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El mundo se mueve por contratos. En efecto el mundo se mueve por contratos conscientes, sin embargo también están los inconscientes, es decir, aquellos contratos que no son explícitos pero que al evaluar la situación evidentemente presenta obligaciones o deberes que se tienen que cumplir, en otras palabras, los contratos inconscientes son aquellos que la humanidad a ocultado su verdadero sentido por pena o cualquier otra condición, pero estos contratos inconscientes son en sí los contratos más importantes, ya que ser consciente de lo que esconden los trabajos implica lo consientes que son los seres humanos sobre su propia existencia de manera clara y distinta en el mundo.

Por otro lado, los contratos explícitos implican efectos claros ante el cumplimiento o no cumplimiento del contrato en sí. En la actualidad parece que los contratos pueden ser dañados o incumplidos si se tiene una buena persuasión a la hora de justificar los actos, sin embargo ¿existen justificaciones para el incumplimiento de un contrato directo? Es decir, cuando se hace un contrato principalmente oral o escrito las dos partes se comprometen a obtener una obligación, pero, siempre pareciera que este contrato tiene un subcontrato, entre líneas que afirma que si uno de los dos involucrados tiene problemas entonces se tiene que esperar. no obstante este subcontrato siempre involucra que todas las partes están pensando en lo mismo y que efectivamente ambos desean llevar a cabo el contrato, pero no existe mayor falsedad, ahora los contratos son hechos a partir de engaños y triquiñuelas que manifiestan la idea de ser vivo en los negocios; se un tiburón.

Este caso es el que pasa con el gobierno nacional, que incumple constantemente el contrato principal de sus puestos, es decir, ser la voz de los colombianos, estos representante deben por contrato llevar a cabo diferentes dinámicas que permitan que Colombia pueda mejorar, pero no es así, aquí estamos es confiando en que el presidente por fin le salgan las cosas para que pueda cumplir, es decir, estamos en las manos de que cristo le ayude a Petrico para que podamos alcanzar un nuevo momento, pero, parece que todos los colombianos vemos las obras de los trabajadores públicos como si nos estuvieran haciendo un favor, no existe mayor falsedad, dentro del contrato de presidente, se encuentra ese contrato implícito que obliga a actuar al presidente de manera que pueda mejorar a colombia y no ha ciertas líneas ideológicas, que es lo que parece que se está haciendo, dividir un país, aquí el contrato del presidente o cualquier otro trabajador público no es con una ideología, es con la ciudadanía. Pero, mientras el presidente protege su línea política, otros pueblos parecen haber sido olvidados, abandonados, cierta población es dañada, mientras la gran mayoría somos obligados a tener cierto tipo de vida sin ningún tipo de explicación, es decir, no cumple con su contrato y a eso se le suma el descaro de no ofrecer una explicación clara y distinta, solo dejándonos con las palabras producidas en su twitter.

El miedo es tan grande que alcanzó para todos

Zahur K. Zapata
zapatazahurk@gmail.com

Organizarse es una de las formas de espantar el miedo, porque el miedo es un estado de inseguridad que no deja reflexionar bien y las cosas adversas se dan porque la inseguridad no deja actuar al oprimido.

Los psicópatas son los que se aprovechan de este estado emocional porque ellos en el fondo carecen de lo que el oprimido tiene. Y hay que mancillarlo para sentirse superior al oprimido.

Llevamos un siglo preparándonos intelectualmente para alcanzar una mayor dignidad como seres humanos. Hemos cambiado el modus operandi que se llevó por siglos donde unos señores eran dueños de la vida y lo existente. Hoy tenemos controlado casi todos esos crímenes de lesa humanidad. Y llegaremos a un mayor control en pocas décadas.

Los criminales han existido desde que el ser humano se formó como grupos y nacieron los líderes. Estos eran más fuertes y determinantes y el miedo que infundían sobre los demás hacía que un grupo de gente lo siguiera y actuarán según su criterio. Aún persiste este parámetro de conducta.

Hoy en día que existen millones de seres independientes y con cierta autonomía se dejan mancillar de individuos que pretenden ser los dueños de la vida de los demás. Y ese temor a confrontarlos, se alían con él o lo respaldan para obtener beneficios sin importar lo que suceda a su alrededor. Estos son otros psicópatas que desconocen su naturaleza porque no tienen la capacidad y la sensibilidad de razonar lo que está malo y hace daño a todo lo que está bajo el dominio del psicópata mayor.

El miedo es el arma que históricamente se ha usado para oprimir al ser humano en la forma social o religiosa. Pero hoy ya sabemos que el miedo es circunstancial y que se puede controlar y combatir a quien lo produce.

Un tirano no es más que un tirano, un ser que se ha empoderado porque a su alrededor tiene una organización o institución que lo apoya porque parte de ella se beneficia de las dádivas que el tirano les da. Pero la tiranía termina cuando el opresor se organiza y crea sus fuerzas de choque para que los respalden y a si se puedan enfrentar contra la maquinaria del tirano.

Históricamente está demostrado que estos tiranos terminan siempre en el cadalso. La revolución francesa abrió las puertas para todas las revoluciones posteriores que se apoderaron del bienestar humano y que hoy luchamos para no caer en manos de tiranos. Hemos aprendido la lección.

Ya las sociedades modernas no se mueven bajo el miedo, sino bajo organizaciones que les permita vivir bajo estándares sociales de igualdad de derechos, autonomía y libertad.

Si el miedo llega a tocar tu puerta, organízate con todo lo que esté en tu intelecto y ármate que nadie va a venir a rescatarte y a salvarte de quienes te acosan y dominan.

Cuando en la mañana del lunes me llegó el primer link para facilitarme el ingreso a la plataforma donde la oposición venezolana, con Corina y su gente, habían colgado las actas electorales que sus testigos levantaron en las casi 30 mil urnas de votación, no solo me entusiasmé por lo que significaba tener una prueba fehaciente del chocorazo que Maduro y sus bolivarianos habían perpetrado, sino que pensé inmediatamente en cuantas manos, cuantas neuronas y cuánto entusiasmo deberían estar detrás de este aprovechamiento de la modernidad.

Debieron haber sido miles de venezolanos ordenados por Corina quienes cargaron todas las actas de tal manera que quien quiera, a distancia, pueda buscar cada una por jurisdicción y puesto de votación. Y, obviamente para que cada venezolano entre a ese link y verifique cómo les robaron su voto.

Para ello se organizaron con entusiasmo. Tuvieron planes alternos para evadir los cercos chavistas y, por supuesto, informantes en los jurados de votación donde no los dejaron entrar. Eso se llama liderar una oposición y la comparo inmediatamente con la ridiculez de los que pretenden oponerse a Petro en Colombia.

Aquí el material para denunciar son los chismes bogotanos. Sobre lo que gasta la familia presidencial o con quienes hacen el amor, construyen dizque las trincheras para evitar que el leninismo acabe con el Estado colombiano. Aquí no hay ni líderes ni partidos políticos que organicen y enfrenten.

Hay contratistas actuales del Estado o avivados por la gana de serlo en el inmediato futuro. Los líderes se acabaron doblados por el peso de los contratos o por el culillo que les produce atreverse a denunciar a los robagallinas que rodean a Petro.

Quieren hacer oposición esperando que las Cortes le pongan freno a la sarta de equivocaciones. Y usan la redes no como Maria Corina y sus gentes, para respaldar sus denuncias, sino para divulgar exageraciones o falsedades. Ojalá aprendieran de lo que nos muestran los vecinos.

El Porce, julio 01 del 2024

 
Edgar Cabezas