6-El Imparcial

 

Resumen Judicial

 

Pereira, Colombia - Edición: 13.492-1092

Fecha: Domingo 18-05-2025

 

Alias “Castañeda” asegura que Iván Cepeda le ofreció beneficios a cambio de incriminar a Uribe




Durante la jornada número 41 del juicio contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez, realizada el viernes 16 de mayo, un nuevo testimonio reavivó las tensiones en torno al proceso que se adelanta por presunto fraude procesal y soborno en actuación penal. Esta vez fue el turno del abogado Wilser Darío Molina, actual alcalde de Amagá (Antioquia), quien compareció en calidad de testigo de la defensa.

Molina relató que, en 2014, cuando ejercía como abogado penalista, fue contactado por su cliente Luis Arnulfo Tuberquia, alias “Memín”, en la cárcel de Itagüí. Según su versión, Tuberquia le pidió reunirse con dos internos: Ramiro de Jesús Henao, alias “Simón”, y Gabriel Muñoz, alias “Castañeda”, ambos exintegrantes del Bloque Metro de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

Durante ese encuentro, los exparamilitares habrían denunciado que el senador Iván Cepeda, acompañado por la abogada Mercedes Arroyave, los visitó en el penal con el objetivo de convencerlos de declarar en contra de Uribe. Según el relato, Cepeda habría ofrecido beneficios penitenciarios y hasta asilo político en Argentina a cambio de que implicaran al entonces exgobernador de Antioquia en un supuesto asesinato ordenado por él.

“Me dijeron que los dejaron solos con el senador en la oficina del director del penal, y que les entregaron un libreto para que lo aprendieran y lo repitieran ante la justicia. La propuesta era muy clara: declarar que habían matado a un comandante del ELN por órdenes de Álvaro Uribe”, aseguró Molina en su testimonio ante el juez.

Gabriel Muñoz, alias “Castañeda”, también fue mencionado de forma directa. Según Molina, él fue quien le informó inicialmente sobre la supuesta propuesta de Cepeda, y aseguró haber sido contactado a través de la abogada Arroyave, quien, dijo, lo presionó para aceptar el trato.

La jornada también incluyó la intervención de la exfiscal Hilda Niño Farfán, quien volvió a declarar sobre un supuesto plan dentro de la Fiscalía para perjudicar judicialmente a Uribe y a su hermano Santiago. Sin embargo, estas afirmaciones no han sido probadas en sede judicial.

Con este testimonio, la defensa del expresidente busca fortalecer su tesis de que Uribe no manipuló testigos, sino que fue víctima de una campaña en su contra. El proceso judicial continúa, y aún restan por declarar decenas de testigos que podrían inclinar la balanza en uno de los casos más sensibles y mediáticos de la justicia colombiana reciente.
 

Golpe certero contra el crimen organizado en Pereira: 47 capturados en la Operación 90H
 



La ciudad de Pereira ha estado viviendo en las últimas semanas una de las operaciones policiales más contundentes de los
 últimos años. Con 47 personas capturadas hasta el momento y una ofensiva simultánea en los sectores más golpeados por la criminalidad, la denominada Operación 90H dejó al descubierto el músculo operativo de la estructura delincuencial Cordillera, que por años ha sembrado el miedo en el Eje Cafetero.

Durante los últimos días, la Policía Metropolitana desplegó unidades élite,
 

 

 

binomios caninos, inteligencia estratégica y trabajo comunitario para dar con los responsables de delitos como microtráfico, extorsión y homicidios selectivos. El resultado: 38 capturas en flagrancia y 9 por orden judicial, todas ellas relacionadas con el accionar del grupo Cordillera, una red criminal con tentáculos urbanos y rurales.

Uno de los momentos más destacados del operativo fue la detención de alias ‘Llante’, señalado como sicario al servicio de alias ‘Manguala’, uno de los cabecillas más temidos del grupo. La captura se produjo en Nacederos, una zona marcada por la disputa territorial entre bandas por el
control del narcotráfico. Las autoridades lo relacionan con al menos dos homicidios y esperan que su testimonio contribuya a esclarecer otros crímenes.

La general Yurian Romero, comandante de la Policía Metropolitana, aseguró que la operación fue posible gracias a una mezcla de tecnología, análisis criminal y participación ciudadana. “Aplicamos mapas de calor del delito, cámaras de seguridad y recibimos llamadas anónimas que fueron claves para ubicar los objetivos”, explicó.

Los sectores intervenidos reflejan con crudeza la realidad de muchos barrios populares: El Plumón Bajo, La Isla, Alto de Cuba, El Rosal, La Guamera, La Platanera, El Remanso y Ciudadela del Café fueron epicentros de la acción policial. En Dosquebradas, las tomas diferenciales se concentraron en Guadualito y Pueblo Sol, zonas fuertemente golpeadas por las extorsiones.

Además de las capturas, se incautaron cuatro armas de fuego que serían utilizadas por redes de sicarios. Estos elementos ya están en manos de los fiscales especializados, quienes avanzan en los procesos judiciales.

La Operación 90H no solo deja cifras contundentes, sino una sensación de esperanza entre los ciudadanos. “No es solo sacar delincuentes de las calles, es devolverle el control del territorio a la comunidad”, concluyó la general Romero. Un mensaje claro de que, en Pereira, el crimen ya no tiene la última palabra.
 

