Fundado el 9 julio de 1948 -

Por Rafael Cano Giraldo -1948-1981

Publisher: Zahur K. Zapata - 1981 –

 

 

 

Las opiniones expresadas por los columnista son de su exclusiva responsabilidad y no comprometen el pensamiento de El Imparcial

 
 

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EDITORIAL

 

Pereira, Colombia - Edición: 13.285-865

Fecha: Jueves 27-06-2024

 

EDITORIAL

 

El complejo de Carlomagno


Generalmente la lucha contra el trabajo informal se estanca bajo el derecho básico al trabajo. Gracias a tener derecho a laborar es que la ciudad se ha llenado de puestos informales de tintos, ropa y demás cositas que en ciertos momentos pueden salvarnos de no gastar grandes cantidades de dinero que no hay, es decir, estos emprendimientos benefician a todos de cierta manera. Sin embargo, existen casos en los que estos emprendedores pasan a ser terratenientes, dueños de lugares, esquinas, o incluso cuadras enteras, y al igual que los grandes terratenientes de nuestro país, todo es tomado por la fuerza y lo protegen de la misma manera.

En esta forma neurótica de autoproclamarse dueños de un pedazo de la calle, los sujetos comienzan a tener fieles problemas psicológicos, tales, como pérdida de realidad, en la medida que creen tener potestad para afirmar quien puede y quien no puede estar en su lugar de trabajo, neurosis que trasciende a una neuropatía que le impide reconocer al otro como un igual, procediendo de esta manera a generar un narcisismo y este a su vez lo lleva a tener pasos al acto, en pro de proteger su pequeño pedazo, es decir, desarrollar el complejo de Carlomagno.

El complejo de Carlomagno consiste, en intercambiar la realidad por aquello que posee en su mente, misma que le da la posibilidad de justificar todos sus actos inhumanos y anticonstitucionales en busca de alcanzar que la realidad se acomode a su capacidad imaginativa, impidiendo de esta manera todas las construcciones externas, tal cual lo pueden ser las personas, por tan complejo es que estos sujetos tienen la capacidad de negar la posibilidad que alguien trabaje, pues su neurosis les confiere este poder divino.

En efecto, las calles de Pereira se encuentran llenas de sujetos con este particular complejo, causando de esta manera que las calles tengan dueños. Pero, si nos detenemos a pensar esto, significa que estos sujetos han logrado esquivar las leyes que impiden el apropiamiento de un bien público, y de paso ha comenzado a generar reglas precisas que los beneficien a ellos, reglas amañadas, no debería ser esto razón justa para bajarlos de estos pedestales una visita de espacio público, que logre hacerles entender, que: o todos trabajan en paz o no trabaja nadie de manera informal.

 

 

 

Los líderes solo velan por sus propios intereses

Por: Zahur Klemath Zapata

zapatazahurk@gmail.com  

 

Se ha tenido un buen concepto de los líderes, ellos como una fuerza defensora de los intereses de la gran mayoría. Esto venía haciendo parte de la historia de la humanidad como los personajes bíblicos y sociales que defendían los intereses de los subyugados.

 

Todo esto funcionó muy bien en el pasado porque la sociedad no había alcanzado el estatus que hoy tiene en su desarrollo intelectual. El proceso ha sido lento en alcanzar el individuo su propio reconocimiento y su equidad individual. En el pasado era una masa que funcionaba bajo las necesidades de techo y comida, quien ofrecía esto tenía a su merced vasallos que estarían allí confortablemente sin importar el trato que se les diera. Eran simplemente cosas que hacían parte del líder o patrón.

Hoy vivimos una era donde los niveles intelectuales permiten ser independientes y en cierta medida autónomos y vivir bajo reglas que nos imponemos en nuestro propio entorno. El Estado es independiente conformado por otros personajes que ejercen su poder porque la sociedad se los da y ellos se exceden pensando que son los amos de la cosa pública.

