CHARLAS CON UN MAESTRO SAMMASATI
Por: Gongpa
Rabsel Rinpoché
Lama Sammasati para Latinoamérica
Upadesha 61 - Viajando solo
En el upadesha 61 del Dhammapada,
versión Sammasaati, el Budha nos brinda un consejo sabio: "Si en su sendero, un
hombre, no encuentra a alguien mejor o al menos tan bueno como él, que en
plenitud viaje solo y no deje que el necio le distraiga".
Esta enseñanza es importante porque nos recuerda que la búsqueda de la verdad y
la sabiduría es un camino personal y solitario. No podemos depender de otros
para alcanzar nuestro objetivo, sino que debemos ser nosotros mismos los que
trabajemos por ello.
El Budha nos advierte que los necios pueden ser una fuente de distracciones y
obstáculos en nuestro camino. Por eso, es importante que sepamos identificarlos
y evitarlos. Los necios son aquellos que viven en la ignorancia y la confusión.
Son incapaces de ver la realidad tal como es, y por eso sus palabras y acciones
pueden ser perjudiciales para nosotros.
Este consejo es aplicable a cualquier ámbito de la vida, ya sea en el personal,
el profesional o el espiritual. En cualquier momento de nuestro camino, es
importante rodearnos de personas que nos apoyen y nos ayuden a crecer. Sin
embargo, también es importante saber reconocer cuando es necesario caminar
solos.
Cuando nos encontramos con personas que son inferiores a nosotros en términos de
sabiduría, compasión o moralidad, es probable que nos arrastren hacia abajo.
Estas personas pueden ser negativas, tóxicas o simplemente que nos distraigan de
nuestros objetivos.
Por eso, Budha nos recomienda que, si no encontramos a alguien mejor que
nosotros, viajemos solos. Esto no significa que tengamos que aislarnos del mundo
o que no podamos interactuar con otras personas. Simplemente significa que
debemos ser cuidadosos con las personas con las que nos asociamos.
Viajar solos puede ser una experiencia desafiante, pero también puede ser muy
gratificante. Cuando caminamos solos, tenemos la oportunidad de centrarnos en
nosotros mismos y en nuestro propio camino. Podemos aprender a ser más
independientes y autosuficientes.
Además, viajar solos nos permite conectar con nuestra propia sabiduría interior.
Cuando estamos solos, no tenemos a nadie que nos distraiga o que nos diga qué
hacer. Esto nos permite escuchar nuestra propia voz y seguir nuestro propio
corazón.
Por supuesto, viajar solos no es para todos. Algunas personas son más sociables
y necesitan estar rodeadas de otras personas para sentirse bien. Sin embargo,
para aquellos que están dispuestos a tomar el reto, viajar solos puede ser una
experiencia transformadora.
¿Cuándo es necesario viajar solos?
Hay algunas situaciones en las que es especialmente importante viajar solos. Por
ejemplo:
•Cuando estamos buscando un cambio o una transformación en nuestras vidas.
•Cuando queremos aprender a ser más independientes y autosuficientes.
•Cuando queremos conectar con nuestra propia sabiduría interior.
•Cuando nos encontramos con personas que son inferiores a nosotros en términos
de sabiduría, compasión o moralidad.
Si te encuentras en una de estas situaciones, el consejo del Budha es sabio:
viaja solo y no dejes que el necio te distraiga.
Viajar solos puede ser un desafío, pero también es una oportunidad para crecer y
madurar. Cuando estamos solos, somos responsables de nuestros propios actos y
decisiones. Esto nos obliga a ser más reflexivos y a tomarnos nuestro tiempo
para pensar. Viajar solos también nos permite desarrollar nuestra independencia
y confianza en nosotros mismos. Cuando aprendemos a valernos por nosotros
mismos, nos convertimos en personas más fuertes y seguras.
Si tienes alguna inquietud o comentario, no dudes en ponerte en contacto conmigo
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gongparabsel@gmail.com o al WhatsApp +57 314 623 83 08.
¡LOS OPROBIOS DE LA IZQUIERDA!
Por: Álvaro Ramírez González
alragonz@yahoo.es
La izquierda es una
maravilla.
Son los berracos para reclamar derechos y libertades cuando no tienen el poder.
No salen de las oficinas de los derechos humanos.
Y son los más tiranos, y abusivos, privando de esos derechos y esas libertades a
sus opositores, cuando están en el poder.
Con el poder en mano, ni vuelven, ni atienden los reclamos de las mismas
oficinas de derechos humanos.
La historia los va a enterrar y ya está escrita con sangre.
¿O les pareció poca cosa la Cortina de hierro o el muro de Berlín, que tuvo 28
años, a medio país cautivo?
En pleno siglo XXI, el dictador Daniel Ortega de Nicaragua, llegó a las últimas
elecciones presidenciales, después de encarcelar a 7 de sus opositores y de que
2 más, debieron abandonar el país.
¡Ganar así es facilísimo!
Es un pillo, un delincuente, un asesino.
Ese es el presidente de Nicaragua hoy.
¡Y puso a su mujer de Vice!
Cuba atraviesa después de 65 años de dictadura, la crisis de pobreza, atraso y
hambre más grande en su historia.
Una isla que hace 65 años tenía más casinos que las Vegas.
