EDITORIAL
Se
nos acabó el año
Los infinitos acontecimientos marcaron los cimientos de lo que será
el 2024. Pero no podemos negar lo evidente como país quedamos a la
espera del resultado de las discusiones de todo un año sobre las
diferentes reformas que marcarán un hito en el modelo de existencia
colombiana, es decir, a este año sólo le queda mostrar los efectos
directos y colaterales de las decisiones de nuestros dirigentes.
Sin embargo, aun cuando todavía seguimos a la espera de ciertos
efectos, otros acontecimientos nos dejan una gran tarea como
sociedad, después de todo combatir una sociedad convulsionada por la
violencia y la corrupción, parece ser nuestra gran lucha eterna e
infinita, no obstante, ¿Acaso nos queda de otra? ¿Podemos siquiera
pensar en rendirnos? En efecto, es imposible pensar en rendirse, ya
que al igual que muchas otras reformas, también construimos los
cimientos para una Colombia, con mayor igualdad social.
Para finalizar este año, nos gustaría agradecer a todos nuestros
lectores por acompañarnos en todo este año, y comprometiéndonos en
tener un 2024 lleno de crecimiento profesional como periódico, para
así seguirlos acompañando durante muchos más fines de año.
Como apunte final aclaramos que la edición del martes dos de enero
no tendremos edición, por consejo editorial, en donde se
presentaremos los diferentes proyectos que ayudaran a crecer el
periódico en el año 2024.
Gracias por este año, les deseamos un feliz año.
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El último día de la noche más corta
Por Zahur K. Zapata
Las noches no son iguales las unas a las otras. Cada uno tiene su
noche y su día repartidos según su entusiasmo. De esas horas de vida
en las que nos movemos entre el día y la noche actuamos y dejamos,
unos más y otros menos recuerdos de nuestra existencia.
Los países son el reflejo de sus gentes y esto hace que esos días y
esas noches sean importantes en el desempeño de las sociedades.
Porque a través de ese desempeño se ven las obras y los productos
que mueven una nación.
Cuando nos miramos, nos venos en nuestra propia desnudez y
entendemos el por qué de nuestras actuaciones y la razón de actuar
de tal o cual forma. Y esto hace que ignoremos la gravedad de lo que
está pasando. Este actuar se vuelve costumbre y todas las
actuaciones más abominables de repente aparecen como si la magia de
los sentidos hiciera que una realidad nacida de las mentes más
perversas brotara como un manantial en medio de la nada.
Esta historia se ha repetido tantas veces en tan corto tiempo como
queriendo ser grabada en la mente de las nuevas generaciones para
que no se repita jamás en un futuro. Pero no será fácil alcanzar esa
vida en medio de esta borrasca que golpea a todos como si fuesen
fuetazos del destino.
No es fácil conducir la carroza de la vida social si tanto los
pasajeros como los conductores son incapaces de poder sentar bases
que permitan establecer unas reglas y unos métodos que permitan a
ambos actuar en concordancia con los acuerdos que se establezcan.
Tanto los unos como los otros desconfían y hace que cada uno gire
para donde más le convenga y alimente la corrupción.
Este nuevo año no será diferente a los otros, ni los cambios que se
quieran hacer se podrán elaborar porque ya hay acuerdos de negocios
sobre un orden económico que lo han establecido para beneficio de
ambas partes y no para la sociedad que paga los impuestos. Esto es
la forma de operar el sistema que ya está establecido.
Somos millones de personas manipulas por un puñado de pastores que
nos dicen y nos imponen sus reglas y nos obligan a cumplirlas como
si esto fuera una monarquía o dictadura donde todos somos objetos
propiedad de ellos. Nadie pelea por sus derechos personales y se une
a hacerle frente. Los que si lucha son los políticos por los
intereses de ellos a nombre de nosotros. Y nada cambia al final.
