ONU acusa al gobierno de Maduro de crímenes de lesa humanidad en
contexto electoral
La Misión Internacional de Determinación de Hechos de las Naciones
Unidas (ONU) acusó el pasado martes al gobierno de Nicolás Maduro de
cometer crímenes de lesa humanidad en relación con las elecciones
presidenciales de Venezuela celebradas el 28 de julio de 2024. En un
informe de 158 páginas, la misión detalla graves violaciones a los
derechos humanos, cometidas tanto por las fuerzas de seguridad del
Estado como por grupos civiles armados afines al gobierno, antes,
durante y después de los comicios.
El documento, que abarca el periodo entre el 1 de septiembre de 2023
y el 31 de agosto de 2024, expone una amplia gama de abusos, entre
los que se incluyen asesinatos, desapariciones forzadas, torturas, y
violencia sexual. Aunque la ONU ya había denunciado violaciones
similares en el pasado, el reciente informe señala una ampliación
del perfil de las víctimas. En esta ocasión, los abusos no solo
afectaron a opositores y disidentes, sino también a la población en
general, incluidas niñas, niños y adolescentes.
Oleada represiva y detenciones masivas
El informe subraya que, tras el anuncio de los resultados
electorales, las autoridades venezolanas llevaron a cabo una campaña
de detenciones masivas e indiscriminadas sin precedentes. Según
cifras proporcionadas por las propias autoridades, miles de personas
fueron arrestadas en el contexto postelectoral, en un patrón
comparable a las olas represivas ocurridas durante las protestas de
2014, 2017 y 2019.
La Misión de la ONU denuncia la participación de diversos cuerpos de
seguridad del Estado, entre ellos el Servicio Bolivariano de
Inteligencia Nacional (SEBIN), la Dirección General de
Contrainteligencia Militar (DGCIM), la Guardia Nacional Bolivariana
y la Policía Nacional. Estos organismos habrían estado involucrados
en detenciones arbitrarias, uso excesivo de la fuerza para dispersar
manifestaciones, y tratos crueles y degradantes contra los
detenidos.
Según la ONG local Foro Penal, el número de "presos políticos" en
Venezuela alcanzó los 1.916 tras las elecciones, 70 de los cuales
eran menores de edad. Además, desde el 29 de julio, un día después
de los comicios, 1.784 personas fueron detenidas, muchas de ellas
enfrentando acusaciones de "terrorismo" o "incitación al odio", con
penas que oscilan entre los 10 y 30 años de prisión.
Participación del Estado en la represión
La Misión de la ONU no solo responsabiliza a los cuerpos de
seguridad por las violaciones a los derechos humanos, sino también a
las máximas autoridades del Estado. El informe sostiene que las
declaraciones de figuras clave del gobierno, especialmente tras el
28 de julio, fomentaron un clima de hostilidad y violencia, lo que
contribuyó a la represión.
En el contexto electoral, el Consejo Nacional Electoral (CNE) fue
acusado de "incumplir las medidas básicas de transparencia e
integridad", mientras que la Asamblea Nacional, el parlamento
venezolano, jugó un papel crucial en la aprobación de leyes
restrictivas y contrarias a los derechos humanos. El informe también
señala la falta de independencia del sistema judicial, que continuó
operando de manera sesgada, facilitando la persecución de la
disidencia.
Violaciones y muertes en las protestas
Durante los primeros días de protestas postelectorales, se
registraron al menos 25 muertes, entre ellas las de dos menores de
edad. La ONU documentó que ocho de estas muertes ocurrieron en
manifestaciones, donde fuerzas de seguridad y grupos civiles armados
dispararon contra los manifestantes.
Además de los asesinatos, el informe detalla casos de desapariciones
forzadas, en las que las personas detenidas permanecieron
incomunicadas durante días o semanas, sin que sus familiares o
abogados supieran su paradero. El documento también destaca
numerosos casos de tortura, que incluyeron golpes, asfixia,
descargas eléctricas en los genitales, inmersión en agua fría y
privación de sueño. Las mujeres y niñas que acudieron a centros de
detención para visitar a familiares también fueron víctimas de
violencia sexual.
