\-= El Imparcial =-/ Artes

                                                              

Fundado el 9 Julio de 1948

Inicio | Entrevistas | Economía | Social | Salud | Cine | Arte | Gente & TV | Tecnologías | Ciencias | Deportes | Clasificados

Inicio        Final

Página 07                                                    Pereira - Colombia. Año 60 - Segunda época - Nº 12.421-01 - 06-15-2009

ARTES

Llegaron Los libros digitales

Una nueva experiencia que hará cambiar su forma de leer

 

 

Autor:

Eduardo Cordoví

Hernández

Genero: Gastronomía

IDBMS: 098-186-b

Formato: DBF

# pgs digitales: 221

Editorial: Hormiga

Edición Digital Book

Valor: $5.50

  Leer más

 

 

El libro DEL OTRO LADO DEL JARDÍN

 de Carlos Framb.

 

"Un texto conmovedor escrito por su protagonista. Yo no dejaría de leer este duro testimonio". Héctor Abad Faciolince

 

Sin duda, este testimonio resulta una pieza literaria inclasificable. Nos pone los pelos de punta, no sólo por lo duro, sino también por lo bello. El lector descubrirá una pluma privilegiada que entra en lo más profundo del alma humana, que exalta los más elevados valores de la especie, que refleja una sensibilidad desconcertante.

 

Con Del otro lado del jardín, Carlos Framb nos hace recordar textos como el de Simone de Beauvoir, Una muerte muy dulce, o La invención de la soledad, de Paul Auster.

 

Carlos Framb, nació en Sonsón.Es autor de los libros de poemas Antínoo y Un día en el paraíso, ambos publicados por el Fondo Editorial Eafit.

Ha sido librero y profesor de literatura. Actualmente reside en Medellín.

 

Llega a Colombia

 

TODA LA CULTURA EN 1001 PREGUNTAS,

de Carlos Blanco, el niño prodigio que asombró al mundo por su capacidad intelectual y que saltó a la fama en el programa de televisión Crónicas marcianas.


¿Qué narra el mito de Osiris? ¿Quiénes eran los Pueblos del Mar? ¿Quién conquistó Bizancio en 1453? ¿Cuál es el continente con más países?  ¿Qué es el imperativo categórico? ¿Quiénes eran los estoicos? ¿Qué es el zoroastrismo? ¿Qué significa "Islam" en árabe? ¿Qué es el genoma? ¿Quién descubrió la primera vacuna? ¿Qué dice la teoría del caos? ¿Qué estudia la trigonometría? ¿Qué es la entropía? ¿Qué es la radioactividad? ¿Por qué brillan las estrellas? ¿Cómo funciona un cohete? ¿Por qué vuelan los aviones?... Así hasta 1001 preguntas de cultura general divididas en historia universal, geografía, arte, música y literatura, egiptología, política y derecho, economía Etc.


Carlos Blanco (Madrid, 7 de marzo de 1986) ha sentido fascinación por el conocimiento desde muy joven. A los 7 meses comenzó a hablar, a los 2 años a leer y a los 11 fue admitido en la Asociación Española de Egiptología, donde obtuvo matrícula de honor en las clases de lenguaje jeroglífico. A los 12 años pronunció su primera conferencia y a los 21 terminó simultáneamente tres carreras: filosofía, ciencias químicas y teología. Desde los 12 años ha colaborado en televisión y radio, especialmente en "Crónicas Marcianas" (Telecinco), y ha participado en otros programas de Argentina, Egipto y Estados Unidos.


También ha publicado diversos artículos y libros como Mentes maravillosas que cambiaron la Humanidad o Copérnico.

 

 

Cultura, politiquería y corrupción

 

Por Harold Alvarado Tenorio

 

Se anuncia, para la última semana de Mayo, un Festival de Poesía en Bogotá, con la participación de un puñado de venezolanos y otros nacionales que se dicen poetas. El evento es financiado por los Ministerios de Cultura de Colombia, Venezuela, la Embajada de España, la Secretaría de Cultura y Turismo del Distrito Capital y la autodenominada Casa de Poesía Silva. La nomina de vates incluye probados empleados y ex funcionarios de establecimientos culturales de Caracas, México y Fortaleza, insaciables adeptos del déspota venezolano, entre quienes sobresalen Enrique Hernández D´Jesús, Tarek William Saab, Miguel Márquez, Eleazar Molina, Floreano Morte y Mería Beranda, todo ordenado por  Ulrika Corporation, una NGO gestionada por Rafael Castillo y Matamoros, valido y habitual proveedor de Casa Silva.

