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CHARLAS CON UN MAESTRO
SAMMASATI
Por: Gongpa Rabsel Rinpoché
Lama Sammasati para Latinoamérica
Multiplicando la Luz
del Dharma:
Una Invitación a Sembrar la Semilla de la Liberación
Amigos y hermanos en el camino
del Dharma,
¿Recuerdan cuando el Budha, en sus primeros días de iluminación, compartió las
profundas verdades del Dharma con cinco ascetas? Aquel pequeño grupo de cinco se
convirtió en la semilla de una comunidad espiritual que florecería y
transformaría el mundo. Hoy, siglos después, nos encontramos ante una
oportunidad similar: la de perpetuar esta cadena de compasión y sabiduría,
llevando la luz del Dharma a cada rincón de nuestro mundo.
La Matriz de la Compasión: 5x5
Imagina una matriz, una estructura geométrica donde cada punto representa a una
persona. Budha, en el centro, compartió el Dharma con cinco personas. Cada una
de esas cinco personas, a su vez, podría compartirlo con otras cinco. Y así
sucesivamente. En poco tiempo, tendríamos una expansión exponencial del Dharma,
alcanzando a miles, millones y, eventualmente, a toda la humanidad.
Esta matriz no es solo un concepto matemático; es una representación visual de
la potencia transformadora del Dharma. Cada uno de nosotros puede ser ese punto
central, ese Budha interior, que inicia una nueva cadena de iluminación. Al
compartir el Dharma con cinco personas, estamos sembrando las semillas de la
liberación en sus corazones.
¿Por qué Cinco?
El número cinco no es arbitrario. En muchas tradiciones espirituales, el cinco
simboliza la totalidad, el universo, y los cinco elementos. En el contexto del
Dharma, representa la perfección de la práctica, la culminación de las Cinco
Perfecciones del Bodhisattva: generosidad, ética, paciencia, esfuerzo y
meditación.
Los Beneficios de Compartir el Dharma
Compartir el Dharma no solo beneficia a aquellos que lo reciben, sino también a
quien lo comparte. Al enseñar a otros, profundizamos nuestra propia comprensión
del Dharma. Además, el acto de compartir es una expresión de nuestra compasión y
un recordatorio de nuestra conexión con todos los seres.
¿Cómo Compartir el Dharma?
Hay muchas formas de compartir el Dharma, desde conversaciones informales hasta
clases formales. Algunas ideas incluyen:
• Conversaciones diarias: Incorpora enseñanzas del Dharma en tus conversaciones
cotidianas.
• Grupos de estudio: Organiza o únete a un grupo de estudio del Dharma.
• Meditación guiada: Ofrece sesiones de meditación guiada a tus amigos y
familiares.
• Voluntariado: Participa en proyectos de
servicio comunitario inspirados en los principios del Dharma.
• Redes sociales: Utiliza las redes sociales para compartir citas inspiradoras,
reflexiones y recursos del Dharma.
Un Llamado a la Acción
Hermanos y hermanas, la necesidad de compartir el Dharma es más urgente que
nunca. En un mundo marcado por el sufrimiento, la confusión y la incertidumbre,
la luz del Dharma es un faro de esperanza. Al comprometernos a compartir el
Dharma con cinco personas, estamos contribuyendo a crear un mundo más compasivo,
más justo y más pacífico.
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¡Que la luz del Dharma ilumine nuestros caminos y
nos guíe hacia la liberación completa!
Si tienes alguna inquietud o comentario, no dudes en ponerte en contacto conmigo
al correo gongparabsel@gmail.com o al WhatsApp +57 314 623 83 08.
compartir el Dharma es
más urgente que nunca. En un mundo marcado por el sufrimiento, la confusión y la
incertidumbre, la luz del Dharma es un faro de esperanza. Al comprometernos a
compartir el Dharma con cinco personas, estamos contribuyendo a crear un mundo
más compasivo, más justo y más pacífico.
¡Que la luz del Dharma ilumine nuestros
caminos y nos guíe hacia la liberación completa!
Si tienes alguna inquietud o comentario, no dudes en ponerte en contacto conmigo
al correo gongparabsel@gmail.com o al WhatsApp +57 314 623 83 08.
DE AQUÍ Y DE ALLÁ
Por: Otoniel Parra Arias
COLOMBIA: ¿APOCALIPSIS NOW?
Hoy amanecimos de nuevo con los pelos de punta y las expectativas
colombianistas de capa caída de nuevo por lo ocurrido con el pronunciamiento del
Consejo Nacional Electoral respecto a declarar culpable de gastos extras a la
campaña de Gustavo Petro en las pasadas elecciones y la respuesta contundente
casi inmediata del afectado mediante su poderosa red de emisoras y estaciones
televisivas rechazando estas acusaciones para entrar de lleno en lo que él
considera la única entrada a una revolución popular.
