Fundado el 9 julio de 1948 -

Por Rafael Cano Giraldo -1948-1981

Publisher: Zahur K. Zapata - 1981 –

 

 

 

Las opiniones expresadas por los columnista son de su exclusiva responsabilidad y no comprometen el pensamiento de El Imparcial

 
 

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EDITORIAL

 

Pereira, Colombia - Edición: 13.332-912

Fecha: Martes 17-09-2024

 

EDITORIAL

 

Lenguaje sin órganos


Los políticos expresan, vociferan y alardean de un inagotable léxico vacío. Constantemente nos movemos entre una serie de discursos que llegan a nuestros oídos, siempre intentando mostrarse de forma clara y precisa. Pero, creer que en muchos casos las palabras transmiten lo que se “quiere decir” sería un gran engaño. En ocasiones sólo se debe a la imposibilidad del locutor, en otros al desconocimiento, es decir, manejamos un lenguaje supremamente amplio pero poco profundo.

Tenemos un cuerpo específico para cada palabra. Sabemos distinguir la palabra paz de guerra, de libertad y esclavitud, no obstante, no conocemos los significantes que recorren cada uno de estos significados, en ese desconocimiento el sentido parece perderse, cae bajo el control del sentido comun y con eso crea una extraña comprensión normalizada de cualquier concepto que se exprese, llegando al punto de ser confundida con un significado casí natural.

Sin embargo, si existe algo que sea completamente natural, de seguro no es el lenguaje, el lenguaje no se da sin más, el lenguaje en una construcción social de significantes que se logran agrupar en un significado. Más, que se haya olvidado este proceso de la creación de los significados y con ello de los conceptos, crea un total caos produciendo de tal forma un discurso que no logra distinguirse con simples graznidos de animales o cualquier tipo de contaminación auditiva, de hecho, es más clara la bocina de un auto que el discurso de un político.

El lenguaje del ser humano contemporáneo parece ser tan sólo una corporalidad, inerte, sin órganos, sin significantes, nuestros contratos orales se mueven por presuntos, nunca por exactitudes, de tal manera es cómo nuestro siglo sólo se inmiscuye más y más en una sociedad, sin lenguaje, sin palabra, puesto que nadie ha podido pensarse en los significantes, en muy pocas ocasiones nos preocupamos para que nuestras palabras sean totalmente entendidas, sólo rellenamos vacíos en el ambiente, nunca se puede pensar en la profundidad de las palabras.

De lo anterior no se nos hace extraño la facilidad con la que los políticos cambian sus discursos, propuestas y demás, después de todo se ha normalizado no entender al otro, pues para entender al otro, se supone un pensamiento crítico y antes de eso una escucha crítica, pero, a que se le puede imponer una crítica racionalista, si no hay nada que escuchar, si desde un principio el locutor no está produciendo ningún tipo de sentido que se direccione a la mente, es decir, no se puede pensar aquello que no tiene la intención de crear un fenómeno de reflexión ¿entonces, qué nos queda? Sólo nos queda exigir que las palabras de nuestros líderes o compañeros ciudadanos posean tal lenguaje, un lenguaje cargado de significantes, de profundidades, de sentidos: Claros que nos lleven a otorgarle un alma a este cuerpo que luego agrupe una serie de órganos de la comprensión. De ser esta tarea muy aburrida para nuestro quehacer día a día; sólo nos queda adentrarnos en una sociedad sin vida y llena de frustraciones, individualismos y miseria, es decir, de manipulación y engaños.

 

 

 

 Polimano versus Político
Una mirada a lo que podemos llegar

Por: Zahur Klemath Zapata
zapatazahurk@gmail.com

 

La lucha de poderes políticos es una competencia entre intereses personales y de partido en un territorio donde existen seres humanos que son influenciados por la demagogia del político de turno.

El poder siempre se centra en un individuo apoyado por un partido o grupo de personas que es el que ha atrapado a una audiencia que cree en todo lo que éste les ofrece o los quiere conducir. Y para este juego de poderes el concepto de democracia es el mejor aliado entre el político, su partido y el pueblo sigue a morir.

El político estará ahí atornillado hasta que la sociedad entienda que fue utilizada y que este ya no es lo que en otrora fue en sus comienzos. Aquí viene el desastre y el caos para poder terminar este andamiaje que se ha montado para gobernar en nombre del electorado.

