El Imparcial-Pagina 6

Pg. 1-16
	Fundado el 9 julio de 1948 Por Rafael Cano Giraldo -1948-1981 Director: Zahur K. Zapata - 1981 – ADMINISTRACIÓN Publisher Zahur Klemath Zapata Editor Enrique J. Marrero Gerente Operativo Natalia Cuervo López Marketing Gerente Comercial: Hugo Castro Ríos Relaciones Publicas Daniela Giraldo Otálvaro REDACCIÓN Jefe de Redacción Rubén Dario Varela Hurtado Colalaboradores Gustavo Alvarez Gardeazábal Harold Alvarado Tenorio Gabriel Jaime Caro (Gajaka) Rafael Urrea Diagramación Rafael Zardar Roberto Gonzalez Soporte Tecnológico Darwin Urbina Aurooj Ali Khan Sidra Noor Muhammad Mushtaq CONTACTO E-mail: director@elimparcial.com.co redaccion@elimparcial.com.co ventas@elimparcial.com.co Calle. 21 Nº 7-68 Segundo piso Tel. (57) 6-348 6207 Celular: +57-312 829 4760 Pereira, Colombia 1-646-370 6964 New York, USA. Directora: Zahur Klemath Zapata Colaboradores: Gustavo Álvarez Gardeazábal Harold Alvarado Tenorio Gabriel Jaime Caro (Gajaka) Carlos Orlando Pardo Jotamario Arbeláes ------------- correo@magazinliterario.com El Imparcial es un medio informativo digital que se publica en PF en Internet y pertenece a la red de medios "Network Digital News" de propiedad de ZahurK. Dé Clic a nuestro logo para descargar la aplicación del periódico Dé Clic a nuestro logo para descargar la aplicación del periódico	Esperanzas y desaciertos Después de varias semanas y días esperando que sucedería, no paso más allá de lo que los especialistas decían. Movimientos de calle donde realmente los protagonistas fueron los estudiantes y unas que otras poblaciones que demostraron el descontento social, sin embargo no más allá de las esperanzas de cambios y reflexión por parte de los que hoy gobiernan Colombia. La aspiración del paro era, de hecho, unir diferentes descontentos y razones de protesta, para lograr la rectificación de las políticas económicas, social y presupuestaria, que de alguna manera no cumple con las expectativas. La personificación de esa canalización se dio en el presidente Iván Duque, quien por días y horas analizaba las propuestas de los manifestantes, con la intensión de buscar una fórmula que le devolviera el control de la situación que presentaba el país. Tras pocos meses como Presidente, la aprobación de un mandatario que venció con un 58% de los sufragios, hoy no llega ni al 40% de aceptación por parte de la población colombiana. Quienes reclaman un mayor esfuerzo por solucionar problemáticas claras, que trasforme su plan de gobierno y que tome en cuenta el reclamo popular. En la última medición de popu-laridad, realizada en el país, el mandatario Iván Duque, cayó de manera estrepitosa al nivel de su precedente Andrés Pastrana, que en ese momento de su mandato se encontraba inmerso en un proceso fallido de negociación con la guerrilla de las FARC. Sin embargo, es igualmente cierto que el contexto latinoamericano es de baja popularidad para los líderes del poder Ejecutivo, que han presentado todo tipo de problemáticas por iniciar propuestas económicas y sociales erradas. Al principio de su mandato, pareciera que Duque no generaba entusiasmo, pero tampoco gran rechazo por parte de la población, quienes quisieron darle una oportunidad de gobierno. Este último ha ido creciendo conforme ha avanzado su periplo en la presidencia. Pero lo ha hecho de manera anómala, por más decirlo desemejante. Cuando cruzamos la crítica a Duque con la presencia en protestas, nos queda un interesante retrato de tendencias políticas que, de nuevo, encaja bastante bien con lo observado en las calles de Colombia estos días, que han transformado una marcha pacífica a enfrentamiento. En los actuales momentos los no amantes de la democracia y los que aún dudan de la fuerza política del Presidente Duque, con incesante tendencia a protestar y a valorar negativamente la manera de dirigir del primer mandatario, ven una oportunidad. Para algunos puede significar poco lo ocurrido en el paro de esta semana en Colombia, las desesperanzas de los pobladores y los desaciertos de las políticas del presidente no presentan un futuro muy prometedor.
			Enrique J. Marrero Apuntado a la Verdad El estilo periodístico es la manejo de la expresión para construir una realidad o intentar crearla, para un público que desea saber un poco del acontecer diario. No hay una definición exacta del concepto "Estilo Periodístico", porque hay tantos estilos como periodistas, que utilizan las líneas de un periódico, radio, tv, afiche o cualquier medio de comunicación masiva, para hacer llegar notas periodísticas. En lo que debemos estar claro es que vamos a utilizar nuestro estilo para cautivar al lector, oyente o televidente, para hacer que se lea toda nuestra infor-mación noticiosa. En nuestra tarea como redactores, la palabra tiene un papel fundamental. Por ello, el trabajo periodístico requerirá de un esfuerzo expresivo para encontrar la frase o la palabra más correcta en cada uno de los casos. Se trata, en definitiva, de una manera de narrar los hechos, como por ejemplo, lo aconte-cido esta semana. La protesta nacional en Colombia, que parece encontrar su éxito en la incorporación de demandas fo-calizadas en la figura pre-sidencial. Se notó una representación de carácter urbano, por el momento. El rol más importante fue protagonizado por el movimiento estudiantil, en ese orden de idea se vio par-ticularmente predominante, quienes de manera pacífica, clara, organizada y protagónica,	hizo reclamos que para muchos son valederos. Es claro que cuando los estudiantes demuestran una realidad social, hay que detenerse a pensar y rectificar. Fueron ellos quienes estuvieron activos en las calles durante todo lo que va del 2019, son ellos los que protagonizaron algunas de las partes más llamativas de las manifestaciones. Todo ello le da a la presente movilización un gran de poder de convocatoria en el corto plazo, efectivamente, pero nada de ello asegura su sostenimiento en el tiempo, pero si una inquietud de ver lo que sucede con nuestra sociedad, que de algún modo reclama las inconformidades y la poca fuerza de mejorar la situación del país. Inmediatamente después de una jornada de protesta, que se dio de manera abrumadora en muchas ciudades de Colombia, se destacó una forma de manifestación popular, como lo fue el cacerolazo nocturno de final todavía incierto, que se tornaba muy complejo para el gobierno. Ahora sabemos que se tuvo en todos los sectores de una ciudad normalmente repudiada. Pero el sostenimiento seguirá dependiendo de unos movimientos organizados, con capacidad de convocatoria y de articulación de demandas. Que cuenten con el apoyo de porciones significativas de la sociedad, tal vez no dispuestas a salir a la calle todos los días pero sí lo suficientemente descontentas con este Gobierno, solo falta saber si esto lograra el objetivo que se quiere.