Pereira, Colombia - Edición: 13.285-865

Fecha: Jueves 27-06-2024

 

INTERNACIONAL

 

El Imparcial-5

 

Condenan a 45 años de prisión a Juan Hernández, expresidente de Honduras




La justicia de Estados Unidos sentenció este miércoles al expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández a 45 años de prisión, tras haber sido hallado culpable de tráfico de drogas y armas el pasado 8 de marzo.

En una audiencia en New York, el juez Kevin Castel indicó además que Hernández, de 55 años y que fue presidente en dos mandatos consecutivos de 2014 a 2022, deberá pagar 8 millones de dólares de multa y cumplir 5 años de libertad bajo vigilancia al final de su condena a prisión.

"El papel de Juan Orlando Hernández fue utilizar su poder político como presidente del Congreso y como presidente de Honduras para limitar el riesgo de los narcotraficantes a cambio de dinero", afirmó el juez al leer la sentencia.
"Soy inocente y fui acusado de forma injusta e indebida", dijo por su parte el mandatario, que llegó a la sala de audiencias caminando con un bastón porque tuvo un accidente jugando fútbol, según su abogado Renato Stabile.

Hernández escuchó de pie la sentencia del juez Castel, que fue muy duro en su argumentación, aunque le impuso prácticamente la pena mínima por los tres cargos por los que fue hallado culpable por un jurado popular el 8 de marzo.
"Narco-Estado"

Fiel colaborador del gobierno del republicano Donald Trump (2017-2021), Hernández llegó a jactarse de los elogios de Washington por la labor de su gobierno en la lucha contra el narcotráfico.

Pero la fiscalía neoyorquina lo acusó de crear un "narco-estado" y de convertir a Honduras en una "súper autopista" por la que pasaba buena parte de la droga procedente de Colombia.

Entre 2004 y 2022 -desde sus cargos de diputado, presidente del Congreso y luego presidente de la República-, Hernández participó y protegió a una red que envió más de 400 toneladas de cocaína a Estados Unidos, precisó este miércoles la fiscalía.
A cambio, habría recibido millones de dólares de los cárteles de la droga, entre ellos del narcotraficante mexicano Joaquín "Chapo" Guzmán, condenado a cadena perpetua en Estados Unidos.

Extraditado en abril de 2022 a Estados Unidos, tres meses después de entregar la presidencia a su sucesora, la izquierdista Xiomara Castro, Hernández habría sido el autor de la famosa frase: "Le vamos a meter la droga a los gringos en sus narices y no se van a dar ni cuenta", según un testigo en un juicio.

Otros inculpados en la misma causa, entre ellos su hermano Tony Hernández o el colaborador cercano de este Geovanny Fuentes, ya fueron condenados a cadena perpetua.

También en la misma causa, el exjefe de la policía hondureña Juan Carlos Bonilla, conocido como "El Tigre", y el policía Mauricio Hernández Pineda, se declararon culpables de narcotráfico, evitando sentarse en el banquillo de la justicia con el exmandatario.


Desde 2014, medio centenar de hondureños acusados de narcotráfico han sido extraditados o se entregaron voluntariamente a la justicia de Estados Unidos.


Assange da gracias al primer ministro Albanese tras aterrizar en Australia




El fundador de Wikileaks, Julian Assange, aterrizó este miércoles en Canberra, Australia, escala final de un periplo que arrancó con su excarcelación el martes en Reino Unido, y ha dado las gracias al primer ministro australiano, Anthony Albanese, al que ha asegurado que le ha "salvado la vida" gracias a su mediación en el caso.

Assange, que no había mantenido nunca una conversación con el mandatario australiano a pesar de que ha sido un férreo defensor de su puesta en libertad, ha mostrado su "más
profunda gratitud" por la ayuda prestada por el primer ministro durante una llamada telefónica. En este sentido, ha comparado el trabajo diplomático del Gobierno australiano con una misión del "Equipo A" y ha dado las gracias también al embajador australiano, Kevin Rudd, y el Alto Comisionado de Australia en Reino Unido, Stephen Smith.

A su llegada a suelo australiano tras varias escalas, entre ellas una en las Islas Marianas del Norte para firmar el acuerdo judicial que ha posibilitado su puesta en libertad, el periodista y programador australiano ha sido recibido por miembros de su familia, entre ellos su mujer, Stella Assange, que ha dado las gracias al pueblo australiano por su apoyo durante más de una década.

Así, ha extendido su agradecimiento también a Albanese y ha destacado la unidad de los australianos en torno al caso, incluida la oposición. "Sin su apoyo no habría espacio político para lograr la libertad de Julian. (...) Ha hecho falta que todos ellos se unieran, millones de personas, gente trabajando delante y detrás de las cámaras, protestando en las calles durante semanas y años...

