Fundado el 9 julio de 1948 -

Por Rafael Cano Giraldo -1948-1981

Publisher: Zahur Klemath Zapata - 1981 –

 

 

 

Las opiniones expresadas por los columnista son de su exclusiva responsabilidad y no comprometen el pensamiento de El Imparcial

 
 

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EDITORIAL

 

Pereira, Colombia - Edición: 13.482-1062

Fecha: Miércoles 07-05-2025

 

EDITORIAL

 

¿Y la cultura pa qué? I


Oh, la gran Pereira, incontables: talentos, grupos sociales, líderes, intelectuales, altruistas y un sin número de bienaventurados ciudadanos de la gran Risaralda. Bienaventurados: sí, pero a los ciudadanos no llegamos todavía. La famosa ciudadanía colombiana sólo funciona para geolocalizar a los nacidos en este pedazo llamado Colombia, Risaralda o Pereira, pero, de allí no pasa, no existe todavía una buena conexión entre lo que es un sujeto y una sociedad. Es decir, como ciudadanos fallamos, y por ello existe una división isomórfica abismal.

Pero ¡que no cunda el pánico! sólo es una cuestión cultural. La cosa cultural, sólo tiene un problema, no tiene nombre preciso, en Risaralda, no existe una finalidad grupal, los jóvenes nacen, crecen, estudian y se van a buscar vida en otro lugar sin intención de volver a construir sociedad, puesto que si vuelven es a mostrar, solo mostrar y fanfarronear de lo que consiguieron en otros lugares, eso hablando de los que se fueron, mientras que los que se quedaron, entran en la mayor zona de confort posible, entonces, ni votan, ni generan estrategias para mejorar su sociedad, sólo existen, sobreviven, mientras esperan su último día, claro está hablando de las personas de a pie.

Dejando atrás por un breve momento a los de a píe, nos referimos a nuestros grandes pensadores, líderes sociales y políticos. De ellos no hay mucho que decir, sus grandes apariciones sólo son comparables por sus desapariciones, pero ¿qué están haciendo? a no ser que tengas alguna relación o interés directo frente a sus acciones, no volves a saber de ellos hasta la próxima elección y esto es problemático, en la medida que se crean la gran ruptura entre políticos y sujetos, entonces no hay quien los unifique por un propósito igual, y allí nace la pregunta ¿cómo alguien que no camina por nuestras calles y ve la realidad en sí misma de la ciudad que representa, puede generar dinámicas que den soluciones propias para un contexto exacto? posiblemente propondrán soluciones virtuales, pero estas se quedaran allí, rozando con la belleza y la perfección, más, aquí no se necesitan, expresiones lindas o perfectas, necesitamos soluciones, claras para nuestros contextos, sin embargo, resulta complejo solucionar de algo de lo cual, solo se conoce la parte teórica.

Entonces, cómo volver ese conocimiento político, esa teoría en un acto pragmático, puede sonar obvio, pero parece que hemos olvidado la base de toda sociedad: la cultura, a Risaralda, le hace falta cultura y no hablamos de una micro cultura, sino, de espacios que unifiquen y muestran lo grande que es nuestra región, una cultura que nos vuelva orgullosos de la misma, y no sólo eso, una cultura que nos obligue a ver por esta región a preocuparnos y aportar para solucionar las diferentes problemáticas que tenemos, porque si todos nos entendemos como ciudadanos, entendemos que es trabajo de nosotros, entendemos que es en nuestras manos donde se encuentra el desarrollo de nuestra región.
 

 

 

 

 

New York una ciudad que se transforma al ritmo de la migración

 

Por: Zahur Klemath Zapata

zapatazahurk@gmail.com  

 

Cuando llegué a New York en el 60 la ciudad era una locura para el que venía de afuera. Era un chaval y completamente inocente que apenas entendía las cosas más comunes de la vida. Las primeras semanas fueron una tortura, hablaba inglés y los sonidos del idioma eran como una cascada de agua y piedras que se deslizaban en mis oídos.

Al ingresar al High School fue una experiencia muy traumática, solo habían tres estudiantes que hablaban español y eran puertorriqueños, tratábamos de andar juntos pero los blanquitos nos miraban con simpatía, pero no los negros, ellos siempre nos decían cosas desagradables, hasta que uno de nosotros se enfrentó y se dio de puños y ahí quedó marcado el terreno.

