Fundado el 9 julio de 1948 -

Por Rafael Cano Giraldo -1948-1981

Publisher: Zahur Klemath Zapata - 1981 –

 

 

 

Las opiniones expresadas por los columnista son de su exclusiva responsabilidad y no comprometen el pensamiento de El Imparcial

 
 

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EDITORIAL

 

Pereira, Colombia - Edición: 13.350-930

Fecha: Sábado 19-10-2024

 

EDITORIAL

 

Lo que el mejor vivir escupió
 

Violencia, violencia y más violencia - no parecemos los seres racionales que decimos que somos-. El mundo se encuentra en candela, golpes de estado, protestas, guerras y demás escenarios que resultan hilarantes para la sociedad de la vida.

Se presume que este siglo es el de la vida, es decir una sociedad que protege el buen vivir, en la medida que la vida ya está garantizada, ¿Estamos seguros de esta afirmación? ¿Podemos afirmar que nuestra vida es algo seguro? Desde nuestra perspectiva tal afirmación es una falacia, el deseo de un buen vivir se tragó el derecho a la vida y lo escupió convirtiéndolo en una condición egocentrista y asesina.

La vida de unos importa más que la del resto. La vida de las personas sin grandes logros o fortunas no son más que datos que un estadista agrupa y le coloca de nombre “fallecimientos” “conteo de fallecidos” y ¿Las vidas de estas personas por qué fue cortada? es la pregunta que nadie se hace, de hecho, el hacerse tal pregunta es una manifestación de la estupidez, puesto que hacerse estas preguntas implica el conocer o mejor aún, hacerse conocer de quien no quieres que sepa ni siquiera tu nombre.

La vida nos dejó de pertenecer, cuando entregamos nuestra libertad, en un primer momento entregamos nuestra libertad en pro de mantener nuestra vida, ahora, sin libertad, ni seguridad, sólo nos queda la angustia, de que unos cuantos no coloquen sus principios morales o deseos de poder, por encima de nosotros, pues de hacerlo que le queda a la sociedad que sólo es un dígito, que no suma ni resta en los estándares de éxito.

Nuestra sociedad ha caído, en el momento en que la importancia de un sujeto se valida a partir del éxito que su sangre haya tenido, que los principios o deseos de unos sean lo suficientemente justificables como para aplicar al asesinato en pro de mantener sus sueños. Como sociedad se ha fallado; en educación, la educación que no les desarrolló el deseo de hacer el bien limpiamente, es decir, una que no implica daños colaterales como la muerte, y dos como cultura fracasó estrepitosamente, en el momento que todos los ciudadanos no fueron incluidos.

 

 

El hambre es un producto del mal manejo del dinero público

 

Por: Zahur Klemath Zapata

zapatazahurk@gmail.com  

 

Por siglos se viene buscando alcanzar la clase social a la que se quiere pertenecer, en este reino animal en el que vivimos nunca ha habido clases sociales, simplemente envidiosas por el bienestar de otros.

En Colombia se ha tenido la manía de creerse unos más superiores que otros y otros creerse que no tienen ningún derecho y dejan que se aprovechen de ellos sin entender la razón. La inocencia de las personas por esa condición evolutiva los hace presas de mentes corruptas que siempre han existido y que hoy se ven al descubierto.

Ya vienen las elecciones de octubre, esta va a ser una campaña política que no se va a diferenciar de las anteriores, los mismos discursos, los mismos apoyos económicos y muchos inexpertos en el manejo de la cosa pública. Eso ha sido lo mismo y nada a cambiar.

Hay una costumbre enraizada en la mente de los que pretenden hacer política sin la mera educación de este menester. Creer que llegar a ocupar un puesto público es ganarse el premio de la habilidad de convencer a gente que ni siquiera entiende qué es lo que va a pasar con el personaje que van a elegir. Es una constante en la vida pública colombiana.

Gracias a la tecnología hoy millones de personas se han venido educando en este menester y están comprendiendo el rol de ser ciudadano y defender su condición frente a esta jauría de ineptos que pretenden asumir posiciones que jamás estuvieron preparados para ellas y que a su vez no han demostrado un conocimiento ni honores de haber logrado algo positivo para que un pedazo del territorio nacional esté en mejores condiciones.

