Remoce administrativo y competencias
Por: Guillermo Navarrete Hernandez
Las organizaciones de todo orden se ven influenciadas por las
constantes transformaciones que la tecnología y las dinámicas sociales,
económicas y políticas imponen, por lo cual, en la mayoría de los casos se ven
abocadas a remozar sus estructuras para generar mayor productividad y ser más
competitivas. Las entidades estatales, por su parte, lo hacen con dicho motivo,
pero además para la asunción de responsabilidades otorgadas por la normatividad
vigente, la ejecución de políticas y las demandas crecientes de la ciudadanía.
Los sistemas de información alimentados por la identificación, acopio,
procesamiento y sistematización de datos para la toma de decisiones con
fundamento en la evidencia; la plataforma estratégica determinada por la misión,
visión, objetivos estratégicos y procesos de planeación; el balance scorecard o
cuadro de mando integral un modelo desarrollado por Robert S. Kaplan y David P.
Norton, tiene como propósito alinear los objetivos de la organización con su
quehacer diario, con un énfasis en la medición operativa orientada a la
satisfacción de los clientes, y los sistemas de gestión de la calidad que se
basan en el seguimiento, evaluación, mejora y documentación de los procesos, son
instrumentos de los que se vale la administración para la creación de valor
agregado. Modelos que, a partir de la teoría de la Nueva Gestión Pública, se
aplican a entidades estatales.
En ese marco, los ajustes institucionales implican un ajuste integral que busca
mejorar sustancialmente el desempeño en la prestación de los servicios a su
cargo de la entidad estatal, generar una nueva imagen, la racionalización de
procesos y tramites y la flexibilidad de las plantas de empleo, acorde con los
preceptos constitucionales, legales y las metas trazadas en el plan estratégico.
Para las entidades territoriales, desde los artículos 300 y 313 constitucionales
los Concejos municipales y las Asambleas departamentales tienen bajo su
competencia determinar la estructura de la administración municipal y las
funciones de sus dependencias. Proyectos de acuerdo o de ordenanza de iniciativa
exclusiva del alcalde o gobernador y a través de los cuales se pueden crear
entidades descentralizadas como establecimientos públicos, empresas industriales
y comerciales o autorizar la constitución de sociedades de economía mixta,
conforme a las necesidades de la respectiva entidad. Por su parte, la definición
de las plantas de personal y los manuales de funciones son competencia de los
gobernadores y alcaldes.
Así mismo, el artículo 46 de la ley 909 de 2004, señala que “Las reformas de
plantas de personal de empleos de las entidades de la Rama Ejecutiva de los
órdenes nacional y territorial, deberán motivarse, fundarse en necesidades del
servicio o en razones de modernización de la administración y basarse en
justificaciones o estudios técnicos que así lo demuestren, elaborados por las
respectivas entidades bajo las directrices del Departamento Administrativo de la
Función Pública y de la Escuela Superior de Administración Pública (ESAP)”.
Remoce institucional que puede llevarse a cabo a través de dos caminos: 1) la
elaboración de los estudios técnicos y la presentación de proyectos de ordenanza
o de acuerdo en los que se definen la estructura administrativa y las funciones
generales de las dependencias a la respectiva corporación administrativa para
que estudie su pertinencia y los apruebe o impruebe; 2) A través de facultades
extraordinarias concedidas por la respectiva corporación al mandatario de turno,
para que expida decretos con fuerza de ordenanza o de acuerdo con el mismo
propósito.
Los estudios técnicos pueden ser contratados en el marco del Estatuto de
Contratación Pública con personas o empresas que demuestren idoneidad para su
desarrollo en el que se tienen en cuenta aspectos como el análisis del entorno
social, político, económico e institucional, así como de su organización
interna, los procesos, procedimientos, competencias y el levantamiento de las
cargas de trabajo, bajo cuyo fundamento se establece la estructura y la planta
de empleos, la cual debe corresponder a las posibilidades financieras que
determina la Ley 617 de 2000. Dentro de los mismos se debe garantizar la |
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participación de los Sindicatos conformados, conforme lo señala
la circular 009 de 2015 del Departamento Administrativo de la Función Pública.
