La historia de la poderosa mafia
italiana de la Ndrangheta y sus vínculos con los paramilitares en
Colombia
La captura de Massimo Gigliotti, líder de la Ndrangheta, activó las
alarmas en Colombia sobre la incursión de la temida mafia italiana,
que ya tiene un amplio antecedente en la financiación de grupos
paramilitares. Los narcos europeos ya habrían estrechado lazos con
los paras al inicio de la década del 2000, en el que aparecen
Salvatore Mancuso y el extinto empresario Giorgio Sale.
Se presume que las negociaciones entre ambos frentes se consolidaron
en un eje criminal trasnacional entre la Ndrangheta, la organización
mafiosa más grande de Italia, y grupos paramilitares en Colombia.
Esta alianza criminal, enfocada en actividades ilícitas y tráfico de
sustancias prohibidas, podría persistir hasta la actualidad, pues
uno de los argumentos es la presencia de Gigliotti
en territorio nacional.
Esta cooperación ilícita no solamente ha
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influido en la economía negra de ambos continentes,
sino que también ha desencadenado una serie de implicaciones en
términos de seguridad y políticas internacionales.
Si bien se presume que Carlos Castaño era uno de los opositores a
que las Autodefensas Unidas de Colombia se vincularon con el tráfico
de cocaína y otros estupefacientes, su muerte y toma de poder por
parte de otros paras fue fundamental para la expansión criminal de
la organización, caso tal, del papel que jugó Salvatore Mancuso.
Mancuso nació en Colombia, sin embargo, su ascendencia Italia y sus
relaciones con la alta sociedad le permitió extender sus tentáculos
al Viejo Continente con alianzas para la exportación de cocaína,
según se expuso en el parlamento italiano hace varios años.
En un documento del parlamento de Italia, titulado “Comisión
Parlamentaria de Investigación Sobre el Fenómeno del Crimen, Mafia o
Similar Organizada”, se dieron a conocer varios detalles oscuros
sobre los narcos de ese país y Colombia.
El documento del 2008 del parlamento italiano, conocido por Insight
Crime señala:
“Este nivel de relaciones y relaciones con las grandes redes de
narcotráfico internacional, quedó demostrado en la operación Take
Off del PDD de Catanzaro, finalizado en enero de 2004, que, destacó
algunos aspectos inquietantes relacionados con las conexiones
existentes entre la Ndrangheta y organizaciones terroristas como los
paramilitares Colombianos de las infames AUC de Salvatore Mancuso y
la organización ETA vasca. La Ndrangheta ha sabido crear
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un vínculo sólido con las AUC negocio que le permitió escalar
hacia el control “mayoritario” de todo el sistema vinculado al tráfico de
cocaína en Colombia”.
En su documentación, Insight Crime detalla que Salvatore Mancuso,
excomandante de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), dirigió la búsqueda
de canales para la comercialización y lavado de activos derivados de la
producción de cocaína en Colombia. Este proceso fue crucial para el grupo
paramilitar que dominó amplias zonas de cultivo de coca en el país, generando
una vasta riqueza que requería ser legalizada a través de estructuras
financieras y mercados internacionales.
Una de las formas para legalizar el dinero ilegal habría surgido con la
participación de un importante empresario de dicho país, el fallecido Giorgio
Sale, que dentro de su patrimonio resaltaba la empresa Gino Passcalli, la cual
junto a otras propiedades le habría facilitado a Mancuso la inversión para el
blanqueamiento de activos, según expuso el mencionado medio.
Incluso, los hijos de Sale también habrían estado involucrados en el movimiento
de cocaína en Europa, según se pudo conocer tras la investigación referida. Lo
anterior también facilitado gracias a la nacionalidad que tenía Salvatore
Mancuso, teniendo en cuenta que tiene ascendencia italiana. El dinero producto
del narcotráfico en Italia habría sido enviado por Sale desde Italia mediante
correos humanos, pues era en efectivo.
Sale, Mancuso y la Ndrangheta habrían estado más unidos que nunca previo al
fallecimiento del empresario, cuyas empresas fueron cuestionadas de manera
recurrente ante la presunta participación en el delito de lavado de activos.
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