Contexto internacional
Este informe de la Misión Internacional Independiente de
Determinación de los Hechos sobre Venezuela, presidida por la
jurista portuguesa Marta Valiñas y conformada por el chileno
Francisco Cox y la argentina Patricia Tappatá, es parte de un
esfuerzo continuo por documentar las violaciones de derechos humanos
en el país sudamericano. Establecida en 2019 por el Consejo de
Derechos Humanos de la ONU, la misión ha sido renovada recientemente
por dos años más, pese a la oposición de países como China, Cuba y
Vietnam.
Mientras tanto, el gobierno de Nicolás Maduro enfrenta creciente
presión internacional, con la oposición venezolana y varios países
extranjeros, que no reconocen los resultados de las elecciones del
28 de julio, exigiendo respuestas ante las continuas violaciones a
los derechos humanos.
El informe deja claro que las políticas represivas del gobierno de
Maduro buscan silenciar a la disidencia y sofocar el descontento
popular, a través de tácticas que violan los principios básicos de
los derechos humanos, afectando a una amplia franja de la sociedad
venezolana.
Corea del Norte destruye carreteras que conectaban con el Sur,
intensificando su aislamiento
Corea del Norte ha dinamitado varias secciones de carreteras que
conectaban |
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con Corea del
Sur, lo que marca un nuevo paso en su creciente aislamiento. La acción se
produce apenas unos días después de que Pyongyang anunciara su plan de bloquear
de manera permanente la frontera sur y construir nuevas posiciones defensivas.
Según el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur, las explosiones ocurrieron en
las rutas de Gyeongui y Donghae, al norte de la Línea de Demarcación Militar que
separa a ambos países.
El ejército surcoreano compartió videos que muestran cómo las fuerzas
norcoreanas destruyen tramos de estas carreteras, una medida que los expertos
interpretan como un claro mensaje de que el líder norcoreano, Kim Jong Un, no
tiene intención de entablar negociaciones con el Sur. La respuesta inmediata de
las fuerzas armadas de Corea del Sur fue realizar disparos en su propio
territorio, aunque no se reportaron daños significativos.
A pesar de que las conexiones viales y ferroviarias entre las dos Coreas llevan
años cerradas, la demolición de estas infraestructuras parece señalar un
endurecimiento de la postura norcoreana. Yang Moo-jin, presidente de la
Universidad de Estudios Norcoreanos en Seúl, sugiere que esta destrucción podría
ser un paso preparatorio para la construcción de nuevas barreras físicas, una
medida que refuerza el control militar en la frontera.
Las relaciones entre las dos Coreas se han deteriorado considerablemente desde
que Yoon Suk Yeol asumió la presidencia de Corea del Sur en 2022. Yoon, de
tendencia conservadora, ha adoptado una política más firme hacia su vecino del
Norte, además de fortalecer las alianzas militares con Estados Unidos y Japón.
Estas maniobras han sido percibidas por Pyongyang como ensayos para una
invasión, lo que ha alimentado aún más las tensiones en la península.
A principios de este año, Kim Jong Un declaró oficialmente a Corea del Sur como
el "enemigo principal" de su país. Desde entonces, el régimen norcoreano ha
colocado minas terrestres, barreras antitanque y misiles en la frontera,
incrementando la militarización de la zona. La semana pasada, Corea del Norte
acusó a Seúl de lanzar drones con propaganda sobre la capital, Pyongyang, lo que
llevó a Kim a prometer el cierre definitivo de la frontera y advertir que otro
incidente similar sería considerado una "declaración de guerra".
En una reunión de seguridad realizada el lunes, Kim revisó lo que llamó "graves
provocaciones del enemigo" y dejó clara su postura tanto política como militar,
según informes de la agencia estatal KCNA. Aunque Corea del Sur negó
inicialmente el uso de drones, posteriormente evitó hacer más declaraciones
sobre el tema.