Incautadas más de tres toneladas de droga en Putumayo




En una operación conjunta entre el Ejército Nacional, la Armada y la Policía, las autoridades colombianas lograron interceptar un cargamento de más de tres toneladas de cocaína y marihuana en el departamento de Putumayo. La embarcación, detenida en el muelle La Esmeralda, en jurisdicción de Puerto Asís, transportaba una tonelada de clorhidrato de cocaína y dos de marihuana. Dos personas fueron capturadas en el operativo.

Este hallazgo, calificado como un “golpe certero” por las fuerzas de seguridad, evitó la circulación de cerca de 6.000 millones de dosis en el mercado ilegal, según cálculos del Ejército. La droga, que al parecer pretendía cruzar hacia el vecino país de Ecuador para ser exportada por rutas transnacionales, representa un fuerte revés para las finanzas de grupos criminales que operan en esta zona del sur del país.

Aunque por ahora se desconoce a qué estructura criminal pertenecía el cargamento, las autoridades aseguran que este tipo de operaciones impactan directamente las redes del narcotráfico responsables de actos violentos, homicidios y disputas armadas por el control de las rutas.

“Con este resultado se fortalece la presencia legítima del Estado en zonas históricamente golpeadas por el crimen organizado”, afirmó el ministro de Defensa, Pedro Sánchez Suárez, quien destacó la articulación entre fuerzas militares y de policía en esta ofensiva contra las economías ilegales.

Este operativo se suma a otras acciones recientes que evidencian el avance sostenido en la lucha contra el narcotráfico. La semana pasada, agentes antinarcóticos decomisaron 130.000 dosis de cocaína camufladas en tallos de flores que iban a ser exportadas desde el aeropuerto El Dorado hacia Países Bajos. Además, en Maicao

 

 

 

(La Guajira), fue desmantelado un centro de acopio donde se hallaron 403 kilogramos de clorhidrato de cocaína, droga que tenía como destino final Estados Unidos.

Las cifras hablan por sí solas: entre agosto de 2022 y mayo de 2025, las autoridades han incautado más de dos millones de kilos de cocaína en el país. Sin embargo, en regiones como Putumayo, donde los cultivos ilícitos y el tráfico fluvial siguen siendo un desafío, estos resultados representan tanto un avance como una alerta.

Mientras las organizaciones criminales insisten en mutar y expandir sus rutas, el Estado continúa reforzando su presencia con inteligencia, tecnología y presencia institucional. Para los habitantes de zonas como Puerto Asís, cada incautación es una muestra de esperanza en medio de una lucha que aún está lejos de terminar.
 

Tatiana Hernández: Un mes de angustia que expone la grave crisis de desapariciones en Cartagena




El 13 de mayo se cumplió un mes desde la desaparición de Tatiana Hernández, una joven estudiante de medicina de 23 años cuyo rastro se perdió en las playas de Bocagrande, en Cartagena. La incertidumbre sobre su paradero ha dejado a su familia sumida en la desesperación, mientras el caso se convierte en símbolo de una problemática que crece en silencio: las desapariciones forzadas en la ciudad.

Tatiana se encontraba en su año rural en el Hospital Naval y, según las versiones iniciales, su desaparición podría haber sido producto de un accidente en el mar. Sin embargo, tras una búsqueda exhaustiva por parte de la Armada Nacional en más de 12.500 kilómetros cuadrados, no se encontró ninguna prueba de que hubiera ingresado al agua. Ante esto, la familia sostiene otra hipótesis.

“Tatiana no está muerta. A Tatiana se la llevaron. Y la vamos a encontrar”, sentenció el abogado Antonio Hernández Torres, quien representa legalmente a los familiares de la joven. Para ellos, se trata de un posible secuestro. Y no están solos en su preocupación: Cartagena ha registrado 147 desapariciones desde 2019, y más del 80 % permanecen sin resolver.

La mayoría de las víctimas están entre los 20 y 39 años, un patrón que ha encendido las alertas entre organizaciones de derechos humanos y veedurías locales. Érick Urueta, de la Veeduría a la Rama Judicial de Cartagena, insiste en que no se trata de casos aislados, sino de un fenómeno que requiere atención urgente. “Es alarmante que las personas desaparezcan y no haya respuestas. No hay coordinación entre las instituciones, y las investigaciones se diluyen con el tiempo”, señaló.

El fenómeno parece agravarse con los años. En 2022 hubo 32 desapariciones; en 2023, 33; y en 2024, al menos 35. En lo que va de 2025 ya se reportan cuatro, incluida la de Tatiana. La ciudad, además, encabeza la lista de territorios con menor porcentaje de casos resueltos: solo el 17 %.

La situación se ve agravada por la presencia de grupos criminales que operan en zonas costeras y rurales. Luis Fernando Trejos, experto en seguridad, advierte que el puerto, el turismo y la cercanía al Caribe convierten a Cartagena en un punto vulnerable para el narcotráfico, la trata de personas y otras actividades ilícitas. “La desaparición se ha convertido en una herramienta de castigo en el mundo criminal”, aseguró.

La familia de Tatiana ha solicitado una audiencia urgente con el ministro de Defensa, exigiendo respuestas y acciones concretas. Mientras tanto, la ciudadanía mantiene viva su imagen y reitera un llamado colectivo: que Tatiana aparezca y que Cartagena deje de ser una ciudad donde tantos simplemente desaparecen.

Si usted tiene información sobre Tatiana Hernández, puede comunicarse a los teléfonos 123 (Policía), 122 (Fiscalía) o a las líneas 3214732045, 3225072370 y 3233190810.

 

 

 

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