Estados Unidos Busca Integrar la
Industria Espacial Comercial con su Ejército para Prevenir
Ciberataques
Recientemente, el ejército de los Estados Unidos ha lanzado una
iniciativa innovadora para fortalecer los lazos con la industria
espacial comercial. El objetivo es integrar equipos comerciales en
las operaciones espaciales militares, incluyendo satélites y otros
equipos. Esto mejoraría la ciberseguridad para los satélites
militares.
A medida que el espacio se vuelve más importante para la
infraestructura crítica del mundo, aumenta el riesgo de que estados
hostiles desplieguen ciberataques en satélites importantes y otras
infraestructuras espaciales. Los objetivos incluirían no solo
satélites espía o de comunicaciones militares, sino también naves
espaciales comerciales.
El Departamento de Defensa de EE.UU. cree que su nueva asociación,
llamada Reserva de Espacio de Aumento Comercial (CASR, por sus
siglas en inglés), mejoraría la seguridad nacional de EE.UU. y la
ventaja competitiva del país en el espacio. Iría más allá de la
relación existente entre el gobierno y los contratistas privados.
En algunos casos, el sector comercial ha avanzado rápidamente más
allá de las capacidades gubernamentales. Esta situación existe en
numerosos países con capacidad espacial y puede aplicarse en ciertas
áreas en los EE.UU. también.
Por lo tanto, los gobiernos de algunos estados-nación se enfrentan a
una elección. Podrían utilizar sistemas a medida para proteger sus
satélites, aunque estos puedan estar desactualizados, o podrían usar
otros componentes comerciales —y potencialmente más avanzados—
"disponibles en el mercado". Sin embargo, el hardware comercial
puede ser menos
comprendido en términos de sus vulnerabilidades a los ciberataques.
No obstante, el ejército de EE.UU. cree que
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CASR le
proporcionará capacidades estratégicas avanzadas y que los riesgos potenciales
pueden minimizarse evitando activamente una dependencia excesiva de cualquier
entidad comercial única.
La cadena de suministro apunta a la transición del ejército de EE.UU. de un
grupo restringido de proveedores comerciales a un espectro más amplio de socios.
Sin embargo, existen riesgos con un grupo más grande de proveedores comerciales
también. Algunos podrían no ser capaces de cumplir con las demandas de los
contratos militares, podrían enfrentar inestabilidad financiera o encontrar
otras presiones que dificulten su capacidad para
suministrar componentes críticos.
Nuevas Prioridades
En 2022 hubo un ciberataque al servicio de banda ancha por satélite KA-Sat. Este
ataque se dirigió a los satélites que proporcionaban la banda ancha y perturbó
el servicio.
Existen muchas maneras de atacar los satélites de otro estado, como las armas
antisatélite (ASAT), que a menudo están diseñadas para destruir o desactivar
físicamente la nave espacial. Sin embargo, en comparación con las ASAT, los
ciberataques pueden llevarse a cabo de maneras que son más baratas, rápidas y
difíciles de rastrear.
Parte de la necesidad crítica de priorizar la ciberseguridad como resultado de
esta estrategia es que EE.UU. es un mercado atractivo para los actores globales
en el espacio. Este cambio estratégico del Departamento de Defensa de EE.UU.
probablemente fomentará la participación de más empresas globales.
La resiliencia a los ciberataques en la industria espacial no siempre ha sido
una prioridad. Es probable que tome tiempo para que esto entre en la mentalidad
de los principales actores en el sector espacial.
Esta falta histórica de énfasis en la
ciberseguridad en el espacio resalta una
necesidad obvia. También hay inconsistencias y lagunas en cuanto a los
requisitos básicos de ciberseguridad para el gobierno y la industria, que varían
según la postura de cada estado-nación.
El ejército de EE.UU. afirma que la interoperabilidad en los estándares
militares —la capacidad de diferentes equipos para trabajar juntos sin
problemas—
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fortalecerá la nueva relación
público-privada. También ha dejado la puerta abierta para que se adopten
estándares comerciales en ciertos casos. Pero existe el riesgo de que pasar de
los estándares militares (que son típicamente más rigurosos que los comerciales)
pueda socavar los activos militares y llevar a las mismas consecuencias adversas
que la estrategia busca evitar.
A pesar de las mejores intenciones, las complejidades de trabajar con muchos más
y nuevos socios comerciales también podrían llevar a inconsistencias en la
aplicación de estándares en diferentes proyectos y sistemas. Los estándares
comerciales de ciberseguridad son poco propensos a priorizar el mismo nivel de
seguridad requerido para aplicaciones militares, especialmente bajo condiciones
extremas.
A la luz de estos desafíos, el éxito de estas iniciativas depende de tener
líderes proactivos y bien informados. Poder actuar entre los sectores comercial
y de defensa requerirá habilidades clave, una de las cuales es estar informado y
educado sobre ciberseguridad.
Recientemente, se dio a conocer la existencia de un curso ejecutivo de
ciberseguridad espacial con credenciales de posgrado en asociación con la
Universidad Internacional del Espacio. Este curso a nivel ejecutivo atrajo a
profesionales de varios sectores, incluyendo la profesión legal, reguladores,
consultores, negocios comerciales e inversores.
Al cerrar la brecha entre diferentes sectores y disciplinas, el curso fomentó un
enfoque multidisciplinario integral para la ciberseguridad espacial. Los
ejecutivos pudieron obtener una comprensión más profunda de la interconexión de
varios sistemas y las posibles vulnerabilidades que pueden surgir. Esto no solo
enriqueció la experiencia de aprendizaje, sino que también alentó a los
participantes a pensar fuera de la caja y explorar nuevas estrategias para
mitigar las amenazas cibernéticas en el espacio.
A medida que el Pentágono y la industria espacial comercial avanzan con su
colaboración innovadora, es importante que quienes toman decisiones comprendan
la naturaleza crítica de la ciberseguridad. Este cambio no está exento de
desafíos. Pero también presenta oportunidades para la innovación y nuevas
asociaciones que podrían dar forma al futuro de la exploración espacial y llevar
a nuevos enfoques para la ciberseguridad de satélites y otras infraestructuras
espaciales.
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