Pereira, Colombia - Edición: 13.284-864

Fecha: Martes 25-06-2024

 

 TECNOLOGÍA

 

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Descubren un río prehistórico de cientos de kilómetros en la Antártida




Una expedición científica en la Antártida ha revelado un sistema fluvial prehistórico de cientos de kilómetros oculto bajo el hielo. Los científicos explican que se trata de vestigios de un extenso delta que fluyó durante el Eoceno, una era geológica cuando la Tierra tenía un clima más cálido que el actual.

El equipo, liderado por científicos de la Universidad de Bremen y el Instituto Alfred Wegener de Alemania, determinó que el río prehistórico medía al menos 1,600 kilómetros y existió entre 34 y 44 millones de años atrás. Este descubrimiento representa el sistema fluvial más grande conocido en el continente helado. Los resultados de la expedición fueron publicados en la revista Science Advances.

Un descubrimiento oculto bajo el hielo

Los vestigios del río no son visibles en la superficie de la Antártida, por lo que no pueden ser fotografiados por drones o satélites. Los científicos tuvieron que atravesar el territorio congelado a bordo del barco especializado Polarstern y perforar hasta 30 metros debajo del suelo para extraer sedimentos antiguos. La lectura multidisciplinar de estas rocas permitió
identificar huellas químicas del pasado hídrico del territorio.



Huellas del río que ya no existe

Los investigadores encontraron muestras

 

 

 

pertenecientes a dos periodos geológicos distintos. La parte inferior del material correspondía al periodo Cretácico, hace 85 millones de años, y contenía partículas fósiles características de un bosque lluvioso templado. La porción superior era mayoritariamente arena del Eoceno medio y tardío, un periodo reconocido por un evento de enfriamiento global que derivó en la formación de los glaciares. El material entre estas capas corresponde a una transición entre la Antártida cálida y la que ahora conocemos.

Al analizar el sedimento del Eoceno, los científicos identificaron patrones estratificados similares a las marcas dejadas por deltas de ríos como el Mississippi o el Nilo. Posteriormente, extrapolaron la información para determinar el posible curso del río, encontrando la misma arena en una región salada alrededor de un sistema montañoso a 1,600 kilómetros de distancia. Un análisis posterior de lípidos y azúcares en el material reveló huellas biológicas de cianobacterias de agua dulce.

Finalmente, los exploradores utilizaron

radares para mapear las protuberancias entre los sitios de perforación y el sistema montañoso. Con toda la evidencia acumulada, los científicos concluyeron que hallaron un sistema fluvial que corrió por la Antártida cuando esta era un territorio cálido lleno de bosques.

 

 

El pasado de la Antártida y nuestro futuro

Buscar ríos desaparecidos en continentes congelados es crucial para mejorar los sistemas de predicción del cambio climático. Una de las hipótesis más aceptadas sobre el congelamiento de la Antártida

 

 

 

 

 la vincula con una alta concentración de dióxido de carbono en la atmósfera durante el Eoceno. Según Johann Klages, uno de los autores principales de la investigación, los mismos niveles de gas se presentarán en la Tierra en 150 a 200 años si las actividades humanas no disminuyen.

Observar cómo la Antártida se congeló y cuáles fueron los cambios en su territorio durante su periodo de transición es un ejercicio científico valioso frente a la emergencia climática actual. "Si pensamos en un cambio climático potencialmente grave en el futuro, necesitamos aprender de los períodos de la historia de la Tierra en los que esto ya sucedió", puntualizó Klages.

Relevancia del descubrimiento

Este descubrimiento no solo amplía nuestro conocimiento sobre la historia geológica de la Antártida, sino que también ofrece información valiosa sobre el cambio climático. Al estudiar los cambios que ocurrieron durante el Eoceno, los científicos pueden desarrollar modelos más precisos para predecir cómo el aumento de dióxido de carbono podría afectar el clima actual.

El hallazgo de este río prehistórico también destaca la importancia de las expediciones científicas en regiones remotas y extremas. Estas investigaciones requieren una combinación de tecnologías avanzadas y un enfoque multidisciplinario para desentrañar los secretos escondidos bajo capas de hielo y roca.




El descubrimiento de este río en la Antártida no solo es un testimonio de los cambios drásticos que ha experimentado nuestro planeta a lo largo de millones de años, sino también una advertencia sobre los posibles futuros escenarios que podríamos enfrentar debido al cambio climático. La capacidad de aprender del pasado es crucial para preparar y mitigar los efectos del calentamiento global en el futuro.

 

 

  

 

 

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