Fundado el 9 julio de 1948 -

Por Rafael Cano Giraldo -1948-1981

Publisher: Zahur K. Zapata - 1981 –

 

 

 

Las opiniones expresadas por los columnista son de su exclusiva responsabilidad y no comprometen el pensamiento de El Imparcial

 
 

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EDITORIAL

 

Pereira, Colombia - Edición: 13.335-915

Fecha: Domingo-22-2024

 

EDITORIAL

 

La bonita voluntad

 

La buena voluntad es en sí la virtud de la contemporaneidad. Todas nuestras acciones caen bajo el rigor de la confianza, en unos casos, podemos decidir confiar o no, en otras ocasiones la decisión se ve constreñida por las pocas posibilidades, es decir, se nos ofrecen posibilidades determinadas de las cuales debemos confiar, en otras palabras, se nos obliga a confiar en las posibilidades que nos dan ¿Es esto confianza o solo conformismo?

 

Nos es necesario conformarnos con lo que hay, se nos vende la idea de que no podemos hacer mucho más, sin embargo, Husserl, el principal exponente de la fenomenología expresaba en uno de sus muchos tratados “aún bajo el filo del verdugo existe una tercera elección” en efecto, la confianza es un acto auténtico y propio de cada sujeto que piensa, por consecuencia, existirán casos en los que no podrá confiar en ninguna de las posibilidades que se les da. No obstante, en muchas ocasiones la tercera posibilidad; aquella que entrega autenticidad y con ello libertad, se transforma en un fenómeno quimérico que pocos eligieran.

La tercera posibilidad supera el bien y el mal, la izquierda o la derecha, la vida o la muerte, la tercera posibilidad es el sujeto en su propia singularidad que quiere expresarse en su propio mundo. Pero, al ser un acto auténtico siempre será malentendido, tomado de mala manera, castigado por el bondadoso sentido común. Más, no es acaso el lenguaje la base de los malentendidos y el sentido común un sentido inefable, entonces ´porque temer a ser acusado de no poseerlo.

¿Cómo podríamos confiar en algo que no se muestra nunca como es, siempre referenciando al porque sí, enfocándose en la exigencia de una confianza que nunca fue ganada, siempre ha sido donada por la historia? ¿Por qué no abolir la buena voluntad y el sentido común? ¿Por qué no desconfiar incluso de nuestra sombra? después de todo la luz que guía nuestros pensamientos, formando sombras nunca se ha mostrado de una manera total ¿cómo suponer de antemano que sólo existe un sentido y no otro? ¿Porque no atrevernos a recorrer siempre la tercera elección aquello que se nos es imposible representar, dejándonos sólo en el presente, exigiendo que nos movamos constantemente, exigiéndonos esforzarnos en cada movimiento, cada pensamiento tendrá que ser agudo, nunca dejándose caer en una confianza que no hemos concebido? Alejarse de la obligación y acercarse a la decisión nos llevará a dejar de existir en la frustración, en la constante caída de ídolos que no pudieron hacerle frente a nuestra confianza.

Cuando el sujeto elige y no sólo se conforma, el mundo se comienza a mover a su ritmo, las formas comienzan a obtener profundidad y la profundidad comienza a dar respuestas y, estas respuestas comenzarán a dar movimientos hacia las profundidades más recónditas del hombre.

En conclusión, abandonar la creencia en la buena voluntad nos obligará a movernos, y el movimiento dará libertad y la libertad siempre se expresará de forma particular, siempre cambiante e imposible de delimitar, por lo tanto, podrá tener una relación un poco más estrecha con el mundo.

 

 

 

 

Alianza de los dueños de la miseria social

Por: Zahur Klemath Zapata

zapatazahurk@gmail.com  

 

Puedo hablar porque he vivido lo suficiente como para distinguir entre el bien y el mal. Además, tengo la capacidad de la razonabilidad que me permite separar las cosas comunes de las cosas del intelecto. Cosa no común en el ser humano. Porque el ser humano es empírico y su intuición la tiene relegada a la magia y las cosas religiosas.

La mayoría de los textos son historias fantásticas que han entretenido a generaciones de adultos con mente de niños y que los hace vivir en ese mundo mitológico. Esa es una verdad que no se puede rebatir porque está incrustada en la genética de millones de seres humanos, es removible porque si se quita desencaja a la humanidad. Y dejaríamos de ser esa comunidad humana multifacética.

En toda esta composición de elementos humanos hay tres corrientes que rigen el planeta y que es muy difícil de escapar de las manos de ellas. La religión, los políticos y los ladrones. Es como si fuera una alianza que gobierna lo existente y que es imposible eliminar porque está presente como la vida misma.

