Israel rechaza tregua en Líbano y mantiene ataques a Hezbolá
El gobierno de Israel, liderado por el primer ministro Benjamin
Netanyahu, negó el jueves las informaciones sobre una posible
aceptación de un alto al fuego de 21 días en Líbano. En un
comunicado oficial, la oficina del primer ministro calificó las
noticias como "incorrectas" y afirmó que los combates continuarán
"con toda su fuerza". La propuesta de tregua, promovida por Estados
Unidos, Francia y otros aliados como Canadá y Alemania, fue
rechazada sin respuesta por parte de Netanyahu.
La coalición internacional había solicitado una pausa en los
enfrentamientos en la frontera entre Israel y Líbano, con el
objetivo de facilitar negociaciones para la liberación de rehenes y
una tregua en Gaza. Sin embargo, el gobierno israelí dejó en claro
que no tiene intención de detener las operaciones militares hasta
alcanzar sus objetivos.
El conflicto con Hezbolá, que se intensificó a raíz del asedio
israelí sobre Gaza, ha generado una escalada de violencia en el
norte de Israel y el sur de Líbano. Desde el 8 de octubre, la
milicia libanesa ha lanzado ataques en respuesta a la ofensiva
israelí, lo que ha llevado a una situación de alta tensión en la
región.
Israel Katz, ministro de Asuntos Exteriores y actual primer ministro
interino, también rechazó cualquier posibilidad de tregua. En una
publicación en la red social X, Katz afirmó: "Seguiremos luchando
con todas nuestras fuerzas contra la organización terrorista Hezbolá
hasta la victoria y el regreso seguro de los habitantes del norte a
sus hogares". Este mensaje reafirma la postura intransigente de
Israel en el conflicto.
Mientras tanto, Netanyahu se encuentra en Nueva York para dirigirse
a la Asamblea General de la ONU. Su discurso, previsto para el día
de hoy, se centrará en las amenazas que enfrenta Israel, incluyendo
la de Hezbolá e Irán, y en el derecho de su país a defenderse de
estos grupos.
Los bombardeos israelíes, que comenzaron el lunes en diversas zonas
del sur y este de Líbano, han causado más de 600 muertos y miles de
heridos, según el Ministerio de Salud Pública libanés. Las acciones
militares también han afectado los suburbios de Beirut y otras
poblaciones al norte de la capital, aumentando la preocupación
internacional por el creciente número de víctimas y la posibilidad
de una escalada aún mayor del conflicto en Oriente Medio.
Tensión entre Zelenski y
los republicanos: Trump critica a Ucrania y exigen el cese de su
embajadora en EE.UU.
La relación entre el Partido Republicano de Estados Unidos y el
presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha llegado a un nuevo
punto de tensión. Mientras Zelenski se reúne con Joe Biden y Kamala
Harris para presentar su plan sobre el conflicto con Rusia, el
Partido Republicano, bajo la influencia de Donald Trump, ha
intensificado sus críticas hacia Ucrania y su liderazgo. Esta
disputa pone de manifiesto las profundas divisiones en la política
estadounidense respecto al apoyo a Kiev en medio de la invasión
rusa.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, uno de
los republicanos más alineados con Trump, ha exigido a Zelenski la
destitución inmediata de la embajadora de Ucrania en Washington,
Oksana Makarova. Johnson justificó su petición tras la visita de
Zelenski a una fábrica de obuses en Scranton, Pensilvania, ciudad
natal de Joe Biden. Según Johnson, la presencia de Zelenski en ese
lugar, acompañado de políticos demócratas, fue un acto de apoyo a la
campaña de apoyo a los demócratas.
cLa carta de Johnson al presidente ucraniano fue sorprendentemente
dura, exigiendo el despido de Makarova bajo el argumento de que no
puede desempeñar eficazmente sus funciones diplomáticas en Estados
Unidos. Sin embargo, este movimiento ha sido visto por muchos como
un intento republicano de instrumentalizar la política exterior
estadounidense en un esfuerzo por debilitar la posición de Biden y
su administración.
La relación entre Zelenski y los republicanos
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ya venía
erosionándose. Durante seis meses, el Partido Republicano bloqueó en el Congreso
la entrega de ayuda militar a Ucrania, una acción que, según Zelenski, fue
crucial para las pérdidas territoriales que su país sufrió este año. En una
reciente entrevista en The New Yorker, Zelenski calificó a JD Vance, candidato a
vicepresidente de Trump, como "demasiado radical" y le recomendó "leer más
Historia". Vance ha sido abierto en su apoyo a Rusia, lo que ha alimentado aún
más las tensiones entre ambas partes.