Bajo los argumentos aquí esbozados, vale la pena que, en términos
de transparencia, participación, publicidad, calidad y mayor eficacia del
proceso, la estructura y las funciones generales hagan tránsito por las
corporaciones administrativas, competencia de la que no deben desprenderse.
Sin público, la función no funciona
Por: Jose Gabriel Barrera Rojas
jgbrelimparcialpereira@gmail.com
Parece que estemos
gritando a viva voz los amantes de las artes escénicas. Además de la
indiferencia del estado, que complica la participación de los artistas en las
convocatorias, se suma un problema que nos golpea directamente: la falta de
público en nuestras obras de teatro, circo, títeres, que algunos grupos se
niegan a dejar morir. Algo está fallando.
Recuerdo una época en la que el teatro era una fiesta. Desde la escuela nos
incentivaban a asistir a las funciones e incluso a ser parte de ellas. Pero como
decía mi abuelo: "todo tiempo pasado fue mejor". Hoy, miramos con tristeza la
pobreza con la que se mide la cultura en Pereira y en toda Colombia.
No es solo la falta de escenarios; los pocos que existen parecen estar cerrados
para los grupos locales. Intentar ofrecer una entrada asequible al público se
convierte en una lucha cuando los costos de alquiler de los espacios son
prohibitivos. Así, nos queda mendigar permisos o seguir a los funcionarios como
lazarillos para que nos dejen hacer algo.
¿Qué está pasando aquí?
Me pregunto si este modernismo está apagando la cultura, como si el brillo de
las pantallas digitales reemplazara el de las luces del teatro. Hace unos pocos
años, ser parte de la "Pereira culta" era un honor. Ahora, parece una tarea
titánica que requiere no solo de talento, sino de gritar a viva voz para ser
vistos.
Los problemas estructurales: ¿Por qué no hay público?
La falta de público en las artes escénicas no es exclusiva de Pereira. Tras la
pandemia del COVID-19, teatros en ciudades como Buenos Aires, México D.F. y
Madrid han luchado por llenar sus salas. Las restricciones afectaron los hábitos
de consumo cultural, y aunque la reactivación económica ha permitido a muchos
sectores levantarse, las artes parecen haberse quedado en el olvido.
En Pereira, los altos costos para acceder a los pocos escenarios disponibles
agravan el problema. No hay espacios accesibles para que los grupos locales
puedan mostrar su arte, y cuando finalmente se consigue un lugar, los precios de
las entradas deben ser tan altos que se aleja al público. Esto crea un círculo
vicioso: sin público, no hay función; sin función, no hay ingreso; sin ingreso,
no hay cultura.
La educación: Un factor clave para la creación de públicos
Otro problema grave es la desconexión entre el arte y la educación. Antes, las
escuelas eran semilleros para la cultura. Los estudiantes eran incentivados no
solo a asistir a obras de teatro, sino también a participar en ellas. Pero hoy,
el arte ha sido relegado a un segundo plano en el currículo educativo.
Países como Francia y España han implementado programas que reintroducen el arte
en las escuelas, entendiendo que un público no nace espontáneamente, sino que se
cultiva. Es necesario empezar a trabajar en ese frente, de lo contrario,
corremos el riesgo de perder una generación entera de espectadores.
Desigualdad en la distribución de los recursos culturales
Los fondos y convocatorias destinados a la cultura parecen estar diseñados para
beneficiar solo a los grandes proyectos. Los grupos pequeños y las iniciativas
independientes luchan por acceder a recursos que les permitan seguir creando.
Este no es un problema solo de Pereira, sino de todo el país. En Argentina, los
artistas han denunciado situaciones similares, donde las políticas culturales no
alcanzan a distribuir de manera equitativa los fondos
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entre los grandes y
pequeños actores del sector.
