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Colombia, a un paso del Mundial: la ilusión
regresa a Barranquilla
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El alemán, que venía
de ser finalista en Madrid y campeón en Múnich,
se desdibujó ante la aparente apatía de su rival. Una trampa
táctica de la que no supo escapar.
La Philippe Chatrier, repleta de emoción, le rindió homenaje al campeón. No por
el espectáculo visual, sino por la épica silenciosa de un veterano que aún tiene
hambre. Son ya 13 semifinales en Roland Garros y 51 en Grand Slams. Y en busca
de su 25º título grande, tendrá que medirse ahora con el número uno del mundo,
el italiano Jannik Sinner, un rival joven, rápido y con hambre de gloria.
El cambio de entrenador a Dusan Vemic y el impulso tras ganar en Ginebra parecen
haberle dado un nuevo aire. Desde entonces, Djokovic suma nueve victorias
consecutivas. Y aunque su camino en el circuito ATP ha sido discreto este año,
el Grand Slam vuelve a sacar su mejor versión.
En París, donde hace un año se despidió por lesión, Djokovic vuelve a pisar
fuerte. Tal vez no esté en su pico físico, pero sigue siendo el mismo titán
competitivo de siempre. Y eso, en Roland Garros, basta para emocionar.
Honda resurge en MotoGP: de tocar fondo a soñar
con la cima
En el mundo del motociclismo, las caídas no siempre terminan en derrota. Honda
lo sabe mejor que nadie. Después de vivir su temporada más amarga en MotoGP
durante 2024, el fabricante japonés ha protagonizado una de las recuperaciones
más notables del último tiempo. Atrás quedó el doloroso recuerdo de una moto
incapaz de competir. Hoy, la RC213V vuelve a inspirar confianza y resultados.
Tobikaru Tsukamoto, director del departamento de desarrollo en Honda, no esconde
la verdad: “2024 fue el punto más bajo”. Y no exagera. Apenas sumaron 75 puntos
en toda la temporada, muy lejos de sus años gloriosos. Pero en solo siete
Grandes Premios de 2025, ya acumulan 110 unidades y, más importante aún, han
vuelto al escalón más alto del podio con la victoria de Johann Zarco en Le Mans,
rompiendo una sequía de más de dos años.
Este renacer no fue casual. En Honda decidieron romper todo y empezar desde
cero. Un proyecto arriesgado, lleno de incertidumbre y caos, pero necesario.
“Cambiamos el chasis muchas veces, probamos múltiples motores. Fue un acto de
fe”, cuenta Tsukamoto. Las decisiones técnicas del italiano Romano Albesiano y
el respaldo incondicional desde la sede de HRC en Tokio, fueron la base de una
transformación que aún está en proceso, pero que ya da sus frutos.
La brecha con Ducati todavía marca límites, pero ahora se habla de décimas, no
de segundos. Honda ha ganado cerca de un segundo por vuelta con la nueva RC213V
respecto al modelo anterior, y la búsqueda de los últimos ajustes los mantiene
enfocados. “Para mejorar tres décimas, hay que afinar todo al milímetro”, dice
Tsukamoto. Y lo están haciendo. La aerodinámica ya no es un lastre, y el túnel
de viento de HRC en Sakura trabaja a toda máquina.
Este nuevo impulso no solo revive las esperanzas deportivas de la marca del ala
dorada. También es un mensaje a sus seguidores: Honda no se rinde. Puede
tropezar, puede caer, pero siempre volverá a levantarse. El camino hacia la cima
aún es largo, pero ahora, por fin, están en la dirección correcta. |
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La Selección Colombia se juega más que tres puntos el próximo viernes en
Barranquilla. Después del sinsabor que dejó su ausencia en Qatar 2022, el equipo
dirigido por Néstor Lorenzo está muy cerca de sellar su boleto al Mundial de
2026, y el país entero vuelve a ilusionarse.
Con 20 puntos en la tabla y cuatro fechas por disputar, la tricolor ocupa la
sexta casilla de la Eliminatoria sudamericana, lo que hoy le otorga un cupo
directo a la Copa del Mundo que organizarán Estados Unidos, México y Canadá. Por
detrás, Venezuela suma 15 puntos y se aferra a la zona de repechaje. Cada punto
cuenta y el margen de error se reduce.