 

Lo único que han demostrado, los que lo pueden demostrar, es que han vivido a costillas del erario año tras año y buscando como aumentar el presupuesto para poder mantener la corrupción. Y no presentar un superávit que permita a la ciudadanía sentirse orgullosa de quien ha estado ocupando esos cargos.

 

Las nuevas avalanchas de pescadores en un mar de sardinas con redes amplias buscan atrapar inexpertos o inocentes votantes para que voten por ellos y luego vivir gota a gota de los impuestos que todos pagamos y entregarnos al final del periodo un país desvalorizado al igual que las ciudades.

 

Este año se van a recaudar más de 270 mil billones de pesos en impuestos, unos 69,500 mil millones de dólares, de los cuales los colombianos no recibirán un centavo en bienestar y apoyo para sus necesidades básicas.

Pero si tomamos de esos USD$69.500 mil millones dólares e invertimos en el pueblo colombiano unos USD$2.400 millones al año y apoyar a los que demuestren que están trabajando con una ayuda de
USD$100 mensuales. Esto activaría la economía colombiana y los ciudadanos tendrían mayor poder adquisitivo y el

 

 

 

estado colombiano recibiría mayores entradas de dinero al fisco por impuestos.


Cualquier economista entendería la figura y vería como la pobreza se disminuye y el campo de acción del pueblo sería más amplio.

El dinero que se pierde en la corrupción es mucho más alto que el que se haría en esta inversión social

 

LA COP 16 ES UN GRITO DE GUERRA

Crónica 988

Gustavo Alvarez Gardeazábal

Audio: https://www.spreaker.com/episode/la-cop16-es-un-grito-de-guerra-cronica-988-de-gardeazabal--62409938


La Cop 16 de Cali comienza este lunes. La magnitud de lo que sucederá durante 10 días no la hemos alcanzado a medir. La falta de un conocimiento sobre la tradición de eventos como ese, pero sobre todo la dificultad de encontrar suficiente ilustración resumida, ha sido solucionada en gran parte por un estupendo libro que comienza a circular hoy y que escribieron al unísono el infatigable Pedro Luis Barco y el preciso Gustavo Eduardo Moreno, el experto ambientalista que trabaja en Guayaquil y que lleva por título “La Cop 16 de Cali”.

No es un libro difícil de leer, pese a lo especializado que resulta siendo. Sus autores afirman con certeza qué está hecho para jóvenes de todas las edades y hasta para viejitos desocupados, pero lo que buscan es mucho más allá que entretenernos.

Es un texto acumulativo pero con propósitos informativos. Está planteado idealísticamente como siempre lo hacen los ambientalistas ante la inminencia del arrasamiento. Fundamentados en el destino tradicionalista creen que la COP 16 y las voluntades que de allí se deriven impedirán esa debacle.

Pero como describen, no muy imparcialmente, la verdadera hostilidad que se libra tras bambalinas, y que no se nos había contado, entre las COP y las UPOV, el libro adquiere inusitada importancia como herramienta de entendimiento sobre el grito de guerra que en trasfondo se dará, quizás hasta sin decirlo, desde el lunes en Cali.

Las UPOV defienden y estimulan la batalla contra el hambre que han ido ganando los genios que modifican las semillas para que se vuelvan más resistentes a los bichos y más productivas.

Las COP intentan frenar tales avances para que se conserven las especies nativas, la biodiversidad y el tradicionalismo y por ende la pachamama y todas las denominaciones de la madre tierra.

Pero el éxito del libro es que aunque denuncian el mercantilismo de las farmacéuticas y multinacionales que respaldan las UPOV, cuentan como las COP van perdiendo pero ellos se quedan con los derrotados.

El Porce, octubre 18 de 2024

 

 

Director
Zahur Klemath Zapata

Gerente
Laurie Agront

Gerente Operativo
Alba Lucia Arenas V.


Editor

Felipe Castro

 

   

Diagramación
María  Molina

 

Soporte Tecnológico
Aurooj Ali Khan

Nadeem Khan

Jawaad Malik

 

Colaboradores

Jotamario Arbeláez
Gustavo Álvarez Gardeazábal

 

 
Edgar Cabezas

Gongpa Rabsel Rinpoché

Guillermo Navarrete Hernández
Iván Pulido

Teresa Pardo

Agustin Perozo
CONTACTO
Tel. (57) 606-347 7079
Calle 21 #4-21  Pereira, Colombia
Correo
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