Se necesita un nuevo comodín político para crear otro andamiaje que funcione por otro periodo y así sucesivamente. Esta es la situación que se vive en la actualidad en el mundo que conocemos.

En un Estado Polimano desaparecen todos los estándares políticos que vienen desde la Grecia antigua a un mundo evolucionado donde el individuo es dueño de sí, con libertad y autonomía. Donde este decide por su bienestar en su entorno con la naturaleza usando los elementos sin abusar de ellos.

El Estado Polimano es una autonomía territorial donde viven seres humanos organizados bajo derecho común como piezas de relojería para sacarle provecho a su entorno y ofrecer sus servicios a otros territorios que necesiten de esos bienes de consumo.

Dentro de esta sociedad no deben existir gobernantes y gobernados, estratos sociales o clases sociales, simplemente son seres humanos que conviven naturalmente con sus habilidades, cualidades, ventajas y desventajas. La nación debe funcionar para el bienestar de todos sus habitantes y no para un sector político o partido.

El Polimano es un empleado de la sociedad que vela por los intereses y bienestar de toda la sociedad como un bróker en el mundo de la economía. Su labor es velar que la administración pública dé el rendimiento en el manejo de los bienes de la nación y que la repartición de los rubros asignados llegue a los sitios que les corresponde y no se desvíen a otras agencias o personas.

El manejo de la economía nacional y su

 

 

 

desarrollo en las diferentes áreas debe estar administrado por personal idóneo en cada materia. Regidas por juntas administrativas. El Polimano es el representante de la sociedad nombrado por juntas locales hasta formar el anillo nacional de administración pública.

 

LA LIBERTAD VUELTA AÑICOS
Crónica #965


Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal

 

Audio: https://www.youtube.com/watch?v=wEHGxWquOXo

 

Hace unos días el gobierno de Macron logró que la justicia francesa detuviera al dueño de la red Telegram, reconocido no por ser ruso sino por permitir dentro de su engranaje lo más cercano a la libertad de expresión.

Casi al mismo tiempo el presidente Lula del Brasil se enfrentó al dueño de la red X y terminaron prohibiéndose mutuamente.

En ambos casos el problema fue la libertad. Como Occidente resolvió dentro de su tradición liberal darle prioridad a la libertad de expresión sobre el derecho a la verdad, Macron, derechista en su vejez, ha alegado que el libertinaje provocado por las redes y por Telegram debería tener coto.

Muchos en Colombia, para no irnos muy lejos, piensan igual. La anarquía irresponsable de los usuarios de redes, hacen salir de casillas hasta al más paciente lector. Pero como la libertad sirve para todo, Macron y Lula, la antigua Twitter y Face y las otras redes toman medidas para protegerla.

En el fondo, es la misma discusión, pero causada por la búsqueda y la defensa de la verdad. Pero esa libertad y esa verdad no pueden seguir chocando frente a la realidad.

Los algoritmos y la IA nos hacen temer por la manipulación. La defensa de la libertad nos traslada a la eterna batalla por la propiedad de la verdad. Un equilibrio entre las dos banderas debería venir inmerso en nuestro ADN, pero la facilidad de manejarnos a través de las redes aumenta los temores por saber hasta dónde llega la defensa de la verdad y hasta donde la de proteger la libertad.

En la medida en que nos van haciendo conocer estadísticamente que son solo 5 o 6 empresas las que manejan en el mundo los hilos de la comunicación internética, ninguna de las dos batallas podrá llevarnos a una solución.

Siempre existirá el fantasma de la censura y volveremos a contemplar los métodos prohibitivos de todas las religiones porque unir la Libertad vuelta añicos con la Verdad oficial de los dueños del mundo parecería imposible mientras el signo $ esté de por medio.

El Porce, septiembre 17 del 2024

 

 

Director
Zahur Klemath Zapata

Gerente
Laurie Agront

Gerente Operativo
Alba Lucia Arenas V.


Editor

Felipe Castro

 

   

Diagramación
María  Molina

 

Soporte Tecnológico
Aurooj Ali Khan

Nadeem Khan

Jawaad Malik

 

Colaboradores

Jotamario Arbeláez
Gustavo Álvarez Gardeazábal

 

 
Edgar Cabezas

Gongpa Rabsel Rinpoché

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Iván Pulido

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