Colombia es un país inmaduro que no ha podido añejar intelectualmente y que cada día es como si nada hubiera cambiado. Cualquiera persona mayor de 70 años puede hablar mejor que yo y hacer un recorrido en su vida para encontrarse que la ruleta de su existencia ha pasado por los mismos caminos una y otra vez y que sus vecinos no han comprendido que aún siguen en lo mismo.

Cuántos crímenes se han cometido en los más de doscientos años de existencia del país de personas que han querido ayudar a que el país avance para bien. Y seguirán muriendo y todo quedará como un muerto más en la interminable lista. Porque morir asesinado es parte del estándar de muerte en el país.

La alianza tácita de la muerte, “como una muerte anunciada”, permanece como parte de la naturaleza colombiana. Es una palabra que escuchamos en todas las formas como si su significado fuera no tuviera el valor terrorífico que ella expresa y se siente en otras latitudes.

Por eso hay esa alianza de miseria entre los políticos, los ladrones y los reducidores, porque es la forma de mantener a los ciudadanos entretenidos mientras unos roban, otros compran lo robado y los políticos reponen lo robado para ganar los tres de esa jugada magistral. ¿Y quién paga? Ya todos sabemos de dónde sale el dinero.

Lo más interesante de todo esto es que los ciudadanos que son los dueños del poder, apoyan a los mismos que mantienen la cadena de calamidades votando por ellos y no ejerciendo el voto en blanco que es el que les da el poder para rechazar todo ese desorden que se ha establecido por décadas de malos gobiernos o administradores públicos.

 

 

 

Si uno se detiene un momento a racionalizar todo lo que está pasando y decide decir basta a todos estos atropellos las cosas irán cambiando para que las nuevas generaciones puedan vivir en paz y agradecernos por lo que hicimos por ellos.

 

QUÉ LEE GARDEAZÁBAL

Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal

Alguien habló de nosotros
De Irene Vallejo
Publicada por Debate

 

Audio: https://www.youtube.com/watch?v=8aRg98Vv6W8

 

Cuando Irene Vallejo publicó en 2019 “El infinito en un junco”, se abrió paso en el universo literario hispanoamericano como una escritora de valía.

Su libro ha sido lectura de millones de personas quienes se han encargado de pasar la voz para que se siga leyendo.

 

Todos coincidimos en que es un libro de calidad, pero muy pocos nos metemos a encontrar dónde o en qué reside la habilidad de esta mujer docta y sabia. Su último libro, de solo 157 páginas, “Alguien habló de nosotros”, ayuda a develar los elementos que construyen su esencia literaria. Allí, ella colecciona 140 breves artículos periodísticos, que no tienen más de 25 renglones cada uno, y por ende tan solo 1250 caracteres.

Todos demuestran la sapiencia suma de quien ha leído toda su vida. Pero, en especial, sirven para detectar que tiene un exquisito lenguaje, cargado de conciencia sobre el origen de las palabras claves.

Pocos ensayistas permiten observar el inmenso bagaje histórico lingüístico en tan breves textos. Pero así como nos dice que la palabra pacto viene del latín pactum y significa acuerdo algo trabado y establecido, también nos enseña que en política hay que ser más leal a los desconocidos que a los amigos.

Por supuesto, abundan las verdades de puño enmarcando o rematando sus artículos de maravilla como cuando afirma que una mirada es el movimiento más sigiloso y más lleno de significados de que es capaz de realizar nuestro cuerpo, o en el momento que afirma que morir es muy distinto de no haber vivido.

Un libro, en fin, que termina convertido en una cátedra sobre el antiguo oficio de columnista que la velocidad del Internet y la reducción de caracteres ha vuelto una profesión olvidada cuando no descuidada.

De ella se aprende mucho. De su libro se pueden desgajar desde ilusiones hasta métodos de aprendizaje y muy especialmente una enseñanza mayúscula del respeto por el pasado. Quizás por ello el libro se cierra con una frase “Lo que somos y seremos se debe en gran parte a personas que llevaron vidas escondidas y descansan en tumbas que ningún turista va a visitar”

El Porce, septiembre 22 del 2024

 

 

Director
Zahur Klemath Zapata

Gerente
Laurie Agront

Gerente Operativo
Alba Lucia Arenas V.


Editor

Felipe Castro

 

   

Diagramación
María  Molina

 

Soporte Tecnológico
Aurooj Ali Khan

Nadeem Khan

Jawaad Malik

 

Colaboradores

Jotamario Arbeláez
Gustavo Álvarez Gardeazábal

 

 
Edgar Cabezas

Gongpa Rabsel Rinpoché

Guillermo Navarrete Hernández
Iván Pulido

Teresa Pardo

Agustin Perozo
CONTACTO
Tel. (57) 606-348 6207
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