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Otra noche de terror en Pereira: Tres balaceras en
menos de dos horas dejan un muerto y dos heridos
La noche del jueves 22 de mayo se tiñó nuevamente de sangre en Pereira. En menos
de dos horas, tres balaceras estremecieron a distintos sectores de la ciudad,
dejando un saldo trágico de un hombre muerto y dos personas gravemente heridas.
Todo comenzó hacia las 10:00 p.m. en la comuna Villavicencio, exactamente en la
carrera séptima con calle 7. Allí, un hombre fue atacado a bala por
desconocidos. Aunque logró ser auxiliado por vecinos y trasladado de urgencia al
Hospital Universitario San Jorge, su estado es delicado y permanece con
pronóstico reservado.
Apenas una hora después, en el mismo sector pero más arriba, en San Vicente, una
nueva ráfaga de disparos volvió a alertar a la comunidad. En medio de la
zozobra, otra persona resultó herida y fue llevada de inmediato al Hospital de
Kennedy por patrullas policiales que reaccionaron con rapidez.
Pero la violencia no dio tregua. A las 11:30 p.m., ya en el barrio Samaria, muy
cerca del control de buses, las detonaciones volvieron a escucharse. Esta vez la
víctima fue identificada como Carlos Ariel Puerta Castaño, quien recibió
múltiples disparos. Cuando las autoridades llegaron al lugar, el hombre ya no
tenía signos vitales. La Seccional de Investigación Criminal (Sijín) realizó la
inspección técnica al cuerpo y recogió evidencia en la escena, pero hasta ahora
no hay capturas por ninguno de los ataques.
Y como si no bastara, la noche anterior, el miércoles 21 de mayo, otro hombre,
Blaemir Giraldo Cárdenas, fue asesinado en el barrio La Isla, en la comuna Cuba.
Recibió varios impactos de bala y, aunque fue llevado a centros médicos, no
logró sobrevivir.
La ciudad vive días oscuros. Con estos hechos, ya son 91 los homicidios
registrados en Pereira en lo que va del año, según cifras de Medicina Legal.
Mientras tanto, los ciudadanos sienten que la violencia se acerca cada vez más a
sus puertas.
Camuflaban marihuana en transformadores
eléctricos: Capturado en vía entre Valle y Pereira
Un inusual pero ingenioso método de camuflaje fue descubierto por la Policía de
Tránsito en Risaralda: dentro de varios transformadores
eléctricos transportados en un camión, se escondían cerca de 100 kilos de
marihuana prensada. El conductor del vehículo, un hombre de 37 años, fue
capturado en flagrancia y puesto a disposición de la Fiscalía.
El operativo tuvo lugar en la vía nacional que
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conecta al Valle del
Cauca con Pereira, una ruta clave para el transporte
de mercancías hacia el centro del país. Según informaron las autoridades, el
nerviosismo del conductor durante una requisa de rutina encendió las alarmas de
los uniformados.
La revisión minuciosa del camión permitió hallar 55 paquetes rectangulares
dentro de los transformadores. Cada uno contenía marihuana, con un peso total de
aproximadamente 100 kilos, cuyo valor en el mercado ilegal rondaría los 200
millones de pesos.
“El conductor fue capturado en el lugar por tráfico, fabricación o porte de
estupefacientes”, aseguró el coronel Jhon Hernando Téllez, comandante de la
Policía en Risaralda.
El cargamento, según las primeras pesquisas, provenía del sur del país y tenía
como destino final la ciudad de Bogotá. Las autoridades investigan ahora si se
trata de una nueva modalidad recurrente para el envío de droga en medio de
cargas legales, lo que dificulta su detección.
Este hallazgo representa un nuevo golpe a las redes de narcotráfico que operan
en el suroccidente colombiano. Mientras tanto, la Policía continúa reforzando
los controles en las vías para evitar que cargamentos como este logren llegar a
su destino. La investigación sigue en curso.
Amenazan de muerte al general Carlos Fernando
Triana
Las amenazas contra la cúpula de la Policía Nacional vuelven a encender las
alarmas en el país. El jueves 22 de mayo, la institución confirmó que su
director, el general Carlos Fernando Triana, ha sido objeto de amenazas de
muerte por parte de organizaciones criminales, entre ellas varias dedicadas al
narcotráfico. Junto a él, otros generales también estarían en la mira de estas
estructuras ilegales, aunque sus identidades aún no han sido reveladas por
razones de seguridad.
De acuerdo con las autoridades, Inteligencia y Policía Judicial recolectaron
múltiples evidencias que dan cuenta de los planes para atentar contra los altos
mandos. Entre ellas, conversaciones en aplicaciones de mensajería como WhatsApp.
