Risaralda denuncia abandono
del Gobierno Nacional en proyecto vial financiado con peajes

Un enérgico llamado al Gobierno Nacional hizo el gobernador de
Risaralda, Juan Diego Patiño Ochoa, tras denunciar el estancamiento
del programa Vías del Samán, un ambicioso proyecto de
infraestructura que, pese a contar con millonarios recursos
recaudados a través del peaje de Cerritos, no ha dejado una sola
obra ejecutada en el departamento.
El mandatario fue claro: Risaralda ha sido ignorada. Aunque el
convenio firmado con el INVÍAS y la Gobernación del Valle del Cauca
compromete la intervención de siete tramos viales claves para la
conectividad regional, en la práctica no se ha desarrollado ningún
kilómetro de obra en el territorio risaraldense. Esto, a pesar de
que el peaje de Cerritos recauda anualmente cerca de 65 mil millones
de pesos destinados precisamente a financiar estos trabajos.
“El convenio existe, pero no tiene ni estudios ni diseños que
permitan avanzar. Desde el primer día de gobierno venimos haciendo
seguimiento y no hay resultados concretos”, expresó el gobernador,
visiblemente molesto.
A este panorama se suma la parálisis administrativa. La junta
directiva del proyecto, integrada por las gobernaciones y el INVÍAS,
no se reúne desde hace más de seis meses, incumpliendo el cronograma
pactado. Para Patiño, el cambio en la dirección del Ministerio de
Transporte frenó aún más el proceso, dejando al departamento sin
información sobre cierres financieros o avances técnicos.
El problema se agrava en puntos neurálgicos como la intersección
Galicia y la Avenida El Pollo, donde la falta de gestión predial ha
impedido cualquier tipo de avance. Más de 250 predios requieren
intervención, pero no hay un plan claro que permita destrabar este
cuello de botella.
“Se necesita que el programa contemple un componente exclusivo para
la gestión predial, que no dependa de otras entidades. Solo así se
podrá avanzar de manera real”, subrayó Patiño.
El gobernador también cuestionó la demora en la construcción de
varios puentes peatonales sobre la vía Pereira–Cerritos, estructuras
fundamentales para la seguridad vial en sectores de alta
accidentalidad. Aunque ya están aprobados desde el año pasado, ni
siquiera se ha iniciado el proceso de licitación.
La molestia no es solo por los retrasos técnicos, sino por el
silencio institucional. Para Patiño, la falta de respuestas desde el
Gobierno Nacional refleja una preocupante invisibilización de
Risaralda frente a proyectos que, irónicamente, se nutren de sus
propios recursos.
“No estamos pidiendo favores. Estamos exigiendo que se cumpla lo
pactado, que se respeten los recursos que salen de nuestro
territorio y que se nos dé el trato justo que merecemos”,
puntualizó.
La voz del gobernador busca ahora resonar más allá de las fronteras
del departamento, con la esperanza de que este reclamo abra el
camino para que las Vías del Samán dejen de ser una promesa
estancada y se conviertan, al fin, en una realidad palpable para los
risaraldenses.
Muere en Turquía Diana Milena
Jaramillo, directora de Medicina Legal en Risaralda
Lo que
debía ser una experiencia de descanso y desconexión terminó en
tragedia.
Diana
Milena Jaramillo Aguirre, directora seccional del Instituto Nacional
de Medicina
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Legal y Ciencias Forenses en
Risaralda, falleció en abril durante un viaje turístico a Turquía, en medio de
circunstancias aún sin esclarecer. Su muerte
ha generado consternación no solo en su círculo íntimo, sino también en toda la
comunidad forense y judicial del país.
El viaje lo realizaba en compañía de su pareja y varios familiares. Era, según
cercanos, un merecido descanso después de años de entrega y compromiso
profesional. Sin embargo, apenas días después de su llegada, Diana empezó a
presentar un deterioro físico inesperado. Lo que comenzó como malestares leves
rápidamente se convirtió en una emergencia médica. Fue hospitalizada de urgencia
en una clínica local, donde, pese a los esfuerzos de los médicos, entró en
estado de muerte cerebral.
Aunque se presume que una infección bacteriana pudo haber sido la causa del
repentino desenlace, hasta el momento no se ha confirmado un diagnóstico oficial
por parte de las autoridades sanitarias turcas ni colombianas. La falta de
información ha generado incertidumbre y muchas preguntas sin respuesta. En
cumplimiento de las normativas sanitarias en Turquía, su cuerpo fue cremado y
las cenizas trasladadas posteriormente a Colombia, donde familiares, amigos y
colegas le rindieron un sentido homenaje.

