Fundado el 9 julio de 1948 -

Por Rafael Cano Giraldo -1948-1981

Publisher: Zahur Klemath Zapata - 1981 –

 

 

 

Las opiniones expresadas por los columnista son de su exclusiva responsabilidad y no comprometen el pensamiento de El Imparcial

 
 

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EDITORIAL

 

Pereira, Colombia - Edición: 13.455-1035

Fecha: Sábado 05-04-2025

 

EDITORIAL

 

Aranceles y caos

 

El comercio internacional ha sido, durante décadas, el pilar fundamental de la economía global. Las interacciones entre mercados han permitido el crecimiento de innumerables industrias, generando empleo, reduciendo costos de producción y expandiendo el acceso a bienes y servicios. Sin embargo, cuando las reglas de este juego se modifican de manera abrupta, las repercusiones no tardan en hacerse sentir.

El proteccionismo económico ha resurgido con fuerza en los últimos tiempos en potencias como EE.UU., impulsado por medidas que buscan imponer barreras a la libre circulación de mercancías. La instauración de aranceles generalizados a las importaciones reconfigura el panorama comercial, alterando cadenas de suministro que han sido diseñadas con precisión para optimizar costos y tiempos de producción. Se trata de un golpe directo a la estructura de comercio global que conocemos, una transformación cuyas consecuencias serán profundas y de largo alcance.

La historia nos ha demostrado que el aumento de barreras arancelarias no suele traer consigo los beneficios esperados. En el pasado, medidas similares han llevado a la contracción del comercio, afectando tanto a las economías emergentes como a las más desarrolladas. Lejos de fortalecer la producción interna, los costos de insumos importados tienden a elevarse, lo que a su vez se traduce en aumentos de precios para los consumidores y disminución del poder adquisitivo. Paradójicamente, las industrias nacionales que se pretende proteger pueden verse atrapadas en un círculo de ineficiencia y menor competitividad.

Además, la reacción del resto del mundo no se hace esperar. Las respuestas a políticas proteccionistas suelen manifestarse en forma de represalias comerciales, desatando conflictos que escalan rápidamente y afectan a sectores que, en principio, no estaban contemplados en la ecuación inicial. Lo que comienza como una medida destinada a corregir desequilibrios puede derivar en una guerra comercial con impactos negativos para todas las partes involucradas.

El comercio internacional no es un ente estático, sino un ecosistema dinámico en el que cada decisión genera efectos en cadena. Cuando una economía decide alterar unilateralmente las condiciones de intercambio, se enfrenta a la posibilidad de perder mercados estratégicos y reducir su influencia en la escena global. No es solo cuestión de cifras o estadísticas; la confianza entre socios comerciales es un factor intangible que puede erosionarse con rapidez y tardar años en restablecerse.

Los cambios en las políticas comerciales deben analizarse con una visión de largo plazo, sopesando no solo los beneficios inmediatos, sino también las implicaciones estructurales. En un mundo interconectado, levantar muros no garantiza prosperidad. Al contrario, la verdadera fortaleza económica radica en la capacidad de adaptación y en la búsqueda de consensos que favorezcan el desarrollo mutuo. En este escenario, la prudencia y el diálogo se convierten en herramientas fundamentales para evitar un retroceso con costos incalculables.

 

 

 

La dependencia es ser esclavo de quien tiene la tecnología

Por: Zahur Klemath Zapata
zapatazahurk@gmail.com

 

Cada nación tiene su potencial humano y su madre naturaleza, no importa donde este ubicado en el planeta. Sólo se necesita un poco de sentido común, amor y organización para que puedan alcanzar las metas que se propongan realizar. Bajo estos parámetros esa nación se convertirá en un epicentro de desarrollo y bienestar para sus habitantes.

Donde existe la pobreza es porque hay carencia de sentido común o alguien ajeno a los intereses de la comunidad se está quedando bajo mentiras y engaños con la productividad de la sociedad y esta pasivamente está entregando todo por no luchar por desalojar al criminal.

Por siglos las sociedades han sido mancilladas por bárbaros que los han dominado porque estas sociedades no tenían la capacidad de raciocinio hasta que éstas comenzaron a mutar intelectualmente. Al tener esta nueva capacidad de razonabilidad se comenzó a entender que ya no era necesidad de depender de los que siempre han manipulado el raciocinio humano.