“Ese man debe irse de viaje hoy”, se lee en uno de los chats interceptados,
haciendo referencia al general Triana.
El caso ya fue puesto en conocimiento de la Fiscalía General de la Nación, y un
equipo especial de la Dijín asumió la investigación para ubicar y capturar a los
responsables de las amenazas. Todo apunta a una escalada de retaliación
criminal, en respuesta a los intensos operativos que ha venido liderando la
Policía en los últimos meses contra estructuras como el Clan del Golfo, las
disidencias de las FARC y el ELN.
Solo en lo corrido del 2025, la
Policía ha decomisado más de 103 toneladas de droga y ha capturado a 489
integrantes de estas organizaciones armadas. Entre ellos, varios cabecillas
estratégicos, lo que ha golpeado de forma directa el poder financiero y
territorial de los grupos delincuenciales.
Uno de los golpes más significativos
fue la muerte de alias Chirimoya, jefe del estado mayor del Clan del Golfo, el
pasado 4 de abril durante una operación conjunta entre la Policía y la DEA. Este
hecho habría marcado el inicio de una serie de ataques sistemáticos contra la
Fuerza Pública.
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En apenas tres semanas, 16 policías y cinco soldados
perdieron la vida en emboscadas, explosiones, atentados sicariales y
francotiradores.
Las amenazas contra el general Triana se conocieron apenas un día después de que
se confirmara la muerte de alias Barbas en Lourdes (Norte de Santander),
implicado en varios ataques armados, entre ellos el asesinato del patrullero
Andrés David Padilla durante la Semana Santa.
Desde el Gobierno, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez Suárez, rechazó con
contundencia las amenazas y reiteró el respaldo a la cúpula policial. “Estamos
bajo amenaza constante, pero jamás vamos a ceder ante el crimen organizado”,
dijo.
Capturan a cuatro policías y cinco civiles por
tráfico de migrantes
Una nueva operación conjunta entre la Fiscalía General de la Nación y la Policía
Nacional dejó al descubierto la infiltración del crimen organizado en cuerpos
oficiales de seguridad. En un operativo desplegado el martes 20 de mayo,
denominado ‘Aron II’, fueron capturadas nueve personas en Cúcuta, Villa del
Rosario, Bochalema (Norte de Santander) y Villavicencio (Meta), todas señaladas
de tener vínculos con la red transnacional delictiva conocida como el 'Tren de
Aragua'.
Entre los detenidos hay cuatro policías activos y un agente de Tránsito de Villa
del Rosario, quienes, según las autoridades, colaboraban con el tráfico de
migrantes y el contrabando en la frontera colombo-venezolana. Junto a ellos
fueron capturados cuatro civiles que harían parte de las operaciones logísticas
de la red. Ocho de las capturas se lograron por orden judicial y una más se dio
en flagrancia durante el allanamiento a un punto clandestino de acopio en La
Parada, Villa del Rosario.
En ese lugar, los investigadores encontraron medicamentos, alimentos, licor y
juguetes valorados en más de 150 millones de pesos, todos sin registros
sanitarios ni tributarios. Lo alarmante, según las autoridades, es que este
punto servía como fachada para la movilización ilegal de migrantes que eran
engañados con falsos “planes turísticos” hacia destinos como Ipiales o Necoclí.
Por estos traslados cobraban entre 100 y 200 dólares, sin brindar garantías
mínimas de seguridad.
Uno de los detenidos, alias ‘Raqueta’, fue señalado como el coordinador de estas
operaciones. Usaba motocicletas modificadas para cruzar trochas sobre el río
Táchira, ruta usualmente empleada por migrantes venezolanos que buscan llegar a
otros países suramericanos.
El golpe reciente es la continuación de una ofensiva que comenzó en septiembre
de 2024 con la operación ‘Aron I’, la cual permitió capturar a 19 personas por
contrabando en la zona de frontera. Desde entonces, las autoridades han
intensificado los operativos ante el crecimiento de las redes delictivas. En lo
que va de 2025, ya se han desarticulado otras estructuras dedicadas al tráfico
de personas y al contrabando de gasolina en el Catatumbo y Norte de Santander.
Los delitos que se investigan incluyen concierto para delinquir, cohecho,
contrabando y tráfico de migrantes. La Fiscalía advierte que estas estructuras
continúan activas y que los nexos entre organizaciones criminales y miembros de
la fuerza pública representan uno de los mayores desafíos para la seguridad en
la región fronteriza.
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