Habrá quienes crean que este “Homenaje a Venezuela” en cabeza de algunos de sus bardos y cómplices es un acto de munificencia de un hatajo de autónomos, al menos políticamente, de las doctrinas del actual gobierno nacional. Pero no hay tal. Se trata, otra vez, de un ejercicio saturado e insolente de la corrupción imperante en ambos países.

Venezuela y Colombia han padecido en los últimos lustros el barrenillo de la dilapidación de sus fondos y presupuestos culturales de la mano, el codo y la nariz de unas gildas que sostienen que la “cultura”  o sirve para la disolución de la violencia, como sería el caso colombiano, o la ideologización de las muchedumbres y el sucesivo afianzamiento del poder del autócrata barinés. Camelos uno y otro que en exclusivo valen apenas para la manutención de ineptos e ignaros.

El origen de estas instituciones se remonta a los años cuando Carlos Lleras Restrepo [1966-1970] y Carlos Andrés Pérez [1974-1979 y 1989-1993], feroces clientelistas  admiradores del PRI mexicano, crearon numerosas instituciones administrativas para sus electores.  Lleras COLCULTURA, entre otros veinte, y Pérez el CONAC, pero como correspondía a la Venezuela Saudita agregó la Biblioteca Ayacucho, que produjo medio centenar de ediciones memorables, prolongadas en más de doscientos cadáveres insepultos y las Becas Gran Mariscal Sucre, que regaló a la joven militancia Adeca cientos de millones de dólares para darse la

gran vida en las capitales culturales del mundo. Colombia apenas pudo imprimir una colección de folletos en papel periódico que se vendía a cincuenta centavos en las esquinas y un tren de la cultura, bajo la tutela del verdadero primer director de Colcorrupta, el poeta Juan Mosca.

Luego, una como otra, vivirían por treinta años sirviendo a esa nueva estirpe de badulaques en que se han convertido la mayoría de los llamados agentes de cultura de los dos países. Manumisos cuyo modelo es la vergonzante casta de plumíferos y corre ve y diles de los hermanos Castro Ruz. Consúltese, si no,  la lista de becados, viajeros, cuenteros, novelistas, poetisas, titiriteros, lambones, rateros, saltimbanquis, cantadores de cumbia y mapalé, acordeoneros, sopladores de gaita, barruntadores de lienzo, raperas, renatas, rednelas y una legión de honorables de la refunfuña [Catalina Rey Quiñones, Mónica Fernández de Soto, Melba Escobar, Catalina Hoyos, Patricia Miranda, Yeimy Hernández, Ana Roda] que salen, catan y holgan a cargo del fisco cada vez que Colombia es País Invitado, etc.…

Lo cierto es que ambas instituciones fueron concebidas bajo la influencia ya perdurable de la eximia figura de don Jesús de Polanco, quien viviría muchos años entre Bogotá y Madrid expandiendo en el continente, con la asistencia de sus amigos Belisario Betancur, léase Felipe González,  y Carlos Andrés Pérez, léase Juan Carlos de Borbón, el verdadero imperio español en América. Porque nada escapa hoy

papel 62.262 libros de las bibliotecas del estado Miranda; ataca el cine que se hace Hollywood; convierte las editoriales estatales en productoras de libros de ideologización partidista; arrodilla la investigación y la libertad de cátedra; cierra los Ateneos de Valencia y Caracas o posiciona a un coplero, caballero de industria y cabildero de oficio como jurado de los Premios Valera Mora de Poesía y Rómulo Gallegos de Novela.

