Fundado el 9 julio de 1948 -

Por Rafael Cano Giraldo -1948-1981

Publisher: Zahur K. Zapata - 1981 –

 

 

 

Las opiniones expresadas por los columnista son de su exclusiva responsabilidad y no comprometen el pensamiento de El Imparcial

 
 

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EDITORIAL

 

Pereira, Colombia - Edición: 13.281-861

Fecha: Jueves 21-06-2024

 

EDITORIAL

 

La bonita voluntad


La buena voluntad es en sí la virtud de la contemporaneidad. Todas nuestras acciones caen bajo el rigor de la confianza, en unos casos, podemos decidir confiar o no, en otras ocasiones la decisión se ve constreñida por las pocas posibilidades, es decir, se nos ofrecen posibilidades determinadas de las cuales debemos confiar, en otras palabras, se nos obliga a confiar en las posibilidades que nos dan ¿Es esto confianza o solo conformismo?

Nos es necesario conformarnos con lo que hay, se nos vende la idea de que no podemos hacer mucho más, sin embargo, Husserl, el principal exponente de la fenomenología expresaba en uno de sus muchos tratados “aún bajo el filo del verdugo existe una tercera elección” en efecto, la confianza es un acto auténtico y propio de cada sujeto que piensa, por consecuencia, existirán casos en los que no podrá confiar en ninguna de las posibilidades que se les da. No obstante, en muchas ocasiones la tercera posibilidad; aquella que entrega autenticidad y con ello libertad, se transforma en un fenómeno quimérico que pocos eligieran.

La tercera posibilidad supera el bien y el mal, la izquierda o la derecha, la vida o la muerte, la tercera posibilidad es el sujeto en su propia singularidad que quiere expresarse en su propio mundo. Pero, al ser un acto auténtico siempre será malentendido, tomado de mala manera, castigado por el bondadoso sentido común. Más, no es acaso el lenguaje la base de los malentendidos y el sentido común un sentido inefable, entonces ´porque temer a ser acusado de no poseerlo.

¿Cómo podríamos confiar en algo que no se muestra nunca como es, siempre referenciando al porque sí, enfocándose en la exigencia de una confianza que nunca fue ganada, siempre ha sido donada por la historia? ¿Por qué no abolir la buena voluntad y el sentido común? ¿Por qué no desconfiar incluso de nuestra sombra? después de todo la luz que guía nuestros pensamientos, formando sombras nunca se ha mostrado de una manera total. ¿Cómo suponer de antemano que sólo existe un sentido y no otro? ¿Porque no atrevernos a recorrer siempre la tercera elección aquello que se nos es imposible representar, dejándonos sólo en el presente, exigiendo que nos movamos constantemente, exigiéndonos esforzarnos en cada movimiento, cada pensamiento tendrá que ser agudo, nunca dejándose caer en una confianza que no hemos concebido? Alejarse de la obligación y acercarse a la decisión nos llevará a dejar de existir en la frustración, en la constante caída de ídolos que no pudieron hacerle frente a nuestra confianza.

Cuando el sujeto elige y no sólo se conforma, el mundo se comienza a mover a su ritmo, las formas comienzan a obtener profundidad y la profundidad comienza a dar respuestas y, estas respuestas comenzarán a dar movimientos hacia las profundidades más recónditas del hombre.

En conclusión, abandonar la creencia en la buena voluntad nos obligará a movernos, y el movimiento dará libertad y la libertad siempre se expresará de forma particular, siempre cambiante e imposible de delimitar, por lo tanto, podrá tener una relación un poco más estrecha con el mundo.

 

 

 

 

Lo que está pasando nos va a llevar a un desorden institucional

Por: Zahur Klemath Zapata

zapatazahurk@gmail.com  

 

Estamos en una era donde cada día nos encontramos con nuevas tecnologías y presentaciones políticas. La era feudal no ha desaparecido, simplemente cambiamos los términos para llamarla en un lenguaje diferente que al final es lo mismo.

Hubo violencia en el pasado y la hay en el presente contra quienes no están de acuerdo con las leyes que se imponen para obligar al ser humano a depender de lo que los tecnólogos imponen a través de sobornar a los políticos para que ellos regulen los convenios entre el establecimiento el desarrollador y los políticos. Al final terminamos pagando por el uso de la tierra o de los programas o aplicaciones a quienes lo poseen o los desarrollan.