Lo hemos logrado", ha dicho durante una rueda de prensa ante los medios en la que se ha presentado visiblemente emocionada.

"Julian me ha pedido que les diera su más sincero agradecimiento. Hay que entender por qué ha pasado esto. Necesita tiempo, necesita recuperarse, y este es un proceso que llevará tiempo, así que os pido que nos deis privacidad para encontrar nuestro lugar y poder ser una familia antes de que pueda hablar otra vez", ha aseverado.

En este sentido, ha hecho hincapié en la importancia de "reconocer que la liberación de Julian llega aprovechando un parón en el caso de extradición presentado en su contra en Estados Unidos". El Supremo ha dado espacio para apelar", ha sostenido antes de aclarar que ha sido entonces cuando "las cosas han comenzado a moverse".

"Esto revela lo incómodo que estaba el Supremo con este caso por ser un ataque contra la prensa y la libertad de expresión. Este caso no debería haberse presentado nunca, (él) no debería haber pasado ni un solo día en prisión", ha expresado antes de recordar que se trata de un día importante para la prensa. "Espero que los periodistas y editores de todo el mundo se den cuenta del a gravedad de este caso y de la criminalización impuesta contra Julian", ha dicho.

 

 
OTAN nombra al neerlandés Mark Rutte nuevo secretario general




La OTAN anunció este miércoles el nombramiento del primer ministro saliente de Países Bajos, Mark Rutte, como nuevo secretario general, en un momento crítico por la guerra de Ucrania y el posible regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.

Rutte, de 57 años, asumirá el cargo el 1 de octubre, en sustitución del noruego Jens Stoltenberg, y pasará así a conducir la Organización del Tratado del Atlántico Norte en un momento especialmente delicado.

"El Consejo del Atlántico Norte decidió designar al primer ministro Mark Rutte como el nuevo secretario general de la OTAN", anunció la alianza después de que de los embajadores de los países miembros aprobaron el nombramiento.

Casi inmediatamente, Stoltenberg saludó la designación de Rutte con un mensaje de felicitaciones en la X roja. "Es un líder fuerte y un forjador de consensos. Le deseo todos los éxitos. Sé que dejo la OTAN en buenas manos", señaló.

En tanto, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, señaló que el liderazgo y experiencia de Rutte "serán cruciales para la Alianza durante estos tiempos difíciles". "Espero trabajar con usted para fortalecer aún más la asociación UE-OTAN", agregó.


Rutte había obtenido desde el inicio de su campaña el apoyo de miembros clave de la OTAN, como Estados Unidos y Reino Unido.

La carrera se decantó en su favor la semana pasada, después de que el único candidato restante, el presidente rumano Klaus Iohannis, abandonó sus aspiraciones y declaró su apoyo a Rutte.

Además, el dirigente neerlandés logró el apoyo de dos países abiertamente hostiles a su nombramiento, Hungría y Turquía.
El experimentado líder neerlandés, quien encabezó el gobierno de su país durante 14 años, es visto como un dirigente capaz de administrar la alianza en tiempos de importantes desafíos.

Mientras se enfrenta al espectro de un posible regreso del expresidente estadounidense Donald Trump a la Casa Blanca tras las elecciones de noviembre, Rutte también deberá lidiar con la amenaza del líder ruso Vladimir Putin en el flanco oriental.

Precisamente, el Kremlin estimó que el nombramiento de Rutte no cambiará nada.

"Es poco probable que esta decisión cambie nada en la línea general de la OTAN", una alianza que es "hostil" para con Rusia, dijo a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, elogió en cambio a Rutte, al que calificó de "dirigente fuerte y respetuoso con los principios".

 Un firme aliado de Ucrania

Firme aliado de Ucrania, Rutte ha encabezado una iniciativa para dotar a ese país de aviones de combate F-16, como forma de ayudar a combatir la invasión rusa.

Como jefe de la OTAN, desempeñará un papel clave a la hora de convencer a los países de la alianza de que sigan respaldando a Ucrania.

El jefe de gabinete del gobierno ucraniano, Andrii Yermak, apuntó en la red X que "el liderazgo y la dedicación a los principios democráticos" de Rutte son "cruciales para nuestro futuro compartido".

La invasión rusa de Ucrania ha revitalizado a una OTAN que luchaba por encontrar un propósito después del final de la Guerra Fría, y empujó a las naciones europeas a aumentar su gasto en defensa.

Rutte ahora tendrá que asegurarse de que la OTAN esté en condiciones de hacer frente a la amenaza estratégica que, de acuerdo con la alianza, representará a Rusia en los próximos años.

Sin embargo, su mayor desafío podría ser el de mantener unida la OTAN si Trump recupera la presidencia de Estados Unidos.

