$25 mil millones en
inversiones para el desarrollo integral en Marsella

Marsella, un municipio conocido por su riqueza ambiental y su
comunidad resiliente, recibió esta semana una visita clave del
gobernador de Risaralda, Juan Diego Patiño Ochoa. En una jornada de
diálogo institucional con el Concejo Municipal, el mandatario
presentó un balance de gestión que destacó una inversión cercana a
los 25 mil millones de pesos en lo que va de su administración.
“Desde el primer día nos hemos propuesto cerrar brechas en Marsella.
Estas inversiones son una muestra de ese compromiso”, afirmó el
gobernador frente a los concejales y al alcalde local.
Durante la visita, Patiño entregó insumos por 300 millones de pesos
a familias campesinas, enmarcados en una estrategia rural que ya ha
impactado a 11 municipios. También resaltó programas sociales que se
ejecutan con recursos ya desembolsados, como mercados comunitarios,
comedores populares y apoyo al adulto mayor.
Uno de los anuncios más esperados fue la próxima visita técnica al
Centro Administrativo Municipal, para evaluar su estado y proyectar
obras de mejora. “Es la cara visible de Marsella y merece estar en
condiciones óptimas para servir a la comunidad”, enfatizó.
Además, el gobernador pidió apoyo urgente del Gobierno Nacional para
enfrentar los estragos de la ola invernal y atender la preocupante
situación de seguridad en el occidente del departamento.
Patiño concluyó reafirmando que su administración no solo está
construyendo obras, sino fortaleciendo la institucionalidad.
Mencionó una inversión adicional de 22 mil millones de pesos para la
compra de maquinaria amarilla en tres distritos, una apuesta por el
desarrollo vial y la atención de emergencias.
La visita dejó un mensaje claro: Marsella cuenta con un gobierno
departamental que le apuesta a un desarrollo con rostro humano.
CARDER lidera esfuerzos para prevenir
emergencias

El temor volvió a sentirse en las calles de La Virginia. La
creciente del río Cauca, que esta semana
alcanzó los 6 metros de altura, obligó a las autoridades municipales
a encender las alarmas y activar un Consejo Extraordinario de
Gestión del Riesgo. El riesgo de inundaciones por reflujo en zonas
aledañas al afluente es inminente, y cerca de 9.000 personas podrían
verse afectadas si las lluvias continúan.
La Corporación Autónoma Regional de Risaralda (CARDER), con su
director Julio César Gómez al frente, asumió un rol clave en la
coordinación técnica del encuentro, dejando claro que la prioridad
es anticiparse. “Solo con información detallada sabremos por dónde
nos puede atacar el río y podremos estructurar un plan de
contingencia eficaz”, señaló Gómez, quien propuso un monitoreo
constante de las estructuras hidráulicas, como jarillones y
estaciones de bombeo, para crear un inventario de riesgo.
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La preocupación no es gratuita. Según el IDEAM, abril trajo lluvias por encima
del promedio, algo que se ha evidenciado con la intensidad de las últimas
jornadas. La combinación de precipitaciones constantes y el reflujo del río
Risaralda aumenta las probabilidades de inundaciones, incluso sin un
desbordamiento directo.
Barrios como San Carlos, Alfonso López, El Progreso y sectores como El Edén, San
Fernando y Las Américas podrían ser los más perjudicados. Allí, los vecinos
observan con angustia cómo el nivel del agua sube lentamente, temiendo que el
río les gane la batalla.
Gustavo Vélez, coordinador de gestión del riesgo en el municipio, explicó que,
aunque los jarillones están cumpliendo su función de contención, el reflujo
sigue siendo una amenaza latente. Por ello, se han identificado puntos de
posible albergue para los afectados y se han asegurado recursos logísticos para
mantener operativas las estaciones de bombeo.
Durante la reunión, la CARDER confirmó su disponibilidad de personal técnico,
vehículos y equipos para actuar de manera inmediata. La respuesta, sin embargo,
no depende de una sola entidad. En la mesa también estuvieron la Cruz Roja, la
Defensa Civil, Bomberos, la Policía Nacional y varias dependencias municipales,
todos alineados bajo un mismo objetivo: proteger la vida y el territorio.
La unión de esfuerzos podría ser, una vez más, la clave para enfrentar esta
nueva amenaza natural.
Risaralda refuerza la defensa de su fauna
silvestre ante el tráfico ilegal

