CHARLAS CON UN MAESTRO SAMMASATI
Por: Gongpa
Rabsel Rinpoché
Lama Sammasati para Latinoamérica
El Budhismo:
Un Río que Alimenta Otros Mares
El budhismo, nacido en las llanuras
del Ganges hace más de dos mil quinientos años, ha trascendido fronteras
geográficas y culturales, dejando una profunda huella en diversas religiones y
filosofías. Su influencia se ha extendido a lo largo de los siglos,
enriqueciendo y transformando tradiciones espirituales en todo el mundo.
El Budhismo y el Cristianismo: Un Diálogo Milenario
La relación entre el budhismo y el cristianismo es compleja y ha evolucionado a
lo largo de los siglos. Si bien son tradiciones aparentemente distintas, ambas
comparten un interés común en cuestiones fundamentales como la naturaleza del
sufrimiento, la búsqueda de la verdad y el camino hacia la liberación.
• Influencia en los Padres de la Iglesia: Algunos estudiosos sugieren que los
Padres de la Iglesia, como Clemente de Alejandría, pudieron haber estado
familiarizados con las ideas budhistas a través de contactos con comerciantes y
viajeros.
• El concepto de vacío: La noción budhista de "vacío" (shunyata), que se refiere
a la ausencia de un yo sustancial y permanente, ha resonado en algunos
pensadores cristianos, como Meister Eckhart.
• La práctica de la contemplación: Tanto el budhismo como el cristianismo
enfatizan la importancia de la vida interior y la contemplación como caminos
hacia la realización espiritual.
El Budhismo y el Zen: Una Fusión Perfecta
El zen, una escuela de budhismo Mahayana, ha tenido una influencia significativa
en la cultura y la filosofía japonesas. La fusión del budhismo con elementos del
confucianismo y el taoísmo dio lugar a una forma única de espiritualidad que
enfatiza la intuición, la meditación y la experiencia directa de la realidad.
• La importancia de la meditación: Tanto el budhismo como el zen consideran la
meditación como una práctica esencial para alcanzar la iluminación.
• La búsqueda de la naturaleza de la mente: Tanto el budhismo zen como el
budhismo en general exploran la naturaleza de la mente y la conciencia.
• La influencia en las artes marciales: El zen ha tenido una profunda influencia
en las artes marciales japonesas, como el aikido y el kendo, enfatizando la
importancia de la mente y el espíritu en la práctica marcial.
Otras Influencias del Budhismo
La influencia del budhismo se extiende más allá del cristianismo y el zen.
Algunas de las áreas donde su impacto ha sido notable incluyen:
• La psicología: La psicología budhista ha influido en el desarrollo de terapias
como la terapia cognitivo-conductual y la mindfulness.
• La ecología: La ética budhista, con su énfasis en la interconexión de todos
los seres, ha inspirado movimientos ecologistas en todo el mundo.
• La filosofía occidental: Pensadores occidentales como Schopenhauer y Nietzsche
han sido influenciados por las ideas budhistas sobre la naturaleza del
sufrimiento y la impermanencia.
Conclusión
El budhismo, con su enfoque en la compasión, la sabiduría y la liberación del
sufrimiento, ha dejado una huella indeleble en la historia
de las ideas. A lo largo de los
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siglos, sus
enseñanzas se han entrelazado con otras tradiciones espirituales,
enriqueciendo y transformando el pensamiento humano. En la actualidad, el
budhismo sigue siendo una fuente de inspiración y guía para millones de personas
en todo el mundo.
Si tienes alguna inquietud o comentario, no dudes en ponerte en contacto conmigo
al correo electrónico gongparabsel@gmail.com o al WhatsApp +57 314 623 83 08.
La Orinoquia a través de El Tiempo
Por: Leonel Pérez Bareño
Develo a
continuación mis hallazgos en los archivos de El Tiempo, sobre la Orinoquia
(siete departamentos: Arauca, Casanare, Meta, Vichada, Guaviare, Vaupés y
Guainía), correspondientes al periodo 1911-2024.
Escudriñado el 99% de la información, se encontraron 20.500 notas de prensa, de
las cuales siete mil fueron firmadas por 1.500 personas y 14 mil por el
periódico. Entre tales personas, se hallan: corresponsales locales, enviados
especiales, columnistas, cronistas, entrevistadores, caricaturistas y
fotógrafos.
972 escribieron una sola noticia, 341 entre dos y cuatro, 200 entre cinco y
ochenta y nueve, y diez, 90 o más. El gran corresponsal fue sin duda Arnaldo
Falla Manrique, con 709 corresponsalías, seguido de Arnulfo Sanchez López, Henry
Rojas Monje, Salomón Cortes, Silverio Paez, Efrain Wilson, Guillermo Morales,
Jorge Enrique Meléndez, Guillermo Reinoso y Jhon Alfonso Moreno.
Algunos desarrollaron su labor en plazos largos, veinte o más años. Hubo uno,
Benjamín Angel Maya, que planteó sus valiosas reflexiones en el lapso 1954-1986.
Falla, Raúl Velandia, Efrain Wilson y Rubén Dario Romero, Meléndez y Reinoso
estuvieron más de 20 años, Rojas 10, Victor Rojas once años, Winston Gonzalez
16. Sigue otra docena de asiduos colaboradores. Luego cronistas y columnistas
muy estables y de largo aliento, como Andrés Hurtado García, Enrique y Rafael
Santos, G. Castro Caicedo y G. Santamaria. Aparecen varios ex ministros, como
Abdón Espinosa, R. Hommes, Manuel Rodríguez, Guillermo Perry, Jaime Castro,
entre al menos treinta más. También expresidentes: Alfonso López Michelsen, el
más cercano al oficio de escribir, Carlos Alberto Lleras, Belisario Betancur,
Guillermo León Valencia y Turbay Ayala. Sobresalen poetas y escritores, como
Eduardo Carranza, Daniel Arango, Héctor Rojas Herazo, Oscar Collazos, Jotamario
Arbeláez, Plinio Apuleyo Mendoza, todos ellos fascinados con el Llano.
