EDITORIAL
El país de
los amantes
Somos seres de fe. Cotidianamente pensaríamos que la fe, la creencia
o simplemente ser un cristiano devoto, decanta en la idea de la
fijación de una entidad suprema, perfecta, inamovible, etc… Pero,
esto no es más que un mito si nos referimos al método bajo el cual
otorgamos tal divinidad a los objetos. Existen muchas formas a las
cuales les podemos atribuir el género de dios. Pero, todas sucumben
a través de una lógica, la lógica de la contemplación, después de
todo, sólo se contempla aquello que no se puede tocar, o no nos
vemos lo suficientemente aptos para estar en presencia de ellos,
esta es la razón por la que la idealización existe.
En una de sus representaciones el amor es un hábil movimiento lógico
que nos lleva a idealizar a sujetos, desprendiéndolos de cualquier
tipo de perversión o alteridad, es de esta manera como encontramos
sujetos totalmente inmersos, con confianza absoluta en otras figuras
que de forma inconsciente o consciente perciben como Dioses, entes
desprovistos de cualquier tipo de maldad o fallas en sus acciones,
todo error en su accionar se percibe como algo calculado que los
llevara a un mejor resultado, tal es el caso constante en la
política.
El mejor logro que un político puede llegar a conseguir, es; ser
amado. Si el político es amado, todos sus problemas se acabarán, por
más que falle, nunca será juzgado, ni mucho menos será percibido tal
fallo. Es decir, sus acciones siempre serán perfectas, el amor que
generan en sus seguidores los lleva a generar confianza y la
confianza los llevara a ser negligentes. En este orden de ideas,
Colombia es el país de los amantes, tanto amamos a las grandes
empresas, líderes, familias o lo que nuestra mente pueda evocar, que
no hemos visto todos los errores que cometen. Siempre, se manifiesta
el amor en las votaciones y en la toma de decisiones de quien apoyar
y a quién denigrar, se ama a la izquierda y se odia a la derecha,
puesto que es totalmente razonable odiar a quien intente dañar a
quien amamos…
En este caso el país de los enamorados, se envuelve en una toma de
decisiones a partir de sentimientos, los cuales impiden percibir los
acontecimientos particulares, acontecimientos que sólo se acumulan
hasta el punto de quedar en crisis, crisis que sólo nos hace
enamorarnos de otra persona que nos ofrezca una solución diferente,
pero, olvidando el verdadero error de este tipo de lógica, el cual
se direcciona a partir del propio sujeto. Es decir, necesitamos
sujetos con una estabilidad mental capaz de ver lo malo en lo que
ama, y poder corregir esos errores y no sólo levantar más ídolos que
re-producen los errores de los antiguos amores de nuestro país.
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Sobre los
derechos que desconocemos y los que se benefician de ellos
Por: Zahur Klemath Zapata
zapatazahurk@gmail.com
Somos mascotas,
aunque pensemos que no es así. Todos estamos a merced de quienes
controlan el establecimiento público. Porque han sido elegidos por
los votantes para que ejerzan los derechos que cada ciudadano tiene
sobre sí. Estos individuos por múltiples razones se han hecho elegir
para ejercer el poder que solo es natural de cada ser humano y que
él lo puede ejercer o delegar en otro, pero es arrebatado a través
de las urnas bajo un sinnúmero de engaños.
Nosotros como mascotas hemos aceptado desde el comienzo de la
historia este rol por carecer de intelecto que nos permita
establecer los límites que existen entre los seres humanos en cuanto
al manejo de nuestras habilidades y libertad.
Por la simple razón de no tener la capacidad de un raciocinio que
nos permitiera entender de lo que otros pretenden obligarnos a hacer
para su beneficio y no para el nuestro. Nos han situado como un
accesorio que se puede usar sin ningún miramiento y obligación hacia
la sociedad.
Nuestra vida ha estado a merced de ellos y esto no va a cambiar
jamás porque estamos amarrados a una cadena evolutiva que cada ser
humano está en un eslabón y nunca seremos iguales los unos a los
otros. Pero si tenemos la capacidad de poder reorientar la forma
como se hacen las cosas y equilibrar nuestra existencia para que sea
más beneficiosa para todos.
En el quehacer
cotidiano quienes han sido elegidos por nosotros en cada elección,
“democrática”. Ha tomado por derecho propio sus acciones sin el
mínimo sentimiento u obligación hacia quienes los han elegido. Esto
menoscaba la buena fe que se tiene sobre estos individuos que llegan
a asumir poderes que jamás debieron tener.