La vida es corta, es igual de larga que los 365 días del año. Si
miras hacia a tras veras cuantos familiares y amigos enterraste este
año que termina. Y eso es simplemente una apreciación personal. Cada
año nos hacemos promesas que tratamos de cumplir y que hoy al
finalizar este año podemos saber cuántas de ellas hemos cumplido y
cantas de ellas jamás se cumplirán.
Cada noche es igual a la otra noche, pero la diferencia uno la pone
con sus sueños y ambiciones. Solo falta esperar que todo llegue como
uno espera que suceda. Pero las cosas llegaran si uno le pone todo
el esfuerzo y la capacidad de raciocinio o pide ayuda para que esos
deseos se realicen. No hay que dejar nada al azar porque él no es un
buen amigo a la hora de hacer los balances de la vida.
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Año Nuevo 2024
Por: Edgar Cabezas
Feliz año nuevo para los municipios que hoy domingo festivo
posesionan a sus nuevos mandatarios municipales. El año nuevo trae
nuevo alcalde, nuevo gobernador y nuevos diputados y concejales,
todos ellos al servicio del pueblo que los eligió. Le corresponde al
pueblo organizar el mandato: ¿qué manda la comunidad organizada en
el territorio que reconoce su diversidad étnica y cultural? El salto
cualitativo que la sociedad colombiana está ejecutando, es lograr
hacer de manera colectiva y en paz un proyecto digno para la vida en
esta amada Colombia.
Están las multitudes cohesionadas en el lenguaje y el trabajo para
que ordenen al gobierno que en la actualidad ejerce el poder del
Estado a ejecutar el presupuesto correspondiente al plan de
inversiones del año 2024 en asambleas locales o regionales para que
entre el pueblo soberano y sus mandatarios concurran en los
territorios desde sus funciones de manera coordinada, complementando
las visiones y las acciones correspondientes a unos y a otros y,
subsidiando y repartiendo equitativamente la asignación de los
recursos.
A los mandatarios municipales les corresponde hacer y negociar el
plan municipal de desarrollo acorde con lo ordenado en la vigencia
presupuestal por el Congreso de la República respecto de la
inversión y ello es vinculante con las comunidades organizadas en
gremios de la industria y el comercio, asociaciones sociales,
sindicales, financieras, culturales, económicas, ambientales, del
sector primario campesino y del deporte. De manera pues que el
mandato tiene que estar organizado en concordancia entre lo local,
regional y nacional.
Pueda ser que el año 2024 sea un año para la acción colectiva de
aprender a solucionar los problemas que a todos afectan, disponer el
gasto público priorizando la inversión social en la erradicación de
la pobreza, la seguridad social, la sanidad ambiental y la soberanía
alimentaria para una vida de buen vivir con prosperidad y paz en las
que con alegría convivan las multitudes ciudadanas.
Ordenar el territorio alrededor del agua, las vías, las energías, y
las comunicaciones de la era informática y digital implica contratar
con las comunidades locales el trabajo que entre todos se debe
efectuar en cuanto a la economía circular que corresponde con el
hacer de las actividades productivas humanas correspondientes a
garantizar el desarrollo sustentable con la naturaleza. Se conservan
así los activos del capital natural y es sostenible con la economía
en cuanto que se incrementan los niveles de productividad y el
bienestar social e individual.
Restaurar los corredores biológicos que sustentan el ciclo del agua
requiere de un trabajo restaurativo y regenerativo de la selva
húmeda tropical, en especial de la zona de mayor población, que
corresponde al sistema montañoso alto andino. Los habitantes de las
tres cordilleras asentadas en las cumbres, laderas y valles inter
andinos corren el riesgo de ser las poblaciones más afectadas por
los fenómenos naturales asociados a la radiación solar, la velocidad
del viento, las altas temperaturas y las voluminosas precipitaciones
acompañadas con tempestades eléctricas.
La vida siempre está en riesgo ya que por ser tan frágil es
vulnerable, pero su voluntad de existir persiste entre los desastres
naturales y la barbarie.
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