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Este hallazgo reafirma que los pumas no son visitantes ocasionales, sino
habitantes naturales de este ecosistema. No obstante, la falta de información
sobre su presencia puede llevar a que las comunidades los perciban como una
amenaza, poniendo en riesgo tanto a los animales como a las personas.
Ante esto, el Instituto Humboldt hace un llamado urgente a la convivencia
respetuosa con la fauna silvestre. En caso de avistamiento, se recomienda no
intervenir ni tomar acciones por cuenta propia, sino contactar de inmediato a
las autoridades ambientales locales.

Especie a preservar
El rango geográfico del puma es el más amplio de cualquier mamífero terrestre
del hemisferio occidental, extendiéndose desde Canadá hasta el extremo sur de
Chile.
Un puma es un carnívoro de tiempo completo, lo que significa que se alimenta de
animales vivos que caza durante sus recorridos. Usualmente, los animales que
caza son palomas, guacharacas, conejos y guaguas.
Si bien, el puma a nivel mundial está clasificado como preocupación menor (LC),
sus poblaciones están disminuyendo por la pérdida de hábitat, cacería y
conflictos con humanos.

El puma es conocido como león de montaña, león o pantera. En Colombia, habita
naturalmente en los bosques, montañas y áreas rurales, incluyendo zonas cercanas
a las urbes, cuando existen bosques que las rodean.
“El puma no representa una amenaza directa para las personas, explican los
expertos del Humboldt, si no se le acorrala o provoca. Lo que se debe hacer es
evitar acercarse, tomar fotos o intentar ahuyentarlo. Se debe mantener a niños y
mascotas bajo supervisión y reportarlo de inmediato a las autoridades
ambientales; pero, sobre todo, no tomar ninguna retaliación contra esta
especie”.
“Además, como señalan los investigadores del Instituto Humboldt, la presencia de
este animal debe ser motivo de orgullo para la comunidad, ya que evidencia la
riqueza natural y silvestre del territorio, así como una biodiversidad valiosa
que merece ser protegida”. |
La reciente presencia de un puma (Puma concolor) en zonas
periurbanas del municipio de Montebello, Antioquia, ha generado
preocupación entre sus habitantes. Ante esta situación, las
autoridades ambientales y entidades locales, entre ellas Cornare,
Corantioquia y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, han
emitido una serie de recomendaciones para prevenir conflictos entre
la comunidad y el felino, y así evitar posibles represalias contra
el animal.
En apoyo a estas iniciativas, el Instituto Humboldt se suma al
llamado de conservación, aportando información actualizada sobre
algunos comportamientos del puma y datos sobre su desplazamiento.
También reitera la importancia de proteger esta especie, fundamental
para el equilibrio ecológico.

¿Por qué se ha visto por la zona? El ejemplar fue capturado por un
breve periodo para ponerle un dispositivo que permite rastrearlo, el
12 de diciembre de 2023 en los límites de los municipios de Envigado
y Sabaneta, específicamente en el sector de Bosques de Berlín,
después de un intenso seguimiento de varios años por parte de las
Secretarías de Medio Ambiente de estos dos municipios.
Esto ocurrió, según investigadores del Humboldt, “en el marco de un
convenio suscrito entre el Área Metropolitana del Valle de Aburrá y
el Instituto Humboldt cuyo objeto era realizar el rastreo,
seguimiento y monitoreo a la fauna silvestre en el territorio para
conocer aspectos de su dinámica poblacional”.
Esto significa que este puma no se escapó de ningún lugar ni fue
liberado por intervención humana, sino que se trata de un animal
silvestre que ha sido marcado como parte de programas de
conservación y monitoreo. Estas iniciativas buscan obtener
información clave sobre los hábitos de desplazamiento
de especies que frecuentan zonas intervenidas por el ser
humano.
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¿Qué datos ha arrojado el monitoreo? “Para buscar sus presas, un puma se mueve
mucho. En el caso específico del individuo que ha sido avistado por la
comunidad, según la información que tenemos, sabemos que se desplaza, en
promedio, más de seis kilómetros por día y que es más activo entre las 8 p.m. y
las 4 a.m.”, explican investigadores del Humboldt.

También se ha podido establecer que habita un territorio que incluye la parte
alta de los municipios de Envigado, Sabaneta, La Estrella, Caldas, El Retiro,
Montebello, Santa Bárbara y Fredonia, donde la mayor parte del paisaje son
bosques altoandinos y matorrales.
Además, se ha identificado que no está solo. “Tenemos registros de por lo menos
tres individuos más de esta especie en esta zona, lo que hace creer que este
individuo hace parte de la población de pumas que habita la parte norte de la
Cordillera Central o de una población que habita cerca a ciudades superpobladas
como Medellín”.
Para encontrar sus presas recorre largas distancias entre bosques y matorrales y
áreas rurales donde cohabita con fincas y, por supuesto, es un animal que, si en
el camino encuentra una presa fácil
como gallinas
o animales de corral, puede aprovechar para cazarlas. |