En estos últimos 50 años se ha cambiado la forma de hacer las cosas. De lo real y puntual hemos pasado a lo virtual e intangible, a ser manipulados por programas que nos dicen que debemos hacer o qué puntaje tenemos de crédito para poder obtener una tarjeta con la cual nos van ya a esclavizar.

Los filósofos de la dialéctica eran tan primitivos que solo visionaron la fuerza bruta que genera un ser humano y no su parte intelectual. Su capacidad de razonabilidad aún no se les había desarrollado y su razonar se limitó al presente y al pasado porque era lo que conocían. Era esa condición empírica que los llevó por más de dos siglos a seguir el derrotero del siglo de la ilustración.

La situación actual es que no estamos estancados. Estamos en una era donde la riqueza ya no es la búsqueda de oro, diamantes o el tesoro de los Incas o aztecas sino de seguidores a los que se les puedan vender Internet, Wi-Fi, Bitcoin o cualquier herramienta de sistemas que la gente pueda usar.

Los políticos se quedaron entre predicadores y asaltantes de caminos, la cuestión es posesionarse para tener poder de poder vivir de la ignorancia de quienes los eligen.

Hoy el poder está centrado en las redes y los servicios que se ofrecen donde el servidor impone sus servicios amparado por las regalías que les dan a los políticos para que ellos les concedan los derechos a explotar al que esté a la mano. Cuando todos esos servicios deberían ser gratuitos.

La manipulación que hoy se ejerce va más allá que en la época medieval o feudal. En el pasado era la ejecución o las mazmorras donde tiraban a la gente. Hoy funcionan métodos donde la sutileza llega tan profundamente que el ciudadano termina perdiendo todo y en la miseria.
 

Estamos viviendo una realidad donde lo
 

 

 

tenemos todo a disposición, pero el mal manejo de los entes administrativos, a su vez mal guiado por la corrupción de las tres partes, el ciudadano que vota, el elegido y el que administra hacen que el ciudadano de a pie y toda la sociedad se sumerja en una existencia donde no hay gravedad para que las cosas funcionen para el bien de todos.

 

El lingüista zurdo
Crónica # 904

Gustavo Alvarez Gardeazábal
Audio:

https://www.youtube.com/watch?v=lAuoo4yxSVg

Supe de Chomsky cuando era estudiante de la Universidad del Valle y el profesor Luis Baena, recién desempacado de las universidades gringas, nos trató de hacer entender la teoría de la gramática generativa que ´hacia muy poco ese genio había promulgado.

Para el momento, 1966, resultaba hereje y complicado. El paso de los años le dio la razón y encumbró a Chomsky como el máximo adalid no solo de la lingüística sino de la izquierda universal. Así como revolucionó las caducas teorías academicistas sobre el origen del lenguaje se abrió campo como un activista político.

Desde su cátedra del MIT se convirtió en un crítico implacable de las políticas exteriores de Washington y de los medios de comunicación, hasta volverse casi empalagoso. Pero igual a como nos convenció que los humanos poseemos una capacidad innata para el lenguaje, conquistó para muchos la incredulidad implacable sobre las políticas imperialistas de los Estados Unidos.

Han sido muchos sus libros. Muchos más sus ensayos. Todos sirven de textos de discusión porque si algo ha promovido es el diálogo sobre la diferencia. Y por supuesto que él, con sus genialidades las ha podido hacer semillar.

Idolatrado por los zurdos de casi todo el mundo, produjo ideas luminosas y muy controvertidas hasta el año pasado, cuando sufrió un derrame cerebral y su esposa brasileña, lo trasladó a Sao Paulo donde dicen que agoniza y otros lo dieron por muerto ayer.

Releyendo algunos de sus artículos que he dejado archivados en la memoria, y con los cuales no siempre estuve de acuerdo, recuerdo con asombro esos árboles de fonemas que el profesor Baena nos explicaba como parte integral del pensamiento chomskiano y las observaciones juiciosas que el decano de Notre Dame y director de mi tesis de grado, el profesor Langford me hacía sobre él: ”Es un genio zurdo que entendió lo que todos usamos y nunca sabemos por qué lo hacemos”.

Desde hace un año les hace mucha falta al pensamiento universal y a muchos de mis amigos zurdos.

El Porce, junio 20 del 2024

 

 

Director
Zahur Klemath Zapata

Gerente
Laurie Agront

Gerente Operativo
Alba Lucia Arenas V.


Editor

Felipe Castro

 

   

Diagramación
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Soporte Tecnológico
Aurooj Ali Khan

Nadeem Khan

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Colaboradores

Jotamario Arbeláez
Gustavo Álvarez Gardeazábal

 

 
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