Pereira, Colombia -Edición: 12.861 - 441 Fecha: Jueves 23-12-2021 |
EDITORIAL |
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Por Rafael Cano Giraldo -1948-1981 Publisher: Zahur K. Zapata - 1981 –
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Geopolítica o Cerco Político
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Cuando la muerte nos sonríe
Guillermo Navarrete Hernández
La Natividad para la mayoría de los terrícolas es sinónimo de alegría, reflexiones y tal vez una oportunidad para reconciliarse con quienes se tuvieron rupturas relacionales producto del entronizado egoísmo atribuido exclusivamente al insuperable humanoide, o tal vez para allegar expiatoria o altruistamente ayudas a algunos de nuestros semejantes con necesidades materiales e, incluso, espirituales. Pero la natividad en medio de los actuales debates ideologizados, polarizaciones políticas, violencias diversas y matices de todo tipo, también es época de recordaciones tristes, especialmente cuando alguno de nuestros seres queridos ha emprendido el inescrutable camino hacía la eternidad.
Precisamente hace unos cuantos días junto con mi esposa y unos amigos tuve la ocasión de acompañar una honra fúnebre; honra que se constituye en el ritual que da inicio al necesario duelo ante la inevitable despedida; honra, que a mi juicio, se encuentra revestida de diversas singularidades que deseo compartir con reverencia, dentro cuyo propósito se omiten los nombres y lugares que hacen parte de esta historia.
La primera singularidad de la que hago referencia y que aparentemente se encuentra rodeada de normalidad debido al contexto en el que vivimos, es la aparición meses atrás en el seno de un hogar de la impensada enfermedad. En principio, el cónyuge varón fue la víctima del impiedoso ataque, quien afortunadamente salió avante, pero pocos días después, la arremetida fue en contra de la depositaria de la virtuosidad. No obstante el esfuerzo de la familia y del cuerpo médico encargado de su tratamiento, el deterioro sistemático de la salud de ella no se hizo esperar hasta su desenlace fatal.
La segunda, es que el doloroso trasegar que les signó la vida, estuviera acompañado de un extraordinario amor alimentado por una fe profunda, una espiritualidad sin límites y la voluntad insondable de seguir adelante con la convicción de cuál sería el destino que ella alcanzaría debido a la gracia otorgada por Dios.
Pero lo que realmente conmovió a los presentes, es que quien presidiera la ceremonia de la momentánea despedida fuera su compañero, aquel con quien conviviera cinco lustros de vida, aquel con quien fruto del amor sincero manaran dos hijos –uno de los cuales acompañó la adoración con la pianola-, y aquel con quien compartiera la encomiable labor de servir a Dios y a la comunidad.
Aquel que recibió las condolencias, seguramente en el momento más difícil de su existir, tuvo la ardentía de prorrumpir Sagrada Palabra con el paradójico título: “Cuando la muerte nos sonríe” y que ahora me atrevo a plagiar en razón de lo profundo del mensaje que logró impartir: la convicción de la renuncia al pecado, de saber a quién es necesario servir y del infinito amor que el Creador tiene por nosotros al punto de haber enviado a su unigénito hijo para que a través de la derrota de la muerte en la cruz, alcancemos la salvación.
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Sin duda, en estas festividades el mejor regalo que podamos recibir producto del mercantilismo en el que estamos inmersos no está en lo material. El mejor regalo está cerca de nosotros, sin costo alguno, es sólo anhelarlo y asirnos de él con fe: ese mejor regalo es la infinita Gracia de Dios.
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Crónica de Gardeazábal #326
El candidato #12
Gustavo Álvarez Gardeazábal
Audio:
https://www.spreaker.com/user/8676384/2021-12-22-06-20-31-computer-record
Si por la revisión numérica de las cifras entregadas fuera realidad el apoyo político, ninguno de los 11 que alcanzaron las firmas tiene posibilidades de preveer el resultado de esas tales primarias y mucho menos de intuir cómo le iría si se avienta de una vez a la elección en pleno. Es como un juego de muñecas en donde la primera sentada al comedor es de mentiritas pues si bien dizque se han formado bloques para seleccionar unas corrientes ideológicas inventadas ( porque no existe fundamento filosófico en ninguna de ellas),no hay más obligación que la de palabra de político para cumplirla ni ninguna sanción para no aceptar el resultado.
Al finalizar entonces esa jornada del 13 de marzo, muy probablemente vamos a estar en las mismas en que estamos ahora con el número de firmas que respaldaron la inscripción. Todos los 11 siguen siendo los enanitos incapaces de crecer. Vuelve como tal a jugar la opción del nombre que todos tienen en la puntica de la lengua o, de pronto, el de un algún anciano venerable que garantice, estando por encima del bien y del mal, que puede enfrentar a Petro y hasta de no aburrirse de ser presidente en este extrañísimo pero vibrante país.
Es decir,la opción es encontrar de aquí al 14 de marzo al candidato # 12 y además, conseguir que los otros 11 y los que compiten por partidos fantasmales o fetales , se pongan de acuerdo, depongan sus aspiraciones e ilusiones y decidan hacer un frente común para proyectar como verdadera unidad nacional antipetrista a ese hasta ahora inexistente candidato.
Por supuesto, soy el primero en admitir que esa posibilidad es muy, pero muy remota. Los egos de quienes quieren pero no pueden gobernar a Colombia se chocan entre si y aunque Petro se haya alejado del apoyo que le darían Ospina en Cali, Quintero en Medellín y Claudia en Bogotá, sigue siendo en solitario, sin alfiles, apenas con un Bolívar boquisuelto a su lado, quien está viendo desde su torre de marfil caudillista el desenvolvimiento de esta gazapera.
El Porce, Diciembre 20 del 2021
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