En medio de esta creciente hostilidad, Donald Trump ha intensificado sus
críticas hacia Ucrania. Durante un reciente discurso, Trump pintó una imagen
devastadora del país, describiéndolo como un lugar "aniquilado" e "imposible de
reconstruir". Según Trump, la reconstrucción de Ucrania llevaría "cientos de
años", y no hay suficientes recursos globales para devolver al país su estado
anterior a la guerra. Estas afirmaciones, plagadas de inexactitudes, reflejan la
postura del expresidente de reducir el apoyo de Estados Unidos a Ucrania y, de
manera indirecta, promover su rendición ante Rusia.
Trump también aprovechó para criticar a su rival Kamala Harris, insinuando que
ella y Biden estarían dispuestos a enviar soldados estadounidenses a combatir
tanto a Ucrania como a Rusia. Este comentario ha sido interpretado como un
intento de avivar el miedo entre los votantes estadounidenses, sugiriendo que
una escalada del conflicto podría involucrar directamente a Estados Unidos, algo
que no ha sido planteado por la administración actual.
La visita de Zelenski a Scranton, vista como un gesto de apoyo a los demócratas
en un estado clave para las elecciones de 2024, ha generado una investigación
por parte de los republicanos de la Cámara de Representantes. Sin embargo,
cuando el presidente ucraniano viajó en julio al estado de Utah, dominado por
los republicanos, y se reunió con el gobernador Spencer Cox, no hubo ningún
cuestionamiento, lo que sugiere que las críticas actuales están profundamente
ligadas al contexto electoral.
La postura republicana, encabezada por figuras como Trump y Johnson, ha sido
criticada tanto a nivel nacional como internacional, ya que socava el esfuerzo
global para apoyar a Ucrania frente a la agresión rusa. A medida que se acercan
las elecciones de 2024 en Estados Unidos, la guerra en Ucrania se ha convertido
en un tema central del debate político, y la división entre los partidos sobre
cómo gestionar la relación con Kiev es cada vez más evidente.
En este contexto, la reunión de Zelenski con Biden y Harris adquiere una
importancia crítica. Si bien las tensiones con los republicanos siguen
creciendo, Zelenski busca asegurar el apoyo de Estados Unidos, crucial para la
supervivencia y
eventual recuperación de su país.
Keir Starmer sacude al ala izquierda del
Partido Laborista con su plan contra el fraude
En la conferencia nacional del Partido Laborista en Liverpool, Keir Starmer, el
primer ministro británico, presentó un plan polémico que busca combatir el
fraude en las prestaciones sociales, una propuesta que ha provocado malestar en
el ala izquierda del partido. Starmer pretende ahorrar alrededor de 1.900
millones de euros mediante la implementación de controles más estrictos sobre
los receptores de beneficios, lo que ha suscitado comparaciones con las
políticas de austeridad de los conservadores en 2010.
El líder laborista defendió su iniciativa con un discurso que prometía "renovar
el Reino Unido" y "reconstruir los servicios públicos". Sin embargo, sus
palabras no fueron suficientes para calmar las críticas provenientes de figuras
destacadas del partido como John McDonnell, ex colaborador cercano de Jeremy
Corbyn, quien afirmó que las propuestas de Starmer recuerdan a las políticas del
exministro conservador George Osborne. "Cierras los ojos y parece que estés
oyendo a un conservador", dijo McDonnell en respuesta al anuncio.
Starmer también planteó la necesidad de aprobar una ley de asistencia social
para reducir el número de personas que permanecen inactivas laboralmente
alegando enfermedades prolongadas. Actualmente, alrededor de 2,8 millones de
británicos reciben prestaciones sociales por este motivo, cifra que ha aumentado
significativamente desde la pandemia. El primer ministro subrayó que los
inspectores de servicios sociales obtendrán poderes similares a los de los
inspectores fiscales, permitiéndoles acceder a cuentas bancarias y verificar si
los beneficiarios tienen ahorros superiores a 16.000 libras (19.000 euros).
Este plan ha causado preocupación entre los sindicatos y el ala izquierda del
laborismo, quienes temen que las medidas de Starmer
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puedan abrir la puerta
a una nueva era de austeridad, similar a la implementada por los conservadores
en la última
década. La propuesta también ha sido criticada por estar dirigida principalmente
a los pensionistas y a los receptores de ayudas sociales, mientras que muchos
dentro del partido demandan más acciones contra la evasión fiscal y las grandes
fortunas.
