|
|||||||
Pereira, Colombia - Edición: 13.341-921 Fecha: Jueves 03-10-2024 |
COLUMNISTA |
|
-11 |
||||
Retrato del nadaísta cachorro
Por: Jotamario Arbeláez
El circo
Con lo
que se salvó del naufragio se ha levantado la carpa del circo a tres
cuadras de la casa. Por la ventana del cuarto de la tía Adelfa vi
pasar el desfile. Tres bastoneras con medias de rombos sobre un
elefante de goma. El empresario en paños menores pero con botas y
sombrero de copa fumándose un tabaco descomunal. Dos payasos que
daban grima sonándose mutuamente unos mocos desapacibles. Un
equilibrista caminando sobre los cables de la luz. Dos motociclistas
suicidas dando vueltas en una esfera metálica arrastrada de un cable
con los dientes por un forzudo. Un enano mancornado en el interior
de una llanta impulsada por una mujer gigante. Una pareja de gitanos
repintando un caballo mientras caminan. Y detrás una corte de
mocosos del barrio desfilando en burla. Anuncian para esta noche
función de gancho. Dos personas con una boleta. |
A las 9 de la noche la abuela pega con un grito la noticia de que el niño ha desaparecido. Todo el mundo se moviliza. Es posible que se lo hayan robado. Los últimos días se ha visto rondando la casa un viejo con un costal. A mi papá le da cólico y se encierra en el inodoro. La familia llama refuerzos y se reparten la ciudad en mi busca.
Alguien informa que
vio a Marito avanzar sobre sus dos pies calle abajo hacia el circo. Son pocos
los carros que pasan por la carrera cuarta pero por la noche hay que temer al
carro fantasma. Ése desde el que se hacen los disparos que matan a los
liberales. Y de paso apachurra lo que se le ponga en la calle. |
|
horripilante que me grita que qué hago allí sin pagar boleto, que bien pobres que están para permitir colados, que apenas estoy bueno para alimentar a los hambrientos félidos. Y trata de forzar mi entrada por entre los hierros.
Pero en ese momento la gitana grita qué pasa y saca al enano de
un sopapo, me pregunta quién soy y me lleva hacia su furgoneta donde me muestra
a su marido, un gitano con patillas de ladrón de caballos y le dice que mire lo
que ha encontrado. Que tal vez pueda venderme por algunas morrocotas. El gitano
me mete en un costal que se echa al hombro y sale por el mismo agujero por donde
yo penetré. Cuando nos hemos alejado algún trecho me saca del costal y me toma
de la mano como si fuera papá. Encuentra en una esquina a un señor sentado en el
andén halándose el pelo. Lo toca por la espalda para ofrecerme. Vendo este niño
barato que no tengo para alimentarlo. El hombre se levanta de un salto y es mi
tío Emilio quien emocionado me alza en sus brazos mientras insulta y golpea con
una piedra en una patilla al gitano, tan cobarde que huye lamentándose como un
perro.
|
|
|
|||||||
© El Imparcial Editores S.A.S
| Contacto
57 606 347
7079
© 1948-2009 - 2024 - El
Imparcial - La idea y concepto de este periódico
fue hecho en Online Periodical Format (OPF) que es un
Copyright de ZahurK.
Queda prohibido el uso de este formato e idea (OPF) sin previa autorización
escrita de ZahurK |