Por primera vez, una Inteligencia Artificial negoció un contrato
de forma autónoma
En un hecho sin precedentes, la Inteligencia Artificial (IA) negoció
un contrato de forma autónoma y sin intervención humana alguna,
según reveló la compañía británica Luminance. Durante una
demostración llevada a cabo en sus oficinas centrales en Londres,
Autopilot, el sistema de IA de la firma, negoció un acuerdo de no
divulgación en cuestión de minutos. La única etapa del proceso que
aún requirió de una acción humana fue la firma del documento.
Luminance, una empresa reconocida por su enfoque en el desarrollo de
inteligencia artificial, ha construido este nuevo sistema usando un
modelo de lenguaje grande propietario (LLM), una tecnología
desarrollada para entender y generar lenguaje humano con fluidez.
Este modelo de inteligencia artificial se basa en una gran cantidad
de texto del cual aprende patrones lingüísticos, estructuras
gramaticales, frases comunes, y un sinfín de otros aspectos en
cuanto al uso del lenguaje. Como resultado, el LLM es capaz de
producir textos coherentes, relevantes y humanamente legibles. Este
modelo puede ser muy útil para
tareas como redacción de informes, generación de contenido,
traducciones, entre otros.
Jaeger Glucina, director administrativo y jefe de personal de
Luminance, destacó en entrevista con CNBC que Autopilot tiene una
gran ventaja: “Maneja las negociaciones del día a día, liberando a
los abogados para que
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utilicen su creatividad donde realmente cuenta y no se sientan
atrapados en este tipo de trabajo”.
Al contar con entrenamiento legal y entender los negocios de sus
usuarios, puede manejar desde abrir el contrato en Word hasta
negociar los términos y enviarlo al servicio de firma electrónica
DocuSign. En términos de eficiencia, esta herramienta supera a Lumi,
el chatbot de tipo ChatGPT de Luminance, pues la característica
Autopilot puede operar de manera independiente de un ser humano, sin
eliminar la posibilidad de que los profesionales puedan revisar e
intervenir en cada paso del proceso, confirmó el mismo medio.
Cómo funciona
La innovadora tecnología fue probada en la sede de Luminance en
Londres y el proceso consistió en analizar cláusulas, realizar
cambios y finalizar el contrato en cuestión de minutos. La IA
propuso automáticamente un cambio de seis años a tres años en el
período del acuerdo de no divulgación,
al
reconocer que una duración de seis años iba en contra de la política
de Luminance.
Dos abogados, el asesor general de Luminance y el asesor general de
la firma de investigación ProSapient, uno de los clientes de la
compañía, estuvieron presentes durante la demostración en la que la
inteligencia artificial realizó todo el trabajo de análisis,
revisión y recomendaciones contractuales.
La IA de Luminance comenzó resaltando las cláusulas conflictivas en
rojo, luego las cambió por una opción más adecuada y llevó un
registro de los cambios realizados durante el progreso del contrato.
Asimismo,
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tomó en cuenta las preferencias de las empresas sobre cómo
normalmente negocian los contratos.
Según Glucina, los equipos legales invierten alrededor del 80% de su
tiempo revisando y negociando documentos rutinarios, por lo que este
desarrollo representa un avance para este sector y demuestra, una
vez más, las múltiples facetas y posibilidades que ofrece la
inteligencia artificial.
La clave en Autopilot de Luminance es que la herramienta ha sido
desarrollada específicamente para la industria legal, a diferencia
de software como el de OpenAI, que son más de propósito general.
Fundada en 2016 por matemáticos de la Universidad de Cambridge, Luminance provee
software de análisis de documentos legales pensado para ayudar a los abogados a
ser más eficientes. Entre los respaldos con los que cuenta la compañía se
encuentra Invoke Capital, un fondo de capital de riesgo creado por el empresario
tecnológico británico Mike Lynch; Talis Capital y Future Fifty.
Luminance vende planes de suscripción anuales que permiten a usuarios ilimitados
acceder a sus productos. Entre sus clientes se encuentran empresas como Koch
Industries y Hitachi Vantara, así como consultorías y bufetes de abogados, según
confirmó CNBC.
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