Todo fue cambiando y al final nos integramos, porque los deportes hacen esa magia. Estos años fueron una de las mejores experiencias de mi vida. Después de la graduación comenzó mi vida en el mundo de las artes y la literatura. Tenía que prepararme y ser constante si quería lograr ese espacio que lo veía casi imposible. En el barrio en que vivían las cosas no eran fáciles, eran los finales del 60 y la generación hippie estaba llegando a su final. En cierta forma hacía parte de ella, pero no era hippie.

Cerca de mi casa en la Ave C y 5th St. estaba el Cino Caffe, por la noche llegaban soñadores que escribían sus propios libretos y actuaban su obra allí en el caffé. Comencé a conocer a los que hoy son los grandes del cine, Al Pacino, Robert De Niro y pare de contar. Todos estábamos en los comienzos de los veinte años.

De allí pasamos al St Adrian en Broadway y la 4 St. después del suicidio Shinos. Esto duró otros años, Ellen Stewart ya había comenzado con su teatro experimental La Mama en 4 St entre 2 Ave y Bowery Street. Una tarde iba para la Mamá y vi que estaban abriendo un bar en la esquina con Bowery y me llamó la atención. Al otro día entré a explorar el lugar y apenas lo estaban organizando. Fui a la barra y me tomé un vaso de vino, allí comenzaron a llegar días después todos los actores y actrices que hacían obras de teatro en la Mama. Años después se convertiría en el epicentro en New York del mundo del Of Theatre. De la Mamá salieron obras que fueron a dar Broadway.

Fueron tiempos de mucha agitación creativa y trabajo. Por la mañana estudiaba 
en Brooklyn College, por las tardes manejaba un taxi para pagar mis gastos y los sábados dictaba un taller de literatura en St Mark's Church on the Bowery.

 

  

Esto fue el comienzo de toda una historia que se fue extendiendo por años y que continúa.

 

LAS COOPERATIVAS DE CONTRATISTAS
Crónica 1118

Gustavo Alvarez Gardeazábal

Audio: https://youtu.be/kSDkObpoIrU


El exministro Carlos Caballero Argáez propuso el sábado pasado en su columna de El Tiempo la conformación de un Frente Civil como solución electoral al avance inusitado y bien planificado de las políticas que aúpa el presidente Petro.

Muy loable su propuesta pero parte de un error que no por ser aceptado mayoritariamente deja de ser error. En Colombia ya no existen realmente los partidos políticos. Los reemplazaron las cooperativas de contratistas bien sean vestidos de financiadores de cuello blanco o de robagallinas como han resultado siendo los ordeñadores del actual gobierno.

Como tal entonces el carisma y el nivel de atracción de las ideas para administrar al país, se disolvieron en el recuerdo.

Los directorios políticos que existían en la mayoría de los municipios colombianos, son historia patria. Las banderas rojas o azules, verdes o amarillas, no establecen ningún nexo ni significación para el ciudadano.

Las contiendas electorales se construyen sobre el mayor o menor aporte de los contratistas y no sobre la militancia partidista.

La dictadura de las OPS, las benditas órdenes de prestación de servicio con las que reemplazaron la burocracia del Estado son los otrora militantes de los partidos. Es a través de esa masa, contratada, no convencida, que se mantiene el poder político.

Los partidos, entonces, solo son estructuras legales disfrazadas para ajustarse a las caducas normas electorales.

Dejamos de ser una república representada por las colectividades políticas para ser una república contractual donde todo se hace, se define y se planifica por el logro o explotación de los contratos.

Y como los contratos han sido siempre, en todos los tiempos de la historia de la humanidad, la forma más expedita para abrirle las puertas a la corrupción, el país anda en las que anda.

Si el Frente Civil lo conformarán los contratistas de la licitaciones de los gobiernos anteriores, los robagallinas que se han lucrado del gobierno Petro montarían el Frente Amplio para derrotarlos.

El Porce, mayo 6 del 2025

 

Director
Zahur Klemath Zapata

Gerente
Laurie Agront

Gerente Operativo
Alba Lucia Arenas V.


Editor

Felipe Castro

 

   

Diagramación
María  Molina

 

Soporte Tecnológico
Aurooj Ali Khan

Nadeem Khan

Jawaad Malik

 

Colaboradores

Jotamario Arbeláez
Gustavo Álvarez Gardeazábal

Rubén Darío Varela Hurtado

 

 
Edgar Cabezas

Gongpa Rabsel Rinpoché

Guillermo Navarrete Hernández
Iván Pulido

Teresa Pardo

Agustin Perozo

Otoniel Parra Arias
CONTACTO
Tel. (57) 606-347 7079
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