 

En su gestión al frente del gobierno estadounidense, Trump fue un fuerte crítico de la OTAN y llegó a considerar retirar a EEUU de la alianza transatlántica.

En su campaña a la reelección, Trump volvió a la carga y dijo que alentaría a Rusia a hacer "lo que le dé la gana" con los países de la OTAN que no gasten lo suficiente en defensa.

Rutte deberá seguir los pasos de Stoltenberg, el exprimer ministro noruego que dirigió la OTAN durante una década crítica para la alianza.

El imperturbable y por momentos robótico Stoltenberg se ganó elogios generalizados por mantener la unidad y fortalecer la OTAN durante un período tumultuoso.

Rutte será el cuarto neerlandés en ocupar el cargo de Secretario General de la OTAN, después de Dirk Tikker (1957-1963), Joseph Luns (1971-1984) y Jaap de Hoop Scheffer (2004-2009).

 

Biden vs. Trump: primer examen ‘en vivo’ a fortalezas y debilidades




En un cara a cara de 90 minutos, donde por razones conocidas primará más la forma que el fondo, el candidato presidente demócrata, Joe Biden, intentará demostrar que no es el “anciano con mala memoria” como lo describió el fiscal especial que lo investigó por mal manejo de documentos confidenciales y el exmandatario republicano Donald Trump que no es la “amenaza para la democracia” que arguye la oposición.

En este debate, el primero que se realiza meses antes de la elección presidencial y sin que ninguno de los dos protagonistas haya sido oficialmente investido como candidato por sus respectivos partidos, las reglas son diferentes a todos los realizados en Estados Unidos y con una agenda que sólo se develará al iniciarse, la noche de este jueves.

Lo que si se definió previamente es cómo se desarrollará: sin público, sin consulta a sus asesores de campaña, teleprónteres ni fichas preparadas, con micrófonos  que se silenciarán una vez termine el tiempo establecido para cada intervención y con solo una libreta, así como un bolígrafo para hacer anotaciones. Tampoco habrá declaraciones de apertura más si la presentación de propuestas de los candidatos, al igual que mensajes de cierre.

Con antelación y a la suerte se definió la ubicación en el set televisivo. Así, literalmente opuestos a su tendencia política, el demócrata Joe Biden estará a la derecha y su competidor a la izquierda.

 

 

 

 
Se da por descontado el vestir elegante que los caracteriza al igual que el color de corbata que usarán y que son el símbolo de sus respetivos partidos: rojo del Gran Old Party (conservadores) y azul de los liberales (socialdemócratas e izquierda).

CNN, organizadora de este primer cara a cara entre los aspirantes a presidir Estados Unidos durante cuatro años, explicó semanas atrás que optaron porque los micrófonos estén silenciados fuera del turno de palabra para evitar lo que ocurrió en el 2020, con estos mismos protagonistas, donde el entonces presidente Trump intervino constantemente, llevando a que un desesperado Biden le espetara: "¿Te puedes callar, hombre?".

En otro sorteo con moneda también se determinó que la intervención inicial será del candidato-presidente, mientras que el líder republicano tendrá la última palabra, (la del cierre). Serán dos minutos en los que cada cual expondrán porque se consideran la mejor opción para dirigir el país e invitarán a los electores a participar en la cita del 5 de noviembre.

Con el país polarizado, el desgaste tanto gubernamental como físico y emocional de Biden (su hijo Hunter fue hallado responsable de un delito federal, a saber, comprar y poseer ilegalmente un arma mientras era adicto a las drogas) y con Trump a la espera de condena tras ser encontrado culpable de falsedad fiscal por un jurado en Nueva York, la de este jueves es una cita insoslayable, dentro y fuera de Estados Unidos.

Analistas políticos y la propia cadena televisiva CNN esperan que sea ampliamente seguido y alcance récords de audiencia, como el duelo entre Hillary Clinton y Donald Trump, con 84 millones de espectadores, o los 73 millones del primer debate entre Biden y Trump en 2020. Sin embargo, hay que considerar que se está en plenas vacaciones de verano, lo que puede impactar su vaticinado alcance.


La profesora estadounidense de comunicación y directora del Annenberg Public Policy Center de la Universidad de Pensilvania, destaca que, aunque “generalmente los debates presidenciales no afectan a un número suficiente de votos para decidir el resultado de unas elecciones, pero cuando una elección es reñida, como puede ser ésta, desempeñan un papel importante”.
¿Dónde verlo?

En la sede de CNN en Atlanta tendrá lugar este primer cara a cara presidencial, que será moderado por Jake Tapper y Dana Bash, conductores del programa State of the Union, y quienes según anticipó la cadena, "utilizarán todas las herramientas a su disposición para hacer respetar los tiempos de palabra y garantizar un debate civilizado".
 

