Fundado el 9 julio de 1948 -

Por Rafael Cano Giraldo -1948-1981

Publisher: Zahur K. Zapata - 1981 –

 

 

 

Las opiniones expresadas por los columnista son de su exclusiva responsabilidad y no comprometen el pensamiento de El Imparcial

 
 

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EDITORIAL

 

Pereira, Colombia - Edición: 13.307-887

Fecha: Domingo 04-08-2024

 

EDITORIAL

 

Colores plagiados


La vida no es sencilla. Incontables veces la vida y el períodico el Imparcial ha mostrado que la vida no es fácil y mucho menos en un país como Colombia, país en donde las necesidades básicas como la alimentación, la seguridad y la salud son temas que simplemente son difíciles de alcanzar, siempre tiene que existir un esfuerzo sobrehumano para obtener una pisca de alguna de estas necesidades, no es romantizar la búsqueda de regular una necesidad, es controlarla, es hablar más allá de lo bueno y lo malo, es percibir el mundo tal cual es, en blanco y negro. Pero, nuestros ojos son los que nutren de colores, intensidades todo aquello que percibimos, nuestros oídos encuentran el sentido en las palabras, nuestra lengua aquello que queremos decir y el tacto nos materializa aquello que luchamos por conseguir.

La vida no es sencilla, más no porque exista un nivel de complejidad en el mundo, sino porque la realidad no tiene ninguna connotación, el mundo no nos debe nada, ni mucho menos nosotros le debemos a él, de allí la posibilidad de salirnos de cualquier imposición que la estructura nos impone se convierte en la posibilidad de ser libres, y en esa libertad, en esa nada, es donde nuestra mente hace que nuestros sentidos perciban y sientan lo que ellos desean, sin categorías de bueno o malo universales, tan solo acontecimientos que acontecen a este cuerpo y le preguntan a dónde quieren ir con ellos.

Es de esta manera como la vida cobra más valor, ya que el valor es lo que colocamos nosotros, los puntos o las comas que decidimos colocar en esta gran novela llamada vida, son la decisiones que generan bifurcaciones o solo nos dejan en un camino desalmado de lo que el mundo nos dice que debemos ser.

En conclusión, para enfrentarnos a este mundo, a este país, primero debemos entender sus colores, para así y sólo así, comenzar a mancharlo con los nuestros. De ser esto posible, los discursos políticos caerán por su propio peso, pues ya no habrá ideales que seguir, sino realidades que alcanzar desde lo que tenemos, los paraísos litúrgicos se incendiarán y darán calor a aquellos que lo necesiten, el orgullo y el ego, será un acto hilarante, y la empatía y el amor serán un acto de respeto y valentía.

Una vez regulados los valores de la vida, la realidad aparecerá como el gran Jabberwock, para descomponer cualquier tipo de sentido, obligando así al sujeto a construir paso a paso, de forma real aquello que desea ver con sus ojos, pero, con la claridad, que talvez no pueda alcanzarlo, pero sí sentar las bases de lo que él reconoció en sí mismo como la libertad.


 

 

 

 

La diplomacia y el abrazo entre enemigos

Por: Zahur Klemath Zapata

zapatazahurk@gmail.com  

 

La antigua Roma vivía bajo una diplomacia que hacía creer a todos que vivían en paz. Fueron muchos los episodios en su historia que mostraba que esa diplomacia era el juego de cartas o en términos de hoy a la ruleta rusa.

En política no hay amigos, hay socios en el crimen organizado que les permite sobrevivir cuando las aguas están tranquilas. Y este es un arte que se aprende jugando con candela. Nicolás de Maquiavelo nos enseñó cómo navegar por esos pantanos y arenas movedizas.

En uno de mis libros que más se leen y piratean, “Los Textos”, para actuar y razonar sabiamente, recopilo el pensamiento de tres mil años del manejo de las relaciones entre humanos y cómo sobrevivir. No es fácil en la actualidad convivir en esta selva donde crecen todos los aciertos y desaciertos, más en la política donde la ética y principios no existen, sino la expresión CVY que es normal en cada negociación.

En Colombia se ha logrado avanzar en la diplomacia, más por experiencia que por formación académica. Ya inclusive las organizaciones criminales llaman a la víctima después de cometer el crimen a negociar lo que han hurtado o antes de cometer el asesinato. Todo esto sucede porque el establecimiento nunca puso atención a que el criminal podría organizarse con mayor tecnología que el mismo estado.

