Fundado el 9 julio de 1948 -

Por Rafael Cano Giraldo -1948-1981

Publisher: Zahur Klemath Zapata - 1981 –

 

 

 

Las opiniones expresadas por los columnista son de su exclusiva responsabilidad y no comprometen el pensamiento de El Imparcial

 
 

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EDITORIAL

 

Pereira, Colombia - Edición: 13.345-925

Fecha: Jueves 10-10-2024

 

EDITORIAL

 

Colombia, país -por milagro-


No hemos subestimado en incontables ocasiones y dentro de tantas subestimaciones hemos creado una enfermedad, siempre negativos recorremos nuestras calles esperando que no nos suceda nada, siempre al borde del abismo bailamos y gozamos nuestra cultura, siempre de fiesta o a la espera de la misma.

Somos un país inmerso en el despotismo de la corrupción y vivimos con ello, es decir, somos sujetos enfermos con conocimientos de todos nuestros males, pero no nos importa, pasamos por alto esperando que cuando estalle la enfermedad uno haya nada que hacer nos fulmine sin más.

En repetidas ocasiones hemos visto cómo la corrupción es oculta por una u otra fiesta, como un acto de desigualdad es normalizado y visto con comedia.


Tan felices que no sabemos qué nos espera, ni mucho menos nos importa, tal pensamiento ha comenzado a poblar las juventudes, que parece no importarles el futuro, aunque también es un síntoma de la enfermedad colombiana, los jóvenes han vivido tanto en el azar de este país que ya no le dan sentido a construir en un país tan corrupto y perverso como lo es nuestra colombia.

Colombia, el país en donde los grandes acontecimientos y obras se han dado por milagro, después de tantos problemas siempre alcanzamos lo que queremos. Pero, ¿por qué deberíamos esperar siempre el milagro? ¿por qué siempre permanecer en la angustia y la espera de un milagro? porque no nos han dejado de otra, en la medida que nuestros líderes han enfermado nuestras esperanzas, han aprovechado el poder para expresar su versión de un mejor país, pero ¿cómo podría un funcionario dirigir bien un país al cual hace mucho dejó de pertenecer, o al menos de participar de él como los sujetos de a pie, es decir, cómo los ciudadanos más normales que tienen que vivir con su salario mínimo? en otras palabras le estamos pidiendo a alguien que opine sobre acontecimientos que nunca le han sucedido y por lo mismo siempre darán una respuesta objetiva que desarticula al ser humano que la vive, por ello, las soluciones siempre son románticas exigiendo un esfuerzo, un esfuerzo a aquel que está dando lo mejor de sí para sobrevivir, por esto es que nuestros líderes nunca podrán dirigirse de una forma sana sin generarnos traumatismos, entonces ¿ qué nos queda?

 

 

 De la equidad a la autonomía una línea a seguir

 

 

Por: Zahur Klemath Zapata
zapatazahurk@gmail.com

 

Por naturaleza genética no todos somos iguales, cada uno de nosotros hacemos parte de una información que se puede leer como igual, pero difiere en su esencia. Simplemente somos seres humanos que estamos aquí una temporada circunstancial.

En esta cadena evolutiva en que vivimos hay unos que gobiernan a la gran multitud y ellos tienen el privilegio de diseñar la ruta a seguir. Solo ellos entienden su propio lenguaje porque el resto vive de lo que el establecimiento les da para que subsistan. Esta es una de las razones por lo que ellos están en posesión de lo existente.

La equidad está ahí como parte de ese balance que los sostiene y la sociedad la acepta porque no conoce y no puede dirimir lo que realmente está pasando a su alrededor. Lo más complicado en este devenir de las cosas es que todos vivimos unidos sin preguntarnos que nos diferencia los unos de los otros. Creemos que somos iguales, y es verdad en cuanto a seres humanos, pero en esencia cada uno de nosotros está ubicado en esa cadena evolutiva como un eslabón que hace presencia en la vida cotidiana de la sociedad.

Por eso explotan a la gran multitud porque ella no se interroga sobre su condición frente a quienes manejan el establecimiento. Se aceptan las órdenes, leyes y mandatos como si fueran emanados de mano divina, pero simplemente son dictadas por leguleyos que presumen de hacedores porque se les ha dado el poder al ser elegidos en unas elecciones democráticas o han tomado por asalto el poder.