A las 9 de la noche hora del este de EE.UU. (8 p.m. Colombia) iniciará el enfrentamiento entre los dos candidatos de más edad de la historia estadounidense (Biden tiene 81 años y Trump 78) y en este ‘remake’, de pie tras sus atriles, un presidente en ejercicio y su antecesor.
 

La transmisión en vivo podrá apreciarse (en inglés y español) a través de los canales de la cadena (CNN, CNN International, CNN en Español y CNN Max), al igual que en su plataforma de streaming (CNN.com), Max (antes HBO Max) y las redes sociales de la televisora.
Pero también podrá apreciarse por la cadena Fox News, ya que la cadena del grupo Warner Bros Discovery autorizó a difundirlo, con el respectivo logo de CNN y sin comentarios externos. Tendrá un programa especial dos horas antes del debate, con sus editorialistas Jesse Watters o Sean Hannity para analizar la coyuntura política y el posible impacto que tenga en los electores este primero de los dos cara a cara acordados antes de la elección. Como se sabe, el 10 de septiembre se realizará el de la cadena ABC, que seguramente adoptará un formato similar para garantizar un debate ordenado, productivo y maximizar el tiempo de intervenciones de los dos candidatos que, como señalamos, no están investidos formalmente ya que serán en Milwaukee, el mes próximo para Trump y en agosto para Biden en Chicago.

¿Qué tratarán?

Aunque como reseñamos no se han informado los temas a debatir, es seguro que los candidatos pondrán sobre el atril los que se consideran claves para la elección y que, según sus respectivos equipos de campaña pueden ser los flancos débiles de su contendor: para el candidato presidente la crisis migratoria y para el exmandatario conservador, el derecho al aborto.

A estos se suman las mayores preocupaciones del electorado: la aún alta inflación, el apoyo político y financiero a la guerra en Ucrania, al igual que el irrestricto respaldo a Israel en ejercicio de su derecho a la legítima defensa contra Hamás, así como la seguridad en la frontera con México.

El aborto se ha convertido en un tema ineludible en este reeditado duelo electoral, dos años después de que la Corte Suprema de Estados Unidos anulara el fallo Roe vs. Wade, con el que por medio siglo se consideró que la interrupción del embarazo era un derecho constitucional y dejó que cada estado legislara sobre la materia.

Desde entonces han sido muchos estados los que emitieron leyes al respecto. A hoy, una veintena de ellos ha decretado prohibiciones o restricciones, principalmente en el sur y el centro, y los costeros, que lo han consolidado o fortalecido.

Los demócratas esperan que este tema les aporte los votos para inclinar la balanza a favor de Biden, sobre todo entre las mujeres y los jóvenes. El presidente, un católico practicante que durante mucho tiempo se mostró prudente sobre el tema, se convirtió en esta reñida campaña en un defensor del derecho al aborto.

Trump, por su parte, ha reiterado la defensa a la vida y el fallo de la Corte en el sentido que cada estado debe legislar sobre el tema. Por ello los demócratas han dicho que su posición es ambigua y no se ha referido a prohibir el aborto en todo el país mediante una ley federal.

Frente a la irrefrenable llegada de migrantes, miles que tras pasarla se entregan a las autoridades fronterizas y miles más que permanecen hacinados y en difíciles condiciones en el territorio mexicano a la espera de que les respondan sus solicitudes de asilo, el candidato republicano arremeterá con fuerza contra las decisiones del presidente demócrata.

Bajo la presidencia de Trump la llegada de extranjeros sin papeles bajó considerablemente e, inclusive, construyó un muro en gran parte de la línea fronteriza. Con Biden, se generó una crisis que se ha tornado inmanejable, pese a sus promesas tanto a México como a otros países centroamericanos, de ayudar a combatir las causas sociales que motivan a sus ciudadanos a migrar.

A comienzos de este mes y en un intento por mejorar en las encuestas, en las que sigue detrás de Trump, Biden anunció un plan para regularizar la situación de las parejas de ciudadanos estadounidenses que no tienen la nacionalidad, bajo el argumento de “mantener juntas a las familias estadounidenses" y “reforzar la economía" norteamericana. La medida aspira a llegar a unas 500.000 personas a alrededor de 50.000 de sus hijos, con un máximo de edad de 21 años.

El candidato-presidente regresó este martes de su retiro de preparación en Camp David para el debate, mientras que Trump continuó su agenda de campaña. Ha dicho que cada uno de sus mítines, de sus reuniones con parlamentarios, líderes políticos y recorridos le reforzaron tanto sus conocimientos sobre los problemas nacionales como las políticas para enfrentarlos.

Como reseñamos en el artículo de la edición dominical “Debate Biden -Tump: la madre de todas las batallas”, el de este jueves será un primer examen sobre las fortalezas y debilidades de los candidatos, en todo sentido.

 

 

  

 

 

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