El presidente ha reiterado a los ciudadanos que lo están persiguiendo y por lo
tanto deben salir a la calle para detener en zafarrancho de combate popular un
golpe de estado blando o duro ya en movimiento.
Atrás ha quedado su secuencia casi poética del país de la belleza y la paz total
cuyos enunciados han movido los amigos del gobierno.
Se acercan meses de duros encuentros entre abogados con el aditamento de lo que
puedan opinar los dignatarios de otros países acreditados en nuestro país
también citados por el presidente.
Tiene todo el derecho el señor presidente en insistir en su defensa como
cualquier otro ciudadano y seguramente que tendrá argumentos mediante sus
expertos jurídicos que avivarán esta polémica.
Pero lo triste del asunto es que otros temas de desarrollo y mejoramiento de la
gente del común han pasado a la cola de las prioridades y así cada que el jefe
del estado trate de darnos cartilla desde la televisión oficial sobre la belleza
innegable de nuestra nación y la armonía incluso con la naturaleza muchos a la
mejor no vamos a creerle a pies juntillas.
Según los conocedores de estos espinosos temas en los medios de comunicación, es
necesario que se atemperen las declaraciones y juzgamientos a priori en ambos
extremos para que dejen gobernar al señor Petro sin necesidad de estos
incidentes que Dios no lo quiera puedan terminar mal.
Por lo pronto el damnificado ha sido el ministro del interior
Juan Fernando Cristo, quien ha quedado súpito ante esta polémica que poco tiene
que ver con el acuerdo
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nacional que él ha propuesto de buena fé como medida de
salvación para esta debacle.
¿Para qué sirven las cebras peatonales en
Pereira y Colombia?
Por: Jose Gabriel Barrera Rojas
jgbrelimparcialpereira@gmail.com
Al revisar el periódico, me encontré con un titular
preocupante: "Aumento del 10 por ciento en víctimas fatales en Pereira." Este
dato no es solo alarmante, sino desgarrador. Según Juan Gabriel Londoño,
especialista del Instituto de Movilidad de Pereira, el 55% de las víctimas
fatales en accidentes de tránsito son peatones. Y no, esto no es solo una cifra
que debe quedar relegada a las estadísticas. Como ciudadanos que caminamos a
diario por las calles, presenciamos una preocupante realidad: en Pereira, las
cebras peatonales han desaparecido en la mayoría de las vías.
A simple vista, pareciera que solo el centro de Pereira cuenta con una
demarcación adecuada de pasos peatonales, donde las líneas azules son visibles y
facilitan el cruce de los peatones. Pero en muchas otras áreas de la ciudad,
estas señales son prácticamente inexistentes. Esto se suma a una falta de
cultura ciudadana por parte de muchos conductores, quienes parecen ignorar por
completo la presencia y los derechos de los peatones.
Uno de los ejemplos más notorios de este comportamiento es el de los conductores
del Megabús, quienes a menudo hacen caso omiso a las cebras peatonales. Estas,
lejos de ser un punto seguro para los peatones, parecen haberse convertido en
meros adornos en las vías. Aún más preocupante es que, en algunas calles, las
cebras ni siquiera son visibles, lo que agrava la situación y pone en riesgo a
quienes intentan cruzar.
La situación se vuelve aún más frustrante cuando un conductor decide ceder el
paso a un peatón. En lugar de recibir apoyo o respeto de los demás conductores,
lo que ocurre es una avalancha de bocinazos desesperados. Peor aún, no falta el
motociclista que decide adelantar por un costado a gran velocidad, sin
importarle el riesgo de causar un accidente. Es paradójico que lo que debería
ser una muestra de respeto y civismo –ceder el paso a un peatón– se convierte en
una fuente de tensión y peligro en las vías.
Esto nos lleva a reflexionar sobre el problema de fondo: la falta de cultura
ciudadana. Si nos detenemos a observar, muchos conductores ni siquiera respetan
los semáforos en rojo. Si no se cumple con esta norma básica, mucho menos se
respetarán las cebras peatonales. ¿Cómo es posible que sigamos viendo la vida
humana como algo secundario frente a la comodidad y prisa de los vehículos?
La solución no es simple. Se requiere una estrategia multifacética. Primero, es
necesario mejorar la señalización de los pasos peatonales en todas las zonas de
Pereira, no solo en el centro. Segundo, se debe lanzar una fuerte campaña de
educación vial, tanto para conductores como para peatones.
Las cebras peatonales no son solo líneas pintadas en el pavimento. Representan
la seguridad y el derecho que tenemos los peatones de cruzar las calles sin
temor. Si no empezamos a respetarlas, estamos condenando a nuestra ciudad a
seguir viendo cifras de víctimas fatales en aumento. Es hora de que como
sociedad, valoremos más la vida que la prisa.
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