La autonomía es el poder que cada ciudadano tiene sobre sí y su entorno y lo hace actuar libre e independiente frente a los mandatos de quienes ostentan y ordenan al individuo a actuar bajo su mandato reprimiendo el derecho de la autonomía.

Por esta razón las guerras existen porque detrás del poder hay un psicópata que presume ser el guía o el abanderado de un pensamiento sublime y arrastra una multitud que no sabe de su autonomía porque ellos están en condiciones inferiores mentalmente a quienes comandan la acción a seguir.

Tener autoridad no significa ser el más hábil o mayor capacitado, es tener la habilidad de convencer a los seres humanos que carecen de autonomía o están en niveles más bajos en la cadena evolutiva y que actúan como mascotas de aquellos que poseen la habilidad de la manipulación. Por eso el mundo funciona como tal y pueblos enteros son gobernados por personajes que se sienten investidos por poderes que solo ellos creen que todos tienen y que los receptores lo ven como una verdad.

En estos tiempos la democracia es la palanca que mueve las bases de la anti-autonomía para que aflore el poder de los
 

 

 

 

elegidos y subyugue a los pueblos que los han elegido. Así apoderarse del establecimiento mientras los que son autónomos huyen por temor a ser subyugados. Este temor es simplemente un estado de preservación frente a una confrontación fatal que se daría si esa fuerza autónoma decide asumir su responsabilidad.

 

LAS ARMAS DE NETANYAHU
Crónica #982

Por:
Gustavo Alvarez Gardeazábal
Audio:

 https://www.youtube.com/watch?v=SNHfcH0mHnI


Si alguien simboliza hoy al mundo entero la más dura imagen de la maldad es el primer ministro israelí, el señor Netanyahu.

Imperturbable al dar las órdenes para que sus soldados y sus cañones disparen sobre escuelas, mezquitas, mujeres y niños sin que parezca importarle el número de víctimas, nos repite diariamente desde hace un año que busca la victoria.

Lleva más de 40 mil muertos en Gaza justificando su accionar solo por venganza contra los palestinos imbéciles que mataron 1.200 israelíes el 7 de octubre del 2023.

Para ello ha lanzado sus cohetes y sus bombas contra campos de refugiados o contra hospitales repletos de heridos. Con la misma furia conque da las órdenes asesinas, explica que mató 120 civiles palestinos para poder dar de baja un líder de Hamás.

Ahora las ha emprendido contra el siempre mediocre Líbano, que se dejó montar de los fanáticos criminales de Hezbolá, a quienes hasta este año Israel no había podido derrotar nunca.

Los edificios residenciales destruídos en Beirut, los millones de desplazados y los daños colaterales le importan muy poco.

Quiere la victoria así su figura ante el mundo aparezca cada vez más cruel y despiadada. Lo grave empero es que todos esos asesinatos, todo ese régimen de destrucción, toda su guerra, los libra con armas donadas, vendidas o fiadas por los Estados Unidos, Alemania, Inglaterra y Francia, y los países fabricantes de armas y propiciadores de guerras para poder seguir haciendo negocios y aumentar el PIB de sus países.

Por eso mismo todas esos naciones y sus gobernantes permiten que Netanyahu no sea proclamado como criminal de guerra y que la batalla de Gaza se haya ido contagiando hasta tocarle el fundillo a los ayatolas de Irán, tan anticuados y racistas, tan crueles y feroces contra las mujeres como surgen hoy miserablemente los seguidores del mandatario judío permitiéndole, sin condenarlo, que ordene acribillar a las madres palestinas y a sus niños.

 

El Porce, octubre 10 del 2024

 

 

Director
Zahur Klemath Zapata

Gerente
Laurie Agront

Gerente Operativo
Alba Lucia Arenas V.


Editor

Felipe Castro

 

   

Diagramación
María  Molina

 

Soporte Tecnológico
Aurooj Ali Khan

Nadeem Khan

Jawaad Malik

 

Colaboradores

Jotamario Arbeláez
Gustavo Álvarez Gardeazábal

 

 
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Guillermo Navarrete Hernández
Iván Pulido

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