Fundado el 9 julio de 1948 -

Por Rafael Cano Giraldo -1948-1981

Publisher: Zahur K. Zapata - 1981 –

 

 

 

Las opiniones expresadas por los columnista son de su exclusiva responsabilidad y no comprometen el pensamiento de El Imparcial

 
 

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EDITORIAL

 

Pereira, Colombia - Edición: 13.316-896

Fecha: Martes 20-08-2024

 

EDITORIAL

 

El juego ideal


¿Podríamos afirmar una verdad última? ¿Reglas apodícticas? Tal vez en la naturaleza, pero nunca en la naturaleza humana. Una y otra vez la historia ha decidido delimitar la naturaleza del ser humano, del hombre incluso del sujeto: siempre atribuyéndole adjetivos que sólo en condiciones ideales podría llegar a desarrollar. El ser humano debe ser virtuoso, bondadoso, humilde, etc… ¿¡Virtuoso en cuanto a qué, a qué tipo de esencia mística definida por un ente muchísimo más dudoso que la misma esencia!? siempre dirigiéndonos, obligándonos a seguir un camino, unas reglas, un cierto tipo de lógicas, de las cuales desconocemos sus orígenes ¿Cómo no estar tan cansados? ¿Cómo no tener una vida agotada, si vivimos la nuestra y la que los otros dicen que debemos tener?

Un ser humano: agotado, enfermo, frustrado es el resultado de la imposición de reglas que no logran encontrarse con la multiplicidad de lo que el propio ser humano es. El ser humano, no es simple, el hombre o el sujeto, es un cuerpo cargado por toda su historia, sus vivencias, es complejo; pero, muy pocas veces toda la experiencia del ser humano logra manifestarse en su totalidad en una sola expresión: nunca eres siempre astuto, nunca un idiota por completo o sólo alegre, siempre eres múltiple. Más ¿Cómo afirmar nuestra multiplicidad en cada expresión de la vida? ¿Cómo evitar morir? ¿Cómo pensarnos lo impensable?

No existe una sola verdad sobre el humano que podamos afirmar en su totalidad. Desprenderse de la idea egocentrista de poder obtener una verdad última, nos obligará a ver la vida con jovialidad, desentendernos de lógicas culturales y crear nuestros propios esquemas de pensamiento, sólo dejarán una visión del mundo jovial, una en donde la vida es un juego donde las reglas cambian constantemente.

Nuestra vida se desarrolla sin límites. Después de todo porque tendríamos que agruparnos, delimitarnos y encasillarnos en un sólo modelo de pensamiento, un modelo definido de respuestas ya prediseñadas, en busca de ganarnos el título de “buen ciudadano” “buen humano” etc… ¿Por qué no abandonamos las gradas del mundo y nos unimos a él?

No es acaso Husserl el que afirmaba la necesidad de ir a las cosas mismas, a lo que el post- estructuralismo luego afirmará la necesidad de de-construir cada uno de los conceptos que utilizamos, pero, que en la gran mayoría de los casos desconocemos, porque no volver nuestra vida, una cuestión propia, que cada concepto, experiencia o persona que juegue con nosotros el juego de la vida se le quede una pequeña parte nuestra, que cada verbo desarrollado tenga en su inscripción nuestro nombre.

¿Por qué no atrevernos a deconstruir lo ya construido, destruir los edificios que nos impiden percibir la forma más clara del ser humano, es decir, aquello que nos impide vernos y reconocernos como una multiplicidad que incluso nosotros desconocemos o simplemente una multiplicidad libre, que se mueve en el mundo jugando, apostando, gritando con furia ¡viva lo múltiple! explotando en cada uno de los acontecimientos a los cuales sólo le queda acaecer, no sería esto el juego ideal o en palabras más claras, una manifestación precisa del gran juego llamado vida.

 

 

 

Si el campo no es rentable es que el estado está en las manos equivocadas

 

 

Por: Zahur Klemath Zapata
zapatazahurk@gmail.com


África ha vivido las hambrunas más crueles en la historia de la humanidad. En Biafra murieron más de un millón de habitantes entre 1967 y 1970 de hambre. Este fenómeno ha perseguido a muchos países por guerras y descontrol de la agricultura. A pesar que existen organizaciones que proveen de comida a países cuando ésta escasea, no es suficiente.

Las personas que han vivido con lo básico y otras veces simplemente subsistiendo saben que es estar en hambruna. Hoy hay millones de colombianos que viven bajo esa colcha y que no pueden hacer nada porque el sistema carece de esa habilidad para mantener su sociedad libre de este flagelo.

No todo tiene la habilidad de poder moverse sobre arenas movedizas y salir adelante cuando la corrupción devora hasta el papel higiénico de los inodoros.

Cada día sale el sol y a todos ilumina, pero la luz solar es buena pero también mata. De igual manera funcionan los empleados públicos si entienden sus deberes y obligaciones. Pero los que están arriba filtran la luz dejando al resto en manos a que sobrevivan con lo que pueden utilizar.

Colombia ha sido un país de campesinos desde sus principios porque quienes comandaban así manejaron el país. Carlos Lleras Restrepo siempre dijo que los colombianos eran del campo aunque él quería hacer de la nación un Japón tropical.

Aisladamente muchos personajes han querido sacar al país adelante con su ingenio tecnológico y han tenido que emigrar porque quienes manejan la cosa pública son incapaces de acercarse y por lo menos merodear y empaparse de esa magia que encierra la ciencia y la tecnología. El dinero fácil es el que más se acerca a ellos, pero al final no es como lo pintan y es más peligroso que una cámara de gas.