Ser independiente, autónomo, libre y tener el libre albedrío no significa que puede destruir y atentar contra el orden de la naturaleza. Tener esta capacidad a flor del intelecto nos permite organizarnos para el bien común y rechazar los charlatanes que siempre están presentes para manipular y distorsionar el buen orden de la naturaleza humana.

 

Ahora bien, las sociedades de un país deben impulsar a sus creativos y desarrolladores de tecnologías para no depender de otros que crean y desarrollan nuevas herramientas y plataformas para el uso general en otras naciones. Cada nación debería tener sus propias tecnologías, agricultura y turismos para intercambiar los bienes de servicio y así tener su propia independencia.

 

Este trabajo es obligación de cada sociedad a través de sus comités y de personas que siempre están involucradas en todos estos quehaceres del intelecto porque es parte de su naturaleza. Cuando se limita el libre desarrollo del intelecto y del quehacer humano a través de leyes y normativas esto hace que la naturaleza humana busque como violar todos los obstáculos que le impiden desarrollarse y avanzar en la búsqueda de su bienestar.

Históricamente se ha demostrado que los personajes que se han ido en contravía del establecimiento son los que han cambiado los parámetros del orden que se había establecido.

 

 

 

Muchos de los que en el pasado fueron condenados a la hoguera, muerte, perseguidos y vilipendiados hoy son los que marcaron las nuevas rutas del bienestar humano y tecnológico.

Los Estados en la actualidad solo sirven para confrontaciones con otros Estados y mover la maquinaria política y obligar a los ciudadanos a pagar por lo que ellos no tienen nada que ver a través de impuestos o servicios obligatorios a nombre de una causa que solo es del gobernante de turno.

 

SOÑAR DESPIERTOS
Crónica #1090

Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal

 

Audio: https://youtu.be/s-QPiGb4aV8

 

Desde cuando entré de lleno en la senectud me cansé de soñar despierto. Curiosamente, empero, no he perdido una pizca de la imaginación o más bien la he fortificado con el realismo apabullante de haber vivido 80 años.

Tener ilusiones ha sido una constante del ser humano. Muchos las pierden cuando fracasan. Otros las renovamos o las cambiamos para volver a intentar convertirlas en realidades cumplidas.

Hay entonces los eternos desilusionados o los irremediablemente ilusos. Poder manejar los desengaños para que no se conviertan en filones de la venganza, es para muchos una labor de titanes.

Alimentar la compensación para contrarrestar el fracaso es negarse a admitir lo débiles o equivocados que finalmente resultamos ser.

 

He estado pensando mucho en esos temas mientras termino de profundizar y actualizar la nueva edición de mi libro “Prisionero de la Esperanza” con la que cerraré la colección de la Biblioteca Gardeazábal que El Tiempo y el Éxito han estado patrocinando durante estos dos últimos años.

 

Quizás resida allí, en la comprensión de la venganza y en la reeducación de las juventudes en el realismo práctico y no en las ilusiones fomentadas, donde se encuentre la solución a esta eterna violencia que hemos vivido por siglos entre colombianos.

Desde antes de llegar Jiménez de Quezada con las ambiciones y venganzas de todos los españoles o de traer a los mandingas sobrantes de guerra de las playas africanas, ya los indios habitantes de estas tierras andaban enfrascados en guerras vengativas e ilusiones imperiales frustradas.

Pareceríamos un pueblo maldito aunque sin maldición. Pero lo que en verdad somos es un pueblo distinto por las mezclas sanguíneas y los ADN trocados por haber cabalgado sobre la ambición, llevando a cuestas siglo tras siglo la envidia y la venganza.

El Porce, abril 5 del 2025

 

 

Director
Zahur Klemath Zapata

Gerente
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Gerente Operativo
Alba Lucia Arenas V.


Editor

Felipe Castro

 

   

Diagramación
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Soporte Tecnológico
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Nadeem Khan

Jawaad Malik

 

Colaboradores

Jotamario Arbeláez
Gustavo Álvarez Gardeazábal

Rubén Darío Varela Hurtado

 

 
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Gongpa Rabsel Rinpoché

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Iván Pulido

Teresa Pardo

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