El voto en blanco es la única carta que tiene el ciudadano para
ejercer su poder frente al electorado y rechazar los que pretenden
llegar a la administración pública para hacer de ella su caja menor
y pagar todo tipo de favores que recibieron previa las elecciones.
Los enemigos del bienestar social serán rechazados y no podrán
ejercer ningún cargo público, porque el voto en blanco no los dejará
alcanzar sus pretensiones, obligándolos a desistir de sus
presunciones.
Cada elección a
partir de ahora será más decisiva porque al voto en blanco se le
tendrá que dar la importancia que no se le ha dado. Al ganar este en
los diferentes renglones le dará mayor oportunidad al ciudadano de
poder seleccionar a empresarios con criterio de servidores públicos
a ejercer los cargos que los ciudadanos necesitan que administren
para el bienestar de la nación y de los territorios.
En las pasadas elecciones se ha demostrado que una mayoría a votado
en blanco y esto está demostrando que si hay una conciencia de
rechazo a las anomalías que se han presentado durante décadas de
administraciones que no han velado por los ciudadanos sino por ellos
mismos y por sus grupos políticos quienes han empobrecido el erario.
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No se puede elegir a un personaje si a sabiendas se
sabe que ese individuo jamás va a ser honesto, porque en política
este calificativo no existe sino una diplomacia que permite a todos
ellos gobernar en nombre de un pueblo que los eligió, escondiendo
las verdaderas intenciones que se van a llevar a cabo.
Cuando llegan las elecciones, es el único momento que se tiene de
decidir si debe continuar la corrupción o detenerla para que toda la
sociedad pueda alcanzar lo que ella está obligada a recibir.
Qué lee
gardeazabal
Por: Gustavo Álvarez
Gardeazábal
UN BÁRBARO EN PARÍS Reseña del libro de ensayos de Mario Vargas Llosa Editado
por Alfaguara
Audio: https://www.spreaker.com/episode/56517240
Inmensa satisfacción sentimos al final de la vida quienes tuvimos el privilegio
de graduarnos en la universidad dentro de un esquema de enseñanza crítica de la
cultura francesa, y terminamos de leer el libro UN BÁRBARO EN PARÍS del nobel
Vargas Llosa, que reúne sus ensayos sobre la literatura francesa y cierra con
sus emocionadas palabras al recibir el año pasado el sillón de la Academia en
París.
La maestría con que el peruano maneja el lenguaje. La facilidad que le permite
al lector de cualquier grado concretar rápidamente las ideas de los casi 20
escritores comentados, pero en especial la solvencia del juicio a posteriori que
da sobre ellos, lo eleva mucho más allá de lo que su grandeza novelística le
consagrara en “Pantaleón y las Visitadoras”, a mi parecer la más lograda de sus
narraciones.
Su defensa de Malraux, el gran novelista, el gran ensayista, el fiel perro
guardián de Charles de Gaulle como su ministro, es una argumentación que
emociona.
El juicio severo sobre Sartre
cuando dice que este pensador, ahora afortunadamente pasado de moda, se equivocó
muchas veces pero tuvo el coraje de contradecirse y rectificarse cuantas veces
creyó que había errado, resulta ser de una imparcialidad majestuosa.
Y cuando considera que en Camus hay una prosa de constante afectación, una
gravedad sin tregua, una absoluta falta de humor y una rigidez muy provinciana
que lo ha hecho inmortal, uno sabe que ha dado en el blanco de lo que fue y
sigue siendo el autor de “El extranjero” para todo novelista posterior.
Por supuesto, todos estos ensayos han sido escritos luego de que Vargas Llosa
abjuró de sus ideas de izquierda combatiente (hasta miembro del partido
comunista peruano lo fue en su juventud), pero ese punto de vista actual no
demerita ni sus criterios ni su pasión por Flaubert, de quien dice que si no lo
hubiese leído, no habría llegado a ser el consagrado novelista que es hoy.
En fin se trata de un libro tanto para viejos lectores de la literatura
universal como para neófitos que nunca repasaron las letras de Francia, en donde
han sobrevivido gloriosamente en el recuerdo genios como el comediante Moliére o
la cantante Edith Piaf.
El Porce, agosto 22 del 2023
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