Pereira, Colombia - Edición: 13.306-886

Fecha: Sábado 03-08-2024

 

 TECNOLOGÍA

 

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Los primeros moluscos de la Tierra eran más distintos de lo que imaginas

 

 

Los primeros moluscos que habitaron nuestro planeta no poseían las características conchas protectoras que vemos hoy en día. En su lugar, estaban rodeados de una armadura de quitina con espinas defensivas. Una reciente investigación realizada en China y publicada en la revista Science ha revelado una serie de fósiles que datan de hace 514 millones de años. Al considerar sus características y antigüedad, estos animales probablemente son los antepasados de seres contemporáneos como almejas, caracoles y babosas marinas.

Guangxu Zhang, investigador de la Universidad de Yunnan en China, ha denominado a esta nueva especie como Shishania aculeata. Según los restos encontrados, se trataba de una especie marina del tamaño de un pulgar, cubierta con conos protectores hechos de quitina. Cabe destacar que el exoesqueleto de insectos y cangrejos también está compuesto de este mismo material. La Shishania aculeata se desplazaba sobre el mar primitivo de manera similar a un caracol o una babosa. Sin embargo, en lugar de cargar con una pesada concha, llevaba un ceñido traje de espinas.

 

 

El espécimen vivió durante el período Cámbrico temprano de la Era Paleozoica, una época en la que las formas de vida en el océano se diversificaron y proliferaron. Es posible que el ancestro de los moluscos 

 

 

 

haya coexistido con otras formas de vida, como los trilobites o los anomalocaris. Este descubrimiento arroja nueva luz sobre la evolución temprana de los moluscos y su adaptación a los ambientes marinos primitivos.

 

El reto de buscar moluscos prehistóricos

La existencia de la S. aculeata pudo haber pasado desapercibida debido a su tamaño y la naturaleza de sus fósiles. El investigador principal explica que el tamaño y el formato de los fósiles fácilmente conducían a malas interpretaciones. Los animales blandos rara vez se convierten en fósiles robustos como los dinosaurios; en cambio, dejan “marcas” preservadas en las superficies donde murieron. Por ejemplo, uno de los registros más antiguos de una araña es una “sombra” en una roca en Australia. Cuando Zhang observó las manchas en el terreno de las montañas de Yunnan, lo primero que imaginó fue una bolsa de plástico podrida.

“Los fósiles, del tamaño de mi pulgar, no eran evidentes a simple vista. Sin embargo, cuando los examiné con una lupa, noté que eran extraños, espinosos y completamente diferentes a cualquier otro fósil que hubiera visto. Fue entonces cuando me di cuenta de que se trataba de un molusco”, señaló Zhang en un comunicado de la Universidad de Oxford.

Un nombre con significado

El nombre Shishania proviene de Shishan Zhang, un científico de Yunnan célebre por sus contribuciones al estudio de los estratos y fósiles del Cámbrico temprano. Por otro lado, aculeata es un vocablo en latín que significa “espinoso”. Este molusco prehistórico es uno de los ejemplos del vasto ecosistema marino durante la etapa de la “Explosión del Cámbrico”, que abarcó 40 millones de años. Durante este período, proliferaron los organismos macroscópicos multicelulares. Antes del Cámbrico, solo existían organismos unicelulares simples. Para que la Tierra pudiera albergar vida compleja, pasó miles de millones de años acumulando oxígeno y estabilizando su clima.

La importancia de Shishania en la evolución de los moluscos

El descubrimiento de Shishania aculeata proporciona una visión única de una época en la evolución de los moluscos para la que tenemos muy pocos fósiles. Este hallazgo sugiere que los primeros ancestros de los moluscos eran babosas espinosas acorazadas, lo que desafía nuestras concepciones actuales sobre la evolución de estos animales. “Intentar desentrañar cómo  

 

 

 

 

era el ancestro común de animales tan diferentes como un calamar y una ostra es un gran desafío para los biólogos evolutivos y los paleontólogos. Este desafío no se puede resolver estudiando solo las especies vivas en la actualidad. Shishania nos brinda una visión única de una época en la evolución de los moluscos para la que tenemos muy pocos fósiles”, comentó Luke Parry, coautor del estudio.

 

 

El hallazgo de la Shishania aculeata es un recordatorio de lo compleja y diversa que fue la vida en el pasado, y cómo pequeñas criaturas aparentemente insignificantes pueden ofrecernos valiosas pistas sobre la historia de la vida en la Tierra. La investigación continua en este campo podría revelar más detalles sobre la evolución temprana de los moluscos y otros organismos marinos, proporcionando una comprensión más completa de cómo la vida ha evolucionado y se ha adaptado a lo largo de millones de años.

Este tipo de investigaciones no solo amplían nuestro conocimiento sobre la evolución de los moluscos, sino que también nos ayudan a entender mejor los procesos evolutivos en general. Cada nuevo descubrimiento añade una pieza al complejo rompecabezas de la historia de la vida, permitiéndonos apreciar la diversidad y la adaptabilidad de los seres vivos a lo largo del tiempo. La Shishania aculeata, con su armadura de espinas y su tamaño diminuto, es un ejemplo fascinante de la creatividad de la evolución y de las sorpresas que aún nos depara el estudio del pasado de nuestro planeta.

 

 

En conclusión, el descubrimiento de la Shishania aculeata no solo redefine nuestra comprensión de los primeros moluscos, sino que también destaca la importancia de seguir explorando y estudiando los fósiles para desentrañar los misterios de la evolución. Con cada nuevo hallazgo, damos un paso más hacia la comprensión completa de la rica y variada historia de la vida en la Tierra.

 

 

  

 

 

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