Pereira, Colombia - Edición: 13.485-1065

Fecha: Sábado 10-05-2025

 TECNOLOGÍA

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en precisión, Cue reconoce que ofrecen “funciones tan buenas que la gente podría empezar a cambiar”.

De hecho, sugiere que este tipo de avances podrían alterar profundamente la forma en que usamos la tecnología. “Puede que dentro de 10 años no se necesite un iPhone, por disparatado que parezca”, comentó. No se trata simplemente de un cambio de herramientas, sino de un cambio de paradigma. La IA representa, en sus palabras, una ola de innovación tan transformadora como la aparición del smartphone o del internet móvil.

Este tipo de declaraciones adquiere aún más peso en medio de un juicio que podría cambiar las reglas del juego sobre los acuerdos entre grandes tecnológicas y su posible impacto en la libre competencia. El Departamento de Justicia alega que Google utiliza su posición dominante para excluir a competidores del mercado, y el rol de Apple en esta relación no es menor. En este contexto, abrir Safari a otros motores no solo tendría implicaciones técnicas, sino también legales y económicas.

No obstante, el vicepresidente de Apple no cree que Google deba ser descartado del todo. Por el contrario, aseguró que sigue siendo el buscador más confiable del mercado y que, por ahora, mantenerlo como predeterminado es lo más sensato desde el punto de vista económico y funcional. Pero ese “por ahora” es la clave: Apple está dejando claro que el futuro está en juego, y que no piensa esperar sentada mientras otros definen las reglas.

El mensaje entre líneas es evidente: el monopolio de las búsquedas en la web podría estar viviendo sus últimos años. Los nuevos modelos de IA están abriendo caminos alternativos que ya comienzan a capturar la atención y la preferencia de los usuarios. Y si Apple decide abrir definitivamente su ecosistema a estos nuevos actores, podríamos estar a las puertas de una revolución silenciosa que transformará nuestra forma de buscar —y entender— la información en la era digital.

El más claro ejemplo de este viraje es la inclusión de ChatGPT en Siri, como parte del nuevo sistema Apple Intelligence que llegará con iOS 18. Además, se espera que Gemini, la propuesta de búsqueda de IA desarrollada por Google, también se integre este mismo año. Sin embargo, lo más llamativo es que Apple ya ha sostenido conversaciones con Perplexity, uno de los actores emergentes en este terreno. Según Cue, antes de la explosión de la IA, ningún otro motor de búsqueda fuera de Google le parecía viable, pero hoy reconoce que los nuevos modelos ofrecen un “potencial mucho mayor”.

La discusión no es menor. Detrás del telón de esta evaluación tecnológica se libra una batalla estratégica por el futuro de la atención de los usuarios, una que Apple no quiere perder. Aun cuando reconoce las ventajas de la IA, Cue también se mostró preocupado por la posibilidad de perder los ingresos que hoy le aporta el acuerdo con Google. “Me quita el sueño”, confesó. Para Apple, se trata de un equilibrio delicado: abrazar el futuro sin desequilibrar la base financiera que le proporciona una parte sustancial de su negocio de servicios.

La guerra de buscadores no es únicamente una cuestión de algoritmos o motores más potentes. Es también una cuestión de experiencia de usuario. Los nuevos modelos de IA generativa —basados en grandes modelos lingüísticos— no solo buscan responder preguntas, sino anticiparse a ellas, interpretar el contexto y ofrecer resultados personalizados, interactivos y conversacionales. Aunque aún deben mejorar