El discurso de Starmer en Liverpool tenía el objetivo de recuperar el respaldo
popular, especialmente tras el reciente escándalo de los regalos personales, que
ha afectado su imagen. Con un nivel de aprobación del -13%, comparable al de su
predecesor Rishi Sunak, Starmer busca remontar en las encuestas antes de las
próximas elecciones generales. No obstante, su estrategia de presentarse como un
líder moderado y pragmático ha generado divisiones dentro del propio partido.
Durante su intervención, Starmer intentó proyectar optimismo, afirmando que "hay
luz al final del túnel" y que su gobierno tomará "decisiones difíciles, pero
correctas a largo plazo". A pesar de sus esfuerzos, el líder laborista enfrentó
una interrupción durante su discurso cuando un manifestante irrumpió en el
evento, aunque rápidamente fue acallado por el aplauso del público.
En un intento por desviar la atención del escándalo de los regalos, Starmer
bromeó diciendo: "Nunca he prestado mucha atención a mis trajes, no voy a
permitir que sean ahora una distracción". Sin embargo, cometió un error al
referirse al conflicto en Gaza, confundiendo las palabras "hostages" (rehenes) y
"sausages" (salchichas), lo que desató críticas en redes sociales.
Con este discurso, Starmer buscaba consolidar su liderazgo y mostrar un enfoque
más severo para afrontar los problemas económicos del país, pero su propuesta ha
dejado al descubierto las crecientes tensiones dentro del Partido Laborista, lo
que plantea interrogantes sobre su capacidad para unificar a la formación de
cara al futuro.
Rusia reafirma sus
objetivos en Ucrania mientras intensifica ataques en el este del país
El Kremlin aseguró el martes 24 de septiembre, que la guerra en Ucrania solo
finalizará cuando Rusia logre cumplir todos sus objetivos militares, en una
clara respuesta al "Plan de la Victoria" que el presidente ucraniano, Volodímir
Zelenski, planea presentar esta semana en Estados Unidos. Dmitry Peskov,
portavoz del Kremlin, señaló que la operación militar especial continuará hasta
que Moscú alcance sus metas. "Cualquier guerra termina, de una u otra forma, con
la paz. Pero para nosotros no hay ninguna otra opción que lograr los objetivos
marcados", afirmó Peskov.
Mientras tanto, Zelenski llegó a Washington el 22 de septiembre con la intención
de presentar su plan para poner fin al conflicto al presidente estadounidense,
Joe Biden, y a los dos principales candidatos presidenciales: Kamala Harris y
Donald Trump. El mandatario ucraniano también buscará convencer a sus aliados
occidentales de aumentar el apoyo militar, incluyendo la posibilidad de disparar
misiles de largo alcance hacia territorio ruso.
La visita de Zelenski a Estados Unidos coincide con los esfuerzos de la Casa
Blanca por aprobar un nuevo paquete de ayuda militar de 375 millones de dólares
para Ucrania, lo que subraya la importancia del apoyo internacional en la
defensa ucraniana. Sin embargo, Rusia se ha mostrado firme en su posición,
refutando las declaraciones de Zelenski que indicaban que la guerra estaba “más
cerca del final”.
A medida que las negociaciones diplomáticas continúan, Rusia sigue avanzando
militarmente en el este de Ucrania. El martes, las tropas rusas intensificaron
sus ataques en la región del Donbass, un territorio clave en el conflicto. En la
ciudad de Kostiantynivka, en la provincia de Donetsk, un ataque ruso dejó al
menos una persona muerta y dos heridos. Además, las fuerzas invasoras comenzaron
un nuevo asalto sobre Vuhledar, una ciudad estratégica que ha resistido los
ataques rusos desde el inicio de la guerra en febrero de 2022.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha dejado claro que su principal objetivo es
tomar el control total del Donbass, una región que incluye las provincias de
Donetsk y Lugansk. Actualmente, Rusia controla alrededor del 80% de esta zona y
busca avanzar hacia el oeste, con la ciudad de Pokrovsk como uno de sus próximos
objetivos.
A pesar de los avances rusos, la información sobre el asalto a Vuhledar no ha
sido corroborada por las autoridades ucranianas ni verificada de manera
independiente. Moscú, por su parte, asegura que sus fuerzas han mejorado sus
posiciones tácticas en la región, afirmando que han derrotado a las tropas
ucranianas en varios asentamientos.
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