqueciendo, y se dejan de comprar, galopa la histeria de contabilizar cuántas vistas ha tenido en su página web, el youtube o cualquiera de las plataformas, sin especificar.

En esas condiciones todos los medios han caído en la trampa de la histeria. Construyen noticias con titulares estruendosos, de los llamados ganchos, así no digan nada en el trasfondo o digan una cosa contraria.

La meta es promover la avidez para aparecer como los más vistos. De la misma manera a través de las redes, esas benditas redes, generan complejos de culpa regidos tan solo por la histeria que aceleran con fotos, videos y textos flash.

El principal de ellos es el cambio climático, no son el sol ni el magnetismo terrestre lo que nos tienen al borde del desastre. Somos nosotros, los humanos pues consumimos demasiada energía, encendemos fogatas o quemamos petróleo en carros, aviones y plásticos.

Es de tal magnitud la histeria con que se nos acusa que las noticias que verdaderamente deben alarmarnos de las consecuencias sobre el clima, las pasamos como un vaso de agua.

Los incendios macro en los bosques del Canadá es el mejor ejemplo. Ya van 100 mil kilómetros cuadrados de bosques incendiados y el humo y la contaminación no solo caen sobre muchos territorios gringos sino que ya le dan la vuelta a la tierra en las capas inferiores de la atmósfera.

Es una verdadera catástrofe, pero pasamos por encima, la histeria ambientalista no nos deja ver sino la culpa que como humanos dizque tenemos, no las llamas que consumen tamaño bosque.

El Porce, agosto 10 del 2023

 

 

 

Director
Zahur Klemath Zapata

 

Sub.Director

Felipe Castro Salazar

 

Gerente
Laurie Agront

Gerente Operativo
Alba Lucia Arenas V.

 

   

Jefe de Redacción
Rubén Darío Varela

 

Diagramación

Bruno Salazar
Redes Sociales

Kathy Pérez


Soporte Tecnológico
Aurooj Ali Khan

 

Colaboradores

Jotamario Arbeláez
 

   

Gustavo Álvarez Gardeazábal
Edgar Cabezas

Guillermo Navarrete Hernández
Iván Pulido

Teresa Pardo


CONTACTO
Tel. (57) 606-348 6207
Calle 21 #7-68
Pereira, Colombia
Correo
elimparcialdiario@gmail.com

 

 

  

 

 

EL IMPARCIAL

Submit

 

 

© El Imparcial Editores S.A.S  |   Contacto 57 606 348 6207 

 

    © 1948-2009 - 2023- El Imparcial - La idea y concepto de este periódico fue hecho en Online Periodical Format (OPF) que es un Copyright de ZahurK.

    Queda prohibido el uso de este formato (OPF) sin previa autorización escrita de ZahurK