Aquí es donde nace la confusión entre el Estado y el individuo. Son dos entidades que conviven en el mismo territorio como una simbiosis de partes que se necesitan para poder administrar el territorio donde regentan. El uno sin el otro no podría existir, pero la parte que ejerce la administración se aprovecha en este caso de la ignorancia de quienes los contratan y los avasallan como mascotas de trabajo.

Un líder hoy es un elemento peligroso por el empoderamiento que él se toma y ejerce frente a quienes lo han elegido. A su alrededor crea un ejército protector que obliga a todos los estamentos civiles y estatales a que funcionen según su criterio y su psicopatía.

El temor al enfrentamiento y la incapacidad de poderse defender más la falta de poseer herramientas que puedan combatir al agresor, en este caso al líder, prefieren huir y perderlo todo antes que la vida. Hay un doble juego en que se amparan estos personajes, la constitución. Normalmente ella está elaborada como un tratado de derecho donde no permite que el pueblo y sus legisladores puedan cambiar las leyes que van en contravía al beneficio de la sociedad. Ella se ve acorralada e indefensa frente a los criminales y la corrupción que el mismo Estado ha creado bajo leyes represivas.

El líder o cabecilla siempre vela por sus intereses personales y sus secuaces, sus negociaciones van enfocadas a sumar apoyo de donde venga, con tal de poder 

 

 

asumir el poder y luego repartir el botín, este es el principio de la democracia. Y como tal se ha visto porque no ha habido filósofos que esclarezcan estos puntos.

Una minoría social y que trabaja organizadamente está entendiendo que los líderes son los que se quedan con la productividad de todos o destruyen lo que ya está elaborado y que la gente viene disfrutando.

 

LA REPUBLICA CONTRATISTA
Crónica 909 de Gardeazábal
 

 

Gustavo Álvarez Gardeazábal


Audio:

https://www.youtube.com/watch?v=TBK_dn4HuMk

Colombia dejó de ser una República Democrática para ser una República Contractual. En Colombia ya no rige la fuerza del voto ciudadano. Son los contratistas los que mandan ,los que legislan y los que gobiernan. Las elecciones son entonces una metáfora. Quienes participan en ellas no buscan los votos de la ciudadanía. Andan detrás de la financiación de sus campañas ofreciendo márgenes de contratación como gabela o como compensación. Las leyes, las ordenanzas y los acuerdos son entonces pensados y redactados por contratistas que buscan orientar sus contenidos para que la república de Colombia funcione no con el criterio de la mayoría de votantes sino con las intenciones de los contratistas ,casi todas las veces ocultas tras montajes de circo o de teatro antiguo.

Muy probablemente el engranaje de esta república contractual se inicia con la Constitución del 91,tan alabada por quienes la defienden, pero que no ha dejado ser un sancocho de ideas proteccionistas muy, pero muy costosas y difíciles de expandir para que cubran a todos los colombianos. Y se inicia allí porque ese menú diverso de ordenamientos garantistas fue fruto de un proceso de negociación entre opuestos, fundamento obvio de todo contrato. Desde cuando la Constitución del 91 comenzó a regir, se desbocó la contratitis en el país.

El estado fue dejando poco a poco de ser ejecutor de los mandatos presupuestales o de planeación que se acordaban en cada ley anual y se convirtió en un estado que todo lo contrata. Por supuesto, poco a poco han ido puliendo su estructura para hacer creer que estamos ante un estado ideal, al extremo que las ideas de estatización del gobierno leninista de Petro encierra todas las posibilidades de que sean los operadores ,que se inventaron para disimular las coimas de los contratos, los que asuman la responsabilidad de ejecución. Sacrificamos la representatividad que daba el voto por la comisión que ofrece un contrato

Gustavo Alvarez Gardeazábal

El Porce, junio 27 del 2024

 

 

Director
Zahur Klemath Zapata

Gerente
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Gerente Operativo
Alba Lucia Arenas V.


Editor

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Diagramación
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Soporte Tecnológico
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Colaboradores

Jotamario Arbeláez
Gustavo Álvarez Gardeazábal

 

 
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