Fundado el 9 julio de 1948 -

Por Rafael Cano Giraldo -1948-1981

Publisher: Zahur K. Zapata - 1981 –

 

 

 

Las opiniones expresadas por los columnista son de su exclusiva responsabilidad y no comprometen el pensamiento de El Imparcial

 
 

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EDITORIAL

 

Pereira, Colombia - Edición: 13.212-792

Fecha: Domingo 18-02-2024

 

EDITORIAL

 

Libertad y libertinaje social


Nietzsche afirma con ímpetu el distanciamiento que existe entre un sujeto y otro. El distanciamiento que existe entre cada uno de los seres humanos se da en la imposibilidad de conocer por qué los otros hacen o dicen, en su totalidad. En otras palabras, cada palabra o acción siempre carece de una expresión total al momento de su predicación, en este orden de ideas, cualquiera podría afirmar que no existe ningún lazo entre los sujetos, pero es aquí que las relaciones humanas cobran su momento místico, aún en el desconocimiento del motor que generan palabras o acciones, existe un respeto a ese sujeto, este respeto nos hace intentar descifrar aquello que sus labios suelen producir.

Este lazo, crece conforme al respeto; es directamente proporcional. Entre más fuerte es el lazo, mayor respeto y por ende la responsabilidad que tenemos por los otros, aquellos que funcionamos como receptores intentan resolver las entrecruzadas palabras o acciones que el otro expresa, esa es nuestra responsabilidad del receptor, mientras cuando funcionamos como locutores es intentar decir de la manera más clara aquello que queremos mostrar.

En el orden de ideas anterior es donde nace la forma más clara de ser libre. Es decir, cuando el respeto y la responsabilidad se mueven por alguien, entendemos de que todas nuestras acciones repercuten en esta otra persona, en otras palabras, no se es libre a la hora de tomar decisiones, se es libre en cuanto a decidir a quién le entregó esa responsabilidad.


La relación interpersonal es una habilidad social que se ha dejado de lado. Es decir, acumulamos relaciones, pero nunca nos damos cuenta la responsabilidad que acogemos cuando nos relacionamos con otros, simplemente se supone en la actualidad que el otro va a entenderme y por ende se va a enajenar de cualquier tipo de responsabilidad sobre algún otro. El pensamiento ególatra y libertino de los seres humanos los ha llevado a olvidar que sus acciones recaen sobre todo el grupo con el cual ha creado una relación y pasar por alto las intensidades que se comparten, muestra la inmadurez de nuestra sociedad, una sociedad de sujetos caídos en el libertinaje, libertinaje que ha llevado a nuestra sociedad a ya no generar un distanciamiento, sino un enajenamiento del otro, dando como resultado una sociedad reducida a la utilidad, sociedad que ha olvidado su naturaleza y la importancia de crear relaciones reales.

 

 

 

El desempleo una enfermedad con poca asistencia médica

 

 

Por: Zahur Klemath Zapata

zapatazahurk@gmail.com  

 

La era industrial comienza en Inglaterra en 1853 con la primera máquina tejedora. Por primera vez se emplearon obreros para desarrollar trabajos de producción masiva. Esta experiencia cambió la forma de ver el mundo y la economía.

Antes la gente trabajaba por lo básico, techo, comida y vestimenta, si llegaba algo más era un bendición. Hablando sobre este tema haríamos tomos sobre este asunto. Marx habló sobre esto y enredó al mundo con sus teorías y todavía seguimos enfrentados a sus planteamientos. Lo que sí sabemos es que hemos evolucionado y estamos un poco más conscientes sobre nuestras obligaciones y deberes frente a quienes tienen el poder de manipularlo todo.

Un país no evoluciona así no más, todo es circunstancial con un grado de orientación y ambición de quienes se integran a esa sociedad. Hoy por hoy juegan muchos elementos y sobre todo el conocimiento tecnológico y que se puedan reunir ciertos grupos de personas con diferentes intereses pero con una misma dirección.

A los colombianos no los han educado, ellos se han educado a través de una lucha constante contra una minoría que se ha creído dueña de todo. Y hoy en día se ha demostrado que así no funcionan las cosas. Puedo presentar una cantidad de ejemplos que podrían generar admiración y otro terror. Pero sin esos personajes Colombia no sería lo que es hoy en día.

Uno de los grandes problemas que tiene el país es el desempleo, el rebusque, el sobrevivir el día a día y sin un futuro porque el establecimiento no está interesado en sus gentes. Es más importante la corrupción y lo torcido porque piensan que así van a resolver sus problemas personales. Esto lo que genera es una apatía y una pérdida de valores sobre lo que realmente se puede alcanzar.

El campo está abandonado porque no hay con quien trabajar, hay una oferta pero no se puede llenar porque el estado constriñe al finquero y no le da seguridades para que pueda alcanzar metas económicas y que la mano de obra sea atractiva para lo que viven las ciudades.

Si quienes están en la administración pública no revisa y mejoran las condiciones para que la gente regrese al campo, el problema existente no va a dar tregua y las ciudades se van a volver pocilgas donde vivir va a ser toda una odisea.

La comida cada día escasea porque producirla es más costoso que traerla de países donde el estado se interesa en proteger a sus gentes y al vender sus productos a quienes no los producen es más rentable. Las tierras colombianas son aptas para un sinnúmero de productos que en otros

 

 

territorios no sería posible producirlos. Pero aquí está todo frenado porque quienes están encargados en organizar la producción en todos los campos están más interesados en enriquecerse a sabiendas que esa riqueza jamás va a llenar el espacio donde lo van a enterrar.

 

QUÉ LEE GARDEAZÁBAL,
La realidad es absolutamente efímera
de Cecilia Caicedo Jurado
editado por Klepsidra

 



Gustavo Alvarez Gardeazábal

Audio:

https://www.spreaker.com/episode/que-lee-gardeazabal-la-efimera-realidad-de-cecilia-caicedo-jurado-17-02-2024--58711000

Este libro tuve que leerlo dos veces. Inicialmente creí que se trataba de una olvidada estructura de espejos implementada para narrar una consulta psiquiátrica. Pero cómo me causó inquietud, volví a leerlo con cuidado y no en vano porque Cecilia Caicedo es una profesora emérita de la Tecnológica de Pereira, ensayista y narradora consumada y su último texto lo había aplaudido en estas notas.

No estaba equivocado. Es un libro novedoso sobre un problema eterno: el hombre al que declaran loco y que seguramente no lo era. Partiendo de la base admitida que han sido muy pocos los locos de verdad que después de una cura de reposo escriben sobre su locura, la narración se le toma desde distintos ángulos y en 17 breves fotografías verbales oímos las versiones del paciente psiquiátrico, de su cruel y despiadada terapeuta, de su primera novia y de sus mujeres, de sus amigos y socios y de don Pedro Manrique, que bien puede ser el noble castellano o una tomadura de pelo de la narradora.

Entre todos ellos construyen la historia del desquiciamiento del personaje, mirándose uno al otro a través de un espejo invisible, pero sin dejarlo salir del encierro del hospital psiquiátrico donde lo han sepultado en vida mas por incapacidad de la terapeuta que dizque lo ha tratado que por su crisis sicológica.

Poco a poco el libro va volviéndose una denuncia contra esa clase de tratamientos o una diatriba contra los prejuicios de las clases sociales que separan en gustos y gastos pero no en amores, más como es tanta la historia que podría desencadenarse, 17 breves relatos resultan pocos aunque dejan un gran sabor a literatura renovada, a capacidad descriptiva y a pecadillos provincianos que vuelven a veces presumida la prosa.

Un libro para internarse sabiamente en la demencia ajena. Para entender la injusticia de los loqueros y juzgar sin condenar a esa rama de la medicina tan subvalorada como quisquillosa, llamada psiquiatría. Una novela corta meritoria. Aplausos.

El Porce, febrero 19 del 2024

 

Director
Zahur Klemath Zapata

Gerente
Laurie Agront

Gerente Operativo
Alba Lucia Arenas V.


Editor

Felipe Castro

 

   

Diagramación
María  Molina

 

Soporte Tecnológico
Aurooj Ali Khan

Nadeem Khan

Jawaad Malik

 

Colaboradores

Jotamario Arbeláez
Gustavo Álvarez Gardeazábal

 

 
Edgar Cabezas

Gongpa Rabsel Rinpoché

Guillermo Navarrete Hernández
Iván Pulido

Teresa Pardo

Agustin Perozo
CONTACTO
Tel. (57) 606-348 6207
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