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COLUMNISTAS

 

Pereira, Colombia - Edición: 13.505-1085

Fecha: Martes 03-06-2025

 

EL SENDERO DEL DHARMA

Por: Gongpa Rabsel Rinpoché
Lama Sammasati para Latinoamérica

La Sabiduría de Sammasati: Invirtiendo el Orden de la Vida


En la búsqueda de la felicidad y el bienestar, la sociedad moderna a menudo nos presenta un camino que prioriza el "tener", el "hacer" y, finalmente, el "ser". Sin embargo, desde la perspectiva del budhismo Sammasati, un enfoque más profundo y significativo reside en invertir este orden, priorizando el "ser", el "hacer" y, como consecuencia natural, el "tener".

La Tríada Convencional: Tener, Hacer, Ser---

La tríada "tener, hacer, ser" se basa en la creencia que la felicidad y la realización personal se logran a través de la acumulación de bienes materiales y el logro de metas externas. En este paradigma, se cree que al "tener" posesiones y riquezas, uno puede "hacer" lo que desea y, finalmente, "ser" feliz.

Sin embargo, el Budhismo Sammasati nos invita a cuestionar esta visión. La acumulación de bienes materiales y el logro de metas externas pueden proporcionar placeres momentáneos, pero no conducen necesariamente a la felicidad duradera y la paz interior. De hecho, esta búsqueda constante de "tener" y "hacer" puede generar ansiedad, estrés y una sensación de vacío existencial.

La Tríada Sammasati: Ser, Hacer, Tener---

El Budhismo Sammasati propone una tríada alternativa: "ser, hacer, tener". Este enfoque reconoce que la verdadera felicidad y el bienestar emanan del interior, de cultivar cualidades como la sabiduría, la compasión y la atención plena.

* Ser: En el Budhismo Sammasati, "ser" implica cultivar la atención plena y la sabiduría para comprender la naturaleza de la realidad y liberarse del sufrimiento. Se trata de desarrollar una mente tranquila y un corazón compasivo, cultivando cualidades como la paciencia, la generosidad y la gratitud.

* Hacer: Una vez que hemos cultivado nuestro "ser" interior, nuestras acciones, nuestro "hacer", se convierten en una expresión natural de nuestra sabiduría y compasión. Actuamos con integridad, ética y responsabilidad, buscando el bienestar de todos los seres.

* Tener: Como consecuencia natural de nuestro "ser" y "hacer", el "tener" adquiere una nueva perspectiva. Los bienes materiales y los logros externos ya no son el objetivo principal, sino simplemente herramientas que utilizamos para apoyar nuestro camino de crecimiento personal y contribuir al bienestar de los demás.

La Importancia del Camino del Medio

El Budhismo Sammasati nos enseña a evitar los extremos del apego a los bienes materiales y la negligencia de nuestras necesidades básicas. En cambio, nos invita a seguir el camino del medio, cultivando un equilibrio entre nuestras necesidades internas y externas.

Al invertir el orden de la vida y priorizar el "ser", el "hacer" y el "tener", podemos encontrar una felicidad y un bienestar más profundos y duraderos. El Budhismo Sammasati nos ofrece una guía para vivir una vida con propósito, significado y armonía, en sintonía con la naturaleza de la realidad.

Tashi Delek para todos y todas.

 

DE AQUÍ Y DE ALLÁ
 


Por: Otoniel Parra Arias

LA TEORÍA SOBRE LA ECONOMÍA DEL BIENESTAR QUE PROPONE LA PRESIDENTA DE ISLANDIA.


El conocido periodista y comentarista internacional de CNN, Andrés Openheimer, anunció en su conocido programa televisivo una entrevista con la presidenta de Islandia Halla Tomasdóttir, sobre un tema no necesariamente político y polémico a raíz de las controvertidas declaraciones de Donald Trump, en relación con esa parte del mundo  y por el contrario sí muy positivo y diametralmente opuesto a los oscuros temas con los que se despierta cada mañana el actual presidente de Estados Unidos.

En efecto la primera mandataria islandesa presidió hace unos días una conferencia

 

 

 

internacional sobre el tema de la felicidad y la economía del bienestar, todo un compendio de propuestas a los jefes de estado mundiales para que aumenten los índices de felicidad para sus pueblos.

Tema bastante teórico pero que no deja de tener su importancia, dadas las características de angustia y preocupación, suscitado por las grandes potencias en relación con sus esfuerzos hacia la parte negativa con desencuentros y disputas ya en el terreno bélico, buscando apoderarse de unos territorios ajenos y por la intención defender a toda costa sus valores nacionales los más pequeños.

Así mismo el desbalance de naciones que son víctimas de conflictos internos de muchos años, como en el caso colombiano y que viven de expresiones casi poéticas expresadas en importantes foros internacionales sobre el potencial de felicidad teórica en tierras de contenidos utópicos y mágicos como ocurre actualmente con la carta de presentación del presidente Petro ante el mundo.

Islandia a pesar de las características geográficas bastante complicadas por la inestabilidad volcánica y geológica, ha logrado un alto índice de armonía que ha sido reconocido al designar a la isla como uno de los países más felices del mundo, al evaluar los altos índices en salud, educación y esfuerzos por lograr una estabilidad económica.

Con estas pruebas la presidenta de Islandia ha dado paso a su propuesta hacia las demás naciones, aunque en este punto el presentador del programa de Openheimer no logró una respuesta muy clara de la proponente de este programa de la obtención de la felicidad global en todos países.

