Pereira, Colombia - Edición: 13.292-872

Fecha: Martes 09-07-2024

 

 TECNOLOGÍA

 

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La supremacía cuántica de Google bajo cuestionamiento: Un nuevo logro de computación convencional




En el mundo de la computación avanzada, Sycamore, la computadora cuántica de Google, ha sido una de las joyas más brillantes. Esta máquina es capaz de realizar cálculos a una velocidad que hasta hace poco se consideraba inalcanzable para los ordenadores tradicionales. Sin embargo, un equipo de científicos chinos ha lanzado un desafío significativo a esta supremacía cuántica, logrando resolver un problema complejo en una fracción del tiempo que Sycamore necesitó, utilizando una red de ordenadores convencionales.

Sycamore y la supremacía cuántica

Google proclamó que Sycamore alcanzó la "supremacía cuántica" en 2019. Este término se refiere a la capacidad de una computadora cuántica para realizar cálculos que serían imposibles o impracticables para cualquier computadora clásica. Sycamore demostró esta supremacía al resolver en 200 segundos una tarea que, según Google, tomaría 10,000 años a un superordenador convencional.

La clave detrás de esta hazaña radica en los qubits, las unidades básicas de información en una computadora cuántica. A diferencia de los bits tradicionales, que pueden ser 0 o 1, los qubits pueden existir en múltiples estados simultáneamente gracias a las propiedades de la mecánica cuántica. Esta capacidad permite a las computadoras cuánticas procesar enormes cantidades de información a velocidades exponencialmente superiores.



El desafío chino: Computación paralela convencional

Recientemente, un equipo de investigadores

 

 

 

chinos ha puesto en duda esta supremacía cuántica. Utilizando un sistema de computación paralela basado en GPU (unidades de procesamiento gráfico), lograron resolver un problema en solo 14.22 segundos, un problema que a Sycamore le tomó 600 segundos. Este logro se consiguió con la ayuda de 2304 GPUs, demostrando que la computación convencional aún tiene mucho que ofrecer.

El sistema chino alcanzó una potencia de cálculo máxima de 561 petaFLOPS, lo que equivale a 561 cuatrillones de operaciones por segundo. Este impresionante rendimiento se logró con un consumo de energía de solo 2.39 kWh, en comparación con los 4.3 kWh que Sycamore necesitó para el mismo problema.

El papel de las redes tensoriales

Uno de los avances clave que permitió este logro fue el uso de redes tensoriales a gran escala. Estas redes son herramientas matemáticas que permiten modelar y analizar datos multidimensionales de manera eficiente. El equipo liderado por Rong Fu optimizó estas redes para trabajar con las 2304 GPUs, maximizando su eficiencia y capacidad de procesamiento.



Las redes tensoriales no solo mejoran la velocidad de procesamiento, sino que también permiten una mejor "digestión" de los datos, lo que es crucial para manejar los enormes volúmenes de información que se generan en estos cálculos complejos. Este enfoque ha demostrado ser una forma efectiva de superar las limitaciones tradicionales de la computación clásica, acercándola más a las capacidades de las computadoras cuánticas.

Limitaciones y potencial de las computadoras cuánticas

A pesar de su potencial, las computadoras cuánticas aún enfrentan desafíos significativos. Son extremadamente costosas de desarrollar y mantener, y requieren entornos controlados para evitar interferencias y mantener la coherencia cuántica. Estos factores hacen que la computación cuántica no sea una tecnología que se normalice en el corto plazo.

Además, aún no se ha encontrado un uso
práctico generalizado para esta tecnología. Aunque prometen grandes avances en áreas como la criptografía, la simulación de materiales y la optimización,

 

 

 

su aplicación en problemas cotidianos sigue siendo limitada.



El futuro de la computación

La reciente hazaña del equipo chino demuestra que la computación convencional aún tiene un papel crucial que desempeñar en el futuro de la tecnología. Al mejorar las técnicas de procesamiento paralelo y optimizar las redes tensoriales, es posible cerrar la brecha entre las computadoras clásicas y las cuánticas.

Google, por su parte, sigue apostando por el desarrollo de la computación cuántica. La compañía ha lanzado un concurso con un premio de cinco millones de dólares para incentivar el desarrollo de aplicaciones útiles para Sycamore y otras computadoras cuánticas. Este concurso busca explorar nuevas formas de aprovechar las capacidades únicas de la computación cuántica, encontrando usos prácticos que puedan justificar su alto costo y complejidad.

La competencia entre la computación cuántica y la convencional está lejos de terminar. Mientras que Sycamore ha demostrado un rendimiento impresionante, los recientes avances en computación paralela convencional muestran que aún hay mucho terreno por recorrer. La optimización de técnicas existentes y el desarrollo de nuevas estrategias de procesamiento de datos podrían permitir a las computadoras clásicas seguir siendo relevantes y competitivas en el futuro.



La supremacía cuántica de Google ha sido cuestionada, pero esto solo sirve para subrayar la importancia de seguir investigando y desarrollando en ambas áreas. Tanto la computación cuántica como la convencional tienen el potencial de transformar la tecnología y resolver problemas complejos, y es probable que el futuro de la computación sea una combinación de ambas, aprovechando las fortalezas de cada una para lograr avances significativos en diversas disciplinas.

 

  

 

 

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