Saber combinar el campo con la tecnología se verían los provechos, es simplemente colocar a las personas adecuadas para elaborar esquemas y proyectos que llenen los requisitos que el mundo demanda.

El nuevo gobierno busca crear impuestos, pero no piensa en regalías sobre la producción que sale al exterior y la transformación de la materia prima en bienes de consumo que se pueden exportar para crear una economía fuerte sin desangrar al ciudadano.

Colombia tiene tanta tierra, y solo piensan en expropiar. Pero no piensan en una macro industria agrícola que reúna a todos los finqueros y los vaya ubicando en sus quehaceres propios y así cada producto pueda manejarse por agrupaciones, asociaciones, cooperativas o entidades de socios que ellos mismos las administran con autonomía. Si ellos no pueden administrar sus bienes, ya que son los mayores interesados para que las cosas funcionen bien, todo será un fracaso.

El finquero necesita oxigenarse para que
sus productos alcancen todos los sitios en  el mercado nacional e internacional.

 

 

 

Distrito Altiplano
 


Edgar-Cabezas


La provincia biogeográfica norandina agrupa un conjunto de unidades correspondientes a las tres cordilleras que conforman la gran cordillera de los Andes. Esas unidades se caracterizan por presentar un relieve dominado por montañas y valles intercordilleranos de las cuencas de alta montaña de los ríos Magdalena y Cauca, localizadas en los departamentos de: Antioquia, Arauca, Bolívar, Boyacá, Caldas, Cauca, Cesar, Chocó, Córdoba, Cundinamarca, Huila, La Guajira, Meta, Nariño, Norte de Santander, Santander, Quindío, Risaralda, Tolima y Valle del Cauca.

Es una provincia en la que se encuentran

todos los pisos térmicos lo que resulta en clima variado, con gran diversidad en la distribución de lluvias. Su vegetación puede clasificarse en, una de carácter andino en las tierras altas de las montañas y otra en las tierras bajas de los valles interandinos. En las montañas predominan la vegetación herbácea y arbustiva de los páramos, los bosques húmedos alto andinos, las zonas lacustres y enclaves de vegetación seca y semiárida. Las tierras bajas de los valles cálidos, la vegetación esta caracterizada por la selva húmeda, los bosques secos y de galería, los matorrales, las sabanas, los humedales y las zonas lacustres.

En la provincia norandina se encuentra el bioma azonal helofitico de los pisos térmicos, a saber, muy frio, frio y templado, que se asocian a la dinámica aluvial o lacustre en valles plano-cóncavos, por lo tanto, se producen niveles freáticos altos, por lo cual, ocasionalmente, sufren encharcamiento y/o inundaciones. Las zonas lacustres andinas o altiplanos son depresiones subsidentes ocupadas en el pasado por lagos actualmente sedimentados en su mayoría.

A este bioma pertenece el distrito biogeográfico de los altiplanos andinos cundiboyacenses ubicados en la cuenca alta de los ríos Bogotá, Suárez y Chicamocha, en los departamentos de Boyacá, Cundinamarca y Santander. Las montañas que bordean las formaciones lacustres drenaron las cuencas hidrográficas que colmataron los lagos preexistentes, conformando las superficies planas hoy conocidas como altiplanos. De estos lagos y pantanos aún subsisten los de Tota (Boyacá), Suesca, Sesquilé, Cucunuba y Fúquene (Cundinamarca).

Este distrito biogeográfico es el más poblado y productivo de Colombia. En Cundinamarca son 47 municipios los que hacen parte de la cuenca del rio Bogotá. Si se continúan manejando las cadenas productivas inmobiliarias, industriales, mineras, agrarias, ganaderas, forestales piscícolas y forestales sin la ordenación del territorio y la concertación de las políticas públicas respecto a cada una de ellas, las amenazas de la variable climática y los errores de la ausencia de planeación podrían ocasionar un colapso de la sustentabilidad biológica y sostenibilidad económica de la provincia.

Ante este panorama, en la Asamblea Ambiental por la Sabana de Bogotá y en la Asamblea Ambiental de Cogua convocada por el Ministerio del Medio ambiente, se acordó desarrollar un trabajo conjunto por la protección y el ordenamiento alrededor del agua de la Sabana de Bogotá que permita construir e implementar una hoja de ruta para reglamentar y armonizar el uso y la ocupación del suelo alrededor del agua, garantizando su vocación agropecuaria y forestal.

Igualmente, fortalecer las redes productivas turísticas y de bioeconomía, incentivar la organización comunitaria a través de asambleas populares ambientales, para proteger, conservar, restaurar y conectar participativamente la biodiversidad y los ecosistemas de alto valor social y ambiental con el objetivo de recuperar los corredores biológicos entre el rio Bogotá y los páramos circundantes.

 

 

Director
Zahur Klemath Zapata

Gerente
Laurie Agront

Gerente Operativo
Alba Lucia Arenas V.


Editor

Felipe Castro

 

   

Diagramación
María  Molina

 

Soporte Tecnológico
Aurooj Ali Khan

Nadeem Khan

Jawaad Malik

 

Colaboradores

Jotamario Arbeláez
Gustavo Álvarez Gardeazábal

 

 
Edgar Cabezas

Gongpa Rabsel Rinpoché

Guillermo Navarrete Hernández
Iván Pulido

Teresa Pardo

Agustin Perozo
CONTACTO
Tel. (57) 606-348 6207
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