 



Me refiero a una pregunta que se dejaba venir reconociendo decía el presentador que Islandia junto a otras naciones de la órbita Europea y el mismo Estados Unidos, tienen gran capacidad económica para adelantar estos programas y dar cuenta en poco tiempo de resultados muy positivos para sus gobernados, muy por el contrario de muchas naciones del sur del continente americano y de la órbita asiática en los que los medios de realizar programas con todo este poder de optimización son casi imposibles de alcanzar debido a la problemática social y económica que embarga a estas naciones.

Al final ha quedado muy buena impresión de estas declaraciones un poco teóricas de la jefe de estado islandesa que reconoce como apenas están empezando los sondeos a nivel mundial al respecto pero que tras bambalinas constituyen una respuesta al estilo ramplón del presidente americano que no suele manifestar precisamente su felicidad y muchos menos de sus labios han salido ni saldrán propuestas de esta categoría en relación con los habitantes de otras naciones miradas con desdén desde la Casa Blanca.

 

LA INTIMIDAD DE UN DROGADICTO NO PUEDE CONVERTIRSE EN RAZÓN DE ESTADO

 

 

Por: Álvaro Ramírez Gonzalez
alragonz@yahoo.es

 

Les quiero compartir esta oportuna columna de mi amigo y admirado colega columnista Carlos Alonso Lucio

“ Quién, con dos dedos de frente, matricularía a sus hijos en un colegio cuyo rector y sus profesores sean personas adictas a las drogas? ¿Quién pondría al frente de su empresa a una persona que permanece sometida a las alteraciones que ocasionan las drogas? ¿Quién de
nosotros dejaría su casa, tan siquiera un fin se semana de paseo, en manos de un drogadicto?

Por eso resulta tan inconcebible la doble moral de aquellos que han salido esta semana, dándoselas de ultra modernos, tolerantes

 

 

 
 y compasivos, a defender a Petro por cuenta del sonsonete de que si consume drogas es cosa suya y de su privacidad. Inconcebible ver a congresistas y periodistas y ex ministros y hasta candidatos presidenciales haciendo gala de tanta insensatez.

Sí: doble moral, puro fariseísmo. Porque es inadmisible que pretendan que los colombianos admitamos que hagan con nuestro país lo que ellos jamás permitirían con sus hijos, con su dinero o con sus propios hogares.

Hay cosas que, en un país serio, ni siquiera llegarían a ser objeto de debate. Pero en Colombia, donde la corrupción moral han llegado a disfrazarla de modernidad, es necesario decir lo obvio: un presidente drogadicto no es un asunto de la vida privada. Todo lo contrario: es un asunto público por naturaleza.

Hay quienes pretenden amparar la adicción presidencial bajo el abrigo del derecho a la intimidad. Argumentan que el consumo de drogas es una opción personal y que exigir explicaciones sería una intromisión de la sociedad en los rincones íntimos del jefe de Estado. Lo dicen con una solemnidad hipócrita. La hipocresía de quienes no aceptarían que alguien hiciera con lo suyo lo que pretenden que le aceptemos a Petro que haga con lo nuestro.

Tienen que aceptar que gobernar no es un derecho privado, tienen que aceptar que es un mandato público. Tan elemental como que el presidente no se representa a sí mismo sino que representa la unidad del Estado, la estabilidad de las instituciones y la confianza de los millones de habitantes que reposan en las reglas constitucionales.

Esta semana, todos fuimos testigos de aquello que el fariseísmo prefiere ignorar: en un evidente estado de alteración, Gustavo Petro insultó con la peor grosería al presidente del Congreso al tiempo que Armando Benedetti y Gustavo Bolívar, muertos de la risa, hacían el papel de los bufones decadentes de la cortezuela.

El país entero asiste, día tras día, al deterioro vertiginoso del estado moral y de la salud mental de quien ejerce como jefe de Estado. Ese es el tamaño del problema. Se refleja en sus trinos delirantes y en sus alocuciones públicas repugnantes.

No es sólo la dignidad de un hombre lo que se erosiona, es la dignidad toda la nación.

Para mayor vergüenza, el hecho de que Gustavo Petro haya aparecido como drogadicto en las primeras planas de la prensa internacional, lo deja impedido moral y políticamente para hablar sobre el tema de las drogas ante la comunidad de naciones.

¿Qué autoridad moral puede tener quien aparece como víctima pública del problema que dice querer reformar?

El mundo ya lo vio y Colombia no puede seguir haciéndose la ciega.

Relativizar esta denuncia de su propio ex canciller es abrir las puertas a la decadencia de toda noción de responsabilidad pública. Si llegamos a aceptar que nos debe parecer irrelevante que quien toma decisiones de guerra o paz, de vida o muerte, de crisis o estabilidad, viva con la cabeza intoxicada, entonces la democracia misma es la que está intoxicada.

No podemos admitirle al fariseísmo que el sentido moral debe desaparecer de la consideración pública. Por el contrario, se trata de defender el bien común, de recordar que la ética pública no es un accesorio decorativo sino el cimiento que sostiene el edificio de la vida social.

Sin valor personal no hay autoridad legítima.

Colombia no puede normalizar lo inaceptable. No podemos resignarnos a ver cómo se desmorona la confianza en nuestras instituciones bajo el cinismo de los que dicen que todo da igual.

La intimidad es sagrada cuando no pone en riesgo a los demás. Luego la intimidad de un drogadicto en la Casa de Nariño no es ninguna intimidad sino un inmenso un problema nacional.

La dignidad de Colombia siempre valdrá más que los silencios cómplices de quienes confunden compasión con complicidad, corrupción con modernidad y democracia con fariseísmo. “

Sobremesa

Me perdonan, pero las explicaciones de Petro para su ausencia y desaparición total de casi 3 días, no las creo.

Ese plan para asesinarlo es otra de sus creaciones para justificar semejante irresponsabilidad!

 

 

 

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