Pereira, Colombia - Edición: 13.294-874

Fecha: Sábado 13-07-2024

 

 TECNOLOGÍA

 

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Las grandes tecnológicas y su insaciable sed de energía limpia: Un desafío global

 

 

El apetito energético de las grandes tecnológicas se manifiesta de manera imponente en el horizonte de la costa este de Escocia. A 19 kilómetros mar adentro, se erige el parque eólico Moray West, con 60 turbinas gigantes cuyas aspas tienen la longitud aproximada de un campo de fútbol americano. Este proyecto prometía generar electricidad suficiente para abastecer a 1.3 millones de hogares, pero esto fue antes de la intervención de Amazon.

En enero, Amazon anunció un acuerdo para reclamar más de la mitad de los 880 megavatios de producción de Moray West, como parte de su constante esfuerzo por satisfacer su insaciable demanda de energía. Las grandes empresas tecnológicas están compitiendo para construir la infraestructura necesaria para la inteligencia artificial (IA), y hasta los parques eólicos más remotos de Escocia se han vuelto esenciales.

El año pasado, en Europa, se invirtieron 79.4 millones de dólares en nuevos proyectos de centros de datos, según Global Data. En 2024, la demanda parece estar acelerándose. Microsoft ha invertido 3,200 millones de dólares en centros de datos en Suecia y planea duplicar su presencia en Alemania, mientras que en Francia destinará 4,300 millones para infraestructura de IA. Amazon anunció una red de centros de datos en Brandeburgo, Alemania, con una inversión de 8,500 millones de dólares, y posteriormente otros 17,100 millones en España. Google también está invirtiendo 1,100 millones de dólares en un centro de datos en Finlandia para apoyar el crecimiento de la IA.

 

 

La carrera por la energía renovable

 

Mientras las gigantes tecnológicas se apresuran a construir más centros de datos, surge un problema crucial: cómo alimentarlos. Microsoft, Meta y Google

 

 

 

planean ser net zero para 2030, mientras que Amazon, debido a su gran peso logístico, se ha fijado como objetivo 2040. Para lograr esto, en la última década, estas empresas han acumulado contratos de energía renovable con empresas eólicas y solares. Sin embargo, estos proyectos dependen de las redes eléctricas, que están cediendo ante la creciente demanda de energía limpia. Esto obliga a las tecnológicas a replantear su futuro energético y considerar la posibilidad de crear sus propios imperios energéticos fuera de la red.

 

Según Colm Shorten, director senior de estrategia de centros de datos en JLL, a medida que aumente la demanda de energía, el sector tendrá que buscar fuentes alternativas. Esto incluye generadores de gas o gasóleo, así como tecnologías innovadoras como el hidrógeno ecológico.

Necesidades energéticas de los centros de datos

Los centros de datos requieren energía principalmente para dos fines: alimentar los chips que ejecutan algoritmos y videojuegos, y refrigerar los servidores para evitar sobrecalentamientos. Aunque iniciativas como el uso de líquido en lugar de aire para refrigerar los chips pueden generar un modesto ahorro de energía, se espera que la demanda de energía de los centros de datos se duplique para 2026, según la Asociación Internacional de la Energía (IEA), debido en parte a las exigencias de la IA.

En los últimos cinco años, las empresas tecnológicas han firmado numerosos acuerdos de compra de energía (PPA) para asegurar energía de parques eólicos y solares antes de su construcción. En Dinamarca, Meta ha financiado parques solares; en Noruega, Google ha apoyado parques eólicos. Estos acuerdos han impulsado el mercado europeo de PPA, con Microsoft firmando recientemente un contrato de 10,000 millones de dólares para energía limpia en Europa y Estados Unidos, el mayor acuerdo mundial en este ámbito.

El cuello de botella de la red eléctrica

Sin embargo, las energías renovables aún deben pasar por la red eléctrica, que se está convirtiendo en un cuello de botella, especialmente en Europa, a medida que más productores intentan conectarse para satisfacer la demanda de la transición verde. Mark Zuckerberg, CEO de Meta, predijo en

abril que enfrentaríamos restricciones energéticas. Sam Altman, CEO de OpenAI, también advirtió en Davos que el statu quo no podría proporcionar a la IA la energía necesaria sin un avance significativo.

 

Los operadores de la red comparten esta preocupación. El proveedor estatal irlandés Eirgrid citó problemas de red al imponer una moratoria a los centros de datos en Dublín hace dos años. Ámsterdam hizo lo mismo, y la Asociación Holandesa de Centros de Datos advirtió que la congestión de la red en Holanda Septentrional estaba bloqueando el crecimiento del sector.

 

La expansión de los centros de datos

En su búsqueda de espacio en la red, los

 

 

 

 

centros de datos están trasladándose a áreas de Europa donde su llegada es más notable, arriesgándose a reacciones adversas de las comunidades locales. Esta tendencia es visible en Alemania, donde se está construyendo un centro de datos de 300 megavatios en la pequeña ciudad de Wustermark. Amazon también está invirtiendo en Brandenburgo, una región con más de 70 turbinas instaladas el año pasado.

 

 

Soluciones fuera de la red

Para enfrentar la situación a largo plazo, se pide a los centros de datos que encuentren formas de operar fuera de la red. Ricardo Abad, fundador del centro de datos Quark, está trabajando en un nuevo emplazamiento en España con un socio que podrá generar su propia energía mediante solar y eólica in situ. Aunque técnicamente conectados a la red, estos proyectos pueden operar de manera independiente.

En 2020, Amazon inauguró su mayor parque solar in situ en su centro de distribución en Sevilla. Google también ha mostrado interés en energías renovables in situ para sus futuras granjas de servidores. Aunque Microsoft y Meta han negado tener proyectos totalmente aislados de la red, Microsoft está construyendo un centro de datos en Dublín junto a su propia central eléctrica de gas de reserva.

 

Futuras tecnologías energéticas

Kilian Wagner, experto en infraestructuras digitales sostenibles en Bitkom, afirma que en el futuro, tecnologías como reactores nucleares avanzados, fuentes renovables y almacenamiento de energía serán cruciales. Altman de OpenAI ya invierte en Helion Energy, una empresa de fusión nuclear que suministrará a Microsoft 50 megavatios de electricidad de su primera planta una vez operativa. En Estados Unidos, Microsoft ha estado experimentando con pilas de combustible de hidrógeno para respaldo energético sin emisiones.

 

 

No está claro cómo afectaría al resto de nosotros si las granjas de servidores se desconectaran de la red. Las grandes tecnológicas podrían descubrir la fuente de energía limpia del futuro, pero hasta entonces, su sed de energía sigue siendo un desafío monumental.

 

 

  

 

 

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