DE AQUÍ Y DE ALLÁ
Por, Otoniel Parra Arias.
LLEGÓ LA HORA DE BAJARSE DE LAS PROMESAS Y ACTUAR CONTRA LA DELINCUENCIA SEÑOR
ALCALDE DE BOGOTÁ
El delicado problema de la inseguridad ciudadana en varias ciudades, pero
especialmente en Bogotá la capital no se detiene y por el contrario parece por
momentos tomar fuerza en manos y armas de depravados convencidos de la poca
efectividad de la justicia a pesar de los esfuerzos de las autoridades
policivas.
Es inútil buscar estadísticas de esas muy de moda en los noticieros de TV, para
demostrar que hace unos meses era peor y que el presidente o el alcalde o
alcaldesa hicieron mal las cosas.
Por el contrario en términos de rabiosa actualidad, la forma de pensar y de
actuar del actual mandatario respecto a ciertos grupos sean de la subversión
“profesional” o a los delincuentes callejeros bajo rótulos del bandalaje como
“primera línea”, han llevado a propuestas cobardonas para pagarle sumas de
dinero a esas personas dizque para que dejen de cometer delitos y se reintegren
a la sociedad en plan casi de santidad.
Lo cierto es que todo ese maremágnum de normas controversiales y declaraciones
destinadas a cubrir la necesidad de noticias de algunos, han motivado o
desmotivado las políticas sanas de persecución a la delincuencia con todo el
poder del estado.
Los malandros como suelen denominarlos las páginas del tango negro, son de una
inteligencia y malicia diabólica que se supera en cada acción envalentonada de
arrebatarle el celular a una estudiante o bajar a punta de improperios al
conductor de un vehículo para apropiarse y aún así privarlo de la existencia.
Y lo repito las autoridades policivas hacen lo posible por perseguirlos y a
muchos los conocen de autos por ser “clientes” permanentes de las redadas y
protagonistas repetitivos de toda clase de crímenes en la claridad del día o las
tinieblas nocturnas.
Al respecto parece que todavía los
expertos en el comportamiento social colectivo se devanan los sesos, buscando
caminos de solución, pero se estrellan en esa laxitud de los nuevos conceptos
que tratan inútilmente de humanizar a la fuerza la
detención y el trato de experimentados y acomodaticios protagonistas
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del robo y el ataque personal.
Creo firmemente que de todas maneras es una lucha que no puede abandonarse
contra estos cínicos que se jactan en público de sus actos contra la gente de
bien.
Y en este aspecto para alcaldes como Carlos Fernando Galán, el actual de Bogotá
del que se han guardado hasta la fecha grandes esperanzas basadas en sus
promesas electorales, ya es hora que se bajen del desgastado cliché de nota
periodística sobre promesas como esa de: “les aplicaremos toda la fuerza de la
ley” y otras que causan risa mefistofélica en los bandidos cuando de espaldas a
la cámara posan unidos por esposas y a sabiendas que en cuestión de horas un
abogado demasiado avispado los va sacar del lío para esperarlos en el próximo
capítulo.
Julio 28 de 2024
Volver a ganar
Edgar Cabezas
Los partidarios de la vida, las mujeres, hombres y no binarios de la Colombia
Humana, los que consideran que Colombia gracias a su gran biodiversidad natural
étnica y cultural constituyen un territorio y una Nación potencia de la vida, y
que por demás, el paisaje de sus biomas y ecosistemas son de singular belleza,
en los que las ciudadanías libres habitan con destino a fundar la sociedad de la
inteligencia colectiva basada en el afecto y la fraternidad con justicia social
y ambiental, tienen la responsabilidad de identificar en el presente, el qué
hacer respecto de las políticas públicas.
Lo que ya se aprendió fue a ganar la elección presidencial, ahora se debe
aprender a saber conservar con inteligencia colectiva lo que se ganó. Para
conservar lo ganado
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se debe orientar la teoría y la practica de la economía
política en la conformación de un equipo de gobierno que ponga un Presidente en
el periodo correspondiente al 2026-2030 mas no buscar un candidato para
Presidente que ponga un equipo ministerial de gobierno.
Desde ahora se les recomienda a las organizaciones sociales, sindicales y
gremiales que convocan a la Asamblea Nacional Popular que deben conformar un
equipo negociador, un agenda y una mesa de negociación, para concertar con el
gobierno las políticas públicas que requiere el país para salir del deshonroso
puesto de ser la Nación más desigual del mundo.
Es el momento histórico para la gran concertación negociada entre el gobierno y
las ciudadanías libres asociadas en sus organizaciones sociales, sindicales y
gremiales. La oportunidad de hacer el gran acuerdo Nacional Constituyente que
negocie las políticas públicas a favor de las formas asociativas y solidarias de
la propiedad, lo que implica conformar la parte general del plan nacional de
desarrollo y el plan de las inversiones de las entidades públicas del orden
nacional para que los planes, programas y proyectos prioricen el gasto público
en inversión social que contribuya a gozar de un ambiente sano, soberanía
alimentaria y la erradicación de la pobreza.
Los afiliados y militantes de los partidos y movimientos del Pacto Histórico ya
tienen que haber aprendido que es igual de importante que, así como se tienen
precandidatos a ser elegidos a la rama del poder legislativo, de la misma manera
se han de tener precandidatos a ocupar el cargo de ministros en el gabinete del
gobierno. Por tal razón las organizaciones sociales, sindicales y gremiales
deben saber en quiénes confiar la delegación a ocupar los empleos públicos.
Ahora el Pacto Histórico tiene el gobierno, pero no tiene el poder constituyente
que lo represente en las tres ramas del poder público, poder que se otorga
mediante la mayoría electoral en las elecciones presidenciales, legislativas y
territoriales, sin cuya mayoría no se pueden ejecutar las políticas públicas que
demandan las grandes transformaciones, para que a través de las reformas
políticas se solucione la crisis de la democracia y del desarrollo sustentable
con la naturaleza y sostenible con la economía.
Desde ahora se debe ir evaluando quiénes ameritan ser los representante a los
cargos públicos, por la cualidad de estar comprometidos con el trabajo político
a favor de la honestidad y la justicia social y ambiental.
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