Diana Milena era oriunda de Manizales y egresada de la Universidad de Manizales.
Tenía formación especializada en medicina forense y una destacada trayectoria en
el servicio público. Su compromiso con la verdad, la defensa de los derechos de
las víctimas y su capacidad de liderazgo le habían ganado el respeto de sus
compañeros y superiores. Estaba próxima a ser ratificada oficialmente en el
cargo de directora seccional en mayo.
Sus colegas la recuerdan como una profesional impecable, meticulosa en sus
labores, empática con quienes la rodeaban y apasionada por la justicia. “Siempre
estaba dispuesta a escuchar, a acompañar a las víctimas, a fortalecer los
procesos. Nos deja una huella imborrable”, comentó con voz entrecortada un
funcionario del Instituto que trabajó de cerca con ella.
El Instituto Nacional de Medicina Legal lamentó públicamente su fallecimiento,
destacando sus aportes a la entidad y a la justicia colombiana. También se han
pronunciado diferentes voces de la academia, organizaciones forenses y
autoridades locales, reconociendo su legado y pidiendo claridad frente a lo
ocurrido.
Desde distintos sectores, incluso dentro del Gobierno, se ha solicitado a la
Cancillería hacer seguimiento al caso para obtener respuestas oficiales sobre
las causas de su muerte y las condiciones en que fue atendida. Aunque la familia
ha pedido respeto y privacidad, el silencio oficial ha avivado inquietudes
legítimas sobre la protección de los funcionarios públicos en el exterior.
Mientras Risaralda se prepara para recibir una nueva dirección en Medicina
Legal, el vacío que deja Diana Milena Jaramillo se siente profundo. Su legado no
se detiene con su partida: sigue vivo en los procesos que lideró, en las
personas que formó y en la vocación de servicio que inspiró.
Lluvias causan deslizamiento en colegio del
Quindío

Un fuerte deslizamiento de tierra ocurrido el pasado 29 de abril afectó
gravemente los escenarios deportivos y parte del
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cerramiento de la sede Los Sauces,
perteneciente a la Institución Educativa Río Verde Bajo, en el municipio de
Buenavista, Quindío. Afortunadamente, no se reportaron personas heridas ni se
comprometió la seguridad de estudiantes, docentes o personal administrativo.
La emergencia, originada por las intensas lluvias que azotan la región, obligó a
suspender temporalmente las clases presenciales. Sin embargo, para garantizar la
continuidad del aprendizaje, la Secretaría de Educación del Quindío activó el
Campus Virtual y distribuyó guías físicas para los estudiantes que no cuentan
con conectividad estable.
Tatiana Hernández Mejía, secretaria de Educación departamental, aseguró que la
atención a las instituciones afectadas es prioritaria. El día de hoy, miércoles
7 de mayo, un equipo técnico visitará la sede afectada para evaluar los daños y
formular las primeras soluciones. La meta es restablecer lo antes posible las
condiciones que permitan el regreso seguro a las aulas.
Este no es el único
plantel afectado por la temporada invernal. Otras dos instituciones —La Soledad
y Guayaquil Bajo— también enfrentan riesgos. Para la primera, se está
gestionando un convenio con la Alcaldía de Montenegro y PROYECTA para mitigar el
desprendimiento de piedras. En la segunda, ya se iniciaron las obras de
construcción de un muro de contención.
Desde la Gobernación del Quindío se ha hecho un llamado a la calma, destacando
el compromiso con la seguridad de los estudiantes y la educación continua. La
coordinación con rectores y entidades locales se mantiene activa para enfrentar
las consecuencias de la ola invernal que golpea al Eje Cafetero.
Alarmas encendidas en Risaralda: Líderes sociales
denuncian expansión del Clan del Golfo en la región

La preocupación por el accionar de grupos armados ilegales en Risaralda no es
nueva, y las recientes confrontaciones entre la Fuerza Pública y estructuras
criminales solo han confirmado lo que líderes sociales venían advirtiendo desde
hace años: el departamento no solo es una zona de paso, sino también de interés
estratégico para organizaciones como el Clan del Golfo.
Así lo aseguró Jaime Gutiérrez, defensor de derechos humanos y vicepresidente
del Consejo Nacional de Paz, quien recordó que desde hace más de tres años se
han emitido alertas sobre la presencia de actores armados, inicialmente en
municipios del occidente risaraldense, pero ahora también en zonas urbanas como
Dosquebradas y el sector de Cuba en Pereira.
“El problema es que estas denuncias han sido minimizadas por algunos
mandatarios, cuando la realidad es que estos grupos han ido consolidando su
presencia. Usan estas zonas incluso para recuperación médica de sus
integrantes”, advirtió Gutiérrez.
El defensor también llamó la atención sobre el riesgo que corren las comunidades
más vulnerables, al convertirse en blanco de estrategias de control social
similares a las ya vistas en regiones como el Catatumbo o el Putumayo. Según
Gutiérrez, estos grupos ya están caracterizando a los pobladores para ejercer
poder territorial.
Además, hizo un llamado urgente a las autoridades locales, departamentales y
nacionales para evitar el abandono estatal en estos territorios, advirtiendo que
la falta de presencia institucional es terreno fértil para el avance de la
criminalidad.
“Esto no es nuevo. Las alertas estaban. Lo que necesitamos ahora es acción,
presencia del Estado y protección real para las comunidades”, concluyó el líder
social.
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