Otra cosa no podría esperarse del gerente de Ulrika Corp, cuya vida y deriva es como aquel Festival de Poesía que ha recordado Leonardo Padrón en El Nacional, cuando los rapsodas fueron acarreados al domicilio de un soberano petrolero, en un inmenso apartamento de cuatro pisos contra los cerros tutelares de Bogotá, en cuyas paredes y salones no se exhibía la poesía sino inmensas fotos de pobres muchachas de desnudas teticas

 

 

 

abrazadas y casi penetradas en vivo y en directo por el potentado, que lucía siempre su pelvis desnuda y una inmensa calvicie de macho cabrío. “Un Danny de Vito desvencijado que exhibe su flux azul eléctrico, su camisa roja de cuello derramado y su ruidosa cadena de oro que, en vez de una religión, postula una torre de petróleo, mientras repetía: yo he tenido 2500 mujeres, esto es apenas una pequeña muestra.

 

Discurso de Tzevan Todorov al Recibir el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales

 

Antes de la época contemporánea, el mundo jamás había sido escenario de una circulación tan intensa de los pueblos que lo habitan, ni de tantos encuentros entre ciudadanos de países diferentes. Las razones de tales movimientos de pueblos e individuos son múltiples. La celeridad de las comunicaciones incrementa el prestigio de los artistas y de los sabios, de los deportistas y de los militantes por la paz y la justicia, poniéndolos al alcance de los hombres de todos los continentes. La actual rapidez y facilidad de los viajes invita hoy a los habitantes de los países ricos a practicar un turismo de masas. La globalización de la economía, por su parte, obliga a sus elites a estar presentes en todos los rincones del planeta y a los obreros a desplazarse allá donde puedan encontrar trabajo. La población de los países pobres intenta por todos los medios acceder a lo que considera el paraíso de los países industrializados, en busca de unas condiciones de vida dignas. Otros huyen de la violencia que asola sus países: guerras, dictaduras, persecuciones, actos terroristas. A todas esas razones que motivan los desplazamientos de las poblaciones se han sumado, desde hace algunos años, los efectos del calentamiento climático, de las sequías y de los ciclones que este conlleva. Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados, por cada centímetro de elevación del nivel de los océanos, habrá un millón de desplazados en el mundo. El siglo XXI se presenta como aquel en el que numerosos hombres y mujeres deberán abandonar su país de origen y adoptar, provisional o permanentemente, el estatus de extranjero.

Todos los países establecen diferencias entre sus ciudadanos y aquellos que no lo son, es decir, justamente, los extranjeros. No gozan de los mismos derechos, ni tienen los mismos deberes. Los extranjeros tienen el deber de someterse a las leyes del país en el que viven, aunque no participen en la gestión del mismo. Las leyes, por otra parte, no lo dicen todo: en el marco que definen, caben los miles de actos y gestos cotidianos que determinan el sabor que va a tener la existencia. Los habitantes de un país siempre tratarán a sus allegados con más atención y amor que a los desconocidos. Sin embargo, estos no dejan de ser hombres y mujeres como los demás. Les alientan las mismas ambiciones y padecen las mismas carencias; sólo que, en mayor medida que los primeros, son presa del desamparo y nos lanzan  llamadas de auxilio. Esto nos atañe a todos, porque el extranjero no sólo es el otro, nosotros mismos lo fuimos o lo seremos, ayer o mañana, al albur de un destino incierto: cada uno de nosotros es un extranjero en potencia.
Por cómo percibimos y acogemos a los otros, a los diferentes, se puede medir nuestro grado de barbarie o de civilización. Los bárbaros son los que consideran que los otros, porque no se parecen a ellos, pertenecen a una humanidad inferior y merecen ser tratados con desprecio o condescendencia. Ser civilizado no significa haber cursado estudios superiores o haber leído muchos libros, o poseer una gran sabiduría: todos sabemos que ciertos individuos de esas características fueron capaces de cometer actos de absoluta perfecta barbarie. Ser civilizado significa ser capaz de reconocer plenamente la humanidad de los otros, aunque tengan rostros y hábitos distintos a
los nuestros; saber ponerse en su lugar y mirarnos a nosotros mismos como desde fuera. Nadie es definitivamente bárbaro o civilizado y cada cual es responsable de sus actos. Pero nosotros, que hoy recibimos este gran honor, tenemos la responsabilidad de dar un paso hacia un poco más de civilización.

 

  

 

   ©Editorial ElImparcial.com.co.  © 1948 - 2009 | Nosotros | Carta-Director