Las cuentas son claras: con dos triunfos y un empate, Colombia llegaría a 27
puntos, cifra que históricamente ha significado la clasificación directa.
Incluso, hay un escenario más optimista: si la selección vence a Perú en casa y
logra un batacazo frente a Argentina en Buenos Aires, y si además Venezuela no
logra superar a Bolivia en Maturín, el cupo se sellaría con dos jornadas de
anticipación.
Pero más allá de los números, lo que se respira es esperanza. En Barranquilla ya
se siente el ambiente de fiesta y expectativa. Las banderas, las camisetas
amarillas y los cánticos vuelven a pintar de ilusión las calles de la ciudad. El
Metropolitano será, una vez más, el fortín donde Colombia buscará dar el primer
golpe de autoridad ante un Perú urgido, que juega con la presión de la
eliminación a cuestas.
Néstor Lorenzo, con su racha invicta y una nómina consolidada, sabe que este
momento puede marcar un antes y un después. No solo se trata de regresar a un
Mundial; es el anhelo de todo un país que quiere volver a creer, a celebrar y a
soñar. El primer paso está cerca, y todo comienza el viernes, cuando ruede la
pelota en la calurosa Barranquilla.
Egan Bernal elige La
Vuelta: la tercera grande del año lo espera
Egan Bernal ha vuelto a ilusionar. Su séptimo lugar en el Giro de Italia no fue
solo una casilla en la clasificación general: fue un
mensaje claro de que su recuperación va en serio. Después del accidente que casi
lo aleja del ciclismo en 2022, el colombiano demuestra que sigue soñando en
grande. Y ahora, con el cuerpo recuperado y la confianza fortalecida, ya tiene
claro su próximo gran objetivo: la Vuelta a España.
Tras terminar la exigente Corsa Rosa en Roma, Bernal anunció que
tomará unos días
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de descanso antes de comenzar su preparación para lo que sería su
tercera participación en la ronda ibérica. El corredor del INEOS Grenadiers
aseguró que La Vuelta es la gran cita que espera para cerrar el año. "Me voy a
tomar unos 10 días para descansar y luego enfocarme en el final de temporada.
Esperaría ir a la Vuelta a España", dijo con una mezcla de alivio y entusiasmo.
El campeón del Tour de Francia 2019 y del Giro 2021 busca completar el "trébol"
de las tres grandes, una hazaña reservada para los elegidos. En la Vuelta ya
estuvo dos veces: en 2021, cuando terminó sexto, y en 2023, en un regreso aún
prematuro que lo dejó en la casilla 55. Esta vez, el panorama es distinto. Más
maduro, más paciente y más consciente de sus límites, Egan se prepara para
llegar con ambición, pero también con calma.
La afición colombiana celebra su decisión. No solo por lo que pueda lograr en
términos de resultados, sino por lo que simboliza su regreso al más alto nivel.
Egan es hoy un referente de resiliencia y determinación. Y si algo ha dejado
claro en estos últimos meses, es que está dispuesto a luchar, paso a paso, por
volver a lo más alto. La Vuelta lo espera, y con ella, la esperanza renovada de
todo un país.
Djokovic emociona a París: clase, estrategia y una
semifinal más en Roland Garros
A los 38 años, Novak Djokovic no necesita brillar con destellos para seguir
haciendo historia. En la cancha central de Roland Garros, el serbio volvió a
demostrar por qué es una leyenda viva del tenis. Con temple, paciencia y una
inteligencia táctica admirable, venció al alemán Alexander Zverev (número 3 del
mundo) por 4-6, 6-3, 6-2 y 6-4, y selló su paso a las semifinales del Grand Slam
parisino.
El partido no fue una obra de arte, pero sí una muestra de sabiduría
competitiva. Djokovic, hoy número 6 del mundo, ralentizó el juego, administró su
energía al detalle y esperó el momento justo para golpear. Ya no corre como
antes, ni necesita levantar el puño en cada punto; ahora juega con la cabeza,
con el reloj interno de quien ha vivido mil batallas y sabe que cada esfuerzo
debe ser calculado.
Zverev, en cambio, no encontró respuestas. Se mostró errático, sin chispa,
quizás atrapado en esa telaraña invisible que tejió Djokovic con su ritmo
cansino pero efectivo.
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