La fauna silvestre no pertenece a jaulas ni vitrinas. Con esa premisa, la
Corporación Autónoma Regional de Risaralda (CARDER) intensifica sus acciones
contra el tráfico ilegal de especies, una amenaza silenciosa que acecha a la
biodiversidad del departamento. En conjunto con la Policía, la entidad realiza
operativos permanentes en puntos estratégicos como zonas protegidas, terminales
de transporte y puestos de control vial, especialmente aquellos que conectan con
el Chocó biogeográfico, la Amazonía y la Orinoquía.
Aunque Risaralda aún conserva una buena parte de sus ecosistemas, su ubicación
lo convierte en un corredor natural para el tránsito ilegal de animales.
Guacamayas, loros orejiamarillos, serpientes, primates y marsupiales están entre
las especies más vulnerables a este flagelo, muchas veces extraídas para ser
vendidas como mascotas exóticas o comercializadas en mercados negros.
Julio César Gómez Salazar, director general de la CARDER, advierte sobre dos
factores críticos que favorecen esta problemática: la cercanía entre áreas
habitadas y ecosistemas silvestres, y la falta de conciencia de algunas personas
que aún consideran aceptable tener animales silvestres en sus hogares. “La fauna
silvestre pertenece a los ecosistemas. Cada especie tiene un rol específico en
la naturaleza, y su captura afecta directamente el equilibrio ambiental”,
enfatizó.
Más allá de los controles, la entidad ha desplegado campañas de educación
ambiental bajo el lema “Risaralda: un paraíso biodiverso en el corazón de
Colombia”, buscando sensibilizar a la ciudadanía sobre la importancia de
conservar la vida silvestre.
Las consecuencias legales del tráfico de fauna son serias: quienes incurran en
esta práctica pueden enfrentar penas de prisión y multas de hasta 130.000
salarios mínimos legales vigentes.
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Por fortuna, muchas de las especies recuperadas son llevadas a centros de
rehabilitación, donde especialistas trabajan para devolverles su instinto
natural antes de reinsertarlas en su hábitat. El objetivo es claro: devolverles
la libertad y proteger el equilibrio de la naturaleza.
Risaralda denuncia abandono del Gobierno Nacional
en proyecto vial financiado con peajes

Un enérgico llamado al Gobierno Nacional hizo el gobernador de Risaralda, Juan
Diego Patiño Ochoa, tras denunciar el estancamiento del programa Vías del Samán,
un ambicioso proyecto de infraestructura que, pese a contar con millonarios
recursos recaudados a través del peaje de Cerritos, no ha dejado una sola obra
ejecutada en el departamento.
El mandatario fue claro: Risaralda ha sido ignorada. Aunque el convenio firmado
con el INVÍAS y la Gobernación del Valle del Cauca compromete la intervención de
siete tramos viales claves para la conectividad regional, en la práctica no se
ha desarrollado ningún kilómetro de obra en el territorio risaraldense. Esto, a
pesar de que el peaje de Cerritos recauda anualmente cerca de 65 mil millones de
pesos destinados precisamente a financiar estos trabajos.
“El convenio existe, pero no tiene ni estudios ni diseños que permitan avanzar.
Desde el primer día de gobierno venimos haciendo seguimiento y no hay resultados
concretos”, expresó el gobernador, visiblemente molesto.
A este panorama se suma la parálisis administrativa. La junta directiva del
proyecto, integrada por las gobernaciones y el INVÍAS, no se reúne desde hace
más de seis meses, incumpliendo el cronograma pactado. Para Patiño, el cambio en
la dirección del Ministerio de Transporte frenó aún más el proceso, dejando al
departamento sin información sobre cierres financieros o avances técnicos.
El problema se agrava en puntos neurálgicos como la intersección Galicia y la
Avenida El Pollo, donde la falta de gestión predial ha impedido cualquier tipo
de avance. Más de 250 predios requieren intervención, pero no hay un plan claro
que permita destrabar este cuello de botella.
“Se necesita que el programa contemple un componente exclusivo para la gestión
predial, que no dependa de otras entidades. Solo así se podrá avanzar de manera
real”, subrayó Patiño.
El gobernador también cuestionó la demora en la construcción de varios puentes
peatonales sobre la vía Pereira–Cerritos, estructuras fundamentales para la
seguridad vial en sectores de alta accidentalidad. Aunque ya están aprobados
desde el año pasado, ni siquiera se ha iniciado el proceso de licitación.
La molestia no es solo por los retrasos técnicos, sino por el silencio
institucional. Para Patiño, la falta de respuestas desde el Gobierno Nacional
refleja una preocupante invisibilización de Risaralda frente a proyectos que,
irónicamente, se nutren de sus propios recursos.
“No estamos pidiendo favores. Estamos exigiendo que se cumpla lo pactado, que se
respeten los recursos que salen de nuestro territorio y que se nos dé el trato
justo que merecemos”, puntualizó.
La voz del gobernador busca ahora resonar más allá de las fronteras del
departamento, con la esperanza de que este reclamo abra el camino para que las
Vías del Samán dejen de ser una promesa estancada y se conviertan, al fin, en
una realidad palpable para los risaraldenses.
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