Por: Jotamario Arbeláez

Se está celebrando en todo el territorio venezolano el 6to. Festival Mundial de Poesía, auspiciado por la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello, con asistencia de 30 poetas nacionales y 30 internacionales.

En esta oportunidad el personaje homenajeado es Juan Calzadilla, uno de los poetas, pintores y críticos más arrechos, como dicen en Venezuela a quienes asumieron la lengua calva para enfrentar a palabra viva los ‘poderes’ que en los años 60 desempeñaban los antidemocráticos ‘gorilatos’ latinoamericanos, que creíamos en franca extinción al perder el apoyo e instigación norteamericana.

Juan hizo parte del grupo El techo de la ballena, que causó una verdadera conmoción en la literatura, la poesía, la plástica e incluso la política venezolana, al asumir y exportar su posición controversial, a la vez irónica y sulfurosa.

Tema obligado y motivo de unánime condena ha sido la noticia de la persecución desatada en Colombia por parte de estamentos policiales contra el poeta Fernando Rendón,

director del Festival Internacional de Medellín y ganador del Premio Nobel Alternativo de Paz, galardón logrado por la

siguiente Pronunciamiento:

“Los poetas de Venezuela y el mundo, reunidos en la fiesta de la solidaridad de los pueblos que luchan por su soberanía integral, unen sus voces y su combate libertario en respaldo del pueblo hondureño, de su presidente en estas horas en que el más avieso oscurantismo amenaza con hurtar su libertad democrática de darse un destino de dignidad nacional, la misma que hoy une a los países suramericanos en su sueño de integración bolivariana”. Se abstuvo de rubricar el poeta de Canadá.

Igualmente se debatió el a todas luces injurioso y despreciable libelo en contra del poeta cubano Roberto Fernández Retamar, director de la Casa de las Américas e invitado especial del Festival de Poesía de Medellín,

tal vez escrito o instigado por el mismo anterior oscurísimo personaje, pero con la firma de otro que debe andar también en busca del anonimato eterno, en lo que sería la peor forma de testaferrato moral.

El texto, titulado “Retrato del poeta como comisario” circula en página de internet titulada “El Neonadaísmo”, que suena a “Neonazismo”, en cuya bandera aparenta que se revisan los textos iniciáticos nadaístas “con el fin de mantener nuestra fe intacta en algunos de ellos”, mediante una “versión remasterizada”, pero en realidad lo que se busca en retorcer o falsificar ese pensamiento, si es que existió.

Bonita estrategia para destruirnos -después de que nosotros mismos nos hemos dado de baja- buscando hacernos caer en contradicción vergonzosa ante quienes realmente admiramos. Con defensores así, que vivan los enemigos.