Kim Yo Jong, hermana del líder norcoreano, emitió un comunicado en el que
aseguró que su país posee "pruebas claras" de que el ejército surcoreano estaba
detrás del envío de drones, y advirtió que los "provocadores pagarán un alto
precio". Este tipo de acusaciones entre los dos países no es nueva, ya que
activistas en el sur han lanzado propaganda con globos hacia el norte durante
años, lo que ha provocado la furia del régimen.
El panorama en la península coreana sigue siendo altamente tenso y la
destrucción de las carreteras no hace más que subrayar el empeoramiento de las
relaciones. Mientras tanto, China ha instado a ambas partes a evitar una
escalada que perjudique los intereses comunes de la región.
Tensiones entre Israel y la ONU en Líbano: Netanyahu justifica ataques a la
FINUL
Israel ha sido acusado de llevar a cabo múltiples ataques contra la misión de
paz de la ONU en el sur de Líbano, conocida como la Fuerza Provisional de las
Naciones Unidas en el Líbano (FINUL), durante las últimas semanas. Estos
ataques, que han incluido el disparo de un tanque israelí contra una torre de
observación de la ONU, han generado críticas internacionales y denuncias de
violación del Derecho Internacional por parte de la ONU. Sin embargo, el primer
ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha defendido las acciones militares,
argumentando que en la región opera el grupo chií Hezbolá, lo que, según él,
justifica las operaciones israelíes.
El incidente más reciente ocurrió el 16 de octubre, cuando la FINUL informó que
un tanque Merkava del Ejército israelí disparó de manera "aparentemente
deliberada" contra una de sus posiciones cerca de la localidad libanesa de Kafer
Kela, destruyendo dos cámaras de vigilancia. Esta agresión se suma a una serie
de ataques similares en los últimos días, en los que varios cascos azules
resultaron heridos. Desde finales de septiembre, la escalada de violencia entre
Israel y Hezbolá ha dejado más de 1.500 muertos, en su mayoría libaneses, debido
a los bombardeos israelíes en el sur y el este del país, así como en la capital,
Beirut.
La FINUL, que opera desde 1978 en una zona de más de 1.000 kilómetros cuadrados
entre Israel y Líbano, está encargada de mantener la paz en la llamada Línea
Azul, una frontera de facto entre ambos países. Según el mandato del Consejo de
Seguridad de la ONU, ni Israel ni Hezbolá deberían tener presencia militar en la
zona controlada por la FINUL, donde solo deberían estar desplegadas las tropas
internacionales y las fuerzas libanesas. Sin embargo, esta disposición nunca ha
sido respetada plenamente, lo que ha generado constantes tensiones. |
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Ante las críticas internacionales por los ataques a
la ONU, Netanyahu ha negado que las acciones de Israel hayan sido deliberadas y
ha instado a la FINUL a retirarse temporalmente de la región para "garantizar su
seguridad". El primer ministro sostiene que la presencia de Hezbolá en la zona
pone en riesgo tanto a las fuerzas de paz como a los civiles israelíes, y
asegura que las operaciones militares de Israel continuarán mientras el grupo
chií siga activo en la región.
Esta situación ha provocado una creciente preocupación en la comunidad
internacional, que ve con alarma cómo las tensiones en el sur de Líbano podrían
desencadenar un conflicto mayor. La ONU ha pedido a todas las partes
involucradas que respeten el mandato de la FINUL y que se abstengan de acciones
que puedan poner en peligro la paz y la estabilidad en la región.
Kamala Harris toma más riesgos en la
recta final de la campaña presidencial en EE.UU.
A menos de tres semanas de las elecciones
en Estados Unidos, la vicepresidenta
Kamala Harris ha decidido intensificar sus esfuerzos de campaña, asumiendo más
riesgos en un escenario donde el entusiasmo inicial que rodeaba su candidatura
ha disminuido. Tras un comienzo vibrante, marcado por el éxito en la Convención
Nacional Demócrata en Chicago y una fuerte recaudación de fondos que superó los
1.000 millones de dólares en menos de tres meses, los demócratas no han logrado
consolidar una ventaja decisiva en las encuestas. Con una carrera ajustada,
especialmente en los estados clave, la presión sobre Harris es evidente, y su
equipo ha adoptado una estrategia más audaz.