Empresarios como Luis Prieto Ocampo, Robert Panero, Hernán Echavarria, Fabio
Echeverry. Juanes, el reconocido cantante, expuso muy curioso al respecto.
Antanas, ídem. Ghul Nanetti y Paolo Lugari.
Muchas mujeres seducidas por el esplendor de la llanura: Lucy Nieto, María
Isabel Rueda, Clara Elvira Ospina, Silvia Jaramillo, Yolanda Reyes
En estos casi 114 años se puede ver con la perspectiva del presente, el
desenvolvimiento general del Llano. Sus vías y clusters, sus personajes, sus
fortalezas y debilidades ambientales, sus desafíos, el avance de los grupos
armados ilegales, sus paisajes maravillosos, su cultura. También hubo visiones
desde el exterior. Las 20.500 notas de prensa aludidas corresponden al uno por
ciento de la cobertura nacional cumplida por el diario.
Las grandes ciudades, como Medellín, Cali y Barranquilla, instalaron equipos
para imprimir un situ el diario, además que han contado desde tiempos remotos
con periódicos locales fuertes.
Es sabido que El Tiempo, como toda la prensa escrita en el mundo ha venido
reduciendo de manera drástica el volumen de la información, como resultado de la
emergencia de la era digital u 'on line', así que los periódicos que en 1990
entregaban
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cien páginas del tamaño universal, hoy solo nos dan 25. En todo
caso, en este siglo y catorce años, El Tiempo orientó como ningún otro medio el
acontecer esencial de la nación: política, información internacional, deporte,
folclore, instituciones y desgracias. Asimismo tuvo espacio para los soñadores,
optimistas, proponentes de nuevas iniciativas, así como oponentes y defensores
del establecimiento.
El Llano, sin duda la región de mayor crecimiento productivo y demográfico
relativo del país en el lapso considerado, está plasmado en estas 20.500 notas
de prensa, desde las miradas diversas de 1.500 personas, provenientes de todas
las regiones, experiencias y orientaciones ideológicas. Procede ahora la
invitación a conocer el fruto de la presente investigación, la cual será
publicada a partir del año entrante, 2025.
La Triste Realidad de Ser Viejo o de Ser
Demasiado Joven
Jose Gabriel Barrera Rojas
jgbrelimparcialpereira@gmail.com
En una sociedad que parece valorar la juventud y la inmediatez
por encima de todo, es desconcertante cómo, a nivel laboral, ser demasiado joven
o demasiado viejo se convierte en un obstáculo insalvable.
Vivimos en un mundo donde a las personas de 40 o 50 años se les
etiqueta como "viejas" para el mercado laboral, y donde llegar a los 60 parece
ser sinónimo de invisibilidad. Esta situación no es exclusiva del llamado Tercer
Mundo; en países como España y en cualquier rincón del planeta, se repite este
drama humano.
Es irónico que, en esta misma sociedad que te margina por la
edad, también se te considere "demasiado joven" para pensionarte a los 60 años,
a pesar de haber dedicado décadas de tu vida al trabajo. Es como si la
experiencia acumulada a lo largo de los años no tuviera ningún valor, y tu vida
laboral se redujera a un simple número, irrelevante y descartable. Esta realidad
es aún más cruda en países en vías de desarrollo como Colombia, donde el
desarrollo parece avanzar a paso de tortuga.
Por otro lado, los jóvenes que se gradúan de la universidad enfrentan su propio
calvario. Llegan al mercado laboral llenos de ilusión, solo para encontrarse con
que la falta de experiencia es el primer gran obstáculo. Sin embargo, ¿cómo se
supone que obtengan esa experiencia si nadie les da una oportunidad? Cuando
logran conseguir un trabajo, a menudo se ven atrapados en un ciclo de
explotación legal, con cargas laborales excesivas y salarios que apenas les
permiten subsistir. Las reformas pensionales, en lugar de protegerlos, parecen
alejar aún más la posibilidad de una jubilación digna, perpetuando un sistema
que se siente más como una trampa que como una red de seguridad.
Es difícil saber qué es peor: ser un adulto mayor que, a pesar de su
experiencia, es rechazado por el mercado laboral, o ser un joven que lucha por
encontrar su lugar en un mundo que parece diseñado para aprovecharse de su
inexperiencia. Ambos extremos reflejan una sociedad que ha perdido de vista el
valor de ser capaz de pensar. de sus miembros, que en su afán de progreso ha
dejado atrás a quienes, por un motivo u otro, no encajan en su molde estrecho y
excluyente.
En lugar de mejorar, seguimos en un círculo vicioso que margina a los más
vulnerables, ya sea por su edad o por su falta de experiencia. La sociedad
moderna, en su obsesión por la eficiencia y la productividad, ha olvidado que el
verdadero desarrollo no se mide solo en términos económicos, sino en cómo
tratamos a nuestros mayores y a nuestros jóvenes. ¿Qué estamos haciendo mal? Y
más importante aún, ¿qué podemos hacer para cambiarlo?
Es hora de replantearnos qué significa realmente el progreso y empezar a
construir un mundo donde todas las etapas de la vida sean valoradas y
respetadas. Solo así podremos avanzar hacia un futuro que no deje a nadie atrás.
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