El ingreso per cápita de los cubanos era el más alto de toda América Latina.
Una Isla rica, culta, desarrollada y con un progreso disparado.
Hasta que llegó el comunismo con Castro y arrasó con todo.
Hoy las libertades en Cuba, no existen.
Venezuela, lleva 23 años de régimen Chavista bolivariano.
Un país con las mayores reservas de petróleo del planeta, con una producción
diaria de 3.7 millones de barriles y el nivel de vida más alto de América
Latina, hoy se muere de hambre.
93% de pobreza y 83% de indigencia es el balance de la izquierda en Venezuela.
Logró la igualdad.
¡Todos pobres!
Y hay 7 millones de venezolanos (24% de su población), desplazada por toda
América, buscando sobrevivir.
El Régimen no solo espantó a todo el aparato productivo venezolano, sino que
arrasó con PDVSA, y con toda la riqueza del país.
Él saqueo más grande de la historia de la humanidad, que dobla el de la Segunda
Guerra Mundial y lo tasan en US$600.000 millones.
Hoy su clase dirigente, la integran narcos, militares corrompidos, lavadores de
dinero, terroristas, contrabandistas y toda suerte de delincuentes.
Maduro es un títere, de unas mafias que dominan y explotan el país como si fuera
una finca.
A ese engendro lo llaman, revolución bolivariana.
¡Pobre Bolívar!
María Corina Machado, se convirtió hoy en la líder de esa oposición al régimen
(87% de la población) y se perfila sin duda como la próxima presidenta del país.
Pero ese régimen dirigido los militares y espías cubanos, no la piensan dejar
llegar a las urnas.
La Contraloría, que es un apéndice del Régimen, la inhabilitó, con un proceso
chimbo, para evitar que llegue a las urnas.
María Corina, arrasaría con el Régimen (90% de la votación) y eso no lo pueden
permitir.
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No tiene pasaporte. No puede salir del país.
No la puede transportar ninguna aerolínea, o empresa terrestre,
porque el Régimen la clausura.
No la puede entrevistar ningún noticiero ni de Radio ni de TV, por qué de
inmediato lo cierra el Régimen.
Esa izquierda que reclama derechos y libertades, sí que sabe conculcarlos cuando
manda.
Lo grave es que María Corina sigue para adelante, al frente de esa millonaria
oposición pacífica.
Pero al paso que van las cosas allí, puede venir un descomunal derramamiento de
sangre.
Sostener un Régimen contra la voluntad del pueblo, y a punta de abusos y
violencia, solo traerá una oleada de más violencia en el hermano país.
Maduro no puede seguir.
No tiene como.
Aún en un baño de sangre, se tiene que ir.
¡Por qué por las buenas, la izquierda no se va, así el pueblo ya no los quiera!
El Deporte como Catalizador de
Valores: Más Allá de la Competencia
Por: Teresa Pardo Rodríguez
El mundo del deporte no solo se trata de competir y ganar; es
mucho más que eso. El deporte, en sus diversas formas y disciplinas, actúa como
un poderoso catalizador de valores que van más allá de la mera competencia. A
medida que los atletas se esfuerzan por alcanzar la victoria, también construyen
un puente hacia valores fundamentales que enriquecen la vida tanto dentro como
fuera del campo de juego.
En primer lugar, la disciplina es una lección invaluable que el deporte imparte.
Los atletas aprenden a comprometerse con un régimen de entrenamiento riguroso, a
respetar las reglas del juego y a superar obstáculos con tenacidad. Estas
lecciones de disciplina se traducen directamente en habilidades para la vida, ya
que la capacidad de mantener el enfoque y la dedicación es esencial en cualquier
área de la vida.
El trabajo en equipo es otro pilar fundamental que el deporte fortalece. Desde
el fútbol hasta el baloncesto, los atletas comprenden la importancia de
colaborar con compañeros de equipo para alcanzar metas comunes. Este sentido de
camaradería y cooperación es esencial en el tejido social, ya que la capacidad
de trabajar con otros es clave en el entorno laboral, familiar y comunitario.
El respeto por la diversidad se destaca también en el mundo deportivo. Los
equipos y eventos deportivos a menudo reúnen a individuos de diversas culturas,
antecedentes y habilidades. Esta mezcla diversa no solo enriquece la experiencia
deportiva, sino que también fomenta la aceptación y el respeto por las
diferencias en la sociedad en general.
El deporte también actúa como un escenario donde los atletas
enfrentan la derrota y celebran la victoria, enseñándoles a lidiar con el éxito
y el fracaso de manera equilibrada. Estas experiencias nutren la resiliencia,
una cualidad esencial para superar los desafíos de la vida cotidiana.
En conclusión, el deporte no es simplemente una competición física; es una
escuela de valores que moldea el carácter de los individuos y fortalece los
cimientos de una sociedad sana. Al abrazar la disciplina, el trabajo en equipo,
el respeto y la resiliencia, los atletas no solo se convierten en campeones en
sus respectivas disciplinas, sino también en embajadores de un conjunto de
valores que enriquecen a toda la comunidad. Por lo tanto, la próxima vez que
sintonices un evento deportivo, recuerda que estás presenciando más que una
competencia; estás siendo testigo de una lección magistral sobre la esencia
misma de la vida.
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