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La
aplicación de esmaltes de color puede llegar a amarillear la uña.
Para evitarlo, debes usar siempre un esmalte base protector antes de
la laca de color.
Además, si tus uñas han amarilleado y quieres
limpiarlas, puedes hacerlo de vez en cuando sumergiéndolas en zumo
de limón. También funcionan como blanqueantes los masajes con la
pasta elaborada con limón, bicarbonato y aceite de oliva. Asimismo,
si pones a remojo tus uñas en leche con zumo de limón durante unos
minutos a diario comprobarás que se blanquean.
6.
Déjalas respirar
Aunque te encante ver tus uñas decoradas, de vez en cuando conviene
dejarlas respirar, al natural, sin ni siquiera esmaltes con
tratamiento. Además, intenta no pintártelas y desmaquillártelas más
de una vez por semana para no maltratarlas en exceso. Si lo haces,
emplea quitaesmaltes sin acetona y protege siempre tus uñas de las
lacas de colores con bases de buena calidad que incluyan algún
tratamiento fortalecedor.
Remedio casero
para
fortalecer las uñas
Hay tres
ingredientes caseros que resultan eminentemente beneficiosos para
nuestras uñas: el ajo, que fortalece las uñas y evita la
aparición de hongos; el aceite de oliva, que las nutre, y el zumo
de limón, que blanquea y endurece la superficie.
Aquí te dejamos un tratamiento casero muy fácil de preparar:
consiste en mezclar un diente de ajo con aceite de oliva y zumo de
limón, todo bien machacado hasta conseguir un pasta. Si lo
prefieres, cocina antes el ajo para que se ablande y se mezcle mejor
con el resto de ingredientes.
Puedes guardar esta mascarilla en un tarro limpio y aplicarla
siempre que puedas. Ten en cuenta que queda olor a ajo, así que
procura tener suficiente margen de tiempo para no tener que salir de
casa con olores desagradables.
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1.
«Alimenta» tus uñas
En general se recomienda el consumo de alimentos ricos en vitamina A
y B, por lo que, si tienes unas uñas frágiles, deberás comenzar por
incrementar la presencia en tu dieta de cereales, levadura de
cerveza, tomates, pimientos rojos, zanahoria, nueces, almendras,
crustáceos y pescados.
Asimismo, se recomienda un consumo
equilibrado de productos lácteos, que aportan el calcio necesario
para lucir unas uñas sanas y fuertes.
2. Hidrátalas
Las
uñas también necesitan su dosis de hidratación para estar sanas y
fuertes. Para ello recomiendo un gesto tan sencillo como los baños
en aceite de oliva.
Deja las uñas a remojo durante 5 minutos y
después masajéalas para que absorban los nutrientes lo mejor
posible. Si además quieres endurecerlas, aplica unas gotas de aceite
de ricino.
3. Cuida tus
cutículas
Igual que
acondicionas tus manos de vez en cuando, debes acondicionar tus
cutículas.
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Por eso, te aconsejo que siempre que te
apliques crema hidratante en las manos la extiendas también por las
cutículas, dando un pequeño masaje.
Además, cuando vayas a hacerte la manicura, deberás hidratar tus
cutículas con algún aceite (oliva o almendras) para ablandarlas y
poder moldearlas sin dañarte. Nunca las recortes, a no ser que
detectes alguna piel o padrastro. Solo empújalas una vez hidratadas
con ayuda de un palito de naranjo o un bastoncillo de algodón
impregnado en aceite. Hazlo dibujando pequeños círculos con los que
vayas retirándolas poco a poco.
4. Cómo limarlas
Usa una
lima de cartón, preferiblemente a una de metal, para no dejar
esquirlas. Para que el limado sea menos agresivo, sumerge las manos
en agua tibia con un poco de jabón durante unos minutos.
Lima de un lado hacia el otro, siguiendo siempre la misma
dirección y con pasadas largas y suaves. Nunca limes con movimientos
de ida y vuelta. En los extremos, pasa la línea ligeramente en
diagonal conectando el movimiento con el resto del filo de la uña.
Para eliminar los restos que se hayan desprendido, pasa la lima en
posición vertical de arriba hacia abajo por el canto de la uña, en
movimientos de una sola dirección.
5. Blanqueamiento
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