¿Qué nos queda
por hacer?
No podemos rendirnos. A pesar de la falta de apoyo y la poca asistencia del
público, el arte sigue siendo una herramienta vital para nuestra sociedad.
Debemos seguir luchando por espacios y convocatorias más inclusivas, por una
mayor valoración de la cultura en todos los niveles, desde la educación hasta
las políticas públicas.
Al final, como artistas, no nos queda otra que seguir gritando a viva voz,
pidiendo que se nos vea, que se nos escuche, y que se reconozca el valor del
arte como parte esencial de nuestra identidad.
CHARLAS CON UN MAESTRO SAMMASATI
Por: Gongpa
Rabsel Rinpoché
Lama Sammasati para Latinoamérica
El Ciclo de la Existencia:
Una Perspectiva Budhista sobre la Reencarnación
El Budhismo nos invita a explorar
las profundidades de la mente humana y a comprender la naturaleza de la
realidad. Una de las doctrinas más intrigantes y a la vez fundamentales de esta
filosofía es la de la reencarnación, o samsara. Este concepto, lejos de ser una
mera creencia, es una lente a través de la cual los Budhistas interpretan la
vida, la muerte y el sufrimiento.
¿Qué es la reencarnación en el Budhismo?
En el Budhismo, la reencarnación no implica la existencia de un alma inmortal
que migra de un cuerpo a otro. Más bien, se refiere a un continuo proceso de
nacimiento, muerte y renacimiento condicionado por el karma, las acciones y las
intenciones de cada individuo. Según esta perspectiva, la conciencia no es una
entidad estática sino un flujo continuo que se manifiesta en diversas formas de
vida.
¿Cómo se relacionan los recuerdos de vidas pasadas con la reencarnación?
Muchos practicantes Budhistas reportan experiencias que interpretan como
recuerdos de vidas anteriores. Estos recuerdos pueden manifestarse como sueños
vívidos, sensaciones de déjà vu o incluso un conocimiento profundo de
habilidades o idiomas que no se han adquirido en esta vida.
Es importante destacar que, desde una perspectiva Budhista, estos "recuerdos" no
son necesariamente recuerdos de eventos históricos específicos, sino más bien
indicios de la profunda conexión que existe entre todas las formas de vida.
Estas experiencias pueden ser vistas como manifestaciones del karma acumulado a
lo largo de múltiples existencias, influyendo en nuestras vidas presentes.
¿Cuál es el significado de la reencarnación en la práctica Budhista?
La comprensión de la reencarnación motiva a los Budhistas a cultivar cualidades
positivas como la compasión, la sabiduría y la ética. Al comprender que nuestras
acciones tienen consecuencias que se extienden más allá de esta vida, nos
sentimos impulsados a vivir de manera más consciente y compasiva.
Además, la doctrina de la reencarnación ofrece una explicación al sufrimiento
humano. El sufrimiento, según el Budhismo, es el resultado del apego a las cosas
impermanentes y del deseo de que las cosas sean diferentes de lo que son. Al
comprender el ciclo de la reencarnación, los Budhistas buscan liberarse del
sufrimiento a través de la práctica de la meditación y el desarrollo de las
cuatro nobles verdades.
En conclusión, la reencarnación es un concepto central en el Budhismo que ofrece
una perspectiva profunda sobre la naturaleza de la existencia humana. Si bien la
evidencia científica sobre los recuerdos de vidas pasadas es limitada, la
experiencia subjetiva de muchos Budhistas sugiere que hay más en la vida de lo
que podemos percibir con nuestros sentidos. La práctica del Budhismo nos invita
a explorar estas experiencias y a cultivar una comprensión más profunda de
nosotros mismos y del mundo que nos rodea.
Si tienes alguna inquietud o comentario, no dudes en ponerte en contacto conmigo
al correo gongparabsel@gmail.com o al WhatsApp +57 314 623 83 08.
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