En ese sentido los gringos llevan una ventaja en las organizaciones que ellos manejan. Ellos pagan por desarrollar tecnología y contratan expertos criminales para perseguir a otros criminales. Esto ha dado resultado desde la época del viejo oeste. Otra de las cosas es que estos departamentos son autónomos con presupuestos que les permite trabajar con la máxima libertad y quedarse con el botín.

Aquí no hay abrazos ni apretones de mano, van a lo que tienen que hacer y cumplir con el deber del programa al que le fue asignado el trabajo. Por eso los casos de terrorismo son casi nulos y lo único que se presenta son casos todos aislados de lobos solitarios que atacan a las partes más vulnerables.

Es muy diferente en Colombia donde los crímenes de lesa humanidad y todo lo que sigue de ahí para adelante se quedan en el refrigerador de la historia y mueren con la víctima.

Ha habido muchas reformas de leyes y de instituciones, desde los Chulavitas, el SIC, DAS, la policía por carabineros y pare de contar. Se podría tener un muro kilométrico con todos los nombres de las personas asesinadas y que aún no se sabe que fue lo que pasó.

No creo que habrá un gobierno que ordene el establecimiento o el estado o como se
quiera llamar en la forma como se debe

 

 

 

organizar un país para que los ciudadanos se sientan que tienen patria y que los protege.

 

QUÉ LEE GARDEAZÁBAL

Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal

Cieza de León
Cronista del Gran Caldas y el Perú
de Antonio María Flórez

 

Audio: https://www.youtube.com/watch?v=OTnDnnM9xnI

 

Lo que sabemos sobre quienes habitaban las orillas y montañas aledañas al rio Cauca, desde el valle de Pubenza hasta Buriticá, se lo debemos en gran parte al extremeño Pedro Cieza de León, reconocido hoy como “Príncipe de los Cronistas de Indias”.

 

Su Crónica del Pirú, publicada inicialmente en Sevilla en 1553, es el texto fundamental para conocer la conformación del valle geográfico del rio Cauca y enorgullecernos de nuestros antepasados indígenas.

Sobre sus orígenes en Badajoz, sobre sus demostraciones textuales de la visión que tuvo como cronista, como geógrafo y como antropólogo, el médico colombo-extremeño Antonio María Flórez, nacido en el oriente de Caldas pero ajustado a la tierra de su antepasado el famoso pintor Trajano de principios de siglo, logra no solo mostrar las calidades humanas de Cieza, sino resaltar su importancia en la historia colombiana y el por qué de su prestigio como el Gran Cronista de Indias.

Nadie como Cieza logró detallar con tanta precisión aquella indómita América que iban descubriendo (y destruyendo) los españoles, desde Panamá hasta el comienzo del desierto de Arica.

Es quizás el primero en describirnos los cultivos de bocachicos en estanques por los indios Motúas, los métodos del pescado asado en barbacoa y las yerbas y floras que alumbraban el avance de los conquistadores.

Y es el médico Flórez quien en su estupendo y atractivo escrito sobre el cronista consigue hacernos destacar sus calidades a más del afecto que guardaba por el mariscal Jorge Robledo, lo que le permitió narrar su tragedia y desnudar, pese a la censura militar española, la manera como se desparramó la conquista entre odios y rencillas, estupideces e ignorancias.

Pero tampoco escapa en este valioso documento el darnos datos sobre la vida privada de Cezia, sobre su éxito al publicar la primera edición, que fue mayúscula para aquellas épocas (más de 1.100 ejemplares) y que lo ha llevado a ser editado y reeditado con el paso de los siglos. Admirable sin duda alguna Cieza de León.

Aplaudible y recomendable el esfuerzo del médico, poeta y novelista Antonio María Flórez en rescatarlo para la mala memoria que nos adolece.

El Porce, agosto 4 del 2024

 

 

Director
Zahur Klemath Zapata

Gerente
Laurie Agront

Gerente Operativo
Alba Lucia Arenas V.


Editor

Felipe Castro

 

   

Diagramación
María  Molina

 

Soporte Tecnológico
Aurooj Ali Khan

Nadeem Khan

Jawaad Malik

 

Colaboradores

Jotamario Arbeláez
Gustavo Álvarez Gardeazábal

 

 
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Gongpa Rabsel Rinpoché

Guillermo Navarrete Hernández
Iván Pulido

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