El partido demócrata enfrenta un escenario complejo, donde la retórica contra
Donald Trump no ha sido suficiente para convencer a un electorado que, en muchos
casos, añora los años de su administración. A pesar de las graves acusaciones
hechas por figuras destacadas, como el ex jefe de Estado Mayor, el general Mark
Milley, quien ha descrito a Trump como un "fascista", muchos de sus seguidores
no se ven persuadidos. Para ellos, su presidencia no fue el desastre que se
esperaba, y los temas que más les preocupan, como la economía y la inmigración
ilegal, son los que dominan el discurso del exmandatario.
La apuesta de Harris: salir de la zona de confort
Consciente de este panorama, Harris ha decidido salir de su zona de confort.
Hasta ahora, ha evitado a los medios tradicionales y ha preferido centrarse en
podcasts y charlas con creadores de contenido en plataformas como YouTube. Sin
embargo, el pasado miércoles hizo una aparición inusual en la cadena FOX, en una
entrevista tensa con el presentador Bret Baier. Este movimiento fue visto como
un intento de demostrar que está preparada para enfrentar las preguntas
difíciles y las críticas que la han seguido durante toda la campaña.
En esa entrevista, Harris envió un mensaje claro: está dispuesta a luchar.
Enfrentó interrupciones y reproches con firmeza, buscando mostrar que puede
manejar la presión y que está capacitada para liderar la primera potencia
nuclear del mundo. Este cambio en su estrategia de comunicación es una respuesta
directa a las críticas que la han presentado como una figura "sin sustancia", y
busca proyectar una imagen de fortaleza y determinación.
Focalizando esfuerzos en los estados clave
El camino hacia la victoria en estas elecciones pasa necesariamente por los
estados clave, y Harris lo sabe. En los próximos días, recorrerá todo Wisconsin
con el apoyo de figuras influyentes como Mark Cuban, un empresario
multimillonario crítico del Partido Republicano. Su compañero de fórmula, Tim
Walz, gobernador de Minnesota, también estará concentrado en estados cruciales
como Carolina del Norte, acompañado por figuras como el expresidente Bill
Clinton y el rapero Common.
Por otro lado, Donald Trump sigue consolidando su base en estados como Georgia y
Arizona, a pesar de las crecientes preocupaciones sobre su salud mental.
Recientemente, sus apariciones públicas han dejado dudas sobre su capacidad para
articular mensajes claros, con episodios desconcertantes como el ocurrido en
Filadelfia, donde se quedó en silencio durante más de media hora después de un
incidente entre el público en uno de sus mítines.
Las encuestas: una batalla cerrada
Las encuestas reflejan una carrera reñida. Según un sondeo reciente de Fox News,
Trump lidera por dos puntos a nivel nacional, con un 50% frente al 48% de Harris,
marcando la primera vez que supera a la vicepresidenta desde julio. Sin embargo,
Harris mantiene una ventaja de seis puntos en los siete estados clave en
disputa, lo que sugiere que la batalla aún no está decidida.
A pesar de estos números, la situación es frágil. Los márgenes de Harris en
estados como Carolina del Norte, Michigan y Pensilvania son estrechos, y
cualquier cambio podría ser decisivo. Por otro lado, Trump parece haber
fortalecido su posición en estados como Georgia y Arizona, donde las
preocupaciones sobre su estado mental no han mermado su apoyo entre los votantes
más fieles.
Desafíos internos y externos
A medida que la campaña entra en su fase final, Harris sigue luchando por
sacudirse la sombra de Joe Biden, cuya presidencia no ha gozado de un amplio
apoyo popular. Aunque la vicepresidenta ha intentado distanciarse, argumentando
que su administración sería distinta, no ha logrado articular un mensaje
coherente que resuene con los votantes indecisos. Temas como la economía y la
inmigración, que dominan las preocupaciones de gran parte de la población,
siguen siendo un obstáculo para ella. |