EDITORIAL
¿Quién ha
capturado nuestra verdad?
¿Qué significa la verdad? Desde hace años la verdad ha perdido su
valor, contradictorio resulta a nuestro parecer, cuando la razón de
que la verdad haya perdido valor, es porque se descubrió que el la
gran mayoría de los casos la verdad resulta ser circunstancial, o
netamente una condición subjetiva. Sin embargo, que se le haya
descubierto este factor humano, ese factor variable a la verdad ¿no
la vuelve más sana? por supuesto es un tanto caprichosa esto que
llamamos verdad, pero, algo como la verdad no debió ser caprichosa
desde un principio, siempre esquivando a aquellos que intentan
dominarla, controlarla, volviéndola inerte y lineal. Pero, la
mismísima parte de la verdad que la vuelve totalmente maravillosa y
real, su parte humana es quien se encarga de ocultarla, engañándole
para así mostrar todo menos lo que es realidad.
De entre todos estos engaños nos hemos agrupado en unos cuantos que
hemos comenzado a confundir como la verdad, tanta confusión ha
generado estas nuevas verdades que el ser humano ha olvidado por
completo que la verdad no le pertenece a ninguno de quien afirma
poseerla.
Es así como los conceptos de bien o mal, gusto y disgusto, bello o
feo, se han aferrado al ser humano desde un punto uniforme, siempre
del mismo tinte nunca, desde la pluralidad que se manifiesta la
misma realidad humana. Sin embargo, estos conceptos no sólo afectan
la percepción, sino también nuestras decisiones, nuestras formas de
actuar y elegir… Por consecuencia debemos comenzar a preguntar ¿desde
qué perspectiva hemos estado eligiendo el futuro de nuestro país? ¿A
quién le pertenece la verdad que estamos siguiendo? ¿ esta verdad
recoge la pluralidad que tiene que tener una cosa como la verdad de
un país? o ¿la verdad que buscamos ha sido capturada por otras
fuerzas, y torturada hasta el punto de quedar irreconocible para
cualquiera? por ende, deberíamos preguntarnos, de ser cierta esta
captura de la verdad ¿como deberíamos liberar a la verdad para que
muestre su más hermosa forma, la forma en que representa la
pluralidad de la realidad.
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Vivimos
bajo un engaño permanente y seguimos creyendo en los políticos
Por: Zahur Klemath Zapata
zapatazahurk@gmail.com
El perrito de mi
casa cree en mí y se somete a la calidad de vida que yo le doy. Él
siempre está a mi lado y me habla en su lenguaje precario cuando
quiere algo de mí. No es complicado entender, su lenguaje es simple
pero concreto. Es una persona que tiene su mundo y lo vive sin
descuidar que yo estoy ahí con él. Así de simple es la vida, es
parte de mi familia.
Cuando salgo a la calle me encuentro con otro mundo, no un mundo que
yo he construido sino una multitud de personas que han creado el
entorno de múltiples negocios, empresas y quehaceres para que todos
podamos vivir en esa cadena que nos une y nos obliga a mantener los
eslabones unidos para que podamos vivir con el bienestar que se
supone que debemos tener.
No somos autónomos, ni libres y mucho menos independientes. Somos
una sociedad dependiente de quienes controlan el establecimiento a
pesar que nosotros somos el Estado. Porque estamos obligados a pagar
impuestos y contribuciones para que quienes manejan el Estado tomen
las decisiones que ellos creen que son correctas, pero realmente no
es así porque ellos se quedan con nuestros aportes y nos presentan
gastos exorbitantes a donde se fue el dinero.
Para la sociedad es normal pagar impuestos, no solo impuestos sino
lo que ellos exijan de papeles y documentos que hay que presentar si
alguien quiere establecer un negocio o empresa.
Todos estamos a merced de los políticos, porque los hemos elegido
para que nos gobiernen sin ninguna restricción.
Vivimos bajo un engaño permanente porque estos personajes existen
por temporadas y estamos listos cada vez que hay elecciones a votar
por ellos creyendo que este nuevo personaje si va actuar con la
honestidad que todos esperamos. Pero jamás llegará ese personaje a
ocupar un puesto público sin que saque en nombre de su partido o a
título personal.
Los políticos tienen su propia naturaleza a la cual no pueden eludir
y nada va a cambiar en su modo de ser. Sus seguidores son la sangre
que los hace estar siempre presente en los estrados del
establecimiento.
Nosotros somos el Estado, pero no tenemos conciencia de nuestra
naturaleza y valores porque aún estamos inmaduros y dependemos de
las habilidades que otros tienen. Por eso nos entregamos
incondicionalmente a quienes dañan a la humanidad.
Por eso hay dictadores, líderes y personajes que gobiernan naciones
y deciden sobre el destino de otros que ni siquiera saben que es lo
que está pasando. Porque simplemente vivimos engañados y
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aún tenemos fe en que llegará el…
LA BIBLIOTECA PILOTO SE DESMORONA
Crónica # 867 de Gardeazábal
Gustavo Alvarez Gardeazábal
Audio:
https://www.youtube.com/watch?v=aDuRSe4Vm7I
La Biblioteca Pública Piloto de Medellín enorgulleció a Antioquia, fue ejemplo
de Colombia para el mundo y nos permitió a muchos un balcón inmarcesible para
asomarnos a sus libros, a sus foros, sus seminarios y, en un momento muy feliz
de su vida, sostener el Taller de Escritores de Manuel Mejía Vallejo que
catapultó a toda una generación de escritores.
Desde su fundación en 1952, gracias al patrocinio de la Unesco, los paisas
entendieron que era una joya y como tal la conservaron. Era tal el prestigio y
el servicio que prestaba que a su alrededor generaron una serie de bibliotecas
en las comunas y hasta se metieron en la faraónica obra de la Biblioteca España.
Todo funcionaba bien hasta cuando llegó Pinturita, cuyo afecto por las vanidosas
y los baladíes, no le dejaron capacidad para seguir dando brillo a la Piloto.
Encargó de su dirección a un ilustre desconocido de las letras en imprenta (y
así lo denuncié en su momento), no le aumentaron el presupuesto de mantenimiento
y a la repotenciación que le habían hecho estructuralmente un contratista se le
olvidó aplicar el aislante contra la penetración de las aguas lluvias.
El desastre comenzó desde entonces. Las estanterías hubo que cubrirlas con
plásticos para que los libros no se mojaran con las goteras y cuando llegó Fico
a la alcaldía, que a más de tenerle aversión a los libros en su vida privada, no
tiene interés en salvaguardar los orgullos intelectuales de Medellín, no ha
nombrado director de la Biblioteca.
Tienen a una señora asustada encargada dizque de administrarla. El agua sigue
entrando, los plásticos ya le quedan cortos a las estanterías y el gran baluarte
de la Biblioteca Pública de Medellín se está desmoronando.
Mientras tanto los Gillisnky de Nutresa y los GEA de Argos venden y revenden
acciones sin que les preocupe la colmena de saberes que es la Piloto y mucho
menos a Fico que quiere ver cómo en Medellín siguen su ejemplo hasta que nadie
lea un libro ni gratis en la